w15: La kryptonita de los Pats

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Si hace tan sólo una semana glosaba los aires de imbatibilidad que manifestaban los New England Patriots (10-4) resulta que llegó la defensa de los San Francisco 49ers (10-3-1), convertida en la kryptonita para el Superman de la NFL, y generó un «instant classic» a tres semanas de alzanzar los playoffs. Como la kryptonita, el efecto no fue permenente y sólo duró 35 minutos, la autocomplaciencia y la falta de uno de los Smith Bros. la agotó y Tom Brady estuvo a punto de protagonizar una remontada para la historia. De hecho los Pats igualaron el partido con 28 puntos incontestados en 18 minutos, pero los Niners hicieron lo más difícil, frenar el temporal patriota y volver a ponerse por delante en el marcador cuando ya nadie daba un duro por ellos.

 

No es fácil ganar en Foxboro en diciembre, de hecho es el primer partido que pierden los locales en una década, pero el partido ya lo empezaron a ganarlo los Niners desde el precalentamiento y los protocolarios himno y minuto de silencio por la tragedia de Newtown. Mientras Brady lucía manga larga por debajo de la equipación, Colin Kaepernick lucía sus tatuajes en manga corta, como un machote. Hay una ley inexorable, cuanto menos te arropas juegas mejor. Así el joven superó al maestro, claro que Kaepernick no se tuvo que enfrentar a la defensa minera.

 

Los Niners salieron enchufados, y no sólo en el lado defensivo del balón. La semana pasada decía que era  casi imposible frenar los pases rápidos de Brady, bien protegido por su gran OL, pero los Niners lo hicieron. Y sin utilizar complicados esquemas defensivos ni jugadas de engaño. Defensa directa. Magnífico pass rush de los Smiths, Justin y Aldon, impecable cobertura, atención a los screens y cierre hermético al juego de carrera. Así de fácil (y así de difícil). La climatología hizo el resto en forma de fumbles provocados en buenos placajes.

 

En los primeros 35 minutos del partido los Pats jugaron 9 drives ofensivos con el resultado de 3 puntos en el marcador. En ese momento el duelo entre el ataque más anotador de la liga y la mejor defensa en puntos encajados tenía un claro dueño. Los Niners forzaron 4 turnovers en esos 9 drives, 2 fumbles de los RB, dos picks a Brady. Pero además firmaron tres «3 y fuera». Los Pats sumaron sólo 161 yardas y 0/7 en 3º down.

 

Pero como he dicho antes, los 49ers no sólo funcionaron en el lado defensivo del balón, también lo hicieron en el lado ofensivo (y en los equipos especiales, como veremos después). Kaepernick dio la razón a su técnico con un partido brillante. Agresivo desde el inicio del partido, haciendo anotar a Randy Moss de nuevo en Foxboro en su 1º drive, completó 14/25 pases para 216 yardas y 4 TD, con el lunar de una intercepción en un lanzamiento forzado. Y además lo hizo en un día en el que no estaba siendo fácil coger el balón ni en los snaps, con multitud de fallos en los mismos, incluso con un fumble que malogró una anotación. Michael Crabtree fue el mejor de los receptores con 7 balones atrapados para 107 yardas y 2 TD. El juego de carrera de Frank Gore no estuvo espectacular, pero ayudó a mover las cadenas.

 

El mayor problema para los Niners fue que no bastan con 35 minutos para derrotar a los Pats, hay que defender los 60. También es cierto que los Niners malograron opciones en ataque que en lugar de 28 puntos de ventaja le podían haber dado 42, pero el caso es que con la relajación, la lesión de Justin Smith y el cambio a esquemas defensivos más conservadores hicieron despertar a los Pats. Brady empezó a mover el balón con una no huddle offense, con un tempo rápido, y junto con Brandon Lloyd (10 recepciones, 190 yardas) y Danny Woodhead (89 yardas desde el scrimmage, 2 TD), y con la ayuda de la defensa encadenando «3 y fueras», empató el partido en 18 minutos. Si en los primeros 35 minutos sumaron 166 yardas, en los últimos 25 sumaron casi 400. La afición en el estadio rozaba el delirio.

 

Los Niners estaban contra las cuerdas y sin reacción. Entonces vino la jugada que les salvó el partido, el retorno de kickoff de 62 yardas del rookie LaMichael James. En la siguiente jugada Kaepernick reconoció una cover 0 y pasó a Crabtree, quien hizo lo que mejor sabe, fintar a Kyle Arrington y completar el resto de las yardas hasta la endzone. La anotación aportó a la defensa la dosis de kryptonita suficiente como para preservar la ventaja en los minutos finales.

