La pasada semana los San Francisco 49ers celebraban de manera oficial la inauguración de la que será su nueva casa desde esta misma temporada, el nuevo y flamante Levi’s Stadium, una instalación que ha costado más de 1.200 millones de dólares.
Representantes de la franquicia californiana, de la NFL, de la ciudad de Santa Clara en la que se encuentra el recinto y de los trabajadores que trabajaron en la construcción acudieron a la ceremonia en la que se cortó el simbólico lazo.
El estadio, que es el primero dedicado exclusivamente al football profesional en el estado de California, nace como uno de los más avanzados, más íntimamente relacionados con las nuevas tecnologías y es el primero de la NFL con el sello ecológico «LEED Gold Certified». Dispondrá de más de 100 puntos WIFI de alta velocidad gratuitos y los fans podrán solicitar la comida desde su propio asiento a través de una aplicación para teléfonos móviles.
El Levi’s Stadium tendrá capacidad para 68.500 aficionados y con posibilidad de ampliarse a 75.000 para la Super Bowl 50 que se celebrá allí en febrero del 2016.
El punto negativo será que este nuevo campo esto muy alejado del centro de la ciudad, a más de 70 kilómetros, con las incomodidades que esto puede acarrerar a algunos de los fans. Ningún otro estadio de la liga esta tan lejos de la ciudad que representa.
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