Tendremos que aprender a convivir con ello

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Dustin Keller, una de las víctimas de este verano (AP)

En nuestro primer artículo de regreso a esta nueva temporada 2013 de la NFL hablábamos de los partidos de preseason. Tranquilos, que no vamos a volver a tocar el tema, en esta ocasión hablaremos de la segunda faceta de la preseason, o al menos es la parte que a mi mas me interesa, las lesiones.

Siempre que empiezan los Training Camps lo que mas me preocupa son las lesiones, y cada año aumenta. Dado que los récords de la pretemporada no cuentan absolutamente para nada, -y si no que se lo pregunten a los Detroit Lions de la temporada 2008 (4-0 en preseason y 0-16 en Regular Season)-, el ganador de la pretemporada es sin duda aquel equipo que termina sin lesionados, o al menos lesionados de importancia antes siquiera de empezar la liga regular.

Siempre hay excepciones, seguro que los St. Louis Rams, y en particular Kurt Warner, no piensan de igual forma. El QB ocupaba la posición de suplente en el año 1999, su equipo confiaba tan poco en él que cuando tuvo lugar el draft de expansión de los Cleveland Browns ni se molestaron en dejarlo protegido. Tampoco los Browns debían de creer mucho en él cuando no lo seleccionaron. Trent Green estaba llamado a ser el QB que iba a dirigir “The biggest show on turf”, lo habían traído como agente libre, sin embargo una inoportuna lesión, cortesía de Rodney Harrison, en un partido de pretemporada puso fin a la temporada del QB abriendo la puerta a Warner, que no desaprovechó la oportunidad para cimentar una carrera que puede incluso que le pueda algún día valer para entrar en el Hall of Fame.

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Pero casos como este son una excepción, diría que es algo singular, una auténtica historia de la Cenicienta. Nunca en la historia de la NFL una lesión de pretemporada tuvo tal efecto en la liga. Warner aquel año sería elegido MVP tanto de la Regular Season como de la Superbowl, última vez que ha ocurrido. Lo normal es al revés, una lesión de pretemporada puede cambiar el destino de un equipo o jugador, basta con ver el susto que se llevaron en New England cuando Tom Brady tuvo que abandonar un entrenamiento (ver video más abajo).

LESIONES DE RENOMBRE

Hasta la fecha el caso mas grave de lesión en pretemporada continúa siendo el de Darryl Stingler, el WR de los Patriots, que tras recibir un golpe brutal de Jack Tatum, conocido como “The Assasin”, sufrió gravísimos daños en su columna vertebral y acabaría en silla de ruedas el resto de su existencia, falleció en 2007 por complicaciones derivadas de aquella lesión.

Jason Sehorn (AP)

Otro caso notable de lesión en pretemporada podría ser el caso de Jason Sehorn, considerado el último gran CB de raza blanca en jugar en la NFL. Sehorn era la estrella de los NY Giants, uno de los mejores CB de la liga, acababa de firmar un mega-contrato. En una absurda jugada de equipos especiales, nadie entendía que hacía Sehorn jugando en el retorno de kickoff del primer partido de pretemporada, se lesionó de gravedad en la rodilla. Tras operarse el jugador volvió, pero nunca mas fue el mismo, se intentó reciclar como safety, pero perdió la que era su gran baza, su velocidad.

Por último quiero señalar dos casos muy especiales, el primero ahora, el segundo mas adelante. En los Kansas City Chiefs, además de los dorsales retirados del QB Len Dawson o el LB Derrick Thomas, entre otros, hay un dorsal que nadie jamás ha llevado, el número 33. Oficialmente no está retirado, pero nadie en la historia de los Chiefs ha llevado ese número. O sí, un jugador que se llamaba Stone Johnson, un RB que compitió en los Juegos Olímpicos de Roma de 1962. Johnson se lesionó en el cuello en una jugada de equipos especiales en un partido de pretemporada, quedó inmovilizado y fue llevado en camilla a un hospital donde fue operado esa misma noche. El jugador falleció unos días después por complicaciones surgidas tras aquella operación.

Hemos señalado los casos mas extremos, tanto en un sentido como en otro, pero si algo está llamando la atención esta pretemporada es el altísimo número de lesionados y que nadie termina de encontrar el motivo. No hablamos de lesiones que ocurren en los partidos, el caso de Dustin Keller, esas lesiones son consustanciales al juego aunque sean partidos de preseason. Sino que hablamos de la elevadísima cantidad de lesionados que está teniendo lugar en los Training Camps, y lo que mas llama la atención, muchas de ellas ni siquiera vienen derivadas de jugadas de contacto.

LAS RECLAMACIONES DE LOS JUGADORES

En el nuevo convenio, CBA, una de las reclamaciones de los jugadores fue reducir el número de sesiones de los Training Camps además de limitar el número de sesiones con equipamiento. Desaparecían las famosas dobles sesiones de mañana y tarde que se practicaban en la parte mas calurosa del verano USA. Hay historias de muchísimos jugadores que sufrían golpes de calor, la mentalidad “macho man” de los jugadores les llevaba a extremos realmente preocupantes y muchos para demostrar su hombría ni tan siquiera bebían líquidos en sesiones marathonianas.

