Antecedentes muy peligrosos

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Fran Tarkenton

Voy a empezar con una historia personal que me servirá para luego entrar en materia. Mas de una vez me han preguntado porque mi equipo son los Miami Dolphins y lo cierto es que nunca lo he dicho. En mi biografía de este website dice que mi primer recuerdo relacionado con la NFL es Fran Tarkenton, lo que debería hacerme por tanto aficionado a los Minnesota Vikings, sin embargo no lo soy y eso que guardo como oro en paño un antiguo banderín de los Vikings, me lo regalaron en el Kindergarden como premio por haber ganado algo. De los Vikings me gustaba su logo y el casco color púrpura, que a fecha de hoy sigue siendo uno de los mas bonitos de la NFL. Tengo que añadir que entonces vivía en Chicago y por la TV se podían ver casi todos los partidos de los Vikings.

Me dejó impactado aquel jugador que parecía el jefe del equipo, llevaba el dorsal número 10, era Tarkenton. El QB fue elegido por los Minnesota Vikings en el draft de 1961, también por los Boston Patriots de la AFL, pero el QB decidió jugar en la NFL, una liga mucho mas establecida que aquella liga recién creada. En 1967 traspasaron Tarkenton a los New York Giants donde jugó 5 temporadas, hasta que nuevamente fue enviado en 1972 de vuelta a los Minnesota Vikings de Bud Grant. En aquella época empezaba a ver mis primeros partidos de football, tenía poco mas de 4 años y me quedé encandilado de aquel QB, que no solo era el jefe, sino que se movía como un demonio de Tasmania por el campo, Tarkenton es considerado el primer QB scrambler.

Los Vikings en 1974 llegarían a la Superbowl, era su segunda presencia en el gran partido, la primera de Tarkenton. El que era entonces mi equipo favorito jugarían la Superbowl contra los Miami Dolphins de Don Shula, el vigente campeón, aunque yo eso lo desconocía por completo. Los Dolphins ganaron con relativa facilidad a los Minnesota Vikings, pero entonces me pasó algo. Yo nunca había visto a los Dolphins, pero el verano anterior mi padre nos llevó de vacaciones a Florida y allí nos llevó a ver un espectáculo de delfines a un parque acuático, desde entonces han sido para siempre mi animal favorito.

Vikings Vs. Dolphins en la Super Bowl VI

Cuando en la que fue mi primera Superbowl, desde entonces las he visto todas en directo, vi aquel logo con un delfín en el casco me cambié de equipo sobre la marcha, no suena muy bien, pero tenía 6 años y los delfines eran mi obsesión, Flipper junto al hombre de los 6 millones de dólares, Lee Majors, eran mis ídolos. Desde entonces me dieron igual Tarkenton, el color púrpura y el logo, yo quería ser de los Miami Dolphins. Además quería ser como Larry Csonka, un tipo enorme que atropellaba y pasaba por encima de los defensas de los Vikings. Por último había algo que además no encajaba, vivía en Chicago y los Vikings eran rivales divisionales de los Bears, lo que hacía aconsejable ante mis compañeros de colegio no ser de los Vikings. Allí se puede decir que empezó mi idilio con los Miami Dolphins, con la NFL había empezado un año antes.

En aquel entonces, década de los 70, la actualidad de la NFL era muy local, como vivía en Chicago casi todo se reducía a saber que ocurría con los Bears, Packers, Vikings y Lions, la antaño “Black & Blue Division”. Del resto de los equipos te tenias que enterar por los resúmenes y periódicos, a esa tierna edad mis padres no me dejaban aún ver el Monday Night y me mandaban a la cama, única ocasión en que se televisaban a los equipos a nivel nacional y una de las pocas oportunidades que tenías de ver a otros equipos. La ESPN no existía tampoco.

En 1984 las cosas habían cambiado en cobertura y la NFL se había vuelto una liga nacional con mucha mas expansión, ya no solo veías la actualidad de los equipos de tu región, sino que ahora también podías ver a otros equipos de otras partes, también era mas mayor y mis padres si me dejaban ver los Monday Night y teníamos dos TV en casa, con lo que nos les privaba de ver sus programas favoritos.

