El efecto Sherminator

Uno de los privilegios de llevar más de cuatro décadas viendo la NFL es que has podido ver jugar a los jugadores que más han sobresalido en todo ese tiempo. En mi caso particular llevo viendo este maravilloso deporte desde la década de los 70, he sobrevivido a cambio de reglas, reinterpretaciones del reglamento, huelgas, la agencia libre, el salary cap, jugadores de reemplazo, pero sobre todo y lo más importante, he visto jugar durante todo ese tiempo a muchas de las más grandes leyendas que han forjado este deporte.

Sin embargo hay muchos jugadores nunca los pude ver en vivo, hay dos especialmente que siempre me quedará un sabor amargo, Jim Brown, se retiró antes siquiera de haber nacido, y Johnny Unitas, del que seguramente si vería algún partido, pero mi memoria no me alcanza a recordar. Pero de otros muchos siempre te quedará el recuerdo imborrable de haberlos visto jugar, son los casos de Frank Tarkenton y Earl Campbell, pasando por Joe Montana y Walter Payton para terminar con los incombustibles Peyton Manning y Tom Brady.

Este deporte, el football de la NFL, se construye a base de leyendas, y hablar de esa clase de jugadores es otra película. En esa categoría entran los que de alguna forma definieron la forma de jugar al football, el caso más claro es el LB Lawrence Taylor, el mejor defensa que jamás haya pisado un campo de football. De Lawrence Taylor solo os diré una cosa, fue infinitamente mejor que Ray Lewis, al que no le quitó un solo mérito, pero Lawrence Taylor fue mucho mas que un LB, cambió para siempre la forma de jugar las defensas, los ataques se tenían que preparar para jugar contra él.

Como hoy solo quiero hablar de defensas, de los ataques ya nos hartaremos a hablar durante la temporada, sacaré a colación otros jugadores de corte defensivo. Tras la figura de Lawrence Taylor mi siguiente en mi lista sería Reggie White, a muy poca distancia de Joe Greene. Reggie White, conocido como “The Minister of the defense”, no solo fue uno de los más grandes en jugar en las trincheras, sino que fue quien validó la agencia libre, su decisión de marchar a Green Bay, cuando podía haber elegido cualquier otro destino, es algo que nunca podrá caer en saco roto.

Hasta ahora hemos hablado de un LB y un DL, queda hablar de la tercera posición de la defensa, la secundaria, y dentro de la secundaria me refiero a cornerbacks. Y aquí me pronuncio sin ninguna duda, Deion Sanders. Se podrían nombrar a otros como Willie Brown o Dick Lane, podemos meter en la ecuación a Rod Woodson y Charles Woodson, el primero además supo transitar a safety donde fue también excelente. Otro nombre podría ser Darrell Green, pero por muy grandes que fueron ninguno estuvo a la altura de Deion Sanders a la hora de impacto en el juego. Adicionalmente Deion Sanders tenía algo que lo hacía muy diferente, una personalidad arrolladora, lo que le ha valido para tener éxito en su carrera en TV, por algo era conocido como «Prime Time».  Si de Deion Sanders se puede poner un solo pero es su alergia a bloquear, rehuía el contacto y nunca fue un buen “tackler”, por no decir que no lo era siquiera. A pesar de eso tenía algo especial que define a los grandes, redefinió la posición del CB, eso si, cuando estaba en lo más alto de su carrera, no la versión edulcorada que fue a Baltimore.

Deion Sanders empezó a destacar desde sus tiempos de la universidad (Florida State) atleta excepcional, jugó al football, baseball y atletismo. Tal fue su capacidad que un día jugó primero un partido de baseball, después corrió para el equipo de atletismo en la prueba de relevos de 4×100, para acto seguido volver a jugar un segundo partido de baseball. En football fue una absoluta leyenda, su dorsal 2 de su etapa universitaria fue retirado tan pronto como abandonó la NCAA. Fue seleccionado por los New York Yankees segunda vez en el draft de la MLB, la primera cuando terminó el High School, y los Atlanta Falcons se hicieron con él en el quinto lugar absoluto en 1989.