Korey Stringer (AP)

La mas conocida de todas por su dramático final, me refiero al segundo caso que antes mencioné, es el caso de Korey Stringer, un OL elegido en primera ronda por los Minnesota Vikings, probowler y puntal del equipo que se desvaneció en un entrenamiento tras sufrir un golpe de calor, fue llevado a un hospital y unos días mas tarde fallecería como consecuencia de las complicaciones derivadas de aquello. Aquel hecho no caería en saco rato, la NFL y el fabricante de cascos Riddell fueron demandados por la viuda, hubo acuerdos que nunca vieron la luz. Desde entonces los jugadores practican con uniformes diseñados para soportar altas temperaturas, están obligados a hidratarse de forma continua durante las sesiones, es obligatorio la presencia de médicos y equipos adecuados en todos los entrenamientos. En el caso mencionado hubiera bastado con tener un equipo de reanimación, además de hidratarse adecuadamente.

La NFLPA logró limitar las sesiones, con ello esperaba también que el número de lesiones se redujera, pero está ocurriendo todo lo contrario, las lesiones se acumulan en los equipos. Además hay otro agravante, salvo que sigas la actualidad al dedillo de cada equipo las únicas lesiones que trascienden son las de jugadores de renombre, jugadores que son alguien en esta liga o novatos que han sido seleccionados a través del draft, pero muy poco o nada se sabe de esa lista interminable de jugadores con el que los equipos empiezan los TC, esos absolutos desconocidos que dan hasta el último suspiro para intentar entrar en un roster. Muchos de ellos sufren lesiones, no cobran siquiera salarios aunque tengan contrato sino dietas, todo su futuro pasa por entrar a formar parte de la plantilla. Esos jugadores desconocidos en cuanto se lesionan en los TC se vuelven prescindibles y los equipos los reemplazan inmediatamente con otros tantos que esperan una simple llamada o mensaje de texto para incorporarse a los entrenamientos.

¿POR QUE HAY MÁS LESIONES?

He leído de todo sobre los motivos del incremento de lesiones. Muchos lo achacan a que debido a que se han reducido el número de sesiones las que se practican son aún mas brutales que las anteriores, lo que conlleva a mas riesgos y por tanto mas lesiones. También he podido leer que otro motivo puede ser que las cada vez mejores instalaciones de los equipos permiten que todos los jugadores se entrenen de forma simultánea y no hay que esperar turnos, lo que nos lleva al mismo punto anterior, mas entrenos por tanto mas riesgo de lesionarse.

También se dice que muchas lesiones vienen derivadas de lo cargadas que son las temporadas regulares, Roger Goodell sigue erre que erre con su intención de ampliarla, y elevadísimo número de snaps que juegan los jugadores. En los últimos años el número de snaps ha aumentado por la velocidad a la que se juega, por tanto mas choques, golpes y el cuerpo humano tarde o temprano le acaba pasando factura ese tremendo castigo. Tenemos esta pretemporada el caso de Arian Foster, apenas ha entrenado y asegura que estará para el kickoff. El jugador lleva 956 acarreos en las últimas 3 temporadas, aventaja en 99 al siguiente en la lista. Y son acarreos, si contamos los snaps el numero de jugadas en las queFoster ha recibido alguna clase de contacto aumenta mucho mas.

Otro motivo quizás lo podamos encontrar en que los jugadores han llegado a su límite físico y muchos cuerpos no están preparados para llevar los pesos y musculaturas que tienen algunos jugadores. El cuerpo humano tiene un límite, en muchos casos parece que se ha llegado a él, los ligamentos, articulaciones y huesos en algunos casos no parece que puedan soportar ya mucho mas. Como hemos dicho muchas lesiones no son producto de un choque o contacto, caso de la brutal lesión de Keller, sino que son musculares, de articulaciones o las temidas roturas de ligamentos o roturas del tendón de Aquiles, lesiones que llevan a la finalización anticipada de la temporada.

En ciertos mentideros de la liga, entrenadores que no quieren que se den sus nombres, empieza a haber sospechas de que algo está pasando. La NFL como sabemos casi todos los aficionados ha mejorado su política sobre el doping, pero todos sabemos que sigue siendo una política muy “light” y sobre todo porque hay una patata caliente que ni la liga ni el sindicato de jugadores termina de resolver, las controvertidas hormonas para el crecimiento.

LOS JUGADORES DEL SIGLO XXI

Los jugadores actuales no sólo son mas grandes y fuertes, por ejemplo la mastodóntica OL que hizo famosa a Dallas en la era de Jimmy Johnson es hoy una línea estándar. Jugadores que hace no tanto solo podían aspirar a jugar como miembros de las llamadas trincheras ahora juegan en cualquier posición en el campo, de LB, de WR o TE. Hace unos años el WR David Boston asombraba a todos por su cuerpo y musculatura, pero no tardaron en aparecer especímenes parecidos como Terrell Owens o el caso mas reciente de Calvin Johnson, un auténtico mastodonte cuya altura, cuerpo y velocidad hacen casi imposible cubrir.

