Se esperaba un combate cuerpo a cuerpo entre dos de los equipos más físicos de la liga y ciertamente la final de la NFC cumplió con lo esperado. Los Seattle Seahawks finalmente decantaron la balanza de su lado y se impusieron a los San Francisco 49ers por 23-17 gracias a las carreras de Marshawn Lynch (22 carreras, 109 yardas, 1 TD) y a la contundencia de su retaguardia (3 turnovers forzadas).
El partido no pudo empezar peor para los locales. En la primera jugada desde scrimmage Russell Wilson (16/25, 215 yardas, 1 TD) era acechado por Navorro Bowman cometiendo un fumble que era recuperado por la defensa de San Francisco ya dentro de la «red zone». La retaguardia de los Seahawks también empezaba entonada y minimizaba daños haciendo que los californianos se tuvieran que conformar con un field goal.
Seattle no tenía mejor suerte en las siguientes posesiones, cada yarda costaba sangre sudor y lágrimas y en cada colisión saltaban chispas. Sólo la conexión esporádica entre Wilson y Doug Baldwin (6 atrapadas, 106 yardas) les permitían superar al muro instalado defensivamente por los Niners.
No lo tenía mejor Colin Kaepernick (14/24, 153 yardas, 1 TD, 2 ints) pero el quarterback de los 49ers hacía mucho daño con sus carrreras personales (acabó con 130 yardas terrestres) y tras una escapada sensacional de 58 yardas, la carrera más larga encajada por los de Pete Carroll en toda la temporada, ponía en bandeja el touchdown de Anthony Dixon en una jugada en la que caía lesionado el guarda titular Mike Lupati.
El ataque local seguía atascado pero en una jugada rota Wilson hacía de las suyas y encontraba desmarcado de nuevo a Baldwin en un envío de 51 yardas. Los 49ers volvían a cerrarse pero Steven Hauschka, desde 32 yardas, ponía los primeros puntos de Seattle en el marcador y con 10-3 para los visitantes se llegó al intermedio.
La segunda mitad comenzó con balón en poder de los visitantes pero la defensa local salía muy entonada y esta vez no se dejaba sorprender por Kaep por el contrario el ataque de los Seahawks pasaba a poner el balón en manos de Marshawn Lynch y el RB se echaba al equipo a las espaldas activando su #beastmode y rompiendo a la defensa de los 49ers con una descomunal escapada de 40 yardas que empataba el partido.
La respuesta de los 49ers fue contundente. Kapernick no se amilanó. Primero conectó un pase de 22 yardas con Michael Crabtree, después añadía otra gran carrera personal que le colocaba ya por encima de las 100 en el partido y por último se sacaba de la manga un lanzamiento mágico en suspensión -justo después de que los Niners se salvaran de perder un fumble- que era atrapado en la endzone por Anquan Boldin para devolver la delantera a los de Harbaugh.
Baldwin retornaba el balón hasta la 30 de San Francisco y desde 40 yardas Hauschka lograba el field goal que apretaba de nuevo el marcador (17-13), además la defensa local frenaba a los californianos y rápidamente el balón volvía a manos de Wilson. Parecía que el ataque local entraba en sintonía pero un claro «intentional grounding» señalado al QB local estropeaba la serie ya en la entrada del cuarto definitivo. En lugar intentar un field goal desde 53 yardas Carroll decidía jugársela en cuarta y siete. La defensa saltaba antes de tiempo, Wilson aprovechaba la jugada «gratis» para lanzar profundo y Baldwin hacía una gran recepción en la endzone que daba el liderato a los locales desatando el delirio en las gradas del CenturyLink.
Cliff Avril aumentaba aún más los decibelios en el estadio forzando un fumble de Kaepernick recuperado por Michael Bennett y las malas noticias seguían sumándose para los visitantes porque en una dudosa jugada NaVorro Bowman resultaba lesionado en el intento de recuperación de un balón y tenía que abandonar el campo. San Francisco se hacía con el cuero en la jugada siguiente tras un fumble en una mala entrega de Wilson a Lynch pero de nada le valía porque Kaepernick cometía su segundo turnover consecutivo, ahora en forma de pase interceptado por Kam Chancellor y Hauschka abría ventaja de 6 puntos con una patada de 47 yardas.
Restaban poco más de 3 minutos. Kaep salvó un cuarta y dos en conexión con Frank Gore y un 3&2 con Crabtree pero su pase a la endzone para este último era desviado por Richard Sherman e interceptado por Malcolm Smith poniendo punto y final a un partido espectacular y enviando a los Seahawks a la segunda Superbowl de su historia.