Deion Sanders no tardó mucho en hacerse notar, en su primer retorno para punt anotó un TD y su presencia en la secundaria de los Falcons se hizo notar desde el primer día, nunca amigo de bloquear era un marcador excepcional, o mas que un marcador, anulaba un lado entero del campo, por allí las pelotas no solían volar casi nunca, algo que sin duda afectó a sus estadísticas, estadísticas que con los años fueron empeorando, pero no por declive, sino porque llegó un momento que los QB ni se molestaban en intentar pasar al lado del campo que defendía Deion Sanders. Pero además Sanders tenía algo que lo hacía mas temible, cuando interceptaba un pase, empezaba el espectáculo, fue un retornador excepcional, sino el mejor que ha conocido la NFL. Deion Sanders además alternaba el baseball, es el único jugador que ha estado presente en una Súper Bowl y unas World Series, es el único que en una misma semana anotó un TD y un Homerun, e incluso intentó jugar en un mismo día al football y baseball, aunque finalmente no lo pudo hacer y acabó viendo el partido desde el banquillo.

Tras 5 años en Atlanta firmó aprovechando las nuevas reglas de la agencia libre por los San Francisco 49ers, donde su presencia se hizo notar desde el primer día. Los 49ers llevaban dos años chocando con los Cowboys en la final de la NFC, en particular con Michael Irvin, “The Playmaker”, la secundaria de los 49ers no tenía un solo hombre capaz de detener al WR. Deion Sanders tuvo un año espectacular, seis intercepciones, de las cuales retornó tres para TD, nombrado “Defensive Player of the Year”. Aquel año los 49ers sí avanzaron a la Super Bowl ganando a los Dallas Cowboys en la final de conferencia, para luego aplastar sin piedad en la Super Bowl a los San Diego Chargers.

Deion Sanders solo había firmado un año con San Francisco, era de nuevo agente libre y acabaría fichando por los Dallas Cowboys, la cantidad de dinero que Jerry Jones le puso encima de la mesa era tan indecente que no tardó demasiado en aceptarlo. La repercusión del fichaje de Deion Sander trajo la conocida como “Deion Sanders Rule”, los Cowboys empezaban con la ingeniería financiera para circunvalar el Salary Cap con el contrato de Sanders. Deion Sanders no pudo empezar la temporada por una lesión, pero en cuando se incorporó a la disciplina de los Cowboys el equipo, que ya era muy bueno aunque estuviera entrenado por una marioneta de Jerry Jones com fue Barry Switzer, mejoró tanto en ataque como especialmente en defensa, y sobre todo hubo un beneficiado, el otro CB de los Dallas Cowboys, Larry Brown.

Larry Brown tuvo la mejor temporada de su carrera, seis intercepciones, dos de ellas retornadas para TD para un total 124 yardas. En los cuatro años anteriores de su carrera había tenido siete intercepciones y no había retornado ninguna para TD, para un total de 82 yardas. Pero sus días de gloria estaban a punto de llegar, en la final de la NFC una intercepción crítica a Brett Favre retornando 28 yardas, acto seguido los Cowboys anotaron un TD  y el partido se acabo allí. Brett Favre, un pistolero consumado y sin miedo a nadie ni nada, evitaba a Deion Sanders.

En la Super Bowl llego el gran día de Larry Brown, Neil O´Donnell, el QB de los Pittsburgh Steelers no quiso ni ver el lado del campo por donde andaba Deion Sanders, todos sus lanzamientos iban al otro lado. En el 3er cuarto Larry Brown intercepto al QB cuando los Steelers podían ponerse por delante en el marcador, lo retornó 44 yardas y los Cowboys poco después anotaban de nuevo. Los Steelers se acercaron en el marcador, 20-17 debajo y con posesión en el último cuarto. Entonces llegó la 2ª intercepción de Larry Brown, retornada esta vez para 33 yardas hasta la yarda 6 de los Steelers. Poco después Emmit Smith anotaba el TD que sellaba el partido y el marcador en el definitivo 27-17. Larry Brown fue nombrado MVP, primer CB de la historia que lograba ese galardón y el auténtico héroe del partido. Poco después firmaría un contrato con muchos millones con los Oakland Raiders, equipo para el que solo jugaría un total de 8 partidos logrando una sola intercepción, tras dos años nefastos fue cortado.