El WR David Boston (AP)

¿Y que podemos decir de los TE? Se suele decir que muchos son jugadores de baloncesto reciclados, grandes y con buenas manos y que pueden usar su tamaño para bloquear, pero jugadores como Rob Gronkowski o Vernon Davis escapan a ese rol, son auténticos gigantes en cuerpos donde cada músculo parece cincelado.

No estoy sugiriendo que estos jugadores tomen sustancias, ni mucho menos, pero empieza a correr como la pólvora que los tamaños que empiezan a alcanzar algunos jugadores puede estar relacionado con algo mas que el trabajo de gimnasio y una dieta adecuada. Si a eso añadimos las mil y una pegas que se están poniendo al control de las hormonas del crecimiento, todo está bajo sospecha.

La MLB en ese aspecto lleva una clara ventaja a la NFL y ya nadie duda que hubo un tiempo muy oscuro. Las consecuencias ya las estamos viviendo, jugadores que cimentaron sus carreras en esa época, pese a no haber sido jamás pillados en ningún control, están viendo como las puertas del Hall of Fame se les están cerrando. Este año hemos visto como el pitcher que mas veces ha ganado el Cy Young, un premio al mejor lanzador de la temporada, Roger Clemens, se quedaba fuera del HOF. Lo mismo le ocurrió a Barry Bonds, el jugador con mas HR de la historia y que ostenta el récord de mas HR en un sola temporada. En la MLB se empieza a comparar ciertas marcas con marcas de antes de esa época oscura.

No quiero dejar la sensación de que existe doping, pero sí tengo claro que los jugadores actuales no solo son mas grandes y atléticos, sino que juegan a una velocidades que no son normales, que se ha llegado a un límite realmente peligroso. Si uno quiere ver esto le basta con hacer un sencillo ejercicio, ver un partido de décadas pasadas y ver un partido actual, y no, no es que aquellos jugasen a cámara lenta, es simplemente que la velocidad a la que se juega actualmente es de otra galaxia. Jugar a esas velocidades también conlleva mayores riesgos, todos los giros, cintas, frenazos en seco y todos los movimientos se hacen a una velocidad infinitamente mayor, lo que conlleva que las articulaciones y ligamentos soportan presiones que pueden ser muy altas y arriesgadas, lo que conlleva inevitablemente a roturas.

Por último no podemos descartar algo que es todo lo expuesto anteriormente y algo mas. El número de jugadores que quieren entrar a formar parte de la liga crece cada año. El número de universidades ha aumentado de forma espectacular, hay cientos de equipos y por tanto miles de jugadores, y esos miles de jugadores muchos quieren jugar en la NFL. A los equipos se les permite durante la pretemporada tener hasta 90 jugadores en los TC. Las mayoría de equipos tienen casi configuradas y cerradas sus plantillas con veteranos bajo contrato y novatos seleccionados en el draft, lo que deja unas pocas plazas para decenas de jugadores y solo unos pocos serán los elegidos.

Andrew Brandt, mas de 20 años como ejecutivo en la liga, decía hace poco en The MMQB de Sports Illustrated que los equipos no disponen mas que de 5 a 6 plazas abiertas y hay casi 50 jugadores luchando por ganarse esas plazas. Eso hace que aumente la competitividad, que los jugadores que luchan por entrar en un roster vayan todos al límite aunque conlleve lesionarse, saben que es la única oportunidad que probablemente vayan a tener para entrar en un roster, o en su defecto en el practice squad. Algunos incluso sueñan con ser el siguiente Wes Welker o Victor Cruz, jugadores que se ganaron su plaza en el roster en esas sesiones de entrenamientos y minutos que disfrutaron en partidos de preseason.

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Todos estos factores están constituyendo que las lesiones vayan a mas. Yo soy mas de la opinión que las sesiones intensas y la competencia generan que muchos jugadores vayan al límite. Ese ir al límite está llevando a muchos jugadores a tener cuerpos que están alcanzando proporciones preocupantes, por mucho músculo o kilos que uno le pueda meter a cualquier cuerpo existe un marco, el esqueleto, y unas articulaciones, que no pueden quizás ya soportar mucho mas. Si todo eso le añadimos que se juega a velocidades altísimas, tenemos un coctel muy peligroso que puede llevar a lo que estamos viendo, muchas, muchísimas lesiones.

Mucho me temo que lo que ha ocurrido esta pretemporada es solo el preludio de lo que nos espera en el futuro., por eso tendremos que empezar a convivir con ello, en mi caso lo que mas me interesa de la pretemporada es ver que mi equipo termine sin lesionados. La NFL se ha convertido en una liga brutal donde entrar a formar parte de un roster es un lujo que solo unos pocos elegidos alcanzan tras un enorme esfuerzo y pagando un alto precio con su cuerpo. Aquellos que quieran entrar o seguir deberán ir cada vez mas al límite en unos cuerpos y velocidades que cada vez son mas altas. Existe un exceso de oferta y solo unos pocos pueden ser elegidos, y eso que cada vez leemos mas aquello de que no nunca dejaría jugar a mis hijos al football al ser un deporte tan peligroso.

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