Yo sigo sin haber calado la temporada

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Mi compañero de columna Josu Arrieta decía en la Semana 3 de esta temporada regular que él aún no tenía calada esta temporada, exactamente decía lo siguiente: “Las dos o tres primeras jornadas de cada campaña, prácticamente hasta la cuarta, uno se dedica a intentar percibir qué pinta tiene la temporada. Qué nuevos equipos sorprenden, quiénes decepcionan, qué características generales podemos destacar del juego, etc. Cada temporada es distinta, pero en los últimos años, desde que escribo esta sección, uno siempre tenía unos patrones más o menos fijos que funcionaban como pilares, sobre los que encajaban las novedades de cada campaña.

 

Pero esta temporada no la tengo aún calada. No tengo nada fijo a lo que agarrarme. Los Colts ya no ganan 12 partidos en temporada regular. Apenas quedan tres invictos en tres jornadas. No hay apenas equipos dominantes, y los que dominan cada conferencia son los Texans y los Cardinals, además de los Falcons. Los Pats no dominan su división y tienen récord negativo por 1ª vez desde 2003. Las defensas sólidas como los 49ers pinchan en el lugar más inesperado. Los Saints no son capaces de ganar un partido. Los Steelers no son de fiar y tienen récord negativo. Peyton Manning no es Peyton Manning. El ataque de los Packers está en paradero desconocido.

 

En resumen, esta temporada no sé, de momento, por dónde van los tiros y no sé por dónde pueden ir la próxima jornada. Por lo tanto, voy a procurar ser breve, ya que cuando uno escribe sobre algo que desconoce, es mejor no extenderse demasiado, no vaya a ser de que se ponga en evidencia.

Estoy seguro que Josu le gustaría reescribir lo que dice en su segundo párrafo, el resto, casi dos meses después lo suscribiría íntegramente y no se notaria la diferencia.

Hemos pasado el ecuador de la temporada, hace apenas dos semanas hacía mi particular balance de lo que había sido la mitad de la temporada. Desde entonces se han jugado un par de jornadas, estamos en eso que se llama “clutch moments”, momentos cruciales de la temporada, en la semana de Acción de Gracias y ya enfilamos diciembre, momento en el que los equipos van tomando posiciones, pero ¿Alguien sabe quién es el gran candidato a ganar la Superbowl esta temporada?

Hacía dos semanas me lanzaba a la piscina y repetía mi pronóstico de pretemporada, primero por coherencia, y segundo, porque viendo como evoluciona la temporada me parecía lo mas sensato y seguro, pero ahora mismo ya no sé ni qué creer, por no saber me parece que incluso predecir qué equipos van a llegar a playoffs es un ejercicio de temeridad del mismo nivel que un pase de Ryan Fitzpatrick a la endzone, no sabes si será TD, si será interceptado, si su WR se lo dejará caer o simplemente se irá fuera, yo desde luego no me jugaría mi dinero a intentar saber donde terminará un pase del QB de Buffalo, como tampoco me lo jugaría a intentar adivinar qué es lo que exactamente está pasando en esta temporada.

Pero ya no sólo es saber qué equipos se meterán o no en la postemporada, como adivinar quien jugará la Superbowl, yo creo que ahora mismo nadie sería capaz de otorgar un solo premio ni colectivo ni individual, la temporada avanza en tal estado que lo que es hoy es blanco mañana puede ser negro, y lo que ayer era claro y cristalino hoy es oscuro y muy espeso. Mirad si no lo que mi compañero decía entonces, no ha dado ni una, y no es una crítica, sino que es señalar lo que hemos dicho una y mil veces, es imposible saber que puede ocurrir en una temporada de NFL, todos aquellos que decían “Ves, como yo tenía razón” tienen las mismas posibilidades de acertar que los que en septiembre dijeron “Los Jaguars y Panthers jugarán la Superbowl en febrero”.

