Un MVP más por deméritos ajenos que por méritos propios

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En mi última columna os adelantaba lo que iba a ser motivo de una próxima columna, quién podría acabar siendo nombrado MVP de la temporada en curso. Como no sé si la semana que viene podré dedicarle tiempo a este asunto he preferido hacerlo ahora. Esta semana me marcho para Dallas y mi idea para la próxima semana es contaros la experiencia de un partido NFL desde USA, no desde Londres como venía siendo habitual. Me llevó mi ordenador y mi cámara de fotos para intentar no perderme detalle, no en vano me voy al parque de atracciones de Jerry Jones, ese magnífico, al menos en apariencia, estadio que el propietario de los Cowboys ha construido en Arlington, Texas.

El debate del MVP lleva unas semanas pululando por todos los mentideros de la NFL. He leído de todo, que no todo, y como no podía ser menos tengo mi opinión formada al respecto. De momento si por mi fuera el premio esta temporada debería quedar desierto. Sí, sé que muchos me dirán que en mi Midseason Balance mencionaba a JJ Watt como merecedor del premio, pero ese premio es un premio al rendimiento de toda una temporada, no solo de la primera mitad de la misma, y sintiéndolo mucho JJ Watt se ha caído de mi quiniela desde entonces, su rendimiento ha bajado espectacularmente, como toda la defensa de los Texans, que ha pasado de ser una de las más sólidas de toda la NFL a ser más que sospechosa y eso hace que el favoritismo que ha seguido a los Texans toda la temporada cada día esté más cuestionado. En la AFC van líderes destacados, eso es innegable, pero sienten el aliento de los New England Patriots, el típico equipo que tiene las armas y recursos suficientes para desarbolar a los de Houston.

JJ Watt no solo se ha caído de mi carrera del MVP, aúnque puede rectificar si tiene un último mes espectacular al nivel del que tuvo en el primer tramo de temporada, sino que ya ni siquiera empieza a ser claro favorito para llevarse el Defensive Player, Von Miller, Charles Tillman y Aldon Smith están llamando a la puerta de ese premio estas últimas semanas.

El nombre que más suena para MVP de la temporada es ahora mismo Peyton Manning. Ante todo he de reconocer la gran temporada que lleva el QB en Denver, este equipo que el año pasado entró en playoffs mas por deméritos de los San Diego Chargers que por méritos propios. Los Broncos son este año es un equipo mucho más completo y competitivo, algo que es del todo lógico, es prácticamente la misma plantilla que la temporada pasada solo que en lugar de tener a Tim Tebow jugando de QB tienen a Peyton Manning. Aunque Tebow siempre he defendido que es un magnífico jugador de football no es ni de cerca siquiera un QB de esos que podríamos llamar “jornaleros” del corte de QB como Joe Flacco, Alex Smith o Matt Schaub, estos con todos sus limitaciones son mucho mejores QB que Tebow, que no necesariamente mejores jugadores.

También tengo que reconocer que me equivoqué con Peyton Manning. Cuando empezó la temporada dije que los Denver Broncos habían comprado un jarrón chino carísimo, que en la balda lucía muy bien, pero que si se rompía no había seguro en el mundo que cubriera tal eventualidad, es más, los Broncos se habían librado del único “seguro” que podía asegurar que el equipo pudiera seguir siendo competitivo cuando se libraron de Tebow traspasándolo a los NY Jets, donde ejerce de jarrón de pega. El gran «pero» de Manning era su salud, nadie sabía, ni él mismo, como respondería su cuerpo a las exigencias de una temporada regular, nadie podía asegurar qué pasaría tras recibir el primer sack, y sobre todo, nadie podría responder que pasaría si se fuera al suelo con violencia. Además a eso había que unir que el propio QB reconocía que su brazo no estaba al 100%, que era un trabajo en progreso y las primeras retransmisiones de la NFL nos enseñaban dos cosas, las espirales de Manning les faltaba algo, no eran tan perfectas como antes, pero sobre todo les faltaba algo de velocidad, señal inequívoca que no estaba al 100%, sin embargo un Manning al 75% es bastante mejor que otros QB al 100%.

