Siempre me ha parecido grotesco el tópico de “salir del armario”, me parece un tópico sexista, pero sobre todo innecesario, completamente fuera de lugar ¿Acaso los heterosexuales tienen qué salir de alguna parte? Ese, y no otro, es el problema verdadero, seguimos viendo la homosexualidad como un estigma, como algo “diferente”, cuando no debería ser así.
Mucho de ello, por no decir casi todo, es culpa de una educación que recibimos desde que nacemos. Casi todo nos viene supuesto, debemos actuar de acuerdo a los cánones y una serie de reglas ajustadas a la moral y la ética ¿Pero cuáles son esos cánones y reglas? Recuerdo que cuando estudiaba la asignatura de Derecho Natural en primero de la carrera, no se contemplaba nada que no fueran parejas de diferente sexo. La homosexualidad no es un invento de hoy ni de hace 20 siglos, griegos y romanos practicaban la homosexualidad, aunque mas bien eran bisexuales, es algo que está en la propia condición humana desde el mismo origen de los tiempos. No hay mas que ver cómo actúan el resto de los animales, la única diferencia es que el hombre ha evolucionado como especie, pero no deja de ser un animal.
Una gran mayoría ahora dice que la homosexualidad le parece lo mas natural del mundo. Siento discrepar y mucho, desde el mismo momento en que cualquiera hace la más mínima gracia o comentario despectivo con el tema, queda completamente inhabilitado para hablar de ello. Estos días he oído y leído cantidad de cosas que solo son indicativas de una cosa, no estamos preparados aún para recibir abiertamente a un homosexual en un deporte como la NFL. Hay propietarios que ya han expresado que un homosexual encajaría en su vestuario o filosofía, también hay Head Coaches que se han expresado en los mismos términos, por no hablar del apoyo que Michael Sam ha recibido de muchos jugadores en activo, entre ellos Richie Incognito y Jonathan Martin, tristes protagonistas esta temporada por sus mensajes telefónicos y el fuerte tono de los mismos.
Todo ello me parece palabrería barata y demagógica, un quedar bien de cara a la galería, una postura políticamente correcta frente a un colectivo, el gay, que cada vez tiene mas peso e influencia en nuestras sociedades. Los homosexuales son uno de los “targets” mas codiciados por las grandes marcas, sobre todo las de lujo. Son objeto de deseo porque son consumidores compulsivos de moda, de coches, de vinos, etc… Hay millones de gays que consumirán productos de la casa Gillete, un patrocinador que paga muchos millones para que su nombre se vincule al del estadio donde juegan los New England Patriots. ¿Alguien se podría imaginar a Robert Kraft o Bill Bellichick clamando contra el colectivo gay cuando uno de tus principales patrocinadores es la casa Gillete? Nadie muerde la mano que le da de comer.
Declarar tu condición sexual en deportes individuales no ha sido tan problemático, aunque tampoco fue nada fácil. Billie Jean King, una tenista de la década de los 60 y 70 llegó a casarse y sufrió un aborto. En 1981 declaró de forma pública su homosexualidad tras ser demandada por su ex compañera, en apenas 24 horas todos sus patrocinadores la abandonaron, todo el dinero que había ganado como profesional se fue a pagar las facturas de sus abogados. Martina Navratilova, una de las mejores tenistas femeninas de todos los tiempos, no tuvo reparos en reconocer abiertamente su condición de homosexual en las mismas fechas, ella sin embargo no sufrió tantos problemas. Otro deportista que también declaró de forma abierta su homosexualidad fue el saltador de trampolin Greg Louganis, doble medalla de oro en los Juegos Olimpicos de Los Angeles 1984 y Seul 1988. Greg Louganis reconoció su homosexualidad tras reconocer que era portador del virus VIH. Lo hizo una vez que se había retirado, en el programa de Oprah Winfrey y tras publicarse su autobiografía. Cuando lo hizo público todos sus patrocinadores le abandonaron con la excepción de Speedo.
Pero como he dicho son todos deportes individuales. Si cualquier tenista o golfista de élite declarara su condición de homosexual dudo que ocurriría nada mas allá del impacto inicial, como tampoco creo que pasaría nada en la Fórmula 1 o Moto GP, incluso en el mundo del atletismo o natación debería tener ninguna trascendencia.
Donde sí creo que es un problema no resuelto, y que va a tardar tiempo en resolverse, es en deportes de equipo, y sobre todo en deportes de equipo donde el contacto físico es constante. Hasta el momento de escribir estas líneas solo conozco un caso de un deportista de renombre que haya declarado su condición de homosexual en deportes colectivos, me refiero al jugador de rugby de la selección galesa, Gareth Thomas. Lo hizo muy avanzada su carrera, con 34 años y cuando ya acumulaba mas de 100 entorchados con la camisola de los Dragones Rojos ¿Pero lo hubiera hecho al principio de su carrera y hace mas de una década? Tengo mis dudas, llegó a estar casado durante cuatro años, hasta que finalmente reconoció su condición de homosexual a sus compañeros de selección y equipo. Públicamente tardaría mucho mas tiempo en hacerlo.