En 1984 un QB tomó la liga al asalto, hablamos de Daniel Constantine Marino, un jugador de 2º año que ya el año anterior había impresionado a la NFL con la mejor temporada de un QB rookie desde los remotos tiempos de Greg Cook. Marino lo tenía todo, alto, fuerte, gustaba a las chicas con su melena rizada, su fotogenia y enorme sonrisa cautivaba a todos. Para rematarlo era el mejor QB que la liga había visto en mucho tiempo. Joe Montana ya estaba en los San Francisco 49ers, pero solo había ganado una Superbowl, nunca en la NFL se había conocido algo igual. Su release, heredado de su carrera como pitcher de baseball, no tenía igual, desde que se ejecutaba el snap hasta que Marino soltaba el pase pasaban menos de 3 segundos, tenía por brazo un lanzamisiles y su precisión era milimétrica. Ni una sola defensa fue capaz de buscar fórmulas para aquel vendaval aéreo.

El poseedor del récord de yardas en aquel tiempo era Dan Fouts, el QB de los San Diego Chargers que jugaba bajo las órdenes de Dan Coryell, el padre del juego vertical y de pase. Fouts rompió en 1979 el legendario récord de Joe Namath, primer QB en pasar de 4.000 yardas, y lo dejó en 4.082 yardas, marca que él mismo batiría en 1980 y 1981 cuando dejó en la marca en 4.715 y 4.802 yardas. En 1982, una temporada recortada a 9 partidos por una huelga de jugadores Fouts promedió 320 yardas por partido, de no haber mediado la huelga quizás hubiera sido el primer QB en superar la mítica marca de 5.000 yardas, llevaba camino de ello.

Marino en 1984 llevó la marca a lugares desconocidos, no solo sobrepasó las 5.084 yardas, nadie lo había hecho hasta entonces, sino que pasó para 48 TD. Nadie se había acercado a los 40 TD hasta entonces, el récord pertenecía a Y.A. Title con 36 TD y databa de 1963, era un temporada de 14 partidos y la equivalencia en 16 partidos serían 41 TD. En todo caso la marca de Marino fue estratosférica, llevó las marcas a sitios donde nunca nadie antes se había siquiera acercado. Aquella temporada le valió al QB ser MVP, Offensive Player, Hombre del año y cuanto premio deportivo que existiera, contratos publicitarios, portadas en todas las revistas y una fama sin precedentes. Marino era el contrapunto a Montana, mucho mas alto, mas guapo, mas atlético (entonces aún se movía), el auténtico Poster Boy.

Los Dolphins empezaron la temporada 11-0, su primera derrota llegó precisamente ante los San Diego Chargers de Fouts a cuyas marcas Marino se estaba acercando peligrosamente. Terminaron la temporada 14-2, avanzaron en los playoffs con bastante facilidad y se plantaron en la Superbowl, donde llegaron el cartel de favoritos. Allí los esperaban los San Francisco 49ers de Montana, el equipo mas silencioso de toda la NFL, alejado en el Oeste logró un 15-1, nunca un récord tan bueno tuvo menos repercusión, pero no tenían el glamour ni el brillo de aquellos Dolphins, sobre todo no tenían a un QB que había pulverizado todos los récords y que era el Golden Boy de todo un país rendido a sus pies (Montana hasta entonces solo había ganado una Superbowl). Curiosamente todo aquello se volvió en contra de los Dolphins y sirvió de motivación a los 49ers que con 15-1 se veían relegados a un segundo plano con toda la prensa rendida a Marino y el explosivo ataque aéreo con los “Mark Brothers” (Mark Clayton y Mark Duper).

Los 49ers tumbaron a los Dolphins de Marino

Los 49ers aquellos fueron el primer equipo que encontraron una fórmula para detener a Marino. George Seifert, el que mas tarde sería Head Coach de los San Francisco 49ers y Carolina Panthers, ideó un perfecto plan defensivo con un solo objetivo, eliminar a Marino de la ecuación, también es cierto que Seifert contaba con las piezas necesarias para hacerlo, aquellos 49ers no en vano terminaron 15-1 por tener una de las mejores defensas del campeonato. El ataque liderado por Montana con un sólido Roger Craig derrotaron al gran favorito de las apuestas, al equipo de la sensación del año. Entonces se dijo que Marino tendría la oportunidad de volver a ganar una Superbowl, era su segunda temporada y solo tenía margen de maniobra. Nunca mas regresó al gran partido, lo mas cerca que estuvo desde entonces fueron dos finales de conferencia.

