Los Broncos vuelven por 3ª vez consecutiva (y por última en mucho tiempo, esperemos) a la Maaco Bowl Las Vegas, donde ya derrotaron a Utah en 2010 y a Arizona State la temporada pasada, en la XXª edición. Esta temporada se medirán a los Huskies de Washington, a quienes visitaremos precisamente en el opener de la próxima temporada, para inaugurar la remodelación de su estadio. Yo juro que no entiendo el «sentido del humor» de los programadores de las Bowls, como cuando nos enfrentaron en temporadas consecutivas con TCU.
Desde luego, no nos va a faltar experiencia en el tema. Esa es la parte positiva. Sabemos cómo funciona y estaremos bien preparados para disputarla. La parte negativa puede ser que haya un poco de hastío y menos expectación por disputar la Bowl.
La temporada de los Broncos no ha sido la que nos tienen acostumbrados, pero es que nos tienen mal acostumbrados. Un 12-2, con dos derrotas por un total de 6 puntos, y un título de conferencia compartido, ya los firmaría cualquiera. Con poco más estaríamos jugando una BCS Bowl.
Los Huskies son un equipo imprevisible. Su récord de 7-5 (5-4) en la Pac-12, no dice mucho. Sus derrotas han sido a manos de equipos difíciles como LSU, Oregon, USC, Arizona y Washington State en el derby de la Apple Cup. Y entre sus victorias, además de San Diego State, Portland State, California, Utah y Colorado, cuenta con hitos como la de Oregon State y sobre todo la de Stanford.
Seguro que va a ser un partido mucho más duro que el de la pasada temporada. Es un equipo similar al de los Broncos. Defiende mejor que ataca, sobre todo frente al juego aéreo. Sus números no son nada espectaculares: 210,5 yardas aéreas por partido (83ª de la nación), 137,2 yardas de carrera (90º), 188,9 yardas aéreas permitidas (15ª), 164,3 yardas de carrera permitidas (64ª), pero hay que reconocer que han tenido un calendario muy exigente.
El junior Keith Price dirige el ataque de los Huskies. Su temporada no ha pasado de mediocre. Ha sumado 2.486 yardas de pase con un 61,8% de pases completados, sumando 18 TD y 11 intercepciones. Tampoco está demasiado bien protegido por su OL. Ha encajado 33 sacks y se ha pasado la temporada corriendo por su vida ante el pass rush rival. Es un QB estático y no suele utilizar sus piernas para correr el balón. 
El cuerpo de receptores está dominado por dos jugadores que se llevan casi 2/3 de los pases de Price. Se trata del TE sophomore, finalista del Mackey Award, Austin Sefarin-Jenkins y del WR también sophomore Kasen Williams. El primero ha atrapado 63 pases para 791 yardas y 6 TD, es alto y todo un mismatch para las defensas rivales. Williams tiene unos números similares (71, 783, 6 TD)
El sophomore Bishop Sankey es el feature back de los Huskies. Se lleva el 80% de los handoffs y ha sumado 1.234 yardas de carrera, a 4,8 por acarreo, con 15 TD. Steve Sarkisian intentará establecer el juego de carrera con él, quitando presión a Price. También participa del juego de pase y ha atrapado 27 balones para 175 yardas. Es un corredor duro y de potencia, acostumbrado a llevar el peso del partido. El freshman Kendyl Taylor se limita a darle un poco de descanso en los partidos.
La defensa de Boise State terminó con nota muy alta la temporada y no debería tener problemas en neutralizar a los Huskies. Es la 9ª de la nación en yardas permitidas, la 6ª en anotación, la 7ª en la redzone y la 14ª en sacks. Sobre el papel la DL de los Broncos, liderada por el DE Demarcus Lawrence (9,5 sacks, 48 placajes, 4 fumbles forzados, un FG bloqueado, una intercepción, un TD), y con otros jugadores importantes como su pareja Sam Ukwuachu y el DT holandés Ricky Tjong-A-Tjoe, es muy superior a la OL rival y debe ser capaz de importunar a Price todo el partido, de forzar sacks y turnovers. Debería ser la clave de la victoria si el ataque de los Broncos no comete errores.