Peyton ha demostrado que sigue siendo un gran QB y porque el día que se retire sólo habrá que esperar 5 años para que su busto forme parte del Hall of Fame. La cuestión de los golpes tardó poco en resolverse, lo de la espiral y velocidad de sus lanzamientos era solo entonces una cuestión de tiempo, y cualquiera que vea ahora jugar a Manning no podría decir que ese cuello suyo ha sufrido cuatro operaciones en apenas un par de años y que pusieron en peligro la carrera del QB. Y ahora viene la gran pregunta, ¿es Peyton Manning el MVP de la NFL?

Hay opiniones para todos los gustos, pero si por mí fuera no lo sería, pero no lo sería ni él ni nadie, no hay un solo jugador que ahora mismo se puede decir que está dominando su posición y es determinante. Si ahora mismo fuera miembro de ese exclusivo club que selecciona cada temporada el MVP mi votó quedaría en blanco, no tengo definido ningún MVP, pero como en esta cuestión no cabe el voto en blanco, al menos sí que expondré los motivos por los cuales no lo debería ser, y de haber algún otro candidato o candidatos quién podría serlo.

La temporada de Peyton Manning caminaba bastante plana hasta que llegó el partido de San Diego en un Monday Night Football. Los Broncos estaban 2-3 y a un tris de quedar relegados en la pelea de la AFC West, Manning no había tenido precisamente sus mejores tardes ante rivales como Houston Texans, Atlanta Falcons o New England Patriots. Sus números vistos fríamente no eran malos, pero el desarrollo de los partidos decía otra cosa, Peyton acumulaba números pero una vez que sus Broncos estaban muy por detrás en el marcador, entonces decía que a Peyton Manning le estaba pasando lo mismo que al gran Bobby Layne, un QB que jugó en los Detroit Lions en sus años dorados, que declaró que él nunca había perdido un partidos, sino que se había quedado sin tiempo para la remontada. En San Diego parecía que el guión se podía repetir, Manning no estaba mal, pero tampoco bien, los Broncos estaban siendo arrollados por los San Diego Chargers que se fueron con una ventaja de 24-0 al descanso. Nunca en la historia de un Monday Night se había remontado semejante desventaja, y más importante aún, Peyton nunca había remontada esa desventaja. Nada indicaba que podría ser la primera vez, lo que nadie dudaba es que pasaría como en ocasiones anteriores, los números no serían malos, pero no suficientes ni indicativos de la temporada, los buenos números cuando uno pierda partidos o se logran intentando acortar distancias y pasando todo el tiempo, son eso, números muy engañosos.

En el primer drive de la segunda parte los Broncos anotaron y acortaban distancias, 24-7. Entonces el sentido común te dicta una cosa, es el momento de jugar con el reloj, posesión larga, comer tiempo, dejar a Peyton en la banda y anotar algo, aunque sea un FG. Además de que este tipo de respuestas tienen otro efectos secundario más letal si cabe, el contrario cuando ve que su rival te puede hacer drives largos y comiendo tiempo se da cuenta que la tarea es mucho más difícil aún, no te vale con tener a Manning en la banda o en el campo, tu rival sabe perfectamente lo que tiene que hacer. Y en eso estaba las tropas de Norv Turner, ejecutando lo que dice el manual de buenas prácticas de todo Head Coach de la NFL que se precie, aunque este se trate de alguien tan singular como Norv Turner. El drive de los Chargers iba por buen camino, 6 minutos de reloj, estaban a punto de llegar al FG range y a nada que todo siguiera por el mismo camino se podían ventilar el cuarto y anotar algo, las estadísticas no mentían, San Diego había corrido hasta entonces 26 veces y había lanzado 28 veces, equilibrio casi total.

Pero en eso que apareció la figura de la defensa de los Broncos, forzaron un fumble de Phillip Rivers que retornaron para TD y el barco de los Chargers empezó a hacer aguas por todas partes, el ataque de repente se le cruzaron los cables, Phillip Rivers regresó a su peor versión de la temporada pasada, y la defensa de San Diego, que no lo estaba haciendo mal del todo decidió que era momento de quitarse de en medio, todo el Game Plan que podía traer los de San Diego del vestuario se había a tomar vientos en cuestión de unos minutos. Además de la defensa de Denver también reapareció un hasta entonces discreto Peyton Manning, su mejor aportación hasta ese momento fue el primer drive de la segunda parte, pero nadie creo que recuerde que hizo Manning en la primera parte. Manning lideró el ataque con su aún habitual mano maestra ante unos Chargers, especialmente Rivers, totalmente desquiciados, y lo más preocupante era la más absoluta indiferencia de Turner, incapaz de reaccionar ante la debacle, que encima era televisada a nivel nacional.

