El mal fario como única, y pobre, excusa

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Alex Smith, cabizbajo, en un momento del partido del sábado pasado (AP)

En la final de conferencia del año 2009 los New Orleans Saints se imponían en la prórroga a los Minnesota Vikings tras anotar un FG en su primera posesión, algo que con la reglamentación actual no podría ocurrir al tener al menos una posesión de cada equipo salvo que se anote un TD. Los Vikings, liderados por el mejor Brett Favre que se recuerda desde sus años de MVP, perdían un encuentro de forma increíble y que tuvieron en su mano ganar en los segundos finales, cayó la temida intercepción cuando estaba en FG range. Los Vikings cayeron en la prórroga y la forma fue tan cruel que la NFL tomó la decisión de cambiar para la temporada siguiente las reglas de la prórroga permitiendo una posesión a cada equipo. Entonces decíamos que pocos equipos había mas abonados a la desgracia que los Minnesota Vikings, un equipo en el que siempre parece que algo tiene que pasar para perder, aquel día los turnovers mataron a un equipo que dominó el partido en todos sus aspectos salvo en el marcador final. Mas tarde aquel partido pasaría a la historia por ser objeto de investigación por el escándalo del “Bounty-Gate” y la especial dureza con que la defensa de los Saints se empleó aquel día con Brett Favre.

En aquel mismo artículo mencionábamos a los Cincinnati Bengals, también conocidos como “Bungles”, otro equipo abonado a la desgracia, no vamos a repetir toda la larga lista de acciones desgraciadas de las que está jalonada la historia de los Bengals. Los Bengals en todo caso no están eliminados de los playoffs de esta temporada por mala suerte, sino que sencillamente jugaron muy mal en ataque y no toda la responsabilidad debería caer sobre su QB. Los Chargers, que no hicieron nada extraordinario, solo tuvieron que esperar que los de Queen City se fueran dando un disparo tras otro al pie para llevarse una victoria que mas que buscarla se la encontraron.

Si hubo un equipo que no mencionamos aquel día, no sé si por olvido o simplemente porque en aquel entonces no pensábamos en ellos como un equipo plagado por las desgracias son los Kansas City Chiefs. Pero tras lo ocurrido el sábado en Indianapolis quizás sea el momento de ir incluyéndolos en esa lista de equipos que está reñido con el destino para hacer algo grande. Si algo de momento salva a los Kansas City Chiefs es que ellos a diferencia de los Minnesota Vikings o Cincinnati Bengals pueden presumir de tener una Superbowl en sus vitrinas, aunque sea la edición número IV, como también pueden presumir de ser el primer equipo que representó a la AFC en la Superbowl, aunque en realidad fueran representantes de la American Football League.

La colección de desgracias que vivieron los Chiefs el pasado sábado hacía tiempo que no se veía en un partido. Las lesiones son parte del juego, eso lo aceptamos todos, pero lo que no es tan normal es que las lesiones se vayan cebando solamente en sus jugadores claves, aún así sigue sin ser excusa para semejante colapso. En el primer drive, magnífico por cierto de los Chiefs, Jamal Charles se lesionaba él solo, se dio un golpe contra el césped artificial del Lucas Oil Stadium y de acuerdo al protocolo de conmociones de la NFL quedó inhabilitado para volver a jugar. Su reemplazo, el rookie Knile Davis, no lo hizo nada mal, pero en el colmo de la desgracia también se lesionó en una rodilla en el último cuarto. Los Chiefs tuvieron que tirar de plantilla y acabaron usando a un completo desconocido como Cyrus Gray como RB.

Ni Jamaal Charles mi Knile Davis (#34) pudieron terminar el partido (AP)

Pero esas no fueron las únicas lesiones que sufrieron los Chiefs en la tarde noche del sábado. Donnie Avery, el segundo WR del equipo, y su amenaza profunda, también tenía que dejar el partido tras una conmoción en la segunda parte, lo que obligó a tirar nuevamente de banquillo, Dexter McCluster y Junior Hemingway tuvieron que suplir su ausencia. Donnie Avery solo había tenido una recepción en todo el partido, pero fue para 79 yardas y con el resultado de un TD contra la inexistente secundaria de los Colts.

