Reinventarse en la música y el deporte

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Blount fue una fuerza en el juego terrestre de New England (AP)

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En el show del descanso de la Superbowl del año 2002 la banda irlandesa de rock U2 tenía lo que se sigue considerando a fecha de hoy como la mejor actuación de la historia en la Superbowl. El grupo interpretó uno de sus mejores temas, “Where the streets have no name” (personalmente para mi el mejor), lo acompañó de una gran emotividad cuando fueron apareciendo los nombres de los mas de 2.000 fallecidos en los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Aproximadamente dos horas después de aquella memorable actuación los New England Patriots ganaban su primera Superbowl, contra todo pronóstico se imponían a los súper favoritos St. Louis Rams en los segundos finales gracias a un FG de Adam Vinatieri. Aquella escuadra dirigida en la banda por Bill Belichick y en el campo por un QB de 2º año, Tom Brady, eran el invitado inesperado de la gran final. Ganaron su división la AFC East cuando nadie lo podía esperar tras perder a Drew Bledsoe, santo y seña del equipo hasta entonces. Pasaron a la final de conferencia tras uno de los finales mas polémicos que se recuerda en la NFL, la famosa “Tuck Rule”. En la final de conferencia Brady se lesionaba, era reemplazado por Bledsoe, y se imponían al que era el mejor conjunto de la AFC aquella temporada, los Pittsburgh Steelers de Bill Cowher, que aquel día se dieron cuenta de las enormes limitaciones que tenía Kordell Stewart como QB.

En la gran final las apuestas eran por cuanto ganarían los súper favoritos St. Louis Rams, vigente campeón y que se había paseado durante la temporada regular en lo que era conocido como “The biggest show on turf”. Un equipo que tenía a Kurt Warner, Marshall Faulk, Isaac Bruce, Torry Holt, Orlando Pace, etc.. casi nada al aparato. En la banda estaba liderado por el excéntrico y genial a partes iguales Mike Martz.

Bill Belichick acertó con un planteamiento defensivo que desarboló por completo al ataque de los Rams, a lo que contribuyó el empecinamiento de Mike Martz en solo utilizar el juego aéreo y dejar infrautilizado a Marshall Faulk en un game plan que rozó lo absurdo. Las esquemas defensivos desquiciaron a los Rams, solo cuando el partido lo tenían casi perdido los Rams empezaron a jugar como sabían para igualar el partido. Entonces apareció la figura de Tom Brady, lideró un drive casi perfecto hasta el FG range y allí Adam Vinatieri hizo el resto al transformar la patada. (aun resuenan los ecos de la retransmisión de la Fox con John Madden pidiendo a los Patriots que se fueran a la prórroga).

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La temporada siguiente los New England Patriots no fueron capaces de llegar a la post temporada, terminaron 9-7, segundos en la AFC East, tras los New York Jets, división que estuvo dominada toda la temporada por los Miami Dolphins en el año mágico de Ricky Williams y el DPOY de Jason Taylor. El equipo de Dave Wannstedt hizo lo que es habitual en la franquicia desde hace un tiempo, vivir un colapso monumental, de poder terminar primeros de la AFC encadenaron derrotas para terminar ni entrando en playoffs y regalando la división a los NY Jets. Especialmente dolorosa fue la derrota en New England, tras una primera parte de ensueño el equipo se vino abajo en la 2ª parte, acabó eliminado y desperdiciando una gran temporada de sus mejores jugadores.

En un primer momento los New Englamd Patriots parecían un equipo mas en los nuevos tiempos de la agencia libre y el límite salarial. Los equipos aún andaban acostumbrándose a los nuevos tiempos, franquicias como Dallas, San Francisco o Jacksonville eran las primeras víctimas de un nuevo régimen. Otros equipos como Green Bay, Denver y Baltimore habían aprovechado esos años para ganar sus títulos, pero soplaban ya nuevos vientos en la NFL, los St Louis Rams ganaron la Superbowl tras haber terminado la temporada anterior con un nefasto 4-12. Eran los tiempos en que los equipos vivían el efecto montaña rusa, un año abajo y el siguiente arriba, la nueva NFL que llegaba permitía estas hazañas. Incluso una franquicia perdedora por excelencia como los Tampa Bay Buccaneers aprovechaba su momento para ganar una Superbowl.