Los Denver Broncos acabaron ganando con facilidad, anotaron 35 puntos sin que San Diego fuera capaz de reaccionar, los números de Peyton Manning eran magníficos y los Broncos pasaban de ser un equipo casi eliminado de la carrera de los playoffs a ser los líderes de una más que mediocre AFC East, donde hay dos equipos como Oakland y Kansas City indignos de formar parte de la NFL y unos San Diego Chargers que no necesitan enemigos fuera cuando ellos mismos son sus peores enemigos.

Desde entonces los Broncos no conocen otra cosa que las victorias, acumulan 6 de manera consecutiva, y sus rivales de división no solo no mejoran, sino que cada día que pasa se lo ponen más sencillo a los Broncos que ahora ven su calendario y se encuentran que el único rival con peso que tienen en lo que resta de temporada son los Tampa Bay Buccaneers y esa fecha que ya figura en el calendario de los Broncos con letras de oro, su enfrentamiento con los Baltimore Ravens y donde puede estar en juego el pasar directamente a la ronda de Divisionales.

En esa racha de victorias Peyton Manning ha estado a un buen nivel, pero un estudio de los partidos permite sacar dos conclusiones, la primera, Denver cuenta con una gran defensa, a nadie se le escapa la temporada que está realizando el jugador de 2º año Von Miller ni la recuperación del Elvis Dummervill, por no hablar de las aportaciones de ese veterano de regreso de absolutamente todo como es Champ Bailey. Tampoco conviene olvidar el papel que están jugando los RB en Denver, Willis McGahee estaba siendo una pieza fundamental en dar oxígeno al ataque de Denver y en hacer creíble el juego terrestre y el play action. Su lesión es un golpe duro que Denver deberá resolver, de momento los Broncos pasaron las de Caín para imponerse a los Kansas City Chiefs en la última jornada.

Todo esto me permite decir una cosa, Peyton está jugando a un buen nivel, pero es la primera vez en mucho tiempo que cuenta con el soporte y apoyo de una plantilla que no depende solamente de él. En Indianapolis la desaparición de Manning trajo el desastre, aunque ese desastre luego trajo a Andrew Luck, pero en Denver ya había un equipo que había llegado a los playoffs la temporada pasada, la aportación de Peyton Manning, junto con la llegada de viejos conocidos del QB como el siempre fiable Brandon Stockley o Michael Tamme, han mejorado las prestaciones de un equipo que jugaba amordazado por las graves deficiencias de Tim Tebow. Pero Manning no está jugando a nivel de un MVP, o sí. No lo está jugando porque está haciendo exactamente lo que se esperaba que fuera a hacer siempre que la salud le respetara, la temporada de Peyton Manning es una temporada típica de un jugador que tiene asegurado su sitio en el Hall of Fame y ha sido 4 veces MVP, pero no es la temporada de un MVP.

Pero sí lo puede ser por los motivos que ha dejado caer, por deméritos ajenos. Hasta la mitad de temporada mi MVP era JJ Watt, pero su bajón desde entonces es notable, y otros que apuntaban maneras también se van cayendo. Matt Ryan tuvo un partido de 5 intercepciones, aunque luego se recuperó, pero sigue sin ofrecer una fiabilidad a prueba de bombas. Adrian Peterson está camino de su mejor temporada desde que llegó a la liga, pero sus Vikings se han dejado muchas opciones en su derrota ante Chicago donde un fumble del RB abrió la lata. Aaron Rodgers ha jugado varios partidos muy por debajo de lo que se espera de él, el día que está brillante no le supera nadie en la liga, pero cuando la OL le falla y sus compañeros no están entonados sus prestaciones bajan considerablemente. Ben Roethlisberger apuntaba maneras al MVP, pero su lesión, así como su cuestionable retorno, y veremos en qué condiciones físicas, le han cortado el camino y las opciones que pudiera guardar. Drew Brees está en modo locura, abusa de los lanzamientos y desde que le falta Sean Payton en la banda juega por momentos completamente descontrolado, el pasado domingo contra la defensa de San Francisco lanzó varios pases al bulto, lo mismo podían acabar en intercepción que en un pase incompleto o completo, tanto daba.