Larry Brown es el prototipo de ejemplo de cómo los números de un jugador regular mejoran por la presencia de un jugador extraordinario como era Deion Sanders. Larry Brown jugó sus mejores año en Dallas, fue una discreta elección de la décimosegunda ronda del draft, pero pudo hacer el roster con Jimmy Johnson. En sus 5 años en Dallas jugó todos los partidos menos uno, al otro lado de otro gran CB como era Kevin Smith, cuya lesión provocó la llegada de Deion Sanders.

Deion Sanders continuó durante otros 4 años mas en Dallas. Sus números nunca fueron nada del otro mundo, en sus cinco años en Dallas logró 14 intercepciones (5 en 1998), de las cuales solo pudo retornar dos para TD. Los equipos simplemente huían de él, fue nombrado a la ProBowl en todas esas campañas y dejó para la memoria como un jugador extraordinario era capaz de marcar el desarrollo de todo un ataque. Los Dallas Cowboys tras su última Super Bowl se empezaron a deshacer, sin Jimmy Johnson, con jugadores abandonando por la agencia libre y la mala gestión del Salary Cap, rompieron un equipo que pudo y debió de ganar media docena de Super Bowls. En 1996 fue el primer año en que no jugó al baseball y se concentró solamente en el football. Deion Sanders fue el primer jugador de la NFL desde Chuck Bednarik en ser titular tanto en defensa como en ataque, donde hacía las veces de WR , por no hablar de sus arte en los retornos de punt, los equipo le evitaban y lanzaban los punts directamente fuera o al otro lado del camp

Cuando Deion Sanders dejó Dallas se fue a los Washington Redskins, donde fue atraído por la generosa chequera de Daniel Snyder. Tras un año muy discreto decidió retirarse, regresó en 2004 para jugar para los Baltimore Ravens, donde se retiraría tras dos temporadas. En Baltimore dejó de usar su tradicional dorsal 21 para enfundarse el 37, su edad en aquel entonces.

Pero el legado del CB sigue allí, desde entonces ningún CB se ha podido siquiera acercar a su impacto en el campo y en el desarrollo del juego. Darrelle Revis es un secante, pero nunca podrá ser el secante que era Deion Sanders, que él solo anulaba la mitad del campo, Revis aisla a un jugador. Los Woodson también pueden ser nombrados aquí, Ron Woodson jugó en Pittsburgh, San Francisco Baltimore y Oakland, otro excelente CB que transitó a safety, mucho mas físico que Sanders, pero no provocaba en los QB rivales el miedo de aquel. Charles Woodson, el día que finalmente se retire, también tendrá su hueco en el Hall of Fame, al igual que Sanders fue un excelente retornador, pero en los profesionales no tuvo el impacto que tuvo en sus años como Wolverine, donde llegó a ganar un Heisman Trophy.

No solo ningún CB se acercaba siquiera a Deion Sanders, sino que con los cambios en el reglamento y las reinterpretaciones de muchas de las reglas, que favorecen siempre a los receptores y penalizan a los defensores, el ser un CB en esta liga es toda una proeza. El contacto está casi prohibido y muchos WR se han convertido en expertos en buscar faltas mas que recepciones. Tener un buen CB es cada día mas difícil, tener una pareja solvente toda una proeza, y casi todos, por no decir todos, son jugadores que son muy buenos en la marca personal, responden al prototipo de “shut down corner”, el CB que anula al mejor atacante rival.

Y en eso que en Seattle en el año 2011 eligen en el puesto 154 del draft, quinta ronda, a Richard Sherman de Stanford, un college que en aquel entonces despertaba un gran interés porque allí jugaba la nueva perla del football, Andrew Luck. Richard Sherman fue reclutado como WR, jugó en esa posición hasta que se rompió la rodilla. Cuando regresó de su lesión empezó jugando por necesidades del equipo de CB y allí se quedó hasta que fue elegido por Pete Carroll, buen conocedor del jugador por sus años en USC.