EL PESO DE LA HISTORIA

Los 4 grandes

¿Y por qué os cuento esta historia de los Minnesota Vikings, Fran Tarkenton, Miami Dolphins y Dan Marino? Pues mirad, desde que llevo viendo football, unos cuantos años ya, he visto hacer grandísimas temporadas a muchos QB y ataques. Yo sigo diciendo que aquella temporada de 1984 sigue siendo la mejor aunque QB como Peyton Manning, Tom Brady o Drew Brees han superado las marcas de Marino, aquellos récords duraron mas de 20 años y salvo Drew Brees que sí elevo considerablemente la marca de las yardas, el de número de TD solo ha subido en 2, los 49 de Manning primero y luego los de Brady a 50, Marino la paso en 12 TD.

La temporada de Peyton de este año es lo mas próximo que he vivido a aquello. Cuando Marino rompió el libro de los récords nadie había pasado de loas 5.000 yardas ni nadie se había acercado a los 40 TD, Manning esta temporada podría perfectamente lograr lo que sería el siguiente hito, superar las 6.000 yardas y pasar no solo de los 50 TD, sino dejarlo mas cerca de los 60, cuando Marino superó su marca le añadió 12 TD a la marca de Title, si Manning repite la hazaña lo dejaría en mas de 60 TD, le bastan 10.

Pero como os he contado, la fantástica temporada de 1984 terminó sin premio. El QB era imparable hasta que Seifert demostró lo contrario. En mi caso particular nunca he sido capaz de ver aquella Superbowl de nuevo, tengo todas en DVD y aquella sigue guardada en la caja, no tengo valor de verlo, ese día es seguramente el día mas triste en toda la historia de los Miami Dolphins, y mira que los “dolphanatics” sabemos de decepciones.

Los otros QB que tuvieron grandes temporadas tras aquella y que me vienen a la memoria fueron las de Kurt Warner de 2000, Peyton Manning de 2004, Tom Brady de 2008, Aaron Rodgers y Drew Brees de 2011. Todas, absolutamente todas se quedaron sin premio en forma de Superbowl, todos cayeron en los playoffs y quien mas lejos llegó fue Brady, quien al igual que Marino vio esfumarse una temporada de ensueño en la Superbowl. Lo mismo les ha sucedido a equipos que baten todos los registros. Aquellos Dolphins de 1984 no batieron la marca de puntos en una sola temporada, lo habían conseguido los Washington Redskins de Mark Rypien la temporada anterior, pero equipos como los Minnesota Vikings de 1998 o los New England Patriots de 2007, que dejaron registros de otro planeta, también se quedaron sin premio.

BRONCOS 2013

Manning, Welker y la ofensiva de los Broncos dominan (AP)

La temporada de Manning, y de los Broncos, me vienen recuerdos de aquel año 1984, les separan 29 años. Nadie hasta entonces había visto nada parecido, como nadie podía pensar que la temporada de Manning podía ir como va estas alturas de temporada, 20 TD sin haber sido interceptado ni una sola (la anterior marca era de 16 y pertenecía a Mike Plum, estuvo 10 partidos sin ser interceptado ). Cada partido de Peyton es aún mejor que el anterior, en lugar de contar los pases completados lo que empieza a ser noticia es que los pases no solo no son incompletos, sino que son drops, por tanto no culpa del QB, sino del receptor, los niveles de perfección que estaba alcanzando Peyton bordaban lo ridículo. Los que ahora alucinan con Peyton tienen que hacerse una idea que los que vivimos aquello en 1984 vivimos las mismas sensaciones.