 

La derrota supone un serio traspiés para los Pats, que ven cómo se aleja la posibilidad de lograr el bye en los Wild Cards y que probablemente tendrán que enfrentarse en playoffs a rivales como Texans o Broncos a domicilio, en lugar de en Foxboro, lo que cambia bastante el panorama.

 

Por su parte los 49ers, con un QB lanzando 4 pases de TD en un partido por primera vez en una década, consiguen su billete para postemporada y afrontan más tranquilos su partido en Seattle. Porque hay que ver ¡cómo están los Seattle Seahawks (9-5)! El marcador de sus dos últimos partidos ha sido de 108-17. Vale que haya sido contra los Cards y los Buffalo Bills (5-9), pero llevan 5 victorias en sus últimos 6 encuentros. Esta vez no fue Marshawn Lynch el encargado de anotar sino el propio Russell Wilson, con 200 yardas de pase y un TD, pero con otras 92 de carrera en 9 scrambles, tres de ellos para TD. La defensa volvió a estar estelar, con 3 sacks, 3 turnovers y una anotación.

 

Los Seahawks asustan a sus rivales, pero también éstos comienzan a torcer el gesto frente a Pete Carroll, quien puede convertirse en el Belichick de la Costa Oeste en asuntos de inflar el marcador. Los Bills, por su parte, elevan a 13 las temporadas en las que se quedan fuera de los playoffs, la racha más larga de la liga. Estoy seguro de que más de la mitad de mis lectores no ha visto un partido de los Bills en playoffs en directo. Ha sido su 5º y último partido, de momento, en Toronto. Se está negociando una extensión de la serie, pero con un 1-4 en el Rogers Centre, nadie parece demasiado entusiasmado, ni en Buffalo, ni en Toronto.

 

TRES SON MULTITUD

La NFC Este registra, a falta de dos jornadas, un triple empate en la cabeza de la clasificación. Las victorias de Indios y Vaqueros, y la estrepitosa derrota de Giants, pone a los campeones contra las cuerdas, ya que no dependen de sí mismos.

 

Probablemente los Atlanta Falcons (12-2) son el equipo que haya tenido un resultado más sorprendente esta jornada. No porque no puediera ganar a los New York Giants (8-6), sino por la contundencia de la victoria. No se ve en muchas ocasiones que un líder divisional encaje un rotundo shutout en plena lucha por los playoffs.

 

Matt Ryan ha escogido un buen momento y un buen rival para protagonizar un partido perfecto. El momento es inmejorable porque los Falcons consiguen el título divisional, tienen en su mano el home field advantage y porque cierran mes y medio de juego bastante justito. El rival también es inmejorable, porque supone toda una vendetta frente al equipo que los vapuleó en los pasados playoffs (24-2). Ryan completó 25 de los 28 pases que lanzó, para 270 yardas y 3 TD. Como decía, un partido perfecto. Y la defensa volvió a ser la de la 1ª mitad de la temporada.

 

Todo lo contrario se puede decir de los Giants. Eli Manning completó justo 13 de 25 pases para 161 yardas y fue interceptado en dos ocasiones. El juego de carrera no fue a ninguna parte. La defensa no hizo ni cosquillas al ataque de los Falcons. Por fallar, fallaron hasta un par de «4ª y 1» antes del descanso y un FG de 30 yardas. Todos sabemos que los Giants pueden dar la vuelta a la situcación, pero se encuentran en una dinámica muy peligrosa y corren serio riesgo de irse de vacaciones para año nuevo.

 

Son los Washington Redskins (8-6) los que se aúpan al liderato. ¿No RGIII? No problem, tenemos a Kirk Cousins. El espartano empezó mal, con dos incompletos y un pick que propició el primero de los dos TD de Trent Richardson para los Cleveland Browns (5-9), pero chico supo sobreponerse. Con 329 yardas de pase, 2 pases de TD a Lance Hankerson y otro par de TD de carrera de Alfred Morris y los Redskins ganan su 5º partido consecutivo y están en el asiento del conductor de la NFC Este, cuando hace poco más de un mes hablábamos de que Mike Shanahan había tirado la toalla.

 

Más tuvieron que trabajar los Dallas Cowboys (8-6), por lo menos un par de minutos más, lo que duró la prórroga. El enfrentamiento contra los Pittsburgh Steelers (7-7) es un clásico de la liga, aunque sean de distintas conferencias. Ambos equipos son los que más veces han jugado la Super Bowl (8 cada uno), y como es de suponer, el «Steelers vs. Cowboys» ha sido la SB más repetida (3 ocasiones).

