Acción de Gracias no es sólo el día en que los estadounidenses comen pavo y ven football mientras lo preparan, mientras se lo comen y mientras hacen la digestión. La festividad familiar por excelencia de los U.S.A. es un homenaje a la comida casera, el home cooking. Esta comida casera es muy variada, atendiendo al crisol de culturas que han conformado el país, pero es especialmente celebrada en el Sur, donde son fuertes las raíces negras y recibe el apelativo de Soul Food, tal y como puede verse en la película homónima de 1997.
Este jueves habrá habido mucha ración de comida casera, pero los tres partidos de Thanksgiving se los llevaron los visitantes, Skins y Pats, con todo merecimiento ante unos penosos locales, pero los Texans pueden dar las gracias a la cagada, con perdón, de Jim Schwartz y a la regla más demencial del reglamento de la NFL.
Los Detroit Lions (4-7) dominaron el partido de inicio. Los Houston Texans (10-1) tenían la desventaja de jugar en jueves, como visitantes, encima temprano y después de haber jugado una prórroga el domingo pasado. Pero también es cierto que el nivel de su juego parece haber bajado algunos entreros las dos últimas jugadas, a pesar de llevarse sendas «W».
A pesar de los tres sacks de J.J. Watt, la defensa de los tejanos no estuvo especialmente exepditiva y permitió que Matt Staford se fuera hasta las 441 yardas de pase (31/61), con 2 TD, uno de ellos para su mejor receptor, Calvin Johnson, quien sumó 140 yardas en 8 recepciones.
Los tejanos fueron haciendo la goma todo el partido, con Aaron Foster (20 acarreos, 102 yardas, 2 TD) como principal motor, pero cuando los Lions se pusieron dos anotaciones arriba vino la jugada de la polémica. Justin Forset recibió un handoff en su yarda 19, fue placado tras una carrera de 7 yardas pero inexplicablemente los árbitros no dieron al jugador como down by contact, a pesar de que había apoyado en el suelo un codo y una rodilla, y el RB se fue 81 yardas hasta la endzone. Schwartz, en un momento que tampoco era de especial tensión, lanzó el pañuelo rojo pidiendo el challenge, a pesar de que todos los TD se revisan de oficio. Lo más demencial aún es que haya una regla en el reglamento de la NFL que dice que en estos casos no se puede revisar la jugada. Precisamente la revisión está para evitar casos como éste, que una jugada que claramente no es TD se conviertan en un TD. Puedo apostar un euro contra mil a que esta regla desaparece del reglamento esta offseason, si no antes.
Con todo, los Lions podrían haber ganado el partido perfectamente. El que los Texans firmaran dos «3 y fuera» consecutivos en el 4º cuarto no dice nada bueno del ataque de Matt Schaub, o habla bien de la defensa de los Lions, a la que sin embargo hay que afear los golpes extradeportivos de Namdukong Suh. Los Lions estuvieron al filo del FG range en el último cuarto y en ambos casos incompletos o sacks malograron su oportunidad, y lo mismo ocurrió en la prórroga. Play calling malo. Luego tuvieron por fin la oportunidad de chutar un FG y el veteranísimo Jason Hanson falló uno de 47 yardas. Una pena para el kicker, que ha vivido tantos partidos de malos de Thanksgiving, con los espectadores usando bolsas de papel como capuchas.
Al final, Shayne Graham, quien había fallado un FG de 51 yardas en la prórroga, sentenció el partido convirtiendo uno de 32. Los Texans ganan dos partidos en los minutos finales de dos prórrogas en un intervalo de 5 días. Menos mal que tienen ahora 10 días para descansar.