El pasado domingo, en un partido donde las defensas no hicieron acto de presencia y se tomaron la tarde libre, 99 puntos totales lo atestiguan, los Dallas Cowboys y los Denver Broncos, decidieron jugarse el partido a tiro limpio a pecho descubierto (sin defensa). Dejaron un partido memorable con un marcador de baloncesto, donde hasta ganó el equipo que tuvo la última posesión, como suele ocurrir en baloncesto. Tony Romo jugó el mejor partido de su carrera con 506 yardas de pase y 5 TD, tenía posesión y tiempo para poder batir el record de Norm Van Brocklin de 554 yardas, pero pasó aquello que ha hecho famoso al QB, cometer el error cuando toda la presión y atención estaban encima de él en un lanzamiento mal ejecutado. Lo malo es que probablemente eso le sea tan recordado como aquel fallo en el FG en un partido de playoffs en Seattle, se recuerdan mas los fallos que los aciertos, así de cruel es la memoria.

Pero lo mas importante no fue el marcador o la también memorable actuación de Peyton, lanzo para 4 TD y anotó uno de carrera en una jugada donde engaño hasta a la realización de la TV, sino que Denver es un equipo muy batible, en una encuesta organizada por ESPN casi el 60% entre mas de 200.000 votantes lo atestiguan y eso debería preocupar mas ahora mismo en Manning y en los Broncos, es un equipo con alguna que otra debilidad en su secundaria, casualmente en el mismo sitio donde Joe Flacco les hizo un roto la temporada pasada.

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El domingo yo decía que el ganador del partido no estaba en el campo y no eran los New Orleans Saints sin haber jugado en Dallas ni enfrentarse a Romo. Los New Orlean Saints son probablemente el único equipo junto a los propios Cowboys con suficiente potencia de fuego para enfrentarse a un partido a disparo limpio con los Broncos y hacer pupa a esa secundaria, pero a diferencia de los Cowboys cuentan con suficiente recursos en defensa para poder quizás no detener, pero si parar en alguna ocasión a Peyton Manning y que por una vez sepamos quien es el punter de los Broncos.

Por eso la lección que me gustaría dejar es esta, siempre que un QB ha hecho una temporada para el recuerdo, de esas que 30 años después se sigue uno acordando, donde se baten todos los récords habidos y por haber, donde los registros no son normales, pero algún extraño motivo el Vince Lombardi es esquivo y se termina por escapar. Dan Marino en 1984 y Tom Brady en 2007 se quedaron sin premio en la misma Superbowl a donde llegaron con la clara aureola de favoritos. Peyton Manning en 2004 perdió donde Peyton siempre solía pinchar, en los playoffs.

Este año la Superbowl se juega en New York en febrero y en un estadio abierto, la temperatura a la hora del partido podría ser perfectamente varios grados bajo cero y con esas temperaturas Manning no es precisamente el mejor de los QB. Pero además de esos factores, que puede que sean secundarios o no, Denver dejó señales de que es un equipo con debilidades, bastaría un mal día de Peyton para que todo el invento se venga abajo y una temporada de ensueño se vaya al traste. También un excelente game plan defensivo como el que plantearon los San Francisco 49ers o los New York Giants podría dar al traste con el sueño de hacer la mejor temporada de la historia y rematarla con una Superbowl.

Y volviendo con Dan Marino, tras 17 años en la liga el QB se llevó consigo el libro de los récords, entonces se dijo que quedó enterrado, aunque Brett Favre, Drew Brees, Tom Brady y Peyton Manning lo han ido desenterrando. Un día en una entrevista Dan Marino dijo que quizás hubiera preferido tenido menos récords y mas un anillo.

  • Toda iniciativa que sea contra la lucha del cáncer es bienvenida. La NFL desde hace años se caracteriza por ser uno de los promotores de esta lucha y durante el mes de octubre el color rosa tiñe la competición. El año pasado, a iniciativa de un chico que mandó una carta a Roger Goodell, se cambiaron los pañuelos amarillos de los árbitros por otros de color rosa, pero solo se utilizaron una semana. Este año el color rosa se ha extendido por zapatillas, calcetines, muñequeras, cinturones y en las toallas que muchos jugadores llevan colgados del cinturón, toallas que es suficiente con un simple tirón para que caigan al suelo. En el partido que enfrentaba a los Colts y Seahawks se paró una jugada porque todos en el campo pensaron que había una falta, incluso la TV sacó la marca de la falta, pero tras la reunión arbitral se dieron cuenta que no había habido ninguna falta, sino que una de las toallas de los jugadores que se había caído provocó la confusión. Desconozco si esto mismo sucedió en otros campos, lo que sí es cierto es que la NFL ha decidido regresar a los pañuelos amarillos para evitar mas capítulos como aquel. Como todo en la vida los excesos acaban siendo eso, excesos y lo del color rosa empezaba a ser exagerado y bordando lo ridículo.