Y nos queda un último jugador, Tom Brady. Sus números y los de su equipo no ofrecen mucha discusión, Brady está jugando al nivel de sus mejores años, aunque en su favor está pesando mucho que Bill Belichick parece haber redescubierto el juego terrestre y eso le está ayudando mucho al veterano QB, pero al igual que todos los anteriores que he mencionado hay días que Brady por lo que sea no está a su mejor nivel, cuando todo va cuesta abajo para los Patriots sus actuaciones son impecables, pero cuando las cosas no les van rodadas a los Patriots su nivel baja y sus números se resienten, incluso durante esta temporada la sección de ESPN, “Numbers never lie” sacó un informe donde se venía a demostrar que los números de Brady rozan la excelencia cuando las cosas van de cara a su equipo, pero que bajan muy considerablemente cuando el marcador está apretado para acabar diciendo que Brady llevaba un tiempo más que considerable sin remontar un partido, justo ese fin de semana llegó la remontada en el último drive contra los New York Jets.

Y dejo para el final un tapado. A muchos les va a sonar excéntrico, incluso hasta fuera de lugar, pero si un jugador que está tomando por asalto la liga no es otro que Robert Griffin III. Ha tenido partidos donde no ha estado a un nivel bueno, como cuando Mike Shanahan dijo que ya era momento de empezar a pensar en el año que viene, pero cuando Griffin juega enchufado es el QB mas difícil de parar de toda la liga, no solo tiene una capacidad atlética prodigiosa sin nada que envidiar al mismísimo Michael Vick, sino que su brazo es un misil laser donde potencia y precisión son casi todo uno. Si los Redskins alcanzan la post temporada, algo que puede estar a su alcance, lo será por RGIII, de eso no hay duda.

  • La jornada de Thanksgiving es la única jornada de jueves que se justifica en todo el año, como ya dije la semana pasado a medida que el calendario avanza los partidos de jueves son menos llevaderos si no existe un calendario flexible, aunque esta semana nos dejará un Atlanta contra New Orleans donde los segundos se juegan su posibilidades de llegar a los playoffs y donde los primeros pudieran eliminar de forma definitiva a un rival divisional. Es cierto que los partidos dependen muy mucho del nivel de los Detroit Lions y Dallas Cowboys, los dos equipos que siempre juegan esta jornada, pero una selección adecuada y cuidada de los partidos puede ayudar y mucho, por ejemplo con un duelo divisional, eso ayuda siempre al espectáculo. Este año no nos podremos quejar de los partidos, en Detroit se fueron a una prórroga en un partido donde hubo de todo y en Dallas los Redskins sorprendieron a unos Cowboys que rompieron su racha de partidos ganados en ese día tan señalado con Tony Romo al mando de las operaciones.

  • Cuando un equipo se acostumbra a bordear el precipicio suele ser suficiente algo para caerse por él, y si además te despeñas sin red de seguridad el estacazo está casi asegurado. Los NY Jets se las prometían felices tras ganar en St. Louis con contundencia y facilidad, incluso Mark Sanchez parecía haber recuperado parte de su estima. Pero en 52 segundos todo el andamio se vino abajo. Nunca había visto 52 segundos tan lamentables de football como el de los NY Jets en el partido que cerraba la jornada del jueves y cuyo máximo exponente es esa jugada de  Sanchez donde topa con su OL, comete un fumble que los Patriots retornan. La jugada cada vez que me la veo me sigue produciendo la risa, es digna de figurar en la portada del próximo NFL Follies de NFL Films y resume a la perfección el estado de caos en el que está sumida esta franquicia, hasta el punto que Fireman Ed, el más célebre aficionado de los Jets ha anunciado su retirada. No sé que habrá pasado por la cabeza del aficionado, pero este equipo desde la marcha de Joe Namath fue uno de los hazmerreir de la liga y si ha sido capaz de aguantar tanto tiempo algo muy grave ha tenido que ver para ahora anunciar su retirada.