Sin embargo en el año 2003 los Patriots rebrotan, tras un inicio de campaña mas que polémico, la misma semana antes de empezar la temporada Bill Belichick cortaba a Lawyer Milloy, que en cuestión de horas firmaba por los Buffalo Bills, donde casualmente estaba Drew Bledsoe de QB. Las cosas no podían empezar peor, los Patriots eran humillados por los Bills que les ganaron 31-0. Pero a partir de allí todo cambió, los Patriots solo perderían un encuentro mas, terminaron con el mejor record de la AFC, 14-2, devolvieron la derrota a los Bills y se plantaron en la Superbowl, donde en un encuentro de locos derrotaron a los Carolina Panthers de nuevo gracias un FG de Adam Vinatieri al final del encuentro.

En 2004 Belichick se hizo con los servicios de un jugador tan polémico como lleno de talento, Corey Dillon, un RB que vegetaba en los Cincinnati Bengals. Con Corey Dillon corriendo los Patriots protagonizaron una de las temporadas mas dominantes de la historia reciente de la NFL, repitieron la misma marca de 14-2 y se plantaron de nuevo en la Superbowl, donde derrotaron a los Philadelphia Eagles de Donovan McNabb, Terrell Owens y Andy Reid.

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Tras aquellas Superbowls llegó la hora de hacer balance, en dos temporadas los New Patriots habían ganado un total de 34 partidos por tan solo 4 derrotas. Los números de Tom Brady eran discretos, en 2003 pasó para 23 TD para 3.620 yardas y en 2004 28 TD para 3.692 yardas. Los Patriots eran un equipo que basaba su éxito en la siguiente formula, una gran defensa donde destacaban jugadores como Richard Seymour, Mike Vrabel, Willie McGinest, Tedy Bruschi, Ty Law y Rodney Harrison. En ataque era un equipo corredor, primero con Antowain Smith y mas tarde con Corey Dillon, además estaban por allí clásicos de la franquicia como Kevin Faulk. Brady era el QB, su gran virtud era que respondía en los momentos claves y que distribuía los pases a todos los jugadores que tenía a su disposición, no había un claro “go to guy”, sino que Brady siempre pasaba a quien estuviera abierto y podía hacer una jugada. Para nada era aún el QB en el mas tarde se transformaría, el de los grandes números y alrededor del cual giraba todo el ataque. Tom Brady era el QB que necesitaba aquel equipo para funcionar, mucho mas que un simple game manager, pero tampoco la mega estrella en la que se transformaría mas tarde.

Bill Belichick, junto con el general manager, Scott Pioli, habían conseguido lo que parecía imposible, que en la era de la agencia libre y el Salary Cap regresaran lo que se conocía como “Dinastías”, equipos que dominan un periodo de la NFL, dominio que viene además certificado con títulos. Aquellos Patriots nada tenían que ver con los Dallas Cowboys de los 90 y San Francisco 49ers de los 80 o los Pittsburgh Steelers y Green Bay Packers de los 70 y 60 respectivamente. Si hubiera que hacer un ranking de “dinastías” seguramente serían la mas floja de todas, no era un equipo dominador, que aplastaba a los rivales y era muy superior, pero sí era un equipo muy competitivo y que sabía sobre todo ganar. La fórmula del éxito de los New England Patriots era todo un misterio para el resto de la liga, pero bastaba verlos para darse cuenta de algunas cosas, defendían muy bien y en ataque era un equipo que minimizaba los fallos.

Scott Pioli y Bill Belichick, época gloriosa en New England (AP)

También la forma de construir los rosters de Bill Bellichick era otro misterio, además de retener los jugadores drafteados por ellos mismos la plantilla se llenaba de jugadores descartados por otros equipos y que encontraban acomodo en el sistema de los Patriots. Es entonces cuando Peter King, antes de endiosarse, dice que el gran secreto de los Patriots es que el jugador número 40 de su roster es mejor que el jugador número 30 del resto de rosters de equipos de la NFL (no recuerdo que número dijo exactamente pero era algo parecido).