 

De esta manera, no es de extrañar que el partido resultara tremendamente igualado, aunque tuvo sus alternativas. Los Cowboys golpearon primero, liderados por un buen Tony Romo (30/42, 341 yardas, 2 TD), pero Ben Roethlisberger fue encontrándose cada vez más a gusto en el partido y empezó a mover las cadenas hasta poner el partido de cara para los suyos. Animados por miles de terrible towels en Jerry’s World, los Steelers dominaban el partido en el 4º cuarto, pero un costoso fumble de Antonio Brown en el retorno de un punt propició el empate de los Cowboys a 7 minutos del final.

 

Ni Romo ni Big Ben fueron capaces de mover las cadenas en los minutos finales. Las defensas dominaban y el partido se iba a la prórroga. Los Steelers ganaron el sorteo, pero Brandon Carr fue el más listo sobre el turf. En el 2º snap de la prórroga, reconoció la jugada de Big Ben e interceptó el pase a Mike Wallace, retornando el balón hasta la yarda 1 para que Dan Bailey volviera a finiquitar el partido.

 

Los Cowboys tienen en su mano alcanzar los playoffs, lo mismo que los Steelers, que dependen de ellos mismos a pesar de perder 4 de los últimos 5 partidos. Big Ben ha dicho que a él no le miren y ha apuntado más arriba, al play calling.

 

TEXANS Y BRONCOS CAMINO DEL BYE

Los Houston Texans (12-2) no acusaron el rapapolvo de los Pats del lunes pasado e hicieron los deberes contra los Indianapolis Colts (9-5). Como es habitual, los de Bruce Arians flojearon al inicio del partido y los tejanos controlaron el partido desde el primer cuarto con su tripleta Matt Schaub (23/31, 261 yardas, TD) – Arian Foster (27 acarreos, 165 yardas) – Andre Johnson (11 recepciones, 151 yardas, TD) en ataque, pero además con un omnipresente J.J. Watt en defensa. El DE fue el valladar que impidió a Andrew Luck (13/27, 186 yardas, 2 TD) protagonizar una de sus remontadas. El futuro defensor del año sumó 10 placajes, 3 de ellos para pérdida de yardas, 3 sacks y forzó un fumble. Un día más en la oficina.

 

Los Colts no estuvieron lejos de dar la vuelta al partido en el 4º cuarto, pero deben aprender a salir enchufados de inicio si quieren avanzar en los playoffs. Los Tejanos repiten título divisional y dan un paso de gigante para poder jugar en dome toda la postemporada.

 

También hicieron sus deberes los Denver Broncos (11-3), derrotando en su casa a los Baltimore Ravens (9-5), algo nada fácil hasta la fecha, con lo que queda en su mano el disputar un probable duelo en divisionales contra los Pats en el Mile High en lugar de en Foxboro.

 

Se puede decir que Peyton Manning (17/28, 204 yardas, TD), Knowshon Moreno (22 acarreos, 118 yardas, TD) y Erick Dekcer (8 recepciones, 133 yardas, TD) hicieron un buen trabajo, que lo hicieron, pero lo cierto es que los Ravens están en un proceso de autodestrucción. No parece que tres semanas de los palyoffs sea un buen momento para despedir al coordinador ofensivo (Jim Caldwell entró por Cam Cameron), y el resultado está a la vista. Los Ravens llegaron al descanso 0-17 y entraron en el 4º cuarto 3-31. Sin comentarios. Es su 3ª derrota consecutiva y con ella consiguen el billete para playoffs. Curioso en una división habitualmente tan competitiva como la suya.

 

Los Ravens no mejoraron en nada su ataque, con un Joe Flacco impreciso e inconsistente  y un Ray Rice desaprovechado. Cuando aún estaban en el partido, antes del descanso, un mal pase de Flacco propició el retorno de 98 yardas para TD de Chris Harris y el partido era ya historia. Sólo pudieron maquillar el resultado en el 4º cuarto con un par de escapadas para TD del TE Dennis Pitta.

 

PETERSONÓMETRO

Ya es tarde para montar un Petersonómetro, pero Adrian Peterson tiene enfilado el mítico récord de Eric Dickerson. Con las 212 yardas frente a los St. Louis Rams (6-7-1) suma ya 1.812 en la temporada, a 294 yardas de superar la mítica marca de 2.105. A falta de dos partidos las cuentas son claras, tiene que hacer una media de 147 yardas para batirlo. A.P. está corriendo a 139 yardas por partido esta temporada, por lo que sólo tiene que acelerar un poco.