Bill Parcells tenía una máxima, eres lo que dice tu récord qué eres. ¿Alguien realmente se cree esto? Yo desde luego que no, no me creo que los Atlanta Falcons o Houston Texans sean equipos de 9-1 equipos que lideran sus divisiones con absoluta comodidad, como tampoco me creo que los Ravens son un equipo de 8-2 o tan siquiera que los Cleveland Browns sean un equipo de 2-8, por hablar de varios records de los mas engañosos que hay ahora mismo. Los únicos equipos que sí son lo que dice su record que son, son los Kansas City Chiefs y Oakland Raiders, dos equipos que sólo podemos decir una cosa de ellos, son muy malos y que cada domingo avergüenzan a sus cada vez menos seguidores. Mucho tiene que aburrirse uno un domingo al mediodía para acercarse a ver a estos equipos en sus estadios, sobre todo en Kansas City, donde a partir de ahora empieza a hacer bastante frío. En la NFC el único equipo descartado por completo de toda opción son los Carolina Panthers, incluso los Philadelphia Eagles y Arizona Carrdinals, en caída libre, aún mantienen opciones de meterse en los playoffs, remotas, pero matemáticamente es posible.

Estamos en una temporada tan loca que un equipo como los New Orleans Saints, que empezaron 0-4 y que juegan sin defensa, me niego a considerar que “eso” que sacan los Saints al campo cuando no está su ataque en el campo sea una defensa, tienen serias opciones de poder entrar en los playoffs donde a partido único puede pasar cualquier cosa.

Pero eso ocurre por la zona de abajo o media, por aquella donde hay equipos llamando a la puerta de los playoffs, pero en las zonas nobles o barrios altos no hay un solo equipo da la impresión de tener la fiabilidad suficiente. En la AFC hasta el pasado domingo nadie cuestionaba a los Houston Texans, habían sido capaces de ganar en todas partes, en partidos de marcadores altos, de marcadores bajos, con la defensa, con el ataque, de día, de noche, con calor, con frío y lloviendo. En resumen, siendo un equipo completo y muy compensado, su única derrota, y un mal día lo tiene cualquiera, ante los Green Bay Packers, algo que le puede pasar a cualquiera dado el poderío ofensivo de Aaron Rodgers y cía. Pero lo que seguro que no entraba en los planes de los Texans es ganar en la prórroga tras anotar dos veces, único equipo de la historia en hacerlo, a los Jacksonville Jaguars, un equipo que anotaba una media de 14 puntos hasta el pasado domingo, donde anotaron casi 40 a una de las mejores defensas de la liga.

Los Texans pueden sentirse en todo caso afortunados, ganaron porque los Jaguars en 4º down en lugar de ejecutar un punt y hundirlos en la endzone, con poco mas de dos minutos por jugarse y que probablemente hubiera terminado en empate, se la jugaron en medio campo, de perdidos al río debió pensar Mike Mularkey, regalando una inmejorable posición de campo a los de Gary Kubiak. En la siguiente jugada dieron carpetazo al partido con un pase de Matt Schaub a Andre Johnson, pase con el que Schaub logro igualar la segunda mejor marca de yardas de toda la historia de la NFL igualando la marca de una leyenda viva del anterior equipo de la ciudad, Warrren Moon de los Houston Oilers. La prórroga, muy larga y dura, puede acabar pasando factura a los Texans, juegan el jueves, con lo que tendrán que viajar de víspera, en Detroit contra un equipo que se juega la temporada en su propio estadio. Los Texans no se pueden permitir un solo descuido, pese a ir 9-1 tienen a unos más que peligrosos New England Patriots a la vuelta de la esquina esperándoles con el cuchillo entre los dientes y que podrían tener serias opciones a jugar todos los playoffs en su estadio, en todo caso siguen siendo dueños de su destino.