Distintas fueron las cosas en Dallas. Los Washington Redskins (5-6) cogieron carrerilla y con 4 TD incontestados en el 2º cuarto se fueron al descanso con el partido más que encarrilado. Robert Griffin III comienza a asustar a todo el mundo y con otra soberbia actuación dejó su impronta en Jerry’s World. Completó 20 de los 28 pases que lanzó para 311 yardas, 4 TD y un pick, además de correr para 29 yardas en 6 scrambles. Lanzó balones para 8 receptores y la mitad de ellos anotaron un TD. No está mal para un rookie. Es el 1º QB redskin que lanza 4 pases de TD en jornadas consecutivas.
Enfrente, los Dallas Cowboys (5-6) se mostraron como un equipo anárquico y sin control, que juega sólo a impulsos. Intentaron remontar en la 2ª mitad, pero nunca estuvieron cerca de hacerlo. Con 7 carrera de los RB en todo el partido, Tony Romo se fue hasta los 62 lanzamientos, de los que completó 37 para 441 yardas, 3 TD y 2 picks. Dez Bryant volvió a ser su receptor más productivo (8 recepciones, 145 yardas, 2 TD), pero nunca sabes cuando te la va a pifiar, también cometió un fumble. De la antaño buena defensa, mejor ni hablar. Romo pierde su 1º partido de Acción de Gracias y Jason Garrett puede perder algo más al final de la temporada, porque no sé si los Cowboys van a tener muchas más opciones de engancharse a la liga.
Y si los Redskins sentenciaron el partido en un cuarto, lo de los New England Patriots (8-3) fue todavía más espectacular, anotaron 4 TD en 6 minutos de juego, también del 2º cuarto, y anotaron un 5º antes de llegar al descanso. Todo ello, por supuesto, con la inestimable colaboración de los New York Jets (4-7), que cometieron tres fumbles en un minuto. ¿Es eso posible,? Sí, lo es. Si en uno de ellos Mark Sanchez pierde el balón por dirigirse directamente contra el trasero de su guard Brandon Moore, puede pasar cualquier cosa.
Con una secuencia así, poco más hay que comentar. El partido fue un paseo para los Pats. Tom Brady, sin hacer un buen partido, superó las 300 yardas, lanzó tres pases de TD y anotó otro de carrera. Pero es que los Jets son un equipo derrotado de antemano. El público acabó pidiendo a Tim Tebow, no esperando una resurrección del equipo probablemente, sino por divertirse un poco, o para meterse con Rex Ryan, que va de mal en peor.
SÓLIDOS LÍDERES DIVISIONALES EN LA AFC
Salvo sorpresa mayúscula, los cuatro títulos divisionales en la AFC están más que decididos en noviembre. A falta de 5 jornadas, Pats, Texans y Ravens tienen tres partidos de ventaja sobre sus perseguidores, y los Broncos se van hasta los 4.
Todo el mundo conoce la «versión visitante» de los Baltimore Ravens (9-2), pero si enfrente tienen a un equipo tan generoso como los San Diego Chargers (4-7), pueden llevarse hasta la victoria, aunque sea en la prórroga.
Los Ravens hicieron un mal partido, eso va por delante. Joe Flacco se fue hasta las 355 yardas de pase, completando 30/51 pases, pero no anotaron hasta después del descanso ni pisaron la endzone hasta el 4º cuarto. Los Chargers, con un partido trabado de Phillips Rivers (23/36, 228 yardas, TD) pero sin cometer turnovers, lo único que podría dar alas a los Ravens, tenían el partido más que ganado. Tenían a los Ravens en 4ª y 29, en su yardas 37, tras el two minutes warning. Sólo tenían que evitar un 1º down.
En cualquier jugada te pueden clavar un pase profundo, basta recordar el «4ª y 26» de los Ealges a los Packers. Pero los Chargers permitieron que Ray Rice, que recibió el balón de Flacco como opción de emergencia ante la presión de la defensa, caracoleara entre toda su defensa hasta alcanzar el 1º down. En realidad, es más que probable que se hubiera quedado corto, y que había un bloqueo ilegal a Eric Waddle, que resultó lesionado, pero los de Norv Turner se merecieron su destino por permitir siquiera que Rice se acercara hasta allí.
