Era el partido más esperado de la primera jornada en la NCAA y ciertamente no decepcionó. Clemson #8 derrotó a Georgia #5 por 38-35 en una noche inolvidable en un Memorial Stadium que dos horas antes del kickoff ya era una olla a presión.
El quarterback de Clemson Tajh Boyd fue sin duda el gran heroe de la noche con una de esas actuaciones cuyos ecos permanecen durante años en el recuerdo de los fans interviniendo, nada más y nada menos, que en los 5 touchdowns anotados por su equipo, tres de ellos de pase y otros dos de carrera.
La victoria de los Tigers les legitimiza como uno de los rivales a batir este año e impulsa la candidatura de Boyd al Heisman Trophy. El QB terminó con 312 yardas totales en ofensiva, record de Clemson para un partido inaugural.
Georgia consiguió más yardas totales pero Boyd hizo las jugadas cuando realmente importante mientras que el QB de Georgia Aaron Murray sufría hasta 4 sacks.
Un TD en carrera de 4 yardas de Boyd en el primer cuarto puso a Clemson 7-0, y un envío suyo de 77 yardas para Watkins puso a los Tigers 14-7. En el tercer cuarto encontró a Zac Brooks en un pase de TD de 31 yardas y, para rematar la faena, también consiguió el pase que resolvió el partido conectando con Stanton Seckinger.