Pero no sólo los Texans ofrecen serias dudas ¿Hay un equipo con un récord menos creíble que el 8-2 de los Baltimore Ravens? Los Ravens son los segundos en la AFC y tiene a su favor el factor desempate con los Patriots, en casa suelen ganar con relativa comodidad, o sus rivales la pifian como los Cowboys, pero tenían a un enemigo temible en su propia división, los Pittsburgh Steelers, equipo al que tenían que enfrentarse dos veces en el plazo de dos semanas. Los Steelers eran un equipo en claro ascendente con Ben Roethlisberger sonando como candidato al MVP, pero todo se ha ido al traste con la lesión del QB. Las estadísticas aquí no mienten, cuando los Steelers juegan sin Big Ben su record es de 8-6, y de esas 6 derrotas 5 son contra los Ravens, que ahora jugarán en San Diego para recibir dentro de dos semanas a los Steelers en su campo, donde es casi seguro que Big Ben no será de la partida.

Los equipos que siguen a Texans y Ravens son New England Patriots y Denver, Broncos ambos se aprovechan de la terrible mediocridad de la AFC East en un caso, y de la extrema debilidad de la AFC West en el otro. Miami Dolphins, Buffalo Bills y NY Jets están todos empatados a todo con idéntico record de 4-6 y ninguno está eliminado de los playoffs, las 3 franquicias se parecen en su absoluta mediocridad y eso permite que los Patriots puedan respirar con tranquilidad, aunque puede que esa tranquilidad se haya resquebrajado algo. La lesión de Rob Gronkowski altera seriamente los planes de New England que aún le quedan tres duelos divisionales, uno este próximo jueves antes unos NY Jets crecidos tras ganar con claridad a los St. Louis Rams y luego una visita a Miami, donde no sería la primera vez que unos más que irregulares Miami Dolphins les derrotaran, sobre todo si hace calor y la humedad es muy alta.

Denver quizás lo tenga mas sencillo, desde su victoria en San Diego se han despejado todas las incógnitas que despertaba el equipo, especialmente Peyton Manning, que ha pasado de no ser el mismo cuando empezó la temporada a ser el primer colocado en la carrera del MVP y el favorito de la ESPN. El calendario es bastante benévolo para los Broncos, dos partidos con unos desahuciados Kansas City Chiefs, que ya no saben ni quien jugará de QB cada domingo, otro contra unos Raiders en caída libre también y otro contra unos Cleveland Browns que siempre se quedan cortos, si los partidos duraran 30 minutos su record podría ser de 8-2 y no de 2-8. Los únicos escollos de entidad que tienen los Broncos son Tampa Bay en su propio estadio y una visita a Baltimore, donde podría estar en juego es pasar directamente a la ronda de Divisionales.

Si hacer cábalas en la AFC es una temeridad, no le va a la zaga la NFC. Atlanta es con toda seguridad el primer equipo que llega con un record de 9-1 y con la división casi en el bolsillo, y que menos credibilidad ofrece. El domingo lograron lo casi imposible, cometer 6 turnovers, de ellos 5 fueron intercepciones de su QB Matt Ryan, que se ha caído del caballo en la carrera del MVP, y aún así son capaces de ganar un partido. Desde 1967 ningún equipo que había sufrido 5 intercepciones de su QB había sido capaz de ganar. Aunque todo hay que decirlo, el equipo que estaba enfrente era los Arizona Cardinals, un equipo ha inventado una nueva forma de jugar al football, sin OL, y es que así no hay manera de tener un QB que dure sano un partido. Van por el tercero este año y en el estado de caós en el que están sumidos otros equipo con sus QB, no me extrañaría que un día llamaran a hacer pruebas a Jeff George o Vinny Testaverde, dos QB que nunca oficializaron sus retiradas. Aunque los Cardinals no parecen estar solos, sus ex compañeros de ciudad, los Chicago Bears también le han copiado la iniciativa y juegan sin OL

Tras Atlanta hay toda una serie de candidatos que van cambiando semana a semana, tras ganar de forma contundente en San Francisco, los NY Giants estaban en la cumbre del football, habían ganado al gran favorito de la AFC y en San Francisco. Pero ha llegado noviembre y el equipo de Eli Manning y Tom Coughlin ha entrado en su pájara habitual y ya sienten la presión de Mr. November, los Dallas Cowboys de Tony Romo, con su récord de 20-3 en ese mes y que pueden encarar diciembre liderando la NFC East, aunque en una división tal alocada como la NFC East, tan mediocre como su hermana de la AFC, no se pueden descartar a los Washington Redskins pese a que Mike Shanahan dijera lo contrario hace unos días, y menos cuando tienes al QB rookie Robert Griffin III, al que de momento no le afecta que la temporada de la NFL sea más larga que la colegial, pájara que sí parece afecta a colegas suyos como Ryan Tannehill.