Mención especial para el kicker rookie Justin Tucker, quien ahuyentó fantasmas llevando el partido a la prórroga y ganándolo luego con sendos FG de 38 yardas.
Los Ravens pueden rematar la división el próximo domingo, en casa, frente a los Pittsburgh Steelers (6-5), con la presencia o no de Ben Roethlisberger en el alero. Mike Tomlin tiene que meditar bien si arriesga a buscar el título divisional con Big Ben o jugar sin él el lunes y se centra en buscar una plaza de Wild Cards. Interesante cuestión.
Vamos a ver, no es que los Steelers no puedan ganar a los Ravens sin Big Ben, pero de momento no lo han hecho (0-6). Y no es sólo que Roethlisberger es muy importante para los suyos, que lo es. Es que no sé cómo una franquicia tan bien gestionada como la de Pittsburgh no tiene detrás de un QB muy castigado por las lesiones a algo mejor que Byron Leftwich y Charlie Batch. Y si a esta situación en la posición de QB le añades 8 turnovers, hasta los Cleveland Browns (3-8) son capaces de ganarles.
Batch fue interceptado en 3 ocasiones, los RB se conjuraron para cometer 4 fumbles y Emmanuel Sanders sumó el 5º. Los Browns pueden estar contentos con ganar a su rival, pero con las pobres actuaciones de Brandon Weeden (17/26, 158 yardas, TD, pick six) y Trent Richardson (29 acarreos, 85 yardas, TD), no tuvieron el partido asegurado ni con 7 turnovers de los Steelers, el partido no quedó sentenciado hasta el 8º, sobre la bocina.
Romeo Crennel preparó un escenario difícil para Peyton Manning (22/37, 285 yardas, 2 TD, pick), pero los Denver Broncos (8-3) son mucho más que el #18. Si se lesiona Willis McGahee pueden sacar a Knowshon Moreno a mover las cadenas, y además tienen una defensa liderada por Von Miller que maniató a los Kansas City Chiefs (1-10), durante todo el partido. Ni Brady Quinn (13/25 116 yardas, pick) ni Jamaal Charles (23 acarreos, 107 yardas) fueron capaces de pisar la endzone y en la 2ª mitad ni siquiera pisaron la redzone.
Viendo cómo están de hororosos Chargers, Raiders y Chiefs, los Broncos pueden darse como clasificados sin haber llegado a diciembre.
EN LA NFC HAY MÁS PELEA
En la NFC siguen mandando los Falcons, que escaparon con la victoria en casa de uno de los equipos más calientes de la liga, pero siguen despertando muchas dudas, sobre todo de cara a los playoffs, y tras ellos hay una serie de equipos que el día que juegan bien crujen a cualquiera. Estos son los 49ers, los Giants, los Bears y los Packers.
Los Atlanta Falcons (10-1) volvieron a recuperarse de sus turnovers, aunque en esta ocasión sólo fueron dos, y dieron la vuelta al partido con un postrero TD de Michael Turner. A los Tampa Bay Buccaneers (6-5) les faltó un poco de chispa al final. Josh Freeman (19/30, 256 yardas) no pudo ejercer en esta ocasión de Captain Comeback, y los Bucs tuvieron que jugarse el partido con un FG de 56 yardas que Connor Barth no pudo convertir.
Los San Francisco 49ers (8-2-1) se pusieron el traje de faena y endosaron una buena ración de Harbaughball a los New Orleans Saints (5-6). Los Saints estaban en racha y esperaban vengarse de los que los eliminaron en los pasados playoffs. Sin embargo, la victoria de los Niners fue mucho más clara que la del año pasado, con una defensa dominadora además de productiva. Los Niners sumaron 5 sacks y dos pick six a Drew Brees. Se puede decir que Brees lanzó 5 pases de TD, tres para los Saints, dos para los Niners.