Para rematar la colección de conmocionados se unía a la fiesta el mejor CB del equipo, y uno de los mejores en su posición, Brandon Flowers, que había sujetado bien al WR T.Y.Hilton tras ordenar un cambio de marcaje. Dunta Robinson empezó marcando a T.Y. Hilton pero acabó siendo retirado del campo por su total inoperancia. La lesión de Brandon Flowers volvió a soltar a T.Y Hilton, ni un solo defensa de los Chiefs pudo con él, Husain Abdullah y Kendrick Lewis no hicieron otra cosa mas que ver la espalda del WR, y eso sí que resulta inexcusable cuando el WR llevaba ya mas de 100 yardas acumuladas y estaba claro que era la mejor arma de Andrew Luck. Aunque al final no tuvo ninguna influencia Justin Houston también se lesionó, fue en el último TD de los Colts. La siguiente posesión de los Colts fue solamente para poner la rodilla en el suelo en la formación de la victoria.

Todo ello contribuyó a una segunda parte de pesadilla, parecía que el destino se había conjurado en contra de los Chiefs en la segunda parte. Tras un comienzo magnífico en la segunda tras una primera parte casi perfecta, interceptaron a Andrew Luck para poco después anotar un TD y ponerse 28 puntos arriba. Los Colts respondieron inmediatamente anotando un TD en apenas minuto y medio, no era motivo para ponerse en modo pánico pues era solamente un “big play”, no es normal que contra una de las mejores defensas del campeonato en la temporada regular le pudieran meter “big play” tras “big play”. En el siguiente drive llegó la segunda acción defensiva digna de mención en todo el partido, un fumble forzado por Robert Mathis, lo que permitió a los Colts anotar de nuevo en apenas unos segundos. En ese mismo momento fue cuando se sabía lo que iba a pasar, los Colts, no sé como ni cuando, iban a ganar ese partido por lo civil o militar, o mejor dicho, los Chiefs iban a encontrar como perderlo.

A partir de ese momento empezaron a salir todos los viejos fantasmas del pasado de los Chiefs, sus aficionados no tardaron ni segundos en recordar derrotas del pasado como aquella de la temporada 1995. Aquel año los Chiefs, el mejor equipo de la NFL con un record de 13-3, liderados por el ex QB de los San Francisco 49ers Steve Bono, caían de forma miserable ante los Indianapolis Colts de Jim Harbaugh, un equipo que entró como equipo de Wildcard con un record de 9-7. Aquel día el que estuvo negado no solo fue Bono, un jornalero que sacó a relucir todas sus limitaciones, sino que quien falló de forma clamorosa fue Lim Elliot, el kicker de los Chiefs, marró los 3 intentos de FG que  tuvo ese día. Los Chiefs perdieron 10-7 y Marty Schottenheimer añadió otro capítulo mas a su negra leyenda en la post temporada.

En 1997, dos años después, los Chiefs nuevamente terminaban con la mejor marca de la temporada regular (13-3) y recibían en la ronda de Divisionales a los Denver Broncos, que terminaron segundos tras ellos y a los que habían derrotado en la temporada regular. Los Chiefs tenían de nuevo a un ex49ers como QB, Elvis Grbac, tras su lesión  fue reemplazado por un jornalero como era en aquel entonces Rich Gannon. Con Rich Gannon al mando de las operaciones los Chiefs jugaron su mejor football, empezó seis partidos para terminar con una marca de 5-1. En los playoffs Marty Schottenheimer tomó la decisión de devolver la titularidad a Elvis Grbac y este le devolvió el favor jugando un partido desastroso que encendió al publico de Arrowfield que quería ver a su nuevo héroe. Los Broncos ganaron por muy poco, 14-10, avanzarían hasta la final de conferencia para terminar jugando y ganando la Superbowl. Semanas después la polémica seguía en Kansas, nadie entendía porque se cambió de QB. Rich Gannon una temporada después abandonó Kansas como agente libre para acabar brillando en Oakland, donde ganó 2 MVP de forma consecutiva.