Mientras Green Bay sigue ganando y esperando que los demás fallen, caso de Chicago. Los Packers ya son los primeros de su división y les quedan 4 partidos divisionales por jugarse, uno de ellos frente a Chicago, que han pasado de ser los principales enemigos de los Packers a ser sus propios enemigos. Con una OL como es no hace falta tener enemigos fuera, es inconcebible que un equipo que se gasta millones y elecciones de draft en su QB, RB y WR no lo haga en la OL, la defensa de San Francisco trituró literalmente a la unidad. Todo apunta que el único enemigo fiable que le puedan quedar a los Packers en su división sean los Minnesota Vikings de Adrian Peterson, y harían bien los de Wisconsin en no fiarse de ellos, los Vikings tienen dos armas que no son precisamente la especialidad de los queseros, un juego terrestre demoledor con AP y una defensa asfixiante que puede poner en serias dificultades a Aaron Rodgers, además de otro factor que pocos tienen en cuenta, los Vikings no se juegan nada y no tienen presión, sin embargo los Packers eran favoritos a todo esta temporada.

Donde sí parece que las aguas han vuelto a su cauce es en San Francisco, aunque ese empate ante St.Louis, que un primer momento no parecía tan malo, puede acabar volviéndose en contra de los 49ers, en todo caso siguen dependiendo de ellos mismos para al menos optar al 2º puesto de la conferencia, aunque su calendario no es nada fácil, pero un equipo que aspira a todo se sobrepone a estas y otras muchas mas dificultades, como dejaron patente el lunes cuando salió a jugar Colin Kaepernick y dio una lección magistral de cómo los sistemas están por encima de los jugadores. Jim Harbaugh sacó a su QB de 2º año y para nada notaron la ausencia de Alex Smith, el QB se conocía a la perfección el sistema y demostró estar tan bien entrenado como lo está Smith, los QB pueden respirar tranquilos con sus QB.

Y de premios individuales hablaremos otro día, lo de Peyton Manning como principal candidato al MVP merece una mas que seria reflexión, de momento solo os daré un adelanto. En la única Superbowl que ha ganado Peyton el auténtico MVP de aquella edición fue el cantante Prince, pero como Prince no jugaba sino que cantaba, había que dar el premio a algún jugador y este fue a caer a Manning, si se lo hubieran dado a Prince creo que nadie se hubiera quejado.

  • A medida que avanza la temporada lo de las jornadas de los jueves cada día me convence menos, la única que debería existir y por cuestiones de tradición es la que se celebra el día de Acción de Gracias en Detroit y Dallas. El problema de los últimos años con esta jornada era la trayectoria mas que dudosa tanto de los Lions como de los Cowboys. Los primeros desde la retirada de Barry Sanders han sido uno de los hazmerreir de la liga aunque en los últimos años han mejorado considerablemente desde que despidieron a Matt Millen como General Manager, mientras que los Boys son demasiado irregulares, pero siguen siendo el equipo que más audiencias atrae. A los partidos de los jueves pueden tener algo de sentido al principio de temporada cuando todos los equipos tienen idéntico o similar record, pero a medida que avanza la temporada te puedes encontrar con auténticas gamberradas, aunque no están solos, la ESPN el lunes que viene ofrecerá un “apasionante” Philadelphia Eagles – Carolina Panthers, con partidos así no me extraña que Jon Gruden quiera volver a entrenar.