En el lado de los visitantes, el morbo del partido estaba en el juego de Colin Kaepernick, de que Jim Harbaugh rompiera con los cánones y haya preferido tirar para adelante con el joven. Lo cierto es que el equipo juega igual que con Alex Smith, el QB sólo es una pieza más, importante eso sí, del engranaje del Harbaughball.
Los Chicago Bears (8-3) recuperaron a Jay Cutler y no sólo movieron mejor el balón por el aire (23/32, 188 yardas, TD, pick), sino que corrieron más (102 yardas en 35 acarreos de Matt Forte y de Michael Bush, con 2 TD de este último), y hasta defendieron mejor (dos sacks, dos fumbles, un pick, sólo 10 puntos encajados). Los Bears desde 2010 están 27-9 con Cutler y 1-8 sin él. Así vencieron con comodidad a unos Minnesota Vikings (6-5) en los que Adrian Peterson no puede hacer todo el trabajo.
Los Bears recuperan el liderato de la Black&Blue, mientras que los Vikings pierden mucho fuelle de cara a este final de temporada. Los Bears destronan a unos Green Bay Packers (7-4) que volvieron a encontrarse con la piedra de los New York Giants (7-4), unequipo que les tiene tomada la matrícula. Además llegaban descansados del bye con ganas de dejar atrás sus «mini vacaciones» de noviembre.
El pass rush neoyorkino maltrató a Aaron Rodgers (14/25, 219 yaras, TD, pick) sumando 5 sacks, uno de ellos con fumble incluido y un pick. Su único highlight fue un pase de TD de 61 yardas a Jordi Nelson. En el otro sentido del juego Eli Manning jugó bastante cómodo, lanzando tres pases de TD, bien arropado por el juego de carrera, que sumó 147 yardas y otros dos TD. Los Giants están de vuelta.
Hay que aprovechar que los Jacksonville Jaguars (2-9) han ganado un partido en casa porque puede ser que no tenga otra oportunidad para presentar a las felinas The Roar.
Habrá que darle las gracias al «upgrade» de Chad Henne (17/26, 261 yardas, 2 TD, pick) y su joven cuerpo de receptores (pases de TD para Cecil Shorts y Justin Blackmon), a pesar de que el QB fue interceptado en la 1º jugada del partido.
Aunque tal vez las gracias hay que dárselas a la presencia de los Tennessee Titans (4-7). Si después de una semana de bye, vienen al campo más fácil de toda la liga (los Jaguars no habían ganado ningún partido en casa en la temporada) y perpetran el partido que hicieron, ya pueden coger las vacaciones desde ya. Ni Jack Locker por el aire (23/40, 261 yardas, TD, 2 picks) ni Chris Johnson por tierra (21 acarreos, 80 yardas) fueron capaces de generar un ataque medianamente consistente. Un desastre.
Los Texans y los Colts pueden estar contentos, a falta de 5 jornadas tienen media división eliminada. A los primeros les puede servir para ganar el home field advantage, importante para un equipo que juega en dome. A los segundos para acceder a una de las plazas de Wild Cards.
Precisamente los Indianapolis Colts (7-4) se mantienen en ellas rebotando de su contundente derrota frente a los Pats con una victoria, bastante ajustada todo hay que decirlo, frente a los Buffalo Bills (4-7).
Con un «empate técnico» entre Andew Luck y Ryan Fitzpatrick, entre el juego de carrera de ambos y hasta entre Adam Vinatieri y Ryan Lindell, la diferencia en el partido la puso el rookie T.Y. Hilton, quien abrió el marcador de los suyos con un retorno de punt de 75 yardas para TD y lo cerró con una recepción de 8 yardas en el 3º cuarto. Es el priumer jugador de la franquicia que consigue este peculiar doblete. Los Colts vivieron luego de rentas y la defensa hizo el resto del trabajo.