Pero tras aquellos éxitos los New England Patriots cambian el modelo de equipo. Tras ganar 3 Superbowls con una fórmula probada de éxito Belichick quiere demostrar que puede ganar también atacando y tras el brazo de Tom Brady, se hacen un equipo  mucho mas ofensivo y empiezan a abandonar la parcela defensiva. Llegan dos temporadas donde los Patriots siguen avanzando en los playoffs, pero caen derrotados una vez en los Divisionales ante Denver y otra en la final de conferecencia ante los Indianapolis Colts. En 2007 es cuando el equipo da un giro de 180º, en la pretemporada se hace con los servicios de Randy Moss, antes se habían hecho con Wes Welker, y empieza un vendaval ofensivo sin igual. Coincide todo ello con el escándalo del “Spygate” , revelado por los NY Jets de Eric Mangini, pupilo de Belichick. Los Patriots se conjuran contra el resto del mundo y arrollan con todo lo que se les pone por delante hasta que terminan por caer en la Superbowl ante los NY Giants de Eli Manning, se quedan sin el premio de la temporada perfecta.

El mítico «helmet catch» de David Tyree (AP)

Los Patriots en las siguientes temporadas continúan con el mismo modelo, ataque y cada vez menos defensa, entonces emerge el Brady de los records y los MVP, el equipo se transforma en lo que es un modelo recurrente en el resto de la liga, irá allá donde le llevé su QB. Belichick crea un nuevo modelo ofensivo, o mas que crear, hace de los TE una parte fundamental, llegan los tiempos de Aaron Hernandez y Rob Gronkowski, acompañados de Wes Welker. La defensa es prácticamente inexistente, como el juego terrestre, un mal menor dentro del ataque. Nuevamente los Patriots se plantan en una Superbowl con la 2ª peor defensa de la liga, la peor era de los Green Bay Packers, su contraparte en la NFC. Pero son derrotados en la Superbowl de nuevo por los NY Giants de Eli Manning, un equipo infinitamente mas equilibrado y que en el camino se llevó también a los Green Bay Packers, un equipo que era una copia del modelo de los Patriots. En 2012 los Patriots vuelven a la carga de nuevo con el ataque, pero ahora le añaden notas de las “fast tempo offenses” de college, incluso cuentan con el asesoramiento de Chip Kelly. De nuevo los Patriots se revelan como una formidable maquinaria ofensiva, pero se quedan cortos, caen ante los Baltimore Ravens en la final de conferencia, otro conjunto mucho mas equilibrado que los Patriots.

LA FÓRMULA DEL ÉXITO

En 2013 llega la post temporada mas nefasta que se recuerda en New England: Wes Welker y Danny Woodhead abandonan el equipo, Rob Gronkowski  se agrava sus lesiones y para rematar salta el escándalo de Aaron Hernández. Los Patriots siguen siendo favoritos para ganar la AFC East ante los pocos progresos de sus rivales de división, todos en permanente reconstrucción, pero muy pocos son los que apuestan por ellos en la AFC ante rivales como los Houston Texans, Cincinnati Bengals o Denver Broncos. La temporada regular además no hace mas que certificar que el equipo tiene problemas, los números de Brady se resienten mas que notablemente. Danny Amendola, el reemplazo de Welker, entra y sale del equipo. Cuando Gronkowski regresa vuelve el ataque a funcionar a muy buen nivel, pero se lesiona de gravedad nuevamente. Para rematar ni Kendrell Tompkins ni Aaron Dobson terminan por hacerse jugadores fiables, la mejor arma de Brady es Julian Edelman, hasta entonces uno mas del roster del equipo. Para agravar las cosas el equipo ve como sus baluartes en defensa, Vince Wilfork y Jerod Mayo, pasan a la IR. Los Patriots son el equipo que mas dinero tiene “invertido” en la temida lista.

