El quarterback Josh Freeman reconoció este jueves que se durmió y se perdió la sesión fotógrafica oficial de los Tampa Bay Buccaneers la semana pasada, pero negó tener ningún tipo de problema en su relación con el head coach Greg Schiano.
Freeman, que se encuentra en el último año de su contrato rookie, no fue votado por sus compañeros como uno de los capitales de la ofensiva del equipo pocos días después de la sesión de fotos del 2 de septiembre, una distincían que había tenido desde la temporada 2010 en la que comenzó a despuntar llevando a los Bucs a un récord de 10-6 en su primera temporada completa como titular del equipo.
“»Me dormí y punto», comentó Freeman, quien completó sólo 15 de 31 pases en la derrota por 18-17 de los Bucs ante los New York Jets en la primera semana.
Los Bucs se enfrentarán ahora a los Saints en su primer partido en casa del curso.
«Hablé con los chicos la noche antes pero no me levante a tiempo,» reconoció Freeman. «La posición de quarterback es un puesto de liderazgo y obviamente faltar a la foto es un asunto serio. Es algo por lo que me siento mal y es onviamente decepcionante pero, al mismo tiempo, tienes que sobreponerte, porque, te guste o no, los Saints llegan a la ciudad.»
Freeman añadió que no ha tenido ningún problema por el hecho de su incierta situación contractual y las recientes historias que hablan de roces con el coach Schiano.
«Hoy ha sido uno de nuestros mejores entrenamientos,’’ añadió. «Imagino que se habla mucho fuera de este edificio peor dentro de estos muros, estamos 100% concentrados en los Saints. Realmente me gusta jugar para el Coach Schiano. Lleva las cosas al nivel personal.»
«Se trata de camadería, de hermandad, de familia, de creer unos en otros y de creer los unos en los otros. Es realmente refrescante, es divertido jugar para el coach.»