  • Conozco el cáncer, lo he vivido demasiado cerca y es un asunto que nunca debe tomarse a la ligera. Todo lo que se haga por luchar contra esta terrible enfermedad bien venido sea, pero como todo en la vida, cuando se empiezan con los excesos la cuestión se le empieza a uno a ir de las manos y acaba cansando, por no hablar de que se ven situaciones ridículas y grotescas. Varios jugadores y miembros del Front Office tomaron la decisión de raparse sus cabezas al cero en señal de solidaridad con Chuck Pagano, que como consecuencia del tratamiento de quimioterapia ha perdido toda su cabellera, hasta allí todo correcto, además que para los jugadores es más cómodo jugar de esa forma con los cascos. Pero este domingo pudimos ver un acto que en mi opinión roza lo ridículo, por no hablar de que me resultó una completa frivolidad, varias cheerleaders de los Indianapolis Colts se raparon sus largas melenas durante la celebración del encuentro y con las cámaras de televisión enfocándolas. Lo siguiente no sé que será, una entrada gratuita a todo aquel que se pele la cabeza, Jim Irsay avisando a través de twitter que él también se pelará en directo via youtube, lo cierto es que no lo sé, pero a mí personalmente me parece que determinadas barreras no se deben traspasar.

  • Siempre he defendido que al final una temporada de football de 16 partidos de temporada regular se puede resumir en algunos detalles, un equipo se puede quedar fuera por un par de detalles. Cuando San Diego se ponga a analizar lo que ha pasado esta temporada, dejando de lado cuestiones como el bajón del rendimiento de Phillip Rivers o cómo Ryan Matthews no parece la solución para reemplazar a LaDainian Tomlinson, hay varias jugadas que pueden definir la temporada. Una de ellas la hemos mencionado antes, el fumble que abre la remontada de los Denver Broncos, la segunda la más absurda de las intercepciones que he visto en años, la que lanzó la semana pasada Rivers, y la tercera y última tuvo lugar el domingo. Con 4 y 29 e incrustados en su propio campo los Ravens tenían prácticamente perdido el partido, Joe Flacco más que lanzar un pase se libró de la pelota para no recibir un golpe de la defensa de los Chargers y que fuera Ray Rice el que recibiera los golpes de rigor. Rice entonces empezó a correr en diagonal mientras que los Chargers fallaban un bloqueo tras otro y con alguna ayuda de un miembro de su ataque logró avanzar esas 29 yardas, aunque las imágenes no dejaban muy claro si lo había conseguido o no. El caso es que tras revisar las jugadas y medir con las cadenas había primer down, los Ravens estaban en FG range, empataron y en la prórroga se llevaron el partido gracias a un pase largo de Flacco a Torrey Smith. Los Ravens una vez más hicieron honor a su fama de equipo tacaño y hacer lo mínimo para llevarse lo máximo, en este caso una victoria y una plaza de playoffs casi en el bolsillo.

  • Los Steelers son uno de los equipos más castigados por las lesiones, eso es una cuestión que no admite dudas, pero cometer 8 turnovers en un solo partido es motivo más que suficiente para perder un partido, aún así los Steelers tuvieron oportunidades de hacer ganar el partido ante los Cleveland Browns, un equipo al que le falta saber cerrar los partidos. No es la primera vez esta temporada que se pone por delante en el marcador, incluso con claridad y acaba siendo remontado, algo que solo es achacable a la juventud e inexperiencia del equipo, el que tiene la media de edad más baja de la liga, si no fuera por eso el record de los Browns con toda seguridad sería mucho mejor de lo que indica su balance. La derrota en todo caso ha hecho saltar todas las alarmas en Pittsburgh hasta el extremo que Ben Roethlisberger ha declarado que hará lo posible por reaparecer de su lesión el próximo lunes en Baltimore. Creo que se equivoca, los Steelers están aún 6-5 y una derrota en Baltimore les dejaría 6-6, pero mirando el resto de su calendario un 10-6 es más que factible y tanto Big Ben como Mike Tomlin debería mirar más ese tramo de temporada que el partido del próximo lunes en Baltimore, donde los Ravens se han mostrado intratable esta temporada.

  • A la chita callando y sin meter demasiado ruido los Cincinnati Bengals están en plena pomada por una plaza de wild card. Jugar en Queen City es lo que tiene, te ignoran casi por completo y a muchos les costaría localizarlo en un mapa, para el que no lo sepa están en Ohio, pero allí los que mandan son los Browns, por mal que estén. El año pasado el equipo ya se metió en playoffs donde fue eliminado a las primeras de cambio, demasiado inexpertos, pero este año la cosa pinta muy diferente. Con una defensa que a medida que avanza el campeonato se está ajustando mas y mas, con un QB y WR se segundo año que parece que llevan 10 años juntos y un equipo que se empieza a creer que son mejores de lo que muchos pensaban que son, pueden ser uno de los tapados de los playoffs, y nada más peligroso en unos playoffs que encontrarse con un equipo tapado.