Pero a medida que avanza la temporada se observa como el equipo se va adaptando. Empiezan a usar de forma habitual a un jugador descartado por otro equipo como es LeGarrette Blount, se hacen un equipo mucho mas corredor donde Tom Brady adopta un papel cada vez mas secundario, mas un Game Manager pero con los galones de un almirante. La defensa sin ser nada extraordinario ha mejorado sus prestaciones, cuentan con un “shut down corner” como es Aqib Talib. Ese cambió se empieza a observar en los últimos partidos, sobre todo a raíz de la lesión de Rob Gronkowski, pero se hace palpable al resto de la liga en la ronda de Divisionales ante los Indianapolis Colts.

Los Patriots que jugaron el sábado en la ronda de los Divisionales recordaban en muchísimas cosas a aquellos equipos que ganaron títulos en los años 2001 a 2004. Un equipo corredor, 6 TD de carrera, Brady lanzando solamente 75 pases en sus últimos tres partidos, una cifra que no se daba desde el año 2004 y una defensa que sin ser nada del otro mundo sí hizo lo suficiente para contener las acometidas de los Indianapolis Colts. De repente el mundo se entera que los Patriots han regresado a las mismas fórmulas que les dieron títulos y gloria hace mas de una década. Su defensa no es tan poderosa y determinante como aquella, pero su ataque es mucho mas solvente y cuentan siempre con que en un momento dado puede salir Tom Brady, que aunque ahora se ha disfrazado de Game Manager al mas puro estilo Alex Smith puede en cualquier momento ponerse al mando y sacar los galones.

REINVENTARSE O MORIR

Y volvemos por donde habíamos empezado, por la banda irlandesa de rock U2. Soy un confeso seguidor de U2, les he visto infinidad de veces en directo, la primera en Madrid en la gira de “The Joshua Tree” y tengo su discografía completa. Sus primeros discos: Boy, October, War y The Unforgettable Fire eran grandísimos discos con media docena de canciones muy buenas. En 1987 llega uno de los mejores discos de toda la historia, “The Joshua Tree”, un disco de leyenda que fue recientemente reeditado para celebrar su 25 aniversario.

En la década de los 90 el grupo da un giro a su estilo, se vuelven mas “electrónicos”, aparece “Achtung Baby”, un disco que aún tiene canciones muy grandes como “One” o “Mysterious Ways”, cuya carta de presentación es un video donde Bono ya empieza dejar sus primeros ramalazos de divo cuando aparece bailando cual estrella del “dance”. También coincide con la época en que aparece el alter ego de Bono “The Fly”. El giro de la banda hacia un estilo de música mas electrónica y dance se hace evidente con la publicación de su nuevo disco ´”Zooropa” con canciones que nada tienen que ver con su anteriores éxitos como “Lemon” o “Numb”. Tres años mas tarde se publica “Pop”, un disco que es una continuidad de los anteriores y donde su gran éxito es el single “Discothèque”. La ruptura de la banda con sus orígenes es claro, la apuesta por el rock alternativo con toques de dance, techno y música electrónica es evidente.

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Es en esos años cuando U2 comienza sus giras megalómanas con escenarios mastodónticos y cada cual mas complejo que lo anterior, la estética le gana claramente el pulso a la música. Bono se acaba convirtiendo mas en un personaje que un cantante, adicto a la moda, en el papel de mesías mundial y de mensajero de la paz, candidaturas al Nobel, amistades con Nelson Mandela, etc… Las giras son un éxito incontestable, revientan escenarios allí donde van, pero el público que acude a los mega conciertos de aquellos años realmente vibra con las canciones clásicas de U2 como “New year´s day”, Sunday Bloody Sunday” y otras muchas de sus discos hasta 1991, aunque “One” de Achtung Baby siguen siendo una de las favoritas. Pero hay una cosa que empieza a ser evidente, los seguidores habituales de U2 les empiezan a dar la espalda ante el giro de la banda.