En su primera temporada Richard Sherman se hizo con la titularidad, jugo un total de 10 partidos logrando 4 intercepciones. En el segundo se consagró como uno de los mejores, jugando en la misma liga que Darrelle Revis, considerado hasta entonces el mejor CB, y Patrick Peterson, su gran enemigo, tanto en el campo como fuera de él (sus cruces de declaraciones levantan ampollas). En su tercer año Richard Sherman se consolidó como el mejor, y desde su llegada a la liga lidera a todos los CB en intercepciones con 20 veinte, 4 en su año de debut y 8 en cada una de las dos siguientes, de las que ha retornado dos para TD y un total de 227 yardas, números que salvo los TD superan en el mismo momento de su carrera a los de Deion Sanders.

Pero Richard Sherman muy probablemente empiece a sufrir el mismo “mal” que Deion Sanders, lo que hará que sus números y estadísticas se vean seriamente afectadas, los QB le van a evitar a toda costa. El jueves pudimos ver el tremendo efecto que tiene el miedo a Richard Sherman, Aaron Rodgers, probablemente el mejor QB de la liga, evitó durante todo el partido el lado del campo que cubría Richard Sherman. No solo evitó al CB, algo que se puede hacer aislándolo con un receptor y al que sacrificas, sino que evitó casi un tercio del campo. Eso permitió que Seattle pudiera cambiar su esquema defensivo, al no tener que preocuparse de lo que pasaba en un lado del campo, Pete Carroll pudo mandar a sus mejores pass rushers, Clif Avril y Michael Bennett por el lado que cubría Richard Sherman, algo a lo que además colaboró la lesión que sufrio el ORT Brian Bulaga, reemplazado pésimamente por Derek Sherrod.

La gran pregunta que cabe hacerse ahora es ¿El resto de equipos de la NFL repetirán lo que hizo Green Bay? Seattle tiene ahora dos partidos que nos dirán si esto se repetirá, su próximos duelos serán contra San Diego y Denver, dos equipos con QB lanzadores como Phillip Rivers y Peyton Manning, QB que además no suelen tener miedo a lanzar pases donde sea y contra quien sea. Si estos QB también evitan a Richard Sherman, entonces tendremos que empezar a pensar que estamos ante un jugador que puede acercarse a la huella que dejó Deion Sanders.

Desde hace tiempo no he dejado de decir que Richard Sherman es el jugador que mas se parece a Deion Sanders en cuanto a su efecto e impacto en un campo y el desarrollo del juego. En muchas posiciones de la defensa los números lo son todo, el sacks, tackles o intercepciones son eso, números que nos dicen el rendimiento de un jugador, pero también hay que saber interpretar y leer esos números. Allí está el claro ejemplo que hemos explicado de Larry Brown, un CB de perfil discreto que explotó al tener al otro lado a un jugador extraordinario, de los que son capaces de dictar el sentido del juego. Pero peor aún, puede que ni tan siquiera existan números que puedan reflejar el impacto, o estos sean todos cero. Eso no le dará el premio al jugador defensivo del año, los votantes suelen caer enamorados de los números y no del impacto, y aunque sé que esto que digo ahora pueda que a muchos les guste, me da igual, si Richard Sherman sigue durante toda la temporada igual, o mas que igual, si todos los equipos a los que se enfrentará Seattle evitan ese lado del campo, aunque todos sus estadísticas sean cero, debería ser nombrado el mejor defensa de la liga.

AUDIBLES

• Tras lo visto está primera semana no sería extraño no solo que Seattle se postulara como gran favorito para renovar título, sino que se pudiera repetir la misma edición de la Súper Bowl. En la NFC el único equipo que demostró que puede poner en peligro a los actuales campeones fueron los San Francisco 49ers, equipo que sin apenas esforzarse se impuso a los Dallas Cowboys, dispuestos a auto inmolarse, 21 puntos llegaron tras tres turnovers del ataque, porque de la defensa mejor ni hablar. Los Carolina Panthers siguen siendo una defensa tremenda, su Front Seven es de lo mejorcito que tiene la liga, pero en ataque están algo justos. Derek Anderson, que reemplazó al lesionado Cam Newton, se dedicó a nadar y guardar la ropa, y suponemos que el equipo mejorara notablemente con la presencia de su jugador franquicia.