Boise State sólo ha encajado tres TD de pase en toda la temporada regular y ha sumado 16 intercepciones. También se han forzado 33 fumbles, con un turnover ratio de +1,5, el 4º mejor de la nación.
A los Broncos les cuesta más defender el juego de carrera y tendrán que atarse los machos para frenar a Sankey. La pareja de LB seniors J.C. Percy y Tommy Smith se han convertido en unos sólidos bloqueadores y deben mantener el tono en su partido de despedida. Sankey, junto con el TE Sefarin-Jenkins son los hombres a neutralizar en el ataque de los Huskies.
En cuanto a la secundaria, es uno de los puntos fuertes del equipo, con una de las mejores parejas de CB de la nación en Jamar Taylor – Jerrell Gavins. Hay más inexperiencia en la posición de safety, pero el freshman Darin Thompson y el sophomore Jeremy Ionae han totalizado 5 picks y se han mostrado muy sólidos a lo largo de la campaña.
El ataque de los Broncos debe recaer en las espaldas de D.J. Harper, en su último partido con Boise State. El senior de 6º año ha sumado 1.065 yardas terrestres y ha anotado 15 TD. Si la defensa domina al ataque de los Huskies, a los Broncos les tocará ser cautos en ataque, y eso significa correr con Harper. También por supuesto con Jay Ajayi, que tiene capacidad para cambiar el ritmo del partido. Sus 541 yardas y 4 TD no están mal con los 78 acarreos realizados.
Los Huskies han tenido muchos problemas a la hora de frenar la carrera todo el año, y si los Broncos pueden correr, eso ayudaría mucho a que Joe Southwick tenga un partido menos exigente. Ha hecho una temporada correcta (2.466 yardas, 66,7% de pases completados, 17 TD, 7 pcks) pero ha ido de menos a más, aunque puede tener dificultades contra la defensa de los Huskies, sobre todo en la redzone.
Southwick tiene un cuerpo de receptores muy extenso y puede evitar a los mejores DB rivales buscando match-ups favorables. Matt Miller se ha convertido en la principal referencia. Esta temporada ha atrapado 60 pases para 679 yardas y 5 TD. Es un recpetor astuto y sabe desmarcarse, lo que le ha convertido en el go-to receiver de Southwick. Sus principales alternativas son Kirby Moore y Chris Potter, que siempre aparecen en los momentos importantes. Otros jugadores que pueden sorprender por su velocidad son Aaron Burks o el eléctrico freshman Shane Williams-Rhodes.
El coordinador defensivo de Washington es Justin Wilcox, quien tuvo el mismo trabajo en Boise State. Su trabajo será frenar a Harper, y para ello los LB Travis Feeney y John Timu serán piezas importantes. Entre ambos promedian una docena de placajes por partido.
Los jugadores más peligrosos en el pass rush son Andrew Hudson y Talia Crichton, sobre todo el 1º, que lleva 6,5 sacks esta campaña. La OL de los Broncos se ha mostrado muy sólida toda la temporada y será difícil que lleguen a Southwick.
En la secundaria destaca Dennis Trufant, el hermano pequeño de Marcus. Es todo un shutdown corner, y Southwick tendrá que tener mucho cuidado si lanza en su dirección.
En cuanto a los equipos especiales no esperamos que nos den nada pero que tampoco nos lo quiten. La cobertura de los kickoffs ha fallado en un par de partidos y esperemos que esté trabajado. Y respecto al kicker, Mike Frisina ha convertido todos los FG que ha chutado por debajo de las 30 yardas pero ha fallado los 5 que ha chutado más lejos.