  • Hace apenas un mes los Cleveland Browns eran junto con los Jaguars y Raiders los claros candidatos a pelear por el número uno del draft. En un mes de competición los Browns colideran la AFC North con tres victorias y dos derrotas y es un equipo en crecimiento. La defensa ya estaba allí, algunos lo habíamos avisado, el grupo del año pasado no era nada malo y se había reforzado notablemente con el fichaje de Paul Krueger en la agencia libre y la elección de Barkevious Mingo en el draft, que se unían a jugadores como Phil Taylor o Joe Haden para conformar una unidad con calidad. La unidad además está coordinada por Ray Horton, un coordinador de referencias impecables y que sonó incluso para algún puesto de Head Coach. Los resultado no han tardado en verse, la defensa de Cleveland está entre las mejores de la competición. En ataque el cambio del QB Brian Hoyer y la salida del TR Trent Richardson revitalizó un ataque anémico y muy plano, pero la mala suerte se cebó con Hoyer que se rompió la rodilla en la primera parte siendo reemplazado por Brandon Weeden, que tras ser abucheado acabó haciendo un trabajo impecable y contó con la colaboración de un viejo rockero como Willis McGahee, jugador que con mas de 11 años en la liga sigue rindiendo y ganando esas yardas duras.
  • Los Raiders eran los otros candidatos a jugarse el primer puesto del draft, pero tras poner en serios apuros a los Indianapolis Colts y vencer tanto a Jaguars como Chargers, la percepción del equipo ha cambiado notablemente. Terrell Pryor puede ser un QB atípico y con una mecánica de lanzamiento mas atípica aún, pero con él en el campo los Raiders son una amenaza para cualquiera y tienen al menos una oportunidad, algo que la semana pasado no pudieron demostrar cuando tuvieron que jugar con Matt Flynn como QB titular. Es tal la confianza que Dennis Allen tiene en su QB que el equipo ha decidido prescindir de Flynn aunque ello le cueste tener que pagarle lo que resta de salario, algo que en todo caso hubieran tenido que hacer, pero así se evitan cualquier posible controversia en el vestuario con un QB que vino para ser titular y que por segunda vez pierde el puesto en los Training Camp. Los Raiders no van a luchar por la AFC West ni tan siquiera por una plaza de wildcard, pero lo que si han dejado claro es que pese a la falta evidente de talento en el roster van a luchar en todos y cada uno de sus partidos hasta el final y van a ser un hueso muy duro de roer.