  

• Los New Orleans Saints partían sobre el papel como la amenaza más real de los Seattle Seahawks, la adquisición de Jairus Byrd, junto con Kenny Vaccaro, conformaban una secundaria que sobre el papel podría rivalizar con Seattle. Y lo vamos a dejar en eso, “podría”, por lo visto el pasado domingo aún les queda muchísimo para acercarse siquiera a la pareja de Cam Chancellor y Earl Thomas, comparen sus calificaciones en Profootball Focus. Fallos clamorosos en coberturas, pero sobre todo una preocupante falta de fundamentos en los bloqueos, los jugadores de Atlanta una vez que estaban en campo abierto disfrutaban de verdaderas autopistas.
• Quienes encontraron una auténtica autopista, y además no de peaje, fueron los Miami Dolphins en la defensa contra la carrera de New England. Los Patriots en la primera parte se pusieron por delante en el marcador, aprovecharon los tres turnovers cometidos por los Dolphins, tres regalos de un ataque que se mostró inoperante en ese tramo del partido. New England sin hacer absolutamente nada parecía que iba ser fiel a su tradición de ganar su primer partido de la temporada, con Tom Brady solo han fallado una vez, pero todo fue un espejismo. En la segunda parte la DL de Miami empezó a apretar a la OL de los Patriots, que acusaron la ausencia de Logan Mankins y fueron incapaces de detener a Cameron Wake y Oliver Vernon. Tom Brady notó la presión, algo que nunca le ha gustado y su segunda parte fue lamentable, un ejercicio de impotencia. Los Patriots no salieron en la UCI por el empeño de los Dolphins en pasar en lugar de correr. Knowshon Moreno se hinchó a correr contra una DL incapaz de detener a nadie y los Dolphins se hubieran podido imponer con más facilidad si rematan el partido en el tercer cuarto.
• La debacle de los Patriots dio lugar a un hecho que no se ha conocido en la era Brady Bellichick, por primera los de New England ocupan la posición de colistas en solitario de la AFC East, hasta ahora lo habían compartido. Los Buffalo Bills ganaron de forma inesperada en Chicago, y por su parte los NY Jets cumplieron con el guión al imponerse a los Oakland Raiders, un equipo llamado a sufrir mucho esta temporada. ¿Qué es así como terminará la AFC East? Sólo llevamos una jornada, y el primer lunes se le conoce como “Overreaction Day”, pero tarde o temprano esto tenía que llegar, por mucho que los jugadores se empeñen en querer ser eternos, algún día te tiene que llegar el declive. Bill Bellichick algo se debía oler cuando decidió invertir una 2ª ronda en un QB.

  

