Llevo cerca de dos meses sin escribir en este espacio, lo cierto es que en verano suelo tomarme un descanso. El año pasado sí escribí un par de artículos, pero este he vuelto a tomar la decisión de descansar. Y es ahora cuando te enfrentas al problema más grave ¿Tendré algo que contar? ¿Sufriré el llamado “mal del escritor” y me quedaré en blanco? Pues no, eso no va a ocurrir de momento, no descarto que pase algún día. Hay un artículo que nunca jamás falla, el que arranca la temporada cada año, aquel en que haces las previsiones de lo que crees que pueda ocurrir en la temporada que está a punto de empezar. Es el artículo más fácil, el tema sobre el que escribir es claro, pero el más difícil porque jugar a adivino es eso, jugar a adivino, y todos sabemos que estos no existen, sino que unas veces aciertas y otras, la gran mayoría, no.
He repasado mis pronósticos del año pasado, y no me equivoqué, predije que la Súper Bowl la jugarían los Seattle Seahawks y los Denver Broncos, incluso acerté con el ganador, otra cosa es el resto de pronósticos. Fue la primera vez desde que escribo una previa para NFL Hispano que no solo acerté el campeón, sino el finalista. Aúnque antes de la Super Bowl cambié de opinión al apostar por Denver, a pesar de ello me colgaré una medalla, entonces era septiembre y había que elegir entre 32 equipos, antes de la final solo hay que elegir entre dos, es un cara o cruz, aunque luego el partido fuera una verdadera cruz para los Broncos, y en particular para Peyton Manning.
¿Y por donde empiezo? El año pasado hice un repaso de ambas conferencias para llegar un pronóstico. Hacer lo mismo sería repetir cambiando los nombres, por lo que este año empezaré de otra forma. Mi favorito para ganar la Súper Bowl son los Seattle Seahawks, así de sencillo, así de claro, y así de contundente. Y verdaderamente me da igual quién sea su rival de la AFC, aunque luego os diré quién y por qué, pero los únicos rivales que pueden tener los Seattle Seahawks son ser el conformismo, la soberbia y arrogancia o una cadena de lesiones de alguna de sus estrellas.
El pasado lunes leía completamente estupefacto a Peter King decir porque los Seattle Seahawks no repetirán, la historia. Según su particular punto de vista, lo de particular nunca mejor dicho, es qué desde que los New England Patriots repitieran título en 2004 ningún conjunto lo había hecho de nuevo. Contra ese argumento,y hablamos solo de la era de las Súper Bowls, hace 48 años, un total de ocho equipos han sido capaces de repetir campeonatos: Green Bay Packers, Miami Dolphins, Pittsburgh Steelers (2 ocasiones), San Francisco 49ers, Dallas Cowboys, Denver Broncos y New England Patriots. Eso no solo es historia, es una realidad ¿Por qué no Seattle Seahawks? No me quiero escudar que la historia de 48 ediciones de la era de la Súper Bowl dice otra cosa, sería utilizar un argumento igual de simplista que decir que en los últimos 10 años ningún equipo ha repetido, tiene que haber algo más detrás de mi argumentación, y allá voy.
Los Pittsburgh Steelers empezaron en 2005 un “nuevo modelo” de ganar la Super Bowl, no importaba tanto lo que hicieras en la Regular Season como el llegar en un excelente estado de forma al tramo final de temporada y entrar en los Playoffs. El propio Bill Cowher reconocía que su equipo no fue el mejor conjunto, pero sí el que mejor supo jugar en el tramo final, lo que le llevó a ganar el Vince Lombardi. Esa misma filosofía repitieron equipos como los Indianapolis Colts, New York Giants (hasta en dos ocasiones) los Green Bay Packers y los Baltimore Ravens. Este modelo hubiera podido alcanzar casi la perfección si los Arizona Cardinals no pierden la Súper Bowl del año 2009 en los segundos finales.
Desde 2004 solamente en dos ocasiones los dos mejores equipos de cada conferencia llegaron a la Súper Bowl, en 2010 cuando los New Orleans Saints e Indianápolis Colts fueron los mejores de la NFC y AFC respectivamente. Incluso se llegó a decir que era recomendable jugar esa ronda porque eso te permitía llegar sin estar oxidado a la ronda de los Divisionales, en mejor estado de forma que un equipo que tenía 15 días para descansar.