En el año 2000 la banda regresa con los productores de sus primeros discos, Brian Eno y Daniel Lanois. Abandonan el camino que abrieron en los años 90 y regresan a sus raíces mas tradicionales, dejan el techno, el dance y los experimentos para ser de nuevo una banda de rock. Canciones como “Beautiful Day” o “Elevation”, son temas que recuerdan mucho mas a los de sus primeros discos. El nuevo giro se ve confirmado con los dos discos que editan con posterioridad, “How to dismantle an atomic bomb” y “No line in the horizon”. En la próxima primavera la banda publicará su álbum de estudio número 13, de momento solo se conoce una canción “Ordinary love”, que pertenece a la banda sonora de una película dedicada a Mandela, pero que es continuista con los discos anteriores.

En esta nueva etapa de U2 sus nuevos discos están muy lejos en cuanto a calidad de los primeros, donde había mas de media docena de grandes canciones. U2 no escapa a la moda actual de editar un disco con uno o dos canciones con el sello de éxito para rellenar el resto del disco con canciones del montón. La edición de cada disco es solo una excusa para salir de gira y deleitar a sus millones de fans con sus canciones mas clásicas, de hechos las canciones de aquella etapa, salvo el caso de Achtung Baby, van desapareciendo del setlist de las giras, por algo será.

Recientemente se ha sabido que U2 durante el intermedio de la Superbowl emitirá un anuncio con un adelanto de su nuevo disco. No sé si ese día los New England Patriots estarán en el Met Life Stadium en una reedición de cuando empezaron sus éxitos. Es posible que ese día podamos vivir un bucle, aunque U2 no serán parte del espectáculo, este año la NFL ha apostado por Bruno Mars y los Red Hot Chilli Peppers, sí estarán presentes de alguna forma, los anuncios de la Superbowl son una parte casi tan importante del acontecimiento como el propio partido.

Pero si sabremos una cosa, si los New England Patriots están allí presentes es porque han sabido igual que U2 reinventarse a si mismos y volver a sus orígenes, a los tiempos en que ganaban títulos y eran otra clase de equipo, seguramente con menos glamour y brillo, pero sí tremendamente efectivo. Al igual que la banda irlandesa con sus nuevos discos no son aquel equipo tan completo, pero tienen ramalazos de la misma fórmula que les sirvió para triunfar.

