Prácticamente mediada la temporada, la defensa de los Miami Dolphins (quinta mejor en puntos encajados) está destacando sobre manera en su sensacional rendimiento en los siempre decisivos terceros downs. En esta faceta del juego los de Florida, que dejan a sus rivales en un sensacional 26% de éxito, superan a unidades como la de Houston (28%), 49ers (32%), Chicago (34%), Philadelphia (33%) o Arizona (33%).
El coordinador defensivo Kevin Coyle (derecha) está logrando un buen rendimiento de sus hombres, octava defensa en cuanto a puntos encajados se refiere, y es responsable en buena parte de que los Dolphins mantengan un 4-3 que bien pudo ser mejor sino fuera por las heridas autoinfringidas (derrotas de 3 puntos ante Arizona y New York Jets).
Coyle que de la mano de Joe Philbin desempeña por primera vez este puesto en la liga profesional, llegó a la NFL de la mano del mítico Dick LeBeau como entrenador de cornerbacks en los Cincinnati Bengals (2001-2002). Tras la marcha de LeBeau su sucesor Marvin Lewis -otra gran mente defensiva-, le mantuvo en el puesto aumentando sus responsabilidades a todos los defensive backs. Con este más que interesante «background» Coyle se ganó la confianza de su amigo Philbin para su nuevo proyecto en Miami y, de momento, no está defraudando las expectativas de su jefe.
Tal y como está la AFC Este las opciones de los Dolphins no son inferiores a las de nadie.
Si analizamos más detenidamente el porque de este éxito partido a partido nos encontramos con varias conclusiones interesantes. En primer lugar los Dolphins son un equipo que juega mucho más «agresivo» sobre el QB rival cuanto más encerrados están en su campo. Es mucho más frecuente que Coyle afronte las situaciones de tercer down cargando con 5 hombres en situaciones más próximas a su endzone que en el campo rival donde juega mucho más conservador. De hecho curiosamente cuando afronta este último rol es cuando el rival tiene más éxito. Son varias las ocasiones en las que defender en «2 men» (dos safeties atrás y personal sobre el resto de receptores cargando únicamente con la línea defensiva) les ha costado primeros downs y buenas ganancias de yardas encajadas.
Un ejemplo es la situación que tenemos en la imagen inferior. Se trataba de un 3&7, prácticamente en medio campo. Miami recurre al «2 men», Sam Bradford lee la situación perfectamente (si tenemos a 5 hombres con los 5 receptores elegibles y a 2 safeties atrás, nadie está «marcando» al QB) y se escapa 21 yardas para lograr el primer down.
Dentro de las últimas 40 yardas la defensa cambia su rol para afrontar esos decisivas terceras oportunidades. El tono sube un punto y 6 y en ocasiones hasta 7 hombres se encargan de poner «el calor» sobre los quarterbacks como pudo apreciar también el propio Bradford (ejemplo siguiente).
En esta ocasión se trataba de un 3&6 en la propia yarda 26 de Miami. 5 hombres presionaron a Bradford y 6 (Cover-1) se encargaron de hacer que el brillante QB de los Rams no encontrara a ningún compañero desmarcado.
Otro ejemplo lo tenemos en el partido de la pasada semana ante los New York Jets. Los de Rex Ryan afrontaban un 3&5 en la yarda 17 de Miami una ventajosa posición que, de haber terminado en TD podría haber metido a los Jets en un partido que estaban perdiendo por 20-0 aún en el segundo cuarto. Miami cargó con 7 hombres, defendió su endzone con una «Cover-0» (personal sin ayuda de los safeties) y Mark Sánchez no tuvo tiempo para encontrar a nadie desmarcado. Incompleto.
Son sólo dos ejemplos para ilustrar un hecho: la efectividad de la defensa de Miami defendiendo su «red zone». Nadie contaba con estos Dolphins pero lo cierto es que, sin hacer nada espectacular, poco a poco van dando pasitos firmes en la temporada. Parte de esta buena primera mitad de campaña está en el trabajo de una defensa que, silenciosamente, se está situando entre las mejores de la NFL. Llegar a las últimas 20 yardas del campo de Miami está suponiendo únicamente un 36% de posibilidades de salir de allí con un touchdown. La aproximación agresiva de sus coaches defensivos les está dando muy buenos resultados y si lo comparamos con el 59% de Pittsburgh o 63% de Denver, defensas mejor valoradas globalmente, entenderemos el mérito de esta unidad.