En 2013 de nuevo los dos mejores equipos de cada conferencia llegaron a la Súper Bowl, incluso me atrevo a decir que los Denver Broncos lo hacían con relativa facilidad imponiéndose con muchísima claridad en la Lamar Hunt Bowl a unos New England Patriots que nunca fueron una amenaza, por momentos dieron la sensación de estar entrenándose. No fue tan sencillo para los Seattle Seahawks, aunque en ningún momento su victoria en los Divisionales ante los New Orleans Saints estuvo en serio peligro. La George Halas Bowl fue otra historia, un encuentro jugado a cara de perro contra sus más acérrimos rivales, los San Francisco 49ers.
En la Súper Bowl los Seattle Seahawks aplastaron a los Denver Broncos, que nunca tuvieron una sola opción. Los Seahawks dejaron patente algo que muchos ya intuían, la NFC es en estos momentos una mejor conferencia que la AFC, que en ocasiones da la sensación de estar sostenida solamente por Tom Brady y Peyton Manning. De hecho uno de los dos QB siempre ha estado presente en la final de Conferencia desde el año 2003 y acumulan entre ambos 7 presencias en la Super Bowl desde aquel mismo año, sólo Ben Roethlisberger, en dos ocasiones,y Joe Flacco han roto la racha.
Si miramos que pasó con todos aquellos campeones, lo que pasó es que no supieron encontrar de nuevo su momento de forma en el tramo final de temporada. Algunos como Steelers, Ravens o Giants no fueron siquiera capaces de pasar a los playoffs. Otros, como los Packers fueron víctimas de lo mismo que habían hechos ellos el año anterior, P.ej los NY Giants con un record de 9-7 se cargaron a los Packers con un récord de 15-1. Y está el caso singular de los Saints, que demuestran que son un conjunto muy diferente cuando juega en su estadio cerrado y sin inclemencias del tiempo, a cuando les toca hacerlo fuera de él, y sobre todo, al aire libre.
¿LISTOS PARA REPETIR?
Estos Seahawks son diferente a todos los campeones anteriores, no son la flor de un momento. Hace dos temporadas, en el 2012, los Seahawks empezaron a dar señales de su tremendo potencial, ganaron en la ronda de Wildcards en Washington y casi se imponen en Atlanta donde perdieron por una acción casi milagrosa de Matt Ryan y Tony Gonzalez. En San Francisco sudaban sangre solo de pensar que los Seahawks podían ser sus rivales en la final de la NFC, Seattle les había aplastado tan solo un mes antes. A nadie hubiera extrañado que en 2012 aquel equipo hubiera llegado a la Súper Bowl, y por qué no ganarla repitiendo el “modelo” de otros equipos. En 2013 los Seahawks dominaron la temporada regular, solamente tres derrotas y dos de ellas en la durísima NFC West, la división más competitiva de toda la NFL a años luz del resto. Sí, tuvieron altibajos, incluso en una temporada tan corta como es la NFL no tienes que estar al mejor nivel todo el tiempo, no se trata de ser perfecto siempre, sino de serlo cuando importa.
¿Ha cambiado algo en estos Seattle Seahawks? Si miramos su roster del 2014 y 2013 sí, hay diferencias, se han ido jugadores, pero también han llegado otros. Pero más que mirar quién se ha ido o quien se ha quedado, yo solo veo una cosa, este conjunto es aún mejor. Tiene un año más de experiencia, su columna vertebral nadie podrá decir que ha perdido un solo paso o empezado un suave declive físico, sino todo lo contrario, la archiconocida “Legión of Boom” tiene incluso margen de mejora. Lo mismo podemos decir de su QB Russell Wilson, el QB elegido en la misma promoción que Andrew Luck, Robert Griffin III o Ryan Tannehill, y que tiene más margen de mejora que aquellos. Marshawn Lynch, con sus idas y venidas, es un RB al que le queda mucha gasolina pese al número de acarreos con el que suele cargar, el “Beast Mode” explota en los playoffs, donde su labor de derribo se nota mucho más por el cansancio que llevan acumuladas las defensas a esas alturas de temporada.