AUDIBLES

  • Hacía tiempo que no vivíamos una jornada de Divisionales tan mala. Lo que se conoce como “The best weekend in the NFL” se ha quedado este año solamente en eso, en el nombre. Ninguna de los cuatro partidos va a pasar a la historia y salvo un poco de emoción al final de los encuentros de Seattle y Denver, cuando los que perdían apretaron un poco, hemos visto cuatro partidos que siendo generosos vamos a llamar “reguleros”. Lo mejor de todo el fin de semana fueron los dos primeros cuartos del duelo que enfrentó a Carolina y San Francisco, un partido que durante esa primera media hora parecía que caminaba hacia un “Clasico”, pero en la 2ª parte los 49ers le dieron carpetazo por la vía rápida y el último cuarto nos sobró entero, un ejercicio de impotencia de los Carolina Panthers, un equipo al que la cita le vino muy grande y donde se vieron sobrepasados por los acontecimientos.
  • Hay un viejo dicho que reza “He is a son of a bitch, but he is our son of a bitch” (es un hijo de puta pero es nuestro hijo de puta). Se dice que fue acuñando por Franklin Delano Roosevelt, presidente de los Estados Unidos a cuenta de las relaciones que mantenía con el dictador Anastasio Somoza en Nicaragua. El gobierno norteamericano sostenía al tirano con el fin de defender sus intereses geopolíticos y estratégicos en la zona e impedir el avance de los sandinistas. Algo parecido debe pensar la familia York de Bartolo y la afición de los 49ers sobre Jim Harbaugh. No cabe duda que el Head Coach es un excelente entrenador, no se llega de forma consecutiva a tres finales de conferencia así por así, pero también es un impresentable. Hasta hace poco me parecía un personaje histriónico, pero desde hace tiempo es un histérico maleducado, faltón y que se ha comido al propio personaje. Lo que pasó el domingo en Carolina sobrepasó todas las barreras, no solo entró al campo a protestar una acción que iba a ser revisada, sino que contempló el pase de TD casi desde el centro del césped. La NFL debería tomar alguna clase de medida, los 49ers no lo van a hacer, a fin de cuentas es “nuestro hijo de puta”.
  • Drew Brees empieza a escribir una leyenda negra al mas puro estilo Peyton Manning con el frío y los playoffs. En el caso del QB de los Saints es con los partidos fuera de su dome, el QB baja su rendimiento de forma espectacular y en playoffs se nota aún mucho mas, Brees solo ha ganado en Philadelphia fuera de las comodidades de su estadio. Siempre me ha parecido que el football que se juega en estadios cerrados es una completa aberración para un deporte que se autodenomina a sí mismo como “deporte de otoño o invierno” y que se inventó para jugar al aire libre. Pero la NFL es presa de la realidad, hay equipos y ciudades que apuestan por los estadios cerrados y donde se juega al football sin luchar contra los elementos. Así las cosas me parece lógico que los equipos aprovechen eso en su favor, los St. Louis Rams crearon un equipo que era una maquina en su estadio, pero bajaba el rendimiento fuera de él. Los Vikings cuando jugaban en el descubierto Metropolitan Stadium hicieron de él un fortín, como pasa con la altitud en Denver, el calor y humedad en Miami o el frío en Green Bay, cada equipo se construye como mejor conviene a sus intereses y en función de su estadio. Es mas que evidente que Brees es un QB que funciona muy bien cuando el entorno es perfecto, pero fuera sus números lo delatan, no es el mismo QB cuando las condiciones no le acompañan, pero no es algo que sea malo ni lo haga peor QB, sino simplemente diferente. Brett Favre por ejemplo sentía alergia por los estadios cerrados y eso no va a impedir que llegue al Hall of Fame.
  • Una de las palabras que mas se usa de unos años para acá en la NFL es palabra “Hype”, sobre todo se usa con la posición mas sensible del football, la del QB. Con la explosión de internet y la aparición de cientos de especialistas de toda clase y arte, la palabra cobra mas sentido que nunca, por no hablar del papel de los grandes medios. Por eso es posible de héroe a villano en solo una temporada, y si no que se lo pregunten a Robert Griffin III. Andrew Luck es el mejor QB en salir del college desde los tiempos de Peyton Manning, aunque personalmente creo que Peyton estaba un par de escalones por encima, pero de allí que se le esté subiendo a los altares y se le considere un futuro miembro del Hall of Fame hay un abismo. A largo plazo todo esto lo puede acabar perjudicando mas que beneficiando, de momento debe aprender a ser QB en la NFL, y sí, todo eso de la memoria corta en los partidos, sus remontadas, su ganas y arrojo está todo muy bien, pero ser QB es tener la cabeza fría, saber leer los partidos y otras muchas cosas en las que Andrew Luck está muy verde aún.