Los Chiefs han continuado llegando después de aquella experiencia a la post temporada, aunque ninguna de aquellas derrotas fueron tan dolorosas como las que acabamos de describir. Fueron superados en dos ocasiones por los Indianapolis Colts de Peyton Manning, otra vez por unos Baltimore Ravens muy superiores, todas ellas fueron derrotas incuestionables.

EL ÚLTIMO COLAPSO

Pero entonces llegó 2014, los Chiefs empezaron la temporada 9-0 para acabar 2-5, con dos derrotas ante los Denver Broncos. Una vez que fueron conscientes que ganar la AFC West era imposible se dedicaron a preparar su partido de playoffs como Seed nº 5, lo mas que podían aspirar con el actual formato de playoffs. No había un claro favorito para este encuentro frente a los Colts, ambos equipos habían vivido temporadas con altibajos, pero tampoco nadie esperaba que el partido se les pusiera tan de cara, con 28 puntos arriba el partido parecía decidido, excepto para Andrew Luck.

Los Colts en esa segunda parte tuvieron 8 posesiones y poco mas de 10 minutos de posesión, de las cuales dos fueron intercepciones, cinco TD y una  en el drive final que acabó rodilla en suelo. En ese mismo tiempo el playcalling de Andy Reid también dejó mucho que desear, mas de una veintena de jugadas de pase frente apenas 7 de carrera, pero quien se colapsó totalmente fue la defensa. Ahora llegarán las acusaciones y se empezará a apuntar con el dedo a unos y otros, a Andy Reid por su playcalling, a la defensa por su lamentable actuación, o se puede tirar por la calle de en medio y culpar a las lesiones. Es difícil buscar un culpable, si un ataque pone 44 puntos en el marcador no se le puede acusar de no hacer su trabajo, pero la realidad es que Andy Reid no estuvo muy inspirado ni con las jugadas ni la gestión de los tiempos muertos, algo que ya viene siendo habitual en el orondo Head Coach.

Andrew Luck se disfrazó de Superman (@Terezowens)

Al final la culpa es de todos y de ninguno, los Chiefs son simplemente un equipo con muy mala suerte en la post temporada, llevan una racha de ocho derrotas consecutivas, una marca solo igualada por los Detroit Lions. En un partido claramente marcado por la total ausencia de acciones defensivas las únicas tres acciones dignas de tal fueron todas en contra de los intereses de Kansas.

En la primera parte Dave Bowe encaminaba la endzone para anotar un TD, pero fue cazado en la yarda uno por el safety Anthony Bethea, una jugada proverbial, los Chiefs se tuvieron que conformar con anotar tres puntos en lugar de siete cuando fueron incapaces desde la yarda uno de entrar en la endzone.

En la segunda llegaría la mencionada acción de Robert Mathis, ausente en el resto del partido. La ultima, y un claro síntoma de cómo la mala suerte se estaba cebando en los Chiefs, fue una gran acción defensiva de Eric Berry, prácticamente la única, cuando forzó un fumble a Andrew Luck, pero de una manera casi milagrosa el QB consiguió recuperar la pelota y anotar lanzándose hacia delante en la que sin duda es la jugada del partido y que ha sido portada en todos los medios.

Resumiendo, los Chiefs estaban destinados a perder, tienen un mal vario o alguna gitana les ha echado una maldición.  No hay otra explicación posible a lo sucedido el sábado, y es una excusa muy mala. Los Chiefs encadenan una racha que dura 20 años y que tras el colapso de este partido puede durar otros 20, derrotas como están crean una predisposición a la derrota que son muy difíciles de superar.

