Otro día de malas noticias para el fútbol americano del estado de Texas. K.S. «Bud» Adams Jr., propietario de los Houston Oilers y Tennessee Titans, ha fallecido hoy a los 90 años en su casa de Houston.
Adams, magnate de la industria petrolera, también fue uno de los inversores de la Houston Sports Association que llevó al béisbol de las Grandes Ligas a la ciudad de Houston en la forma de los Colts .45 en 1962, que tres años más tarde se convertirían en los Houston Astros, al mudarse al Astrodome.
La noticia de su muerte fue dada a conocer en primera instancia por el Houston Chronicle. La información del diario citó «causas naturales».
Adams era uno de los propietarios de la NFL de mayor edad, junto a Ralph Wilson de los Buffalo Bills, y junto a Wilson los únicos sobrevivientes de los propietarios originales de la extinta AFL.
Adams fue uno de los fundadores de la AFL -que disputó su campaña inaugural en 1960- y sus Oilers se coronaron en las dos primeras temporadas de la incipiente liga. En la década de los 1980’s, Adams amenazó con mudar su franquicia a Jacksonville, Florida, y en 1997 finalmente sacó a sus Oilers de Houston, llevando la franquicia primero a Memphis, y luego a Nashville, antes de transformarlos en los actuales Tennessee Titans.
Los Oilers fueron el primer equipo de fútbol americano profesional en disputar todos sus partidos como locales en un estadio techado, el Astrodome.
Los Titans llegaron a la Super Bowl XXXIV al término de la campaña de 1999, su tercera en Tennessee, cayendo ante los St. Louis Rams.
Roger Goodell, comisionado de la NFL, lamentó la partida de Adams, describiéndolo como un «pionero» del juego.
«Bud Adams jugó un rol clave en el crecimiento del fútbol americano profesional como pionero e innovador», expresó Goodell en un comunicado emitido por la liga. «Como miembro fundador de la American Football League que comenzó a jugar en 1960, Bud reconoció el potencial del fútbol americano profesional y llevó el juego a nuevas ciudades y nuevos niveles de popularidad, primero en Houston y luego en Nashville. Fue un empresario brillante con gran sentido del humor que ayudó a aligerar varias reuniones tensas. Su compromiso hacia los mejores intereses del juego y de la liga fue inquebrantable, y su impacto personal junto al impacto del equipo en la comunidad y filantropía, impusieron un estándar para la NFL. Extendemos nuestras más profundas simpatías a sus hijas Susan y Amy, y a toda la familia».
La muerte de Adams llega tres días después del fallecimiento de Oail Andrew «Bum» Phillips, el head coach más destacado en la historia de los Oilers.