  • En demasiadas ocasiones tendemos a ser tremendamente críticos con los QB sin emplear el tiempo suficiente en analizar sus circunstancias y entorno. Este año el muñeco de trapo de toda la NFL es Cam Newton, tras ser rookie del año la temporada pasada su bajada a los infiernos no tiene igual, no solo pierde partidos, ha perdido completamente el norte, falla lo que no se puede fallar y lo remata con sus declaraciones. El domingo tras ser derrotado por los Tampa Bay Buccaneers en la prórroga, Newton lo que tenía que haber hecho es invitar a una cena a su colega de enfrente, Josh Freeman y tener con él una larga y profunda conversación y no esas mini conversaciones que suelen tener lugar cuando acaban los partidos y los QB se saludan. Freeman vivió un auténtico infierno la temporada pasada, hasta el extremo que muchos se cuestionaron si estaba preparado para ser QB en la NFL. Este año con un entrenador nuevo, Greg Schiano, un WR de calidad como Vincent Jackson, una OL reconstruida y un RB de rompe y rasga como Doug Martin, está por derecho propio en el Top 5 de la liga, y todo ello sin meter mucho ruido y sin que los medios se fijen demasiado en él hasta ahora cuando su equipo está 6-4 en la dura NFC South y por delante de los New Orleans Saints.

  • Quienes sí tuvieron una conversación fueron Tom Brady y Andy Luck, pero a la vista de lo que pasó en el campo desconozco qué se pudieron decir el uno al otro. Supongo que Luck le expresaría la admiración que siente hacia Brady, y este le diría que siga como hasta el pasado domingo. Durante toda la semana nos nos han vendido el nacimiento de una nueva rivalidad entre Brady y Luck, sin reparar que no está previsto que ambos QB se vuelvan a ver en temporada regular hasta dentro de 4 años en Indianapolis. Lo que sí podemos anticipar es que el año que viene no habrá duelo, y eso se repetirá mientras Houston y New England dominen sus respectivas divisiones. Los New England Patriots no dejaron lugar a las dudas, aplastaron a los Indianapolis Colts igualando su mejor registro histórico logrado ante los Tennessee Titan, 59 puntos, pero en el camino se dejaron a Rob Gronkowski, se perderán al menos un mes de competición y habrá que ver cómo repercute en el rendimiento del ataque de los Patriots. Quien vivía su peor tarde como profesional fue Andrew Luck, interceptado 4 veces, y como siempre han salido toda clase de expertos a decir que no merece el premio del novato del año tras el partido de Robert Griffin III.

  • Robert Griffin III jugó casi un partido perfecto ante los Philadelphia Eagles, pero los que estudian y conceden estos premios deberían valorar estas cosas, el estado actual de los Eagles es más que de emergencia, es un equipo en completo estado de descomposición. RG III solo falló un pase de los 15 que intentó, superó las 200 yardas y pasó para 4 TD, aunque con la cuadrilla de amigos que sacaron los Eagles el domingo a jugar en la secundaria Matt Schaub en lugar de pasar para 527 yardas que pasó el domingo seguramente hubiera podido llegar a las 1.527 yardas. Dos de sus pases fueron pases profundos de esos que quedan magníficos en TV, pero uno de ellos fue un fallo de marcaje impropio de un equipo profesional, y el segundo, el de Santana Moss, era una jugada sin riesgo, hubo penalización antes de ejecutar el pase y RGIII se jugó el pase porque aunque hubiera sido interceptado no hubiera pasado nada. Jeff Lurie de momento ha dicho que Andy Reid seguirá, y yo lo haría seguir hasta el último día de la temporada regular para que se trague el sapo que ha dejado y que va a obligar a quien quiera que llegue a Philadelphia a hacer una limpieza completa de vestuario.