 

De paro, tiene a sus Minnesota Vikings (8-6) en la pelea por una plaza de Wild Cards, lo cual es meritorio si tenemos en cuenta que juega con Christian Ponder (17/24, 131 yardas, TD de carrera) como QB. Es increíble cómo All Day puede mover las cadenas cuando cada uno de los 11 defensores le tiene puesto un ojo.

 

Pero los Vikings también viven de su defensa, que volvió a anotar y, en el partido del domingo, de su kicker. En un duelo de brillantes kickers rookies, Blair Walsh superó a Greg «The Leg» Zuerlein, quien falló el único FG que chutó. Walsh completó los 5 FG que chutó, y nada menos que tres de ellos por encima de las 50 yardas.

 

Peterson disputa a Manning el MVP. Peyton ya está en playoffs y probablemente con el seed #2. Las posibilidades de A.P. pasan por batir el récord de Dickerson y/o meter a su equipo en los playoffs. Si se lo dan a A.P., lo tendrá que compartir con James Andrews, el médico que le operó la rotura del ligamento cruzado anterior y del lateral interno de su rodilla hace justo un año.

 

Por su parte, los Green Bay Packers (10-4) también revalidaron su título divisional derrotando de nuevo a los Chicago Bears (8-6). Ya es la 5ª consecutiva en la rivalidad. Los Bears han perdido 5 de sus 6 últimos encuentros con un pobre juego de Jay Cutler (12/21, 135 yardas, TD, pick) y una defensa que no puede vivir de turnovers siempre.

 

Mientras Aaron Rodgers (23/36, 291 yardas, 2 TD, 14 yardas de carrera cuando la cosa se pone fea) siga jugando a este nivel, los Packers pueden aspirar a todo, incluso a conseguir el bye en Wild Cards. Sus mejores receptores fueron, de nuevo, James Jones, que recibió los 3 pases de TD de Rodgers, y el possesion receiver Randall Cobb (6 recepciones, 115 yardas).

 

Los Bears estaban 7-1 en midseason y corren serio peligro de quedarse fuera de los playoffs.

 

Ya era hora de saludar a las Saintsations. Y la paliza de los New Orleans Saints (6-8) a los Tampa Bay Buccaneers (6-8) lo merece.

 

Algo chirría cuando un equipo que está peleando por los playoffs es blanqueado con la contundecia con la que lo fueron los Bucs. Ya hemos visto que los Giants también fueron blanqueados, pero por lo menos lo fueron contra el líder de la conferencia.

 

Los dioss del football castigan a los que los desafían y Greg Schiano, quien adquirió notoriedad en su llegada a la NFL cargando contra las formaciones Victory, parece que se le está yendo de las manos el equipo. Los Bucs fueron humillados en el Super Dome y los Saints, por supuesto, no levantaron el pie del acelerador.

 

Drew Brees jugó un partido perfecto, superando las 300 yardas de pase y lanzando 4 pases de TD a 4 receptores distintos. Por el contrario, Josh Freeman fuen interceptado también en 4 ocasiones. Además perdió un fumble.

 

Los Bucs quedan eliminados tras tres derrotas consecutivas. Los Saints serán otro de los equipos que no van a disputar la Super Bowl en casa, pero se lleva una alegría. No había blanqueado a nadie desde 1995.

 

En estas jornadas con cada vez más partidos intrascendentes hubo también otro shutout. El del Black Hole seguro que es uno de los peores partidos de la década. La sonrojante actuación de los Kansas City Chiefs (2-12) ya la he resumido en el Barkleyómetro®, pero además diré que sumaron sólo 119 yardas ofensivas totales. Poco más de un campo en 60 minutos.

 

Claro que también hay que decir que los Oakland Raiders (4-10) no fueron capaces de anotar un TD en todo el partido, ni teniendo a los Chiefs acorralados. Sólo un jugador subió puntos al marcador entre los 90 profesionales que habría por allí. Sebastian Janikowski convirtió 5 de los 6 FG que chutó, el más largo de 57 yardas, y fue prácticamente el único que se ganó el sueldo. Porque tampoco es que las defensas fueran especialmente expeditivas, simplemente es que los ataques son muy malos.

 

Los Radiers han sumado 8 derrotas consecutivas emparedadas entre dos victorias frente a los Chiefs. Les deben dar las gracias por estar en su misma división.