  • Flynn seguro que encontrará algún hueco en un roster como suplente pero su nulo rendimiento es dar la razón a Joe Philbin cuando no quiso contar con el QB como nueva piedra angular de su proyecto en Miami. El QB, que fue elegido hace 6 años en 7ª ronda, ha ganado un auténtico pastizal, casi 15 millones de dólares por una sola titularidad y está viviendo de las rentas de su partido ante Detroit donde pulverizó todos los registros de un QB de una franquicia como Green Bay, además de haber estado 4 años formándose en la que muchos consideran la mejor escuela de QB, Green Bay. Dada la crisis de QB de calidad que hay ahora mismo en la NFL, sobre todo de suplentes capacitados, no me extrañaría que para cuando se publiquen estas líneas Flynn haya encontrado otro equipo donde pasar las tardes de los domingos en la banda, incluso puede que acabe volviendo a la propia Green Bay, ser suplente de Aaron Rodgers es algo que cotiza al alza, como lo fue en su día serlo de Brett Favre, jugadores como Mark Brunnell, Aaron Brooks o Matt Hasselbeck pueden dar buena fe de ello.
  • Las dos polémicas de QB mas grandes ahora mismo están sin duda alguna en dos equipos de la AFC South, aunque por diferentes motivos. En Jacksonville cada día resulta mas inexplicable que Blaine Gabbert pueda siquiera pisar un campo, lanzó un pase de 67 yardas para el WR Justin Blackmon en su regreso tras su suspensión, que sirvió para que los Jaguars se pusieran por delante en el marcador. Poco después Gabbert lanzaba la intercepción mas absurda que he visto en años, la mandó directamente a las manos del defensa rival, inexplicable que pudo ver porque el jugador mas cercano que había de su equipo estaba a metros de donde lanzó el pase con lo que lo del fallo de comunicación no es disculpa. El QB se lesionó y acabó siendo reemplazado por Chad Henne, que podemos resumirlo en que si íbamos para Guatemala terminamos en Guatepeor. El otro centro de polémica está en Houston, donde el tópico de “tenemos un problema” es mas realidad que nunca, los Texans tienen un problema que se llama Matt Schaub. La poca confianza que podía tener el QB tras haber encadenado 3 partidos consecutivos con un “Pick 6” se fue al traste cuando en el primer drive de los Texans, y no habían pasado ni dos minutos de partido, Schaub fue objeto de otro “Pick 6”. Otra intercepción daría lugar a otros 7 puntos cuando los 49ers anotaron en el siguiente drive dejando tocado y hundido al QB. El problema soy de la opinión que está tanto en el jugador como en la banda, Schaub no es un QB que tenga galones ni bemoles para cambiar las jugadas y hace lo que le dictan desde la banda, pero es mas fácil culpar al QB que al que canta las jugadas.
  • Mientras en Houston buscan solventar su problema sin salirnos de la división los Indianapolis Colts hicieron aquello que sus rivales de división no supieron hacer, ganar a los Seattle Seahawks en un partido tremendo, muy físico, con continuos cambios en el marcador y donde ambos equipos dieron el 100% de lo que tenían, incluso en el caso de los Colts dieron mas de ese 100%. La derrota para los Seahawks tampoco supone una gran pérdida, es un partido inter conferencias, pero los Seahawks tienen que empezar a mirar hacía el sur, los New Orleans Saints están 5-0 y estos son los primeros que saben que ganar en el Century Link Field es un reto casi imposible. Tal y como van ambos equipos no sería nada de extrañar que entre ambos se jueguen el factor campo en los playoffs, pocos equipos cuentan con un factor tan importante a su favor y la lucha por hacerse con ese Seed nº 1 puede ser antológica para ambos equipos, por cierto se verán las caras en la Regular Season en un Monday Night que tiene a la ESPN aplaudiendo con las orejas. Los Colts por su parte la victoria les sirve para reivindicarse como el equipo a batir no solo en la AFC South, sino en la Conferencia Americana y es una tremenda inyección de auto estima. En todo caso a mi me pareció que los Colts para ganar tuvieron que ir al límite e incluso mas allá mientras que los Seahawks estuvieron en lo que podemos considerar por debajo de su nivel. Andrew Luck dio todos un clinic de como destrozar a la cacareada secundaria de los de Seattle, que seguro que bajó a la tierra, algo que suele ser incluso positivo en muchos casos.