AUDIBLES

  • Unas espectaculares cifras de audiencia de televisión propiciadas por una ola de frío sin precedentes no pueden llevar a los rectores de la NFL, especialmente a Roger Goodell, a pensar en ampliar el formato actual de playoffs. La ola de frío ha dejado a millones de americanos en sus casas y eso ha contribuido a incrementar las cifras de audiencia de la ronda de Wildcards, algo que no es nada nuevo en el mundo de la TV. El formato actual de los playoffs ya permite que pasen equipos con record mas o menos discretos, ampliarlo permitiría que entrasen mas equipos, pero su efecto en la temporada regular sería devastador al devaluarla de forma mas que notable. Qué se lo pregunten a los rectores de la NBA, ellos de esto saben mucho.
Frío, mucho frío en Lambeau Field…
  • Durante décadas la fórmula para ganar una Superbowl fue defensa, juego de carrera y un QB. Con esta nueva NFL y la nueva reglamentación que sobre protege los ataques y penaliza las defensas, esa máxima lleva camino de pasar al baúl de los recuerdos, aunque al final siempre aparece un equipo que consigue salvarlo. En el partido de Indianapolis hubo 2 QB que jugaron a un nivel sobresaliente, pero el juego de carrera y las defensas brillaron por su ausencia, especialmente esto último, lo que te deja la duda si realmente los QB son realmente tan buenos o las defensas son tan sumamente malas que cualquiera hubiera podido hacer lo mismo. El partido fue espectacular para un paladar poco exigente y amante del football de video consola y fuegos artificiales, pero para aquellos que entendemos que esto es un deporte donde se enfrenta un ataque frente a una defensa el partido fue un correcalles donde dos pollos sin cabeza corrían de un lado para otro a ver quien llegaba mas lejos, lo acabaron haciendo los Colts.
  • Durante toda esta temporada hemos venido defendiendo en esta columna como un exceso de juego aéreo puede acabar perjudicando a los equipos. Ni Colts ni Chiefs van a llegar muy lejos con el estilo de juego que practicaron el domingo y el mismo camino apuntaba el partido que se jugaría solo un rato después, dos ataques de alto octanaje contra defensa sospechosas, aunque mejoradas respecto a la temporada pasada. Se esperaba otra orgia anotadora en Philadelphia entre los Eagles y los Saints, pero en la primera cuarto no hubo anotaciones y la primera parte terminó con un marcador de 7-6, un TD de los Eagles y dos FG de los Saints, con Drew Brees interceptado dos veces y dos equipos que parecían tenerse mucho miedo, durante esos dos primeros cuartos el partido se movió en la zona del logo de los Eagles y sin avanzar los ataques. En la 2ª parte Sean Payton sorprendió a todos con un playcalling muy equilibrado, en lugar de ver al Drew Brees lanzando 40 veces por pudimos asistir a un equilibrio entre juego terrestre y juego aéreo, hasta el punto que los Saints, un equipo donde suelen primer las posesiones optaron por usar el reloj. El drive final de los Saints fue magistral, se comió el reloj y los Saints ganaron por primera vez un partido de playoffs fuera de su estadio. ¿Qué aburren al espectador medio y poco exigente? Es muy probable, pero el Vince Lombardi no entiende de equipos entretenidos sino de equipos efectivos.
Los Saints tomaron Philadelphia (AP)
  • La temporada de los Philadelphia Eagles ha terminado con notable, han pasado del sótano de la división a ganar la antaño poderosa NFC East. Es cierto que han contado con la colaboración de la inoperancia defensiva de los Dallas Cowboys además del bajón de prestaciones de los NY Giants y la crisis que aún acecha a los Redskins. Chip Kelly ha sabido navegar entre esas aguas revueltas, abandonó su fórmula inicial de ataque revolucionario con 90 snaps por encuentro por un ataque convencional de alto poder ofensivo llevado por una de las revelaciones de la temporada, el QB Nick Foles. El QB se ha ganado el derecho a ser titular una temporada mas, pero no me ha dejado de sorprender que ni desde el Front Office de los Eagles ni desde el Head Coach no se haga una apuesta clara y rotunda por él y haya rumores sobre la intención de draftear o buscar un perfil de QB mas atlético y móvil que Nick Foles. La temporada que viene sabremos si el joven QB es un “one year wonder” o es un QB a la altura de sus compañeros de promoción Andy Luck o Russell Wilson.