  • Las mismas prisas que hay por subir a Luck a los altares son los que llevaron a Robert Irsay a hacer uno de los trades mas nefastos que se recuerdan en mucho tiempo en la NFL, el de Trent Richardson. Con el nuevo CBA los equipos parece que tienen mucha prisa, quieren ganar antes de que los salarios de sus elecciones baratas en el draft se les disparen, eso debió pensar Irsay cuando se fue a por Richardson, que su equipo estaba a tan solo un RB de poder hacer algo sonado. La realidad ha demostrado luego que el problema de los Colts no estaba ni en el RB ni en la lesión de Reggie Wayne, sino en la defensa. Sí, que sí, que tener a Robert Mathis está muy bien y su temporada es fantástica, pero luego viene la segunda parte ¡¡¡ 87 puntos en dos partidos de playoffs !!! Y no llegaron a los 90 porque los Patriots pisaron el freno, pero si un equipo pretende hacer algo en la NFL recibiendo esa cantidad de puntos en los playoffs lo lleva claro. A todo esto, Chuck Pagano era coordinador defensivo, lo que hace aún mas inexplicable lo de los Colts y su defensa.
Trent Richardson, una gran decepción (AP)
  • La agresividad y ser físico en el football son conceptos siempre bienvenidos al football, pero el exceso de agresividad puede ser muy peligroso. Los Seattle Seahawks son un equipo agresivo y físico, bordean siempre el reglamento, hay veces que incluso lo sobrepasan, pero conocen como pocos las zonas grises. Los Panthers es un equipo bastante parecido en cuanto a agresividad, pero el domingo pecaron de inocentes y se les fue de la mano, fueron excesivamente agresivos y mas ante un equipo tan viajado en estos lares como los San Francisco 49ers. Terminaron por pagar la novatada y es una parcela a mejorar, saber canalizar la agresividad en tu beneficio y no en tu contra. También deberán mejorar otras cosas como el juego terrestre y un WR que acompañe a Steve Smith si regresa un año mas. El resto del equipo lo tienen muy bien montado y con esa piezas que faltan podrían ser el año que viene un claro candidato a la Superbowl antes de que los salarios les rompan la columna vertebral de la defensa.
  • La temperatura en Mile High cuando empezó el enfrentamiento entre los San Diego Chargers y los Denver Broncos era de 41º F, justo un grado por encima para que no se compute como “partido jugado en frío” a los efectos estadísticos particulares de Peyton Manning. Si eso lo traducimos a grados centígrados, nuestra forma de medir la temperatura, la diferencia es de 0,6ºC, es decir, hacía 5º y no 4,4º. Sinceramente, que haga 21º o que haga 21,6º no creo que podría afectar a una persona para decidir si ese día va a la playa o no. O dudo mucho que encuentre la diferencia entre que me sirvan una cerveza a 3º ó 3,6º, y no te cuento si es vino y me lo sirven a 13º o 12,4º. Eso sí, para muchos, tanto en este lado del Atlántico como en el otro, es una cuestión de estado y eso 0,6º son la diferencia para que se les pueda estropear el invento. Entre tanto Peyton hizo un buen partido y salió al rescate en los momentos difíciles, como hacen los grandes QB. Que yo sepa Peyton Manning no cometió la intercepción (aunque sí es cierto que no debió lanzar el pase ni tenía necesidad de ello), como tampoco cometió un drop clamoroso en la endzone ni falló un FG. Por último salvo que se hubiera disfrazado de Quintin Jammer no fue el responsable directo de los fallos clamorosos de la secundaria de Denver, algo que ya eliminó el año pasado a los Broncos. Y para rematar, tampoco fue quien perdió la posesión en el onside kick. Por cierto, ganó el partido, pero eso es irrelevante, lo relevante hubiera sido que lo hubiera perdido.
Peyton Manning vuelve a una final de Conferencia (AP)
  • En un partido único puede ganar cualquiera, pero tras ver los partidos de la ronda de Divisionales los equipos de la NFC dan la sensación de ser mucho mejores equipos que los de la AFC. Mientras en la NFC cualquiera de los 4 equipos que jugaron los Divisionales hubiera podido estar presente en la final de conferencia, en la AFC los únicos que han se lo han ganado son los dos equipos que se jugarán el pase a la Superbowl, el resto sobraban todos. También los modelos de equipos son diferentes, si cualquiera de los dos equipos de la NFC termina por ganar la Superbowl se dirá que la ganaron Seattle o San Francisco. Si los que ganan la Superbowl son cualquiera de los de la AFC se dirá que el Vince Lombardi lo ganaron Peyton Manning o Tom Brady, pese a qué quien recogería el premio sería el dueño del equipo. Es lo que tiene esta liga totalmente “Qbizada”, hay equipos y QB, dependiendo de cómo termine la cosas ganan los equipos o ganan los QB. Yo espero que por el bien del football ganen San Francisco o Seattle, además de esas forma nos evitaríamos el debate sobre quien es el mejor QB de todos los tiempos.

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