  • El domingo no recuerdo que analista de NFL.com lanzaba un tweet que decía que de todas las elecciones del próximo draft había una que será la mas evidente de todas sin saber siquiera quien será el elegido, pero sí el puesto. Hablamos de OLT y hablamos de Miami. La OL de Miami ahora mismo es la peor de toda la liga, incluso por debajo de líneas desastrosas como las de los New York Giants. Ryan Tannehill se comió 6 sacks, y daba igual si venían por la izquierda, donde está Jonathan Martin, o por la derecha, donde está Tyson Clabo, el agente libre fichado esta temporada para cubrir el puesto de ORT. Terrell Suggs le daba igual ponerse en un lado u otro, el sack le iba a caer al QB igual. A pesar de todo los Dolphins tuvieron la oportunidad de empatar o ganar el partido en el último drive, lo cierto es que el ataque de Baltimore es una castaña de cuidado, pero con una OL como la que tiene Miami para proteger a su QB es imposible hacer nada, bastante hizo Tannehill con terminar el encuentro sin lesionarse tras recibir media docena de sacks, lo que eleva el total en lo que llevamos de temporada a 22. Siendo esto pésimo no fue lo peor, en verano se rumoreó el interés de los Dolphins por hacerse con Eugene Monroe, el OLT de los Jaguars que se había vuelto prescindible tras la elección de Luke Joeckel. Se desconoce si Jeff Ireland hizo alguna gestión, pero viendo lo que han pagado los Ravens por él, una 4ª y 5ª ronda, es un saldo a la vista de los problemas que tiene Miami con su OL. Todo el gran trabajo que Jeff Ireland ha podido hacer reforzando el equipo en todas partes puede irse al traste si no haces primero el ABC del football, dar protección a tu QB, QB sobre el cual por cierto están depositadas todas las esperanzas de la franquicia.
  • Los Detroit Lions es un equipo que hace tiempo no me convence en absoluto. Los problemas de disciplina de muchos jugadores parecían superados e incluso el tremendo trabajo esta temporada del Front Seven con Suh y Fairley a la cabeza tapaban las deficiencias de una secundaria que continúa siendo una colección de bultos sospechosos. En ataque la llegada de Reggie Bush había conseguido la cuadratura del círculo, Detroit tenía ese RB que por fin era una amenaza creíble para que Matt Stafford no tuviera que centrarse solamente en Calvin Johnson y en el juego de pase. Pero con Detroit siempre me sucede lo mismo, es un equipo al que no creeré hasta que no me demuestre que es capaz de ganar en Lambeau Field, algo que no hace desde 1991, tiempos de Barry Sanders. La ocasión la pintaban calva, tras ganar de forma convincente tanto en ataque como en defensa a los Chicago Bears y ponerse líderes de la NFC North, los Lions tenían una oportunidad histórica, ganar en Lambeau hundiendo a los Packers y reivindicarse como una realidad. Y paso lo segundo que muchos llevábamos tiempo esperando, saber qué tal rinde Stafford sin Johnson, era la primera vez que se quedaba sin su objetivo de referencia, un jugador al que ya dejado ya patente señales que le puede lanzar en triple cobertura que da igual y casi dirigido el pase a la grada, Megatron la bajará. Y Stafford estuvo perdido casi todo el partido mientras su defensa daba la cara. Y sí, es fácil decir que faltaban su WR estrella y su 2º WR, Nate Burleson, pero Stafford computa la friolera de 17.82 millones contra el Salary Cap tras renovar este verano, es primera elección absoluta del draft y el domingo estuvo tan ordinario como Sam Bradford o Joe Flacco, QB que se han llevado lo suyo por sus altísimos emolumentos y su poco rendimiento.
Megatron & Stafford
  • No llevamos apenas 5 semanas de competición y una de las frases de moda es “pensar en la temporada que viene”. Eso lo puede entender en equipos como Jacksonville u Oakland, pero ya suena en equipos como Pittsburgh, New York Giants, Tampa Bay, equipos que no saben lo que es ganar aún esta temporada, como si eso fuera motivo para renunciar a lo que queda de competición y disculpa para que todo lo que suceda de ahora en adelante es precisamente por eso, hay que empezar a pensar en la temporada que viene. Esta semana se han unido a ese “selecto” club al menos un equipo, los Atlanta Falcons, que tras caer derrotados por los NY Jets están con un record de 1-4, con tres de las derrotas en su propio estadio. Carolina pueda que se una en cuestión de una semana y sea el siguiente equipo que recurra al topicazo de “pensar” cuando lo que deberían de pensar es que pasa cuando no funcionan ahora. Y como esto siga así es posible para el mes de noviembre tengamos dos grupos en la liga, los que están pensando en la post temporada y los que están pensando en la temporada que viene cuando lo que hay que pensar es en ganar cada domingo con lo que tengo y no con lo que puede llegar a tener. Ay si Vince Lombardi levantara la cabeza…

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