Ya os he dicho quien creo que ganará el Vince Lombardi, falta el contra quien. Es evidente que eso descarta al resto de equipos de la NFC que no sean los Seahawks, si por mi fuera este año la Súper Bowl la deberían jugar dos equipos de la NFC, pero como eso no es posible, hay que elegir a un equipo de la AFC, y tampoco le voy a dar muchos rodeos, los Indianápolis Colts. ¿Los Colts de Andrew Luck, el mismo equipo que fue sacado a gorrazos por los New England Patriots, qué a su vez fueron sacados a gorrazos por los Denver Broncos? Pues sí, esos mismos Indianapolis Colts.
¿Y por qué? Desde hace un tiempo vengó defendiendo que la AFC tiene en conjunto peores equipos que la NFC, es una conferencia que la gana el equipo que tiene el QB en mejor estado de forma. Desde hace más de una década dos nombres protagonizan la AFC, Tom Brady y Peyton Manning, y de vez en cuando se han colado Ben Roethlisberger y Joe Flacco. Pero en la AFC empieza a surgir un nuevo nombre, Andrew Luck. En sus dos primeros años ha sido capaz de llevar a sus Colts a los playoffs, en el primero fue eliminado a las primeras de cambio, en el segundo en los Divisionales. La progresión dice que este año debería llegar a la final de conferencia y perderla, pero no, eso no creo que vaya a ocurrir, sino que dará un pasito más y terminará de una vez y por todas con el reinado de los dos QB que han escrito la historia de la AFC en la última década.
Con la aparición de Andrew Luck en la Súper Bowl se habrá completado el círculo, y desde ahora las futuras Súper Bowl deberán ver a Andrew Luck, Joe Flacco, Aaron Rodgers, Russel Wilson, Matt Ryan, Colín Kaepernick, Nick Foles, etc… en resumen, que ha llegado la hora del relevo. Con ello no estoy jubilando anticipadamente a Peyton Manning o Tom Brady, pero por muy buenos que han sido y lo siguen siendo, la edad no perdona. Aunque ambos han manifestado su intención de jugar hasta los 40 años, al igual que Drew Brees, están más cerca de ese número que de los 30, y una liga tan exigente físicamente como la NFL tarde o temprano te llega el declive, en muchas ocasiones te puede ocurrir como les ha pasado a otras grandes estrellas de la liga, de un año a otro. Dan Marino o Brett Favre se volatilizaron en sus últimas temporadas, dejaron de ser en un solo año lo que fueron.
La mejor prueba de que ambos QB ya no pueden por sí solos liderar a sus equipos al Vince Lombardi, y lo mismo podemos decir de Drew Brees, es que les han rodeado de jugadores de corte defensivo de relumbrón en un último intento de pillar ese último tren a la estación de la Súper Bowl. A nadie se le escapa que los Patriots llegaron a donde llegaron gracias a Tom Brady, y bastante hicieron con lo que tenían, totalmente insuficiente para poder ganar a los Denver Broncos, que a su ve se mostraron totalmente insuficientes en la Súper Bowl. Ambos equipos se han reforzado mucho en defensa con veteranos de reconocida valía y trayectoria. En Denver llegaron DeMarcus Ware, T.J. Ward y Aqiq Talib, mientras que New England llegaron dos CB como Darrelle Revis y Brandon Browner, además de recuperar a lesionados de renombre como Vince Wilfork y Jared Mayo. ¿Pero todos esos refuerzos serán suficientes para que ambos QB mantengan su hegemonía de la AFC? Mi respuesta es no.
Los Indianapolis Colts están llamados a sucederles, aunque Andrew Luck para eso tiene que hacer algo que él primero que sabe que tiene que hacerlo es el propio QB, tiene que tener más días ordinarios en la oficina y menos días extraordinarios. Si Andrew Luck se deja las heroicidades de lado y juega con la artillería que le han puesto a su disposición, sobre todo juega con más frialdad y cabeza, con las armas que dispone en ataque y una defensa que también se ha reforzado notablemente, son el equipo llamado a dominar la AFC. Juega en favor de los Colts otros factores como el calendario, encuadrados en la división más débil de la AFC, con permiso de la AFC East, se cruzan con la AFC North, una división con muchas incógnitas. Su rival de la NFC es una devaluada NFC East, que seguirá siendo muy entretenida, pero plagada de mediocridad y que recibe a su mejor equipo, los Philadelphia Eagles en su campo en la Semana 2. Para terminar, el calendario les ha puesto el Bye a mitad de temporada.