LA BARRERA RACIAL
El caso de Michael Sam ha recibido comparaciones con el caso de Jackie Robinson, el primer jugador de color en jugar en la MLB. Yo creo que es un error, debería de compararse con la integración racial en la propia NFL, football y baseball son dos deportes muy diferentes, en uno apenas hay contacto, el football es un deporte 100% de contacto. El football es físicamente brutal y muy exigente, en un partido de baseball los únicos jugadores que quedan para al arrastre tras un partido son los pitchers, eso no es óbice para que la mayoría de los jugadores de baseball sean excelentes atletas.
La integración racial de la NFL fue incluso anterior a la de la MLB. Hasta 1932 hubo varios jugadores profesionales de color en diferentes ligas profesionales, incluso en la recién nacida NFL. Jim Thorpe, el primer comisionado de la recién nacida liga, medallista olímpico y el mejor atleta de su tiempo, era un nativo americano. El jugador era en lo mas alto de su carrera un llena estadios, los espectadores acudían en masa solo para ver jugar al gigante indio, incluso llegó a dirigir un equipo compuesto solo de jugadores indios.
La llegada de George Preston Marshall a la NFL supuso la desaparición de los jugadores de color. El propietario de los Boston / Washington Redskins fue un declarado racista, no solo no permitía jugadores de color en su equipo, sino que presionaba al resto de propietarios para que no los contrataran , durante años en la NFL funcionó la ley del silencio.
Cuando los Rams deciden abandonar Cleveland y emigrar a Los Angeles, se encuentran con un impedimento, el estadio donde pretendían jugar, el Coliseo, no se podía arrendar a ningún equipo que practicara la segregación racial. Esto obligó a los Rams a recular, fueron el primer equipo de la NFL en tener jugadores de color en su plantilla, algo que enfureció al resto de propietarios de la NFL.
Por el contrario, la AAFC, la liga que nació en 1946 para competir con la NFL tuvo desde el primer día a una de las figuras mas influyentes y decisivas de la historia del football, Paul Brown. Nombrado el primer Head Coach y General Manager de los Cleveland Browns. Paul Brown, ya había tenido a jugadores de color en sus anteriores etapas como entrenador, jamás permitió el racismo en sus equipos, para él todos los jugadores estaban al mismo servicio, ganar partidos. En 1946 Paul Brown invitó a Bill Willis al training camp de su nuevo equipo, y unos días mas tarde hizo lo mismo con Marion Motley, jugador al que ya conocía de etapas anteriores, aunque Paul Brown solía bromear que lo hizo porque Bill Willis necesitaba un compañero de habitación. Ambos jugadores acabaron formando parte del roster final de los Cleveland Browns, Marion Motley incluso se convertiría en una super estrella, tanto en la AAFC como NFL. Ambos jugadores acabarían formando parte del Hall of Fame.
Por todo lo anterior no creo que comparar el caso de Jackie Robinson con el caso de Michael Sam sea lo mejor, como he dicho ambas ligas profesionales son muy diferentes, en todo caso Michael Sam debería ser comparado con los primeros jugadores de color como Kenny Washington, Woody Strode, Bill Willis y Marion Motley.
Pero tampoco nos llevemos al engaño, los Rams contrataron jugadores de color solo por un motivo, para poder jugar en el Coliseo. Woody Strode en su única temporada no fue nunca titular, todas sus estadísticas se resumen en cuatro recepciones para 37 yardas, una de ellas de 19 yardas. Kenny Washington tendría un poco mas de suerte, en su primera temporada no fue nunca titular, participó en solamente 6 partidos para un total de 23 acarreos para apenas 114 yardas. En las otras dos temporadas que continuó siendo parte del roster, era necesario que estuviera para cumplir con las exigencias del Coliseo, tuvo algo mas de participación, fue titular en 5 ocasiones, acumulando 117 acarreos para 745 yardas y 7 TD. También colaboraba en defensa, donde sus números fueron mejores, 2 INT y 10 fumbles forzados.
El resto de la NFL sin embargo continuó haciendo oídos sordos a los jugadores de color. En 1948 los Detroit Lions rompen la barrera que ya habían cruzado los Rams cuando fichan a Mel Groomes y Bob Mann. En 1949 George Taliaferro es el primer jugador de color en salir elegido en el draft, sin embargo se marcha a la AAFC donde los jugadores de color estaban mejor considerados, seis de sus ocho equipos tenían jugadores de color en comparación con los tres (Rams, Lions y Giants) de diez de la NFL. Tras la integración en 1950 de tres equipos de la AAFC en la NFL, solamente los Green Bay Packers rompen la barrera racial pese al incuestionable éxito de jugadores como Bill Willis y Marion Motley, que continuaron sus carreras en la NFL con el mismo éxito que en la desaparecida AAFC.
En 1952 todos los equipos con la excepción de los Washington Redskins rompen la barrera racial, según palabras de George Preston Marshall los Redskins solo tendrían un jugador negro el día que los “Harlem Globetrotters” contraten un jugador blanco. En 1962 el propietario de los Redskins tuvo que claudicar urgido por el gobierno federal, si no contrataba jugadores de color lo expulsarían de la capital. Bobby Mitchell fue el primer jugador de color de la franquicia, con ello se rompía la última barrera racial de la NFL.