  • Si ahora mismo se hiciera una encuesta sobre quien es el personaje mas impopular de Cincinnati algo me dice que el ex jugador de los Cincinnati Reds Pete Rose, aquel que fue pillado en un escándalo de apuestas, no ganaría, sino que lo sería de largo Andy Dalton. Culpar a Andrew Dalton de todo lo que pasó el domingo en el Paul Brown Stadium es tremendamente injusto, los QB se parecen cada vez mas a los lanzadores de penaltis en el fútbol o de lanzadores de tiros libros en el baloncesto, su trabajo es el que mas se nota. Los QB actuales son rifles de alquiler, hay alguna excepción, pero ellos hacen normalmente lo que les dicen desde la banda lo que deben hacer, en este caso Jay Gruden. El QB sí es  culpable de una mala ejecución, pero el playcalling no es responsabilidad suya salvo que haya un audible de por medio. El OC de los Bengals estuvo de suspenso, no solo hizo lo fácil para escurir el bulto, que toda la responsabilidad recayera en su QB, sino que renunció al juego terrestre y fue incapaz de diseñar un game plan eficaz contra un equipo que apenas tuvo que hacer nada como San Diego, ganaron por incomparecencia del rival.
Andy Dalton vivió un fin de semana para el olvido
  • En los equipos tiene que haber líderes no solo de vestuario sino en el campo, un jugador que sea capaz de echarse el peso del equipo a la espalda y tirar para adelante contra viento y marea. Normalmente ese papel suele corresponder a los QB, pero en muchos equipos ese rol lo han ocupado otros jugadores. En los Dallas Cowboys de los 90 el líder incuestionable del equipo era Michael Irvin, en otras partes ese papel lo han ejercido RB o TE, incluso miembros de la OL. En Cincinnati ese papel está muy claro que no corresponde al QB ni a los RB, pero visto lo visto el domingo tampoco parece que A.J.Green sea el llamado a serlo. Desapareció del partido marcado por una defensa que no se ha caracterizado por ser precisamente una que cierre al mejor jugador rival, pero cuando apareció demostró un pasotismo alarmante por no hablar de la desidia que mostró en muchas fases del encuentro. A.J. Green debió demostrar mucho mas en un drop clamoroso que podría haber acercado a su equipo a solo 3 puntos y con tiempo por jugarse. Los grandes jugadores aparecen en las grandes ocasiones, A.J. Green tiene todas las aptitudes, pero las actitudes son otra cosa muy diferente. Le salva su juventud y que solo lleva 3 años en la liga, pero Dez Bryant lleva los mismos que él y algo del carácter que le sobra aquel (recuerda demasiado a Michael Irvin) no le iría nada mal al WR de Queen City.
  • En Green Bay se esperaba un partido que podría batir todos los récords en cuanto a temperaturas gélidas, pero al final el tiempo acabó dando una pequeña tregua. Seguía haciendo mucho frío, pero el termómetro no acabo rozando los 30º bajo cero, sino que empezó el partido en unos 10º bajo cero para acabar superando los 20º. A pesar de la temperatura muchos jugadores opColitaron por jugar sin mangas, llamó especialmente la atención que lo hiciera Colin Kaepernick, un QB que debería estar mas acostumbrado a jugar en climas mas bondadosos que en el duro invierno de Wisconsin. Kaep jugo su etapa universitaria en Nevada y sabe lo que es pasar frío, en ningún momento se le vio afectado. Lo que sí demostró Kaepernick es que es la kryptonita de los Packers de Aaron Rodgers, que aún no sabe lo que es ganar al QB ni en temporada regular ni en playoffs. En las ocasiones anteriores Kaep ganó con una vez las piernas y otra con el brazo. En esta tercera fue una combinación de ambas, pasó cuando tenía que pasar contra una defensa muy endeble y corrió cuando tuvo que correr, sobre todo en aquella jugada de 3&8 en el que acabaría siendo el último drive del partido. De forma inexplicable Dom Capers decidió lanzar un blitz, Kaep lo supo leer y se fue por piernas, allí se acabó el partido.