Ya que estamos en la oportuna sección, daremos un áccesit de «Cheerleader de la jornada» a las cheerleaders de los Colts que se raparon la cabeza en solidaridad con Chuck Pagano. Este tipo de cosas acaban siendo excesivas, pero la acción sirvió para recaudar fondos para la lucha contra la leucemia y para que diarios deportivos de todo el mundo, como el inefable Marca, dedicaran un hueco a nuestro deporte, ya que todas las semanas no hay una pelea, o un jugador detenido para poder comentar.
Esperamos que Pagano se recupere, pero lo cierto es que el equipo con Bruce Arians lleva un récord de 6-2.
El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».
Los Miami Dolphins (5-6) siguen con su temporada de montaña rusa, y esta semana les ha tocado ganar frente a unos Seattle Seahawks (6-5) que aunque llegaban descansados siempre bajan su rendimiento en la Costa Este. Russell Wilson firmó un magnífico partido, completando 21 pases de los 27 que lanzó para 224 yardas y 2 TD, además de correr para 38 yardas más, pero esta vez Marshawn Lynch no le acompañó, y la excelente defensa terrestre de los Dolphins lo mantuvo por debajo de las 50 yardas en sus 19 acarreos. Sin embago, los Seahawks podrían haberse vlleto a casa con la victoria con jugadas como el TD de retorno de kickoff de Leon Washington en el 4º cuarto, pero Ryan Tannehill tenía otros planes y quería remontar un partido en el 4º cuarto.
Si hasta entonces habían sido los RB Reggie Bush y Daniel Thomas los que habían anorado, el rookie firmó dos drives anotadores en los últimos 8 minutos para remontar el partido, saldado el primero con un pase de TD a Charles Clay y el 2º con un FG de 43 yardas de Dan Carpenter sobre la bocina.
Los Cincinnati Bengals (6-5) recibían a los Oakland Raiders (3-8) en el morboso homecoming de Carson Palmer. El partido debió ser bien celebrado por el front office de los Bengals, porque no pudo poner más en evidencia el negocio que hicieron mandando a un QB prácicamente acabado al lado oscuro de la Bahía. Los Raiders se gastaron una 1ª ronda y una 2ª para llegar a ningún sitio. Y para más recochineo, el sucesor de Palmer, Andy Dalton, completó un magnífico partido, con 16/30 pases completados para 210 yardas y 3 TD, para alegría de sus mandamases.
Los Arizona Cardinals (4-7), definitivamente, han dicho adiós a la liga. Chris Wells adelantó en dos ocasiones a los suyos, pero cuando los St. Louis Rams (4-6-1) empezaron a darle caña a Ryan Lindell éste empezó a soltar picks por doquier. Cuatro veces fue interceptado el 3º QB de los Cards, y el que se llevó la mejor parte fue el rookie Janoris Jenkins, que atrapó dos de ellas y las retornó para TD. Es el 1º jugador de los Rams y el 1º rookie en la NFL desde 1960 que suma dos pick six en un partido.
Por último, el MNF nos deparó una auténtica «infrabowl» entre los dos peores equipos de la NFC. Cam Newton aprovechó para darse un festín a costa de un equipo roto y superó las 300 yardas de pase y las 50 de carrera, con un par de TD de cada modalidad. Los Philadelphia Eagles (3-8) llegaban con las lesiones de Michael Vick y LeSean McCoy y se fueron con la pérdida de DeSean Jackson para el resto de la temporada.
Los Carolina Panthers (3-8) abandonan el farolillo rojo de la la conferencia y el Barkleyómetro®.
Lideran la AFC con 10-1. | ||
Lideran la NFC con 10-1. | ||
Pero los que más asustan por detrás son… |
Se destacan cada vez más de sus rivales. | ||
Han ganado a los Titans, pero no creo que ganen muchos más. | ||
Bienvenido, Andy Reid. |