Los tiempos actuales son muy diferentes, en el football profesional solo existe una liga, tampoco hay ninguna regla o sentencia que obligue a contratar a jugadores homosexuales en ningún estado. Cuando los Rams pretendían jugar en el Coliseo una organización de afro americanos apeló a una sentencia del Tribunal Supremo (Plassy vs. Ferguson) de 1896 por la cual no se podía permitir la segregación racial en instalaciones financiadas con dinero público. Los Rams como hemos expuesto se vieron obligados a contratar jugadores de color, pero lo hicieron como mero trámite a la vista de los pobres números de los jugadores que contrataron(Kenny Washington fue una estrella en UCLA y George Halas a punto estuvo de llevarlo a Chicago).
Tampoco es viable que los estados ahora empiecen a legislar que los equipos de la NFL deben tener jugadores homosexuales en sus plantillas. La discriminación positiva es casi tan denigrante como la discriminación negativa. Sí en la actualidad un jugador de color llega a un equipo de la NFL solamente por sus cualidades atléticas, también un jugador gay debería llegar solamente por sus cuestiones deportivas.
El problema me temo es que hay varias cuestiones sin resolver, el mas importante ¿Hay un Head Coach o General Manager ahora mismo en la NFL con la personalidad de Paul Brown? Personajes como Paul Brown no crecen en los árboles, salen uno cada dos o tres generaciones, Paul Brown tiene en la NFL tanto peso e influencia como la pueden tener Curly Lambeau, George Halas o Vince Lombardi, no solo fueron grandes HC en el campo, sino que cambiaron el rumbo de la liga, son historia.
Ahora en la NFL hay buenos Head Coach, incluso hay alguno como Bill Bellichick que tendrá sin ninguna duda su espacio en el Hall of Fame. Pero quitando al controvertido HC de los Patriots sinceramente no creo que haya ahora mismo un entrenador con el peso de Paul Brown, o quizás sí, y voy a apuntar un nombre, Mike Tomlin. Si una franquicia del peso, estabilidad y tradición de los Pittsburg Steelers rompe esta barrera, si empezaré a creer que la NFL podría romper este tabú. El resto, o la gran mayoría, mucho me temo que solamente les empujaría a hacerlo porque es lo “políticamente correcto”, pero nada mas. En esta NFL actual faltan entrenadores del peso de Bill Walsh, Bill Parcells, Don Shula o Joe Gibbs, los únicos que se acercan son los dos que ya he mencionado, por algo son los que mas tiempo llevan en activo y nadie les cuestiona sus decisiones.
La otra gran cuestión ¿Es Michael Sam un jugador tan grande e importante? Yo no sigo la NCAA, cuando se acerca el draft sí me suelo informar de jugadores, pero todo lo que he leído hasta el momento habla de un jugador que podía haber salido elegido a partir de la tercera o cuarta ronda del próximo draft, ningún Mock que haya leído lo ponía en la primera ronda, o tan siquiera en la segunda. En otras partes he leído que es un “tweener”, un jugador no tiene el tamaño para ser un DE pero que tampoco el cuerpo para ser un LB. Mel Kiper, el gurú de la ESPN, lo califica de un jugador de 4ª a 5ª, que con formación y aprendizaje podría ser útil para algún equipo. De todas formas, todo son evaluaciones de draft, donde son tan comunes los aciertos como los errores.
Cosa muy diferente sería si en lugar de un jugador modesto estuviésemos hablando de una súper estrella o de un candidato a ser un Top 10 en el draft, en ese caso las tornas cambiarían. Bill Willis y Marion Motley no solo fueron los primeros jugadores de color en ser parte de la liga, sino que fueron jugadores extraordinarios. Dieron un paso mas, demostraron a los anquilosados propietarios de la NFL que ellos eran tan buenos o mejores que los jugadores blancos. Marion Motley decía que mientras les llamaban “negratas” y comida para cocodrilos, él anotaba TD y su compañero Bill Willis les machacaba en las trincheras. También dijo “Un dia dejaron de insultarnos e intentaban darnos caza”. Es exactamente lo mismo que hizo Jackie Robinson en el baseball, demostrar que tenía una calidad incuestionable, una liga no se podía permitir el lujo de rechazar semejante talento.
Con esta cuestión de la homosexualidad ocurrirá lo mismo, si un jugador que demuestra talento triunfa, entonces se romperá la barrera, y ojalá Michael Sam pueda ser ese jugador, no tengo duda que si ocurre abriría el mismo camino que Marion Motley y Bill Willis abrieron en su día. Entre tanto, me parece que todo son buenas palabras y eso que tan de moda está ahora, la corrección política.
Aunque la verdadera corrección será cuando nadie tenga necesidad de tener que “salir del armario”, o no tener que reconocer en un medio de TV nacional su condición sexual, o peor, sea cazado en una situación comprometida como le ocurrió al cantante George Michael.