  • Nadie puede dudar del tremendo esfuerzo de los Packers. No solo por la forma en que entraron en la post temporada luchando contra todos los elementos, sino que en este partido de playoffs fueron un mas que digno rival contra un equipo que hoy por hoy es muy superior a la franquicia quesera. Ted Thompson tiene fundamentalmente dos problemas, uno llamado OL, Aaron Rodgers no puede estar corriendo por su vida en cada snap, y otro llamado defensa, Dom Capers está mas acabado que las maracas de Machin. Los Packers no suelen ser jugadores en la agencia libre, pero las nuevas reglas del CBA obligan a gastar un mínimo de dinero en salarios y seguramente un par de agentes libres en defensa podría ser la diferencia entre ser un pretendiente y un contendiente, además de ayudar a gastar ese mínimo. Sus compañeros de división los Bears podrían ser un buen ejemplo, un equipo con un ataque capaz de poner puntos en el marcador, pero que va a apostar por mejorar la defensa en esta pretemporada.
Colin Kaepernick hizo mucho daño con sus carreras (AP)
  • Durante la temporada hemos hablado de las lesiones durante casi todas las semanas y esta primera semana de playoffs con solo cuatro partidos no ha sido una excepción. La diferencia es que durante la temporada regular al jugarse tantos partidos de forma simultánea no somos conscientes del enorme número de lesiones o molestias que sufren los jugadores durante un partido, pero cuando toda la atención se centra solo en un partido, es mas fácil darse cuenta. Ya hemos contado los devastadores efectos que tuvieron las lesiones en Kansas City (aunque las lesiones como las lesiones son excusas de equipos pobres), en el resto de partidos no se quedaron atrás. En Philadelphia el partido cambió de forma radical cuando Keenan Lewis tuvo que dejarlo y liberó de su marca a DeSean Jackson, desaparecido durante mas de dos cuartos. En Green Bay la defensa de los Packers fue perdiendo elementos poco a poco a medida que avanzaba el partido y en San Francisco mas de un jugador no pudo finalmente salir al campo por diferentes molestias. La semana que viene en la ronda de Divisionales habrá que estar muy atentos a los partes médicos. Esto solo nos lleva a una conclusión, no se puede ampliar la temporada regular de ninguna de las maneras.
  • Y terminamos hablando de los árbitros. Durante la temporada regular sus actuaciones han dejado mucho que desear con decisiones muy polémicas hasta el extremo que he llegado a decir que la NFL se merece que un tremendo error arbitral acabe generando tal polémica que el traje acabe reventándose por las costuras. Esta primera semana de playoffs los árbitros han hecho lo que se espera de ellos, que ejerzan el mismo papel que los postes de FG, están presentes pero que nadie repara en ellos. Sí, ha habido errores, pero eso siempre los habrá como hay drops como el de A.J. Green, pases pésimamente lanzados como la intercepción de Colin Kaepernick o coberturas inexistentes como las de Kansas, son una parte mas del juego. También han sido mas permisivos con el contacto entre defensas y receptores, algo que ya viene siendo habitual en post temporada cuando se impone la filosofía “dejarles jugar”. Pero lo mas importante, nadie se puede quejar que hayan tenido el mas mínimo efecto en los marcadores, los errores se han repartido y lo mas importante, ha existido coherencia y equilibrio, que es lo que realmente se les debe pedir y no que arbitren de forma perfecta.

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