La prestigiosa revista TIME, uno de los iconos del periodismo norteamericano, no suele dedicar frecuentemente su portada a un deportista y mucho menos a un jugador universitario. Por su cubierta es más frecuente el paso de políticos, premios Nobel, artistas, estrellas de cine… Hoy, TIME ilustra su portada con una foto de Johnny Manziel.
El epígrafe que complementa a la imagen del quarterback de Texas A&M no puede ser más claro: «es hora de pagar a los atletas universitarios.»
Our new cover: It’s time to pay college athletes, featuring Johnny Manziel (@JManziel2) | http://t.co/m0k2pKx731 pic.twitter.com/XlRDo66wlb
— TIME.com (@TIME) September 5, 2013
Manziel, que muestra la clásica pose «Heisman» tomada desde un ángulo bajo, ha sido protagonista últimamente por las informaciones en las que se le acusaba de haber cobrado dinero por firmar autógrafos en artículos deportivos que después eran vendidos por intermediarios. La NCAA, que no pudo encontrar pruebas contra el jugador, decidió tomar la extraña decisión de sancionarle únicamente con dos cuartos sin jugar.
TIME afronta el tema de la siguiente manera:
Este debate ha estado presente durante años pero ha tomado nueva urgencia después de que el quarterback de Texas A&M Johnny Manziel presuntamente recibiera dinero por firmar autógrafos a principios de año. La NCAA y Texas A&M determinaron que Manziel no habbía tomado dinero pero cuando el «escándalo» se descubrió en agosto, la pregunta más candente era: ¿por qué no iba a poder hacerlo? ‘Para mi es una locura que no esté permitido’ declaraba el running back de los Minnesota Vikings Adrian Peterson, estrella en Oklahoma. ‘Actores, actrices -esa gente puede firmar cosas y se les paga por ello. ¿Por qué no puede este chico? ¿Por qué un chico de ese nivel, al que se le va a ofrecer una importante cantidad de dinero no puede sentarse y decir ‘es mi decisión’?
Si buscamos en los archivos de TIME el anterior precedente de portada ocupada por un jugador de football universitario se remonta al 28 de octubre de 1966 cuando los jugadores de Notre Dame Jim Seymour y Terry Hanratty fueron los protagonistas.