Andrew Luck va a contar con un cuerpo de receptores de verdadero lujo, Reggie Wayne, un ejemplo de profesionalidad que regresa de una grave lesión, T.J. Hilton, que explotó tras la lesión del primero, y hay que añadir a un jugador plagado de talento, muy vago eso si, y que busca un gran contrato que sólo le dará un gran año, Hakeem Nicks. Por si fuera poco recuperan a Dwayne Allen como TE que se unirá a Coby Fleener, un jugador eficaz y eficiente. El juego terrestre debería mejorar, vuelven Vick Ballard y Ahmad Bradshaw, y siempre quedará el caso del enigmático Trent Richardson, será el jugador eficiente que fue en su primer año en Cleveland, o será el jugador inoperante que fue su temporada pasada en Indianápolis. La defensa debería mejorar con la llegada de D’Qwell Jackson, que se unirá al eterno Robert Mathis, sancionado los primeros cuatro partidos. Pero sobre todo llega un viejo conocido de Chuck Pagano como es Arthur Jones, agente libre desde Baltimore. La defensa de los Colts se mostró demasiado vulnerable contra la carrera la temporada pasada, finalizó en la posición 26, y en post temporada se ha intentado arreglar ese problema, además de que la unidad ya cuenta con un Chuck Pagano completamente rehabilitado de su enfermedad.
Con un calendario más que asequible más los refuerzos defensivos y recuperación de lesionados, este equipo podría alcanzar el mejor récord de la conferencia. Derrotar a los Colts en su estadio y con Andrew Luck se ha mostrado como una misión muy difícil, incluso un QB de la experiencia y galones de Peyton Manning cayó en el RCA Dome, donde también cayeron los mismísimos Seattle Seahawks en un encuentro tremendo y jugado de poder a poder. El 16 de noviembre Tom Brady visitará por primera vez a los Colts de Andrew Luck, en el que podría ser un excelente termómetro para ver si la hora del relevo definitivo ha llegado.
¿Y qué pasa con el resto? Al final de esta columna pondré como quedarán los playoffs, quienes llegarán y como quedarán los cruces. Pero como ya os he dicho, si esto fuera un sistema donde la Súper Bowl la jugarán los mejores conjuntos independientemente de su conferencia, el partido se celebraría entre dos equipos de la NFC.
En la AFC salvo que Baltimore sorprenda con una reconstrucción acelerada de su defensa y con un Joe Flacco pasando no más de 30 veces por partido, yo no término de ver a ningún otra franquicia capaz de poner en peligro a los tres grandes favoritos. Pittsburgh sigue en busca de su identidad perdida, Cincinnati tiene talento, pero también tiene a Marvin Lewis, de Andrew Dalton yo nunca lo apuntaría como único culpable, pero es la definición perfecta de lo que dijo Bill Walsh hace tiempo sobre Steve DeBerg, “Es lo suficientemente bueno para que te ganen”
Los Kansas City Chiefs de Andy Reíd deberán superar dos problemas, por una parte la pérdida de miembros de su OL, y por otra la más importante, no hay nada más previsible que un conjunto de Andy Reíd. Los San Diego Chargers tienen potencial y talento, Phillip Rivers viene de protagonizar una temporada excepcional, pero está un escalón por debajo de los tres favoritos. La AFC East es un coto cerrado, New England y poco más, Bills y Dolphins viven en su bucle eterno de la reconstrucción, y los New York Jets son los NY Jets.
Por última en la AFC South es donde puede saltar la sorpresa de la temporada. Gus Bradley está repitiendo con los Jacksonville Jaguars el patrón de los Seahawks, su proyecto está aún en el segundo año, quizás a un par de años de estar completamente maduro, pero su calendario es casi idéntico al de los Colts, su final de temporada fue impresionante y pueden ser la sorpresa del año, yo al menos eso creo.
En la NFC podrían ser alternativa a los Seahawks al menos un par de equipos, y quien sabe si no hay dos candidatos más que podrían ser una sorpresa. En la división NFC West tenemos a los San Francisco 49ers, que estrenan estadio, un conjunto muy profundo en talento, pero que si quiere aspirar a superar a Seattle deberán contar con una versión mejorada de Colín Kaepernick, que sea una doble amenaza real tanto por tierra como por aire. Jim Harbaugh, que mantiene una relación muy tensa con el Front Office de los 49ers entra en el penúltimo año de contrato y pocas cosas incomodan más que un Head Coach en el último año de su contrato.