 

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Los Cincinnati Bengals (8-6) siguen con sus todas opciones intactas después de la victoria frente a los Philadelphia Eagles (4-10). Llevan 5 en los últimos 6 partidos. Esas son las noticias positivas. Las negativas es que dieron una pésima imagen en el lado ofensivo, por lo menos el juego aéreo, porque la carrera de BenJarvus Green-Ellis (25 acarreos, 106 yardas, TD) estuvo más sólida, así como la defensa. Su OL se vio totalmente desbordada por el front seven de los Eagles, y Andy Dalton tuvo grandes problemas a la hora de encontrar receptor. También estuvo poco despiero en el pocket, porque parecía necesitar un retrovisor incorporado a su casco, después de perder dos balones de manera idéntica en el 2º cuarto. Fueron dos de los 6 sacks que encajó.

 

Claro que si hablamos de turnovers, los Eagles se llevan la palma. Ya perdieron el balón en sus dos primeros drives (fumble en la 2ª jugada del partido y punt bloqueado, equivalente a un turnover). lo que permitió a los Bengals ponerse cómodamente 10 puntos arriba en el 1º cuarto, pero lo que vino después fue peor. Después de haberle dado la vuleta al marcador antes del descanso, los Eagles perdieron 4 balones en drives consecutivos en un sólo 7 minutos (pick a Nick Foles, fumble de Foles retornado para TD, fumble de Clay Harbor, muff de Cedric Thornton). Los Bengals obtuvieron 24 puntos de esos turnovers y el partido se acabó.

 

Los Miami Dolphins (6-8) ganaron el derby de Florida de la AFC, lo cual no es mucho decir teniendo en cuenta que su rival son los Jacksonville Jaguars (2-12). Sin embargo hay que destacar que Ryan Tannehill hizo un partido casi perfecto, completando 22/28 pases para 220 yardas y 2 TD, además de 57 yardas de carrera. Chad Henne estuvo mucho más apagado en su retorno a Miami, como el resto de su equipo. Le hubiera gustado demostrar algo allí, pero los Jaguars no están en esta liga.

 

Curioso año éste. En otras temporadas, QB rookies como Tannehill o Brandon Weeden o el propio Cousins en lo que se le ha visto, habrían originado grandes alabanzas por su juego y pelearían por el R.O.Y. Sin embargo en esta temporada no alcanzan ni siquiera el Top Three de QB rookies.

 

Los Carolina Panthers (5-9) abochornaron a los San Diego Chargers (5-9) frente a su afición. Aún con opciones de jugar los playoffs en el pitido inicial, el 0-24 en el descanso era demoledor. Parecía que el equipo quería poner en evidencia que lo de Pittsburgh había sido un espejismo y que el proyecto de Norv Turner está acabado. Sólo evitaron el shutout en el 4º cuarto.

 

Los Panthers han despertado tarde, pero un buen final de temporada anima al equipo para afrontar la próxima, si es que los Mayas están equivocados y hay una próxima temporada. Cam Newton, el juego de carrera y la defensa con el rookie Luke Kuechly están dando una buena imagen y aún pueden terminar la temporada con un récord digno.

 

Los Detroit Lions (4-10), equipo aspirante a los playoffs al inicio de la temporada, perdió hasta con los Arizona Cardinals (5-9). ¿Se puede decir algo peor de un equipo en estos momentos? Y no sólo perdieron, sino que fueron apalizados por un equipo que no sabía qué QB poner en la alineación. Esta vez puso al rookie Ryan Lindley (104 yardas de pase, pick), y aún así ganaron. Matt Staford fue mucho más productivo para los Cards que su QB, ya que fue interceptado en 3 ocasiones, dos de ellas retornadas para TD. El RB Beanny Wells hizo el resto con 3 TD de carrera.

 

Por último, me niego a comentar la victoria de los Tennessee Titans (5-9) sobre los New York Jets (6-8) mientras nadie me explique cómo Mark Sanchez seguía como QB titular con 13 TD y 25 turnovers en la temporada. Y cómo era posible que los Jets aún pelearan por los playoffs. Y cómo es posible que tras 4 picks del torero los Jets tenían todavía el último balón para ganar el partido. No sé, me quedan muchas preguntas más, pero creo que ni Rex Ryan sabría contestármelas.

 

Por lo menos los Niners de los primeros 35 minutos.
Nueve victorias consecutivas. Nadie lleva una racha más larga.
Un equipo que remonta 28 puntos nunca puede ser descartado.

 

Ningún primer down en los primeros 40 minutos. Ningún punto en 60 minutos. Todo contra una de las peores defensas de la liga.
Estudiando ya su draft board.
Sonrojante derrota contra los Cardinals, sí, los que perdieron 58-0 el domingo pasado, los que llevaban 9 derrotas consecutivas.

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