  • Tras varios partidos que borraron de un plumazo las inmejorables sensaciones que estaba dejando Ryan Tannehill en Miami, hasta el punto que Dan Marino empezaba a ser lo que debería ser, un trozo de la historia de los Dolphins, Tannehill regresó a su mejor versión en el último cuarto de su enfrentamiento con la siempre dura defensa de los Seattle Seahawks. Al buen año que llevaba Tannehill solo le faltaba una cosa, una remontada en el último cuarto, y Tannehill ya lo sabe. Dos drives magistrales del rookie levantaron de sus asientos a una adormecida afición que prefirió pasar el día en la playa que ver a los Dolphins, el QB demostró en esos drives liderazgo, precisión y buen toque en sus pases, aunque hay que reprocharle algo, nunca se puede lanzar un pase cruzado cuando ejecutas un roll out, normalmente suelen acabar en intercepción, y de hecho lo hizo, pero los cebras vieron una falta, inexistente, y devolvieron la posesión a Miami.

  • Los dos equipos punteros de la NFC, Atlanta y Chicago, son dos de los equipos que más interrogantes levantan, nadie se los termina de creer y todos esperan que los playoffs les devuelvan a la que se dice es su realidad. La semana pasada ambos equipos sufrieron sendas derrotas, en el caso de los Bears con humillación incluida, y para muchos bajaron del escalafón. Pero una semana más tarde ambos están en lo más alto de sus divisiones, Atlanta no lo ha dejado de estar en ningún momento, pero una trabajada victoria en Tampa Bay con un correcto Matt Ryan, les pone de nuevo en lo más alto e incluso pueden permitirse el lujo de salir a jugar con New Orleans Saints sin jugarse nada en la división, otra cosa es la conferencia. Por su parte Chicago vuelve de nuevo a lo más alto de la NFC Norte y nuevamente depende de si misma para poder llevarse la división, su clara victoria ante Minnesota, rival divisional, y la derrota de Green Bay, les deja en solitario en el liderato. Jay Cutler estuvo a un buen nivel pese a los problemas de su OL, su defensa estuvo de nuevo a su buen nivel habitual aunque hay un pero en la victoria, la lesión de Matt Forte, aunque perfectamente reemplazado por Michael Bush.

  • Aunque la diferencia en el marcado solo fuera de 10 puntos la distancia que separa a los San Francisco 49ers de los New Orleans Saints es cuando menos sideral, sólo un absurdo fumble de Tedd Ginn jr. dio cierta vida a los Saints. Pese a eso e ir abajo en el marcador los chicos de Jim Harbaugh demostraron que su defensa no sólo está de nuevo en modo “championship”, sino que desarbolaron por completo a un Drew Brees que pese a anotar un par de pases de TD se pasó más tiempo besando el suelo y lanzando pase a troche y moche sin ningún sentido, a mi me pareció que más de uno y más de dos los lanzó al más puro estilo Fitzpatrick, o dicho de otra manera, al bulto, el veía que por allí había alguien de negro, color del uniforme el domingo de los Saints, y para allí iba el pase, pasara lo que pasara. Jim Harbaugh continuó su apuesta por Colin Kaepernick, que no estuvo al nivel de su debut, pero sí estuvo correcto y sin cometer demasiados fallos, aunque que se puede entender perfectamente en este equipo, si hay algo que caracteriza a los 49ers este año es que es un equipo perfectamente entrenado.

  • El Sunday Night nos devolvieron a esos NY Giants que nadie quiere ver, esos que parecen muertos y no cuentan, pero luego salen al campo, todo lo hacen fácil y sencillo, te ganan con absoluta superioridad y se te queda la cara de “no hay nada que pueda hacer contra estos”. La superioridad de los de Eli Manning fue tal que los Packers acabaron jugando con su equipo de suplentes cuando se dieron cuenta que nada les iba en el envite y que el pescado estaba todo vendido. Algo tendrán que idear los de Aaron Rodgers para ganar a estos Giants que les tienen absolutamente comida la tostada, tercera derrota en apenas un año, y cada derrota es más clara que la anterior.

  • Del Monday Night solo diré una cosa, maldita la hora en que Cam Newton le dio por resucitar. Supongo que es algo que a su ego personal le ha venido fenomenal, pero para mi equipo de fantasy no, me han eliminado cuando ya empezaba a ver los playoffs al alcance de la mano.

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