La otra amenaza sería al reinado de los Seahawks procede de Big Easy. Los New Orleans Saints dan la impresión de haber montado un magnífico equipo antes de tener que tomar una decisión muy importante, qué hacer con los más de 26 millones que Drew Brees contará contra el Salary Cap de 2015, por no hablar de otros jugadores como Jahri Evans, Ben Grubbs o Marquis Colston, jugadores que contarán casi 60 millones, a los que hay que añadir los más de 10 millones que computara la gran adquisición del año, Jairus Byrd.
Sean Payton ha decidido darle más piezas a Rob Ryan para mejorar una defensa que sufrió un mejora espectacular del 2012 al 2013, de una de las peores de la liga a una defensa del Top 10. Jairus Byrd formará pareja con Kenny Vaccaro, la pareja de safeties más espectacular de la liga tras la de Cam Chancellor y Earl Thomas, que además contarán con el gran olvidado, el CB Keenan Lewis, que viene de un gran año 2013. Con esas piezas atrás más el DE Cameron Jordan, los Saints se postulan como la amenaza más sería a los Seahawks.
En todo caso lo más importante para los Saints es ganar su división y obtener el mejor récord de la NFC si quieren llegar a Arizona en febrero. Y eso no va a ser tarea nada fácil, en la NFC South van a tener a unos olvidados, injustamente a mi parecer, Carolina Panthers y unos muy mejorados Tampa Bay Buccaneers. El conjunto de Ron Rivera tras ganar la división ha caído en el olvido y todo porque sus dos WR titulares del 2013 no son parte del equipo más la retirada del OLT Jordan Gross ¿Y su defensa? Si Carolina pudo ganar el título el año pasado fue gracias a una magnífica defensa donde destacan Greg Hardy y Luke Kuechly, dos de los mejores defensas de la liga, y todos parecen haberlo olvidado.
Tampa Bay Buccaneers fueron considerados uno de los ganadores de la agencia libre, firmó mucho y bien, estará dirigido en la banda por un Head Coach de reconocida solvencia como es Lovie Smith, que ha montado un ataque aéreo que haría palidecer al Skyline de Dubai por su altura. Pero quien lo dirigirá será Josh McCown, un jornalero que ha encontrado a sus 34 años sitio en Tampa tras una serie de grandes partidos supliendo a Jay Cutler ¿Qué versión de QB nos encontraremos? ¿El que fue cortado por varios equipos a lo largo de su carrera o el qué sorprendió a propios y extraños en Chicago?
Del resto de equipos de la NFC una conjunción de factores y una buena alineación de estrellas pudiera dar con ellos avanzando en los playoffs, y sobre todo llegando hasta la final de conferencia. La NFC East nunca la he conocido tan desdibujada como este año, la consideraba mejor división del football, nadie tiene más títulos, debería ser un monólogo de los Philadelphia Eagles de Chip Kelly. El problema de los Eagles es si van a tener la defensa suficiente para poder compensar un ataque que hará de la velocidad su mejor arma. Por mucho que se hablé de Nick Foles y su maravillosa campaña pasada, el hombre clave del ataque es LeSean McCoy, el ataque de Chip Kelly es sobre todo un ataque terrestre que corre mucho con una de las OL más atléticas sino la más.
Los Dallas Cowboys pretenderán convertir todos los partidos en “shootouts” ante la ausencia de defensa y los 23 millones en dinero muerto en su Salary Cap, todo fruto de la nefasta gestión de Jerry Jones. Washington Redskins, que tienen su buena ración de problemas, y no solo sociales, tiene a un RGIII al que pretenden convertir en un pocket passer puro y habrá que ver como hacen esa transición. Por ultimo, los siempre enigmáticos New York Giants no parecen una amenaza seria para la escuadra de Chip Kelly.
Por último queda la NFC North, donde ha quedado una división muy enigmática, tres equipos con ataques de muy alto octanaje, tanto Green Bay, Chicago como Detroit son capaces de poner 30 puntos o más en cada partido, y un equipo que me parece muchísimo mejor conjunto de lo que nos quieren hacer ver, los Minnesota Vikings, cuyo ataque está a años luz de los otros, pero tiene algo que los otros tres equipos ni tan siquiera se lo han planteado, una defensa de Mike Zimmer, que viene de hacer un gran trabajo en Cincinnati. Por no dejar de lado que Norv Turner va a ser coordinador Ofensivo de un ataque que tiene a Adrian Peterson. No creo que tengan munición suficiente para intentar una carrera a los playoffs, pero sí los jueces de una NFC North imprevisible.