  • Si A.J. Green jugará en New York, Dallas, New England o en uno de los grandes mercados de la NFL a lo mejor muchos repararían en la temporada que el WR está realizando, pero su problema es que juega en Cincinnati, que no es precisamente el centro del universo. Si A.J Green jugara en uno de esos equipos grandes con los números que lleva incluso podría sonar como MVP o Offensive Player of the year, pero juega en un sitio donde raras veces los grandes medios reparan, a Cincinnati en cuestión de football le pasa como a Teruel con su campaña “Teruel existe”, también Cincinnati existe. Green lleva 9 partidos consecutivos anotando un TD y ha superado la marca de las 1.000 yardas, tiene a sus Bengals en plena lucha de una plaza de playoffs, y aún quedan 6 semanas más de competición para mejorar esos números. ¿Saben quién fue el anterior WR en alcanzar números parecidos a los A.J.Green? Jerry Rice, y Rice jugó para Joe Montana y Steve Young, dos QB que están en el Hall of Fame. Sin desmerecer a Andy Dalton, alguien se puede imaginar donde estarían los números de Green con un QB como Aaron Rodgers o Drew Brees.

  • Tengo que confesar que siento una debilidad especial hacia los Cleveland Browns, siempre he sido de la opinión que la NFL moderna nunca ha sido justa con una de las franquicias con más pedigree de toda la liga, aunque ese pedigree a juicio de muchos proceda del Paleoceno. Los Browns una vez más perdieron un partido que pudieron ganar y ya acumulan unos cuantos de estos esta temporada. Se podrá decir que son jóvenes, que su QB y RB son rookies, sus WR son saldos y desechos de otros equipos y otras muchas cosas más, pero una y otra vez encuentran formas más originales de perder, y eso que tenían enfrente a los Dallas Cowboys, un equipo que ha conseguido hacer del perder todo un arte. Desconozco por completo qué querrá hacer el nuevo propietario de los Browns, además de la sinsorgada de poner un techo al estadio, pero Pat Shurmur merece una oportunidad. El QB Brandon Weeden, pese a sus fallos en momentos puntuales, es un QB mas que capaz de jugar en esta liga; Trent Richardson es un RB excelente, en un año o dos podría ser el que ocupe el espacio entre Adrian Peterson y los demás; la OL ya la quisiera Tony Romo para sí, el Front Seven tiene jugadores más que interesantes y el kicker Phil Dawson es uno de los mejores del oficio, unos WR con manos, un TE que oxigene al ataque y una secundaria que no cometa tantas faltas es la diferencia, y bueno, superar la histórica mala suerte de esta franquicia.

  • Una de las cosas más surrealistas que he leído y escuchado en los últimos tiempos es esa que coloca a Andy Reid en San Diego, arreglar un roto con un descosido no suele ser una fórmula de éxito en la NFL. Phillip Rivers es en estos momentos un juguete roto, está completamente desnortado (o como me dijo uno via twitter “norvtado”, por Norv Turner) y necesita por este orden, vacaciones y un entrenador nuevo. Si en la familia Spanos alguien se puede creer que la solución para corregir al QB es ponerle a un entrenador que necesita un par de años en la nevera como mínimo lo lleva claro, o más que claro, está colaborando a poner otro clavo mas al ataúd del que aún es un excelente QB con un Head Coach que sepa aprovecharlo de verdad. Espero que por el bien del QB la familia Spanos acierte con el reemplazo de Turner, que lo mejor que puede hacer es volver a lo que nunca debió dejar de ser, coordinador ofensivo, anda que no hay equipos que necesitan cubrir ese puesto y en ese puesto Norv  siempre ha demostrado su capacidad.

  • Y termino con una cosa que dejo en el aire y que de momento no es material NFL. La semana pasada salía publicado este excelente artículo. Se trata de un maravilloso artículo de Chris Brown, el autor del célebre libro “Smart Football”, un auténtico best seller entre los amantes del football. Yo recomiendo su lectura, tanto del libro como del artículo en cuestión. Chip Kelly, entrenador de los Ducks de Oregon, ese equipo tan aficionado a vestirse con colores propios gogos de discotecas, es el entrenador que más y mejor suena para incorporarse a la NFL, ya lo intentaron el año pasado y sin éxito alguno. El sábado Oregon era derrotado por Stanford y anotaba solo 14 puntos, llevaba una media de 42 hasta entonces, no tardaron las redes sociales en relacionar el artículo con el hecho de que Stanford había parado a Oregon, pero mi pregunta no esa, sino ¿Cuántos millones de dólares le ha costado a Chip Kelly el artículo de marras?

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