No fue excesivamente bonito pero en los playoffs lo más bonito es sin duda la victoria. Eso debieron pensar los New Orleans Saints que, gracias a un field goal en los últimos instantes, consiguieron arrancar una victoria (26-24) de Philadelphia que, por momentos se les había puesto cuesta arriba.
Ambos equipos empezaron muy poco entonados el partido y pronto ambos punters tuvieron que entrar en acción. En los dos primeros cuarto ni Drew Brees (20/30, 250 yardas, 1 TD, 2 ints) ni Nick Foles (23/33, 195 yardas, 2 TD) estuvieron especialmente acertados y entre ambos fueron incapaces de sumar más de 200 yardas de pase. A pesar de todo se puede decir que los Saints llegaron reforzados al descanso porque, a pesar de las dos interceptaciones sufridas por su quarterback, sólo perdían por un punto (7-6) a la hora de retirarse a los vestuarios.
El juego de carrera de New Orleans (94 yardas en la primera mitad) superaba al de los locales (35) y daba razones para el optimismo. Además, la defensa de los Saints empezó el tercer cuarto muy metida en el partido y forzando un «intentional grounding» y un sack sobre Foles, frenaron de raíz el primer drive de los locales.
Brees empezó el siguiente drive casi en el medio campo y en esta ocasión no perdonó conectando un envío de 12 yardas con Lance Moore para poner por delante a su y poco después, por medio de una corta carrera de 4 yardas de Mark Ingram (18 carreras, 97 yardas) aumentaron la diferencia hasta el 20-7.
La primera gran jugada de un hasta entonces desaparecido DeSean Jackson () puso a los Eagles en zona roja y, en cuarto down, LeSean McCoy (21 carreras, 77 yardas) recortó las diferencias con una carrera de una yarda al tiempo que se entraba en el cuarto definitivo.
Alex Henery y Shayne Graham intercambiaron field goals para mantener la diferencia en 6 tantos de diferencia pero en el siguiente drive de Philadelphia, tras una interferencia defensiva sobre Jackson, los Eagles se colocaron en la «red zone» a poco más de 5 minutos del final y Foles aprovechó perfectamente la posición para conectar con Zach Ertz en la endzone y dejar a los locales un punto arriba.
Mucho tiempo para Brees y la ofensiva de los Saints que, metódicamente combinando pases y carreras, se colocaba a distancia de field goal justo antes del «two minute warning». New Orleans quemaba el reloj convirtiendo terceros downs y todo quedaba visto para sentencia en la pierna de Graham. El kicker de New Orleans no perdonaba y el 26-24 subía al electrónico del Lincoln Financial Field al tiempo que catapultaba a los de Louisiana hacia los playoffs.
Seattle ya espera a Brees y compañía.