PRONOSTICOS DE LA TEMPORADA
Y tras contaros todo este ladrillo, donde en realidad os he contado quien creo que ganar la Super Bowl además de por qué, vamos con lo importante, y probablemente con lo que se quedarán casi todos los lectores, los pronósticos
AFC EAST
New England Patriots (4)
New York Jets
Miami Dolphins
Buffalo Bills
AFC SOUTH
Indianapolis Colts (1)
Jacksonville Jaguars (6)
Houston Texans
Tennessee Titans
AFC NORTH
Baltimore Ravens (3)
Cincinnati Bengals
Pittsburgh Steelers
Cleveland Browns
AFC WEST
Denver Broncos (2)
San Diego Chargers (5)
Kansas City Chiefs
Oakland Raiders
WILD CARDS
Baltimore gana Jacksonville
San Diego gana New England
DIVISIONALES
Indianapolis gana San Diego
Denver gana Baltimore
FINAL DE CONFERENCIA
Indianapolis gana Denver
NFC EAST
Philadelphia Eagles (3)
Washington Redskins
NY Giants
Dallas Cowboys
NFC SOUTH
New Orleans Saints (1)
Carolina Panthers (5)
Tampa Bay Buccaneers
Atlanta Falcons
NFC NORTH
Green Bay Packers (4)
Chicago Bears
Minnesota Vikings
Detroit Lions
NFC WEST
Seattle Seahawks (1)
San Francisco 49ers (6)
St. Loius Rams
Arizona Cardinals
WILDCARDS
San Francisco gana Philadelphia
Green Bay gana Carolina
DIVISIONALES
Seattle gana San Francisco
New Orleans gana Green Bay
FINAL DE CONFERENCIA
Seattle gana New Orleans
SUPERBOWL
SEATTLE gana INDIANAPOLIS
PREMIOS TEMPORADA
- MVP: Russell Wilson
- Offensive Player: Aaron Rodgers
- Defensive Player: Richard Sherman
- Offensive Rookie: Mike Evans
- Defensive Rookie: Jadeveon Clowney
- Comeback Player: Reggie Wayne
- Coach: Pete Carroll
NOTAS SOBRE LA PRESEASON
- En el momento que escribo esto Michael Sam no está en ningún roster activo ni Practice Squad de la NFL, el equipo que tiene sus derechos de la CFL, los Montreal Alouettes, sí ha mostrado interés por el DL.El problema del jugador es que desde muchas partes se le dio más importancia a su condición sexual que a su faceta de jugador, y cuando ha tenido la oportunidad de demostrar lo segundo se ha recurrido a lo primero para hacer noticia de ello. Normalmente que un jugador de 7ª ronda entre en el roster final no es noticia en la NFL, y ese fue el problema desde el primer día, el desmesurado seguimiento que recibió nunca estuvo de acuerdo a su status como jugador, que es donde realmente ha fallado.
- El nuevo régimen de Cleveland no ha sabido manejar adecuadamente la situación de Johnny Manziel. En el mismo momento que no supieron parar a un jugador que estaba dando un pobre ejemplo, lo que ha terminado por pasar solo se ha retrasado de forma innecesaria. Mike Pettine anunció que la batalla por la posición del QB estaba abierta, y ese fue su error, tenía que haber dicho desde el primer día que era propiedad de Brian Hoyer. Cuando por fin lo hizo casi al final de pretemporada, no se la vuelto a conocer ningún desliz a Johnny Manziel, y mejor aún, no se habla de él. Quizás si el TC hubiera empezado igual, Manziel estaría en la misma posición que está Derek Carr, que sí demostró poder ser titular, y yo no me creo que Brian Hoyer sea mejor QB que. Matt Schaub.
- A 48 horas de dar el pistoletazo de salida de la temporada los Houston Texans y JJ Watt anunciaban una renovación que hará muy rico a su DE. Los números globales en los contratos NFL no significan nada, ni un solo jugador que ha firmado 100 millones los ha terminado por cobrar. Lo realmente importante es que a pesar de existir un nuevo convenio que prácticamente ataba por 7 años a JJ Watt a los Texans por un precio irrisorio, si hay buena voluntad por parte del jugador y del equipo, siempre existe un terreno para el acuerdo. Sólo el tiempo y el rendimiento del jugador dirán si fue o no un buen contrato, tanto para el jugador como para el equipo.
- Que el partido que va a abrir la temporada 2014 sea un duelo por todo lo alto de “The Legión of Boom” contra uno de los ataques más explosivos de la NFL no puede caer en saco roto. En junio se reunían todos los árbitros, es la única ocasión que lo hacen, y de aquellas reuniones suelen salir las directrices que la NFL quiere que se apliquen al juego. Existe un reglamento, pero además existe un libro que interpreta el reglamento y en las reuniones se perfilan algunas cosas. La NFL sin cambiar una regla ha puesto un énfasis en los contactos ilegales y en los holding, unas medidas que las malas lenguas dicen que son medidas anti Seattle. Las dos primeras semanas de pretemporada fueron infernales, banderas amarillas por todas partes y polémica por lo estricto de la interpretación de las nuevas directrices, y un punto que puede que haya tenido algo que ver, la longitud de los partidos. Desde la semana 3 el número de penalizaciones ha disminuido y los partidos duran los que venían durando. ¿Ajuste de los árbitros siguiendo nuevas instrucciones? ¿Ajuste de los jugadores a la nueva interpretación? ¿Presión de las TV quienes son los que ponen el grueso del pastel de los ingresos? Sea lo que sea, este primer partido es muy importante, TV nacional, prime time, meses sin un solo partido de football, la secundaria de Seattle, un ataque muy dinámico, demasiadas casualidades. Este mismo escenario sirvió hace dos años para dar por finalizada una huelga de árbitros, esperemos que tampoco sea la ocasión de que sea escenario de algo más.
- La pretemporada es un buen laboratorio para ensayar nuevas reglas. La NFL decidió probar retrasar 15 yardas el punto desde el que se ejecuta el snap en los Extra points durante las dos primeras semanas. ¿Balance del experimento? Se fallaron 8 puntos extra de los 33 que se ejecutaron, eso son más que los 5 de 1.321 que se fallaron en toda la temporada pasada. Para la temporada que viene la NFL debería plantearse retrasar definitivamente el punto extra a la yarda 20, y dejarlo donde está si un equipo decide ir a por los dos puntos. El experimento ha funcionado, y da igual si ha fallado con kickers de segundo orden, precisamente por eso, los kickers son de esos puestos donde nadie tiene el puesto asegurado. Cada vez es más habitual ver a equipos empezar con kickers novatos y prescindir de veteranos por su alto coste.
- La pretemporada nos ha dejado su ración de lesionados. Si de lesionados tenemos que hablar la más trascendente es la de Sam Bradford, el QB de los St. Loius Rams que se ha vuelto a romper la misma rodilla que le hizo perderse la temporada pasada. Los Rams parece que siguen confiando en Bradford, lo podían haber cortado y empezar la búsqueda de un nuevo QB, además de ahorrarse una cantidad de dinero y espacio salarial más que considerable, sin embargo al ponerlo en la Injured Reserve mantienen su contrato por este año y el siguiente.
- Si de sancionados tenemos que hablar, además de los casos de abusos de sustancias prohibidas, dos se han llevado todos los titulares. Por un lado está el caso de Ray Rice, sancionado únicamente por dos partidos tras darse a conocer unas imágenes donde se le veía maltratar a su entonces novia, actualmente su esposa. Roger Goodell para irritación general le impuso una sanción de solamente dos partidos. Es tal el malestar que ha creado la sanción que esta misma semana la NFL publicaba un nuevo régimen sancionador mucho más duro para los casos de violencia doméstica, la primera vez 6 partidos, la segunda expulsado de la liga. El otro sancionado de renombre es el caso de Josh Gordon, que se perderá un año entero por consumo de sustancias prohibidas, o las conocidas como drogas del ocio. Por ridículo que pueda sonar que un jugador sea sancionado por consumir marihuana, el CBA que firmaron jugadores y NFL así lo dice, en este caso Roger Goodell tiene razón, ha aplicado el reglamento ¿Qué es absurdo? Es posible, pero entonces hará falta un acuerdo para su modificación, pero está muy claro que si tu quieres jugar en una liga que tiene una serie de reglas, has de acatarlas y cumplirlas.