• Si algo nos dice la primera semana es que un Head Coach o equipo nunca debe entrar en modo pánico a las primeras de cambio. Mike Pettine gestionó el asunto Johnny Manziel de manera muy poco recomendable en pretemporada, pero quien crea que esto se había terminado ya puede ir pensando en que no. Los Cleveland Browns, fieles a su tradición de perder en el partido que empieza la temporada, se pusieron con mas de 20 puntos abajo y el nombre de Johnny Manziel empezó a atronar en todas partes, incluso se dijo que estaba listo para saltar al terreno de juego. Finalmente Mike Pettine hizo lo correcto, confiar en el QB que has elegido para empezar la temporada, y Brian Hoyer, más asentado y confiado casi remonta el partido, aunque para mala suerte de los Browns lo acabarían perdiendo en los segundos finales. El calendario de los Browns es brutal y a nadie le extrañaría que empezaran 0-4, entonces la presión se haría insoportable y Johnny Manziel, con todo lo que ello acarrea, podría ser titular. Yo no dudo que el QB pueda ser una estrella en esta liga, pero si hace apenas 15 días había unanimidad en que no estaba preparado, sinceramente no me creo que lo esté dentro de un mes. Johnny Manziel va a vender muchas camisetas, pero este juego se trata de ganar, eso al menos es lo que siempre he entendido.
• Y eso es precisamente lo que hicieron los Denver Broncos ante Indianápolis, ganar sin desgastarse en demasía. Los Broncos con un Peyton Manning en estado de gracia, y recuperado del golpe de la Súper Bowl nos volvió a recordar al Peyton habitual que ejecuta con su maestría habitual un game plan perfectamente elaborado. El QB conectó hasta tres veces para TD con el TE Julius Thomas y para nada echó de menos al sancionado Wes Welker ni el ex WR Eric Decker, Emmanuel Sanders lo reemplazo a la perfección. A pesar de la primorosa actuación de Knowshon Moreno el mismo domingo en Miami no le echaron en falta en Denver, al menos de momento. En todo caso la mejor noticia para los Broncos estuvo en defensa, se pudo ver jugar a todos sus lesionados de la temporada pasada, Chris Harris y Von Miller, más las nuevas adquisiciones como Aqib Talib, TJ Ward y sobre todo DeMarcus Ware, al que el aire de Denver parece haberle sentado de maravilla.
• En mis predicciones para la temporada 2014 ponía como representante de la AFC a los Indianápolis Colts, y sigo pensando que podrán estar en febrero en Arizona aunque fueran derrotados por los Broncos, y siempre que encuentren un reemplazo de garantias a Robert Mathis. Este partido era de los más duros, sino el que más, que tienen los Colts en su calendario, mientras que los Broncos tienen aún un calendario brutal, se cruzan con la NFC West. Pero este partido si fue un claro reflejo de lo que no pueden hacer los Colts, ponerse muy por detrás en el marcador y tirar de las acciones heroicas de Andrew Luck. El QB de tercer año necesita tener más partidos como los que tiene Peyton Manning, y menos los que nos tiene acostumbrados. Andrew Luck está llamado a ser un grande junto con Russell Wilson, y más tras la bajada a los infiernos de Robert Griffin III, pero no puede estar siempre teniendo que tirar de su equipo. Chuck Pagano tiene que mejorar la defensa, de lo contrario siempre va a depender de que Andrew Luck recurra al heroísmo, y este algún día acaba por fallar, hasta los súper héroes no son infalibles.
• Si hay alguien que sí parece infalible es JJ Watt. El DE de los Houston Texans, tras firmar el contrato más alto de la historia para un defensa, fue el alma y motor de la franquicia tejana, que ya tiene la mitad de victorias que la temporada pasada. JJ Watt estuvo en todas partes, se permitió incluso el lujo de bloquear un FG e hizo que todos olvidarán el debut de la otra súper estrella defensiva, Jadeveon Clowney. En todo caso Clowney pasó con más pena que gloria, muy discreto y acabó lesionado. En un principio se dijo que dejaba el partido por precaución, luego se supo que deberá someterse a una artroscopia para reparar un menisco y será baja al menos un mes. No empieza bien la carrera en los profesionales del DE, nadie cuestiona sus dotes atléticas ni su capacidad para jugar, pero al poco de firmar se tuvo que someter a una pequeña operación y en su primer partido se ha lesionado, no de gravedad, pero lesionado. Si a todo ello unimos su poca ética para trabajar, tiene fama de vago, Clowney de momento está a años luz de JJ Watt, un trabajador incansable.
• Tengo que confesar que John Harbaugh me empieza a preocupar seriamente, hasta la fecha siempre lo había tenido en muy alta estima, no es para menos cuando uno llega a Head Coach desde la posición de entrenador de equipos especiales. Sus primeras cinco temporadas corroboraron su elección, los Ravens eran un fijo en los playoffs y en su 5º año ganaron la Súper Bowl. Pero desde que ganó el Vince Lombardi se ha debido volver loco, es incomprensible que Joe Flacco lance 62 pases en un partido, algo que la temporada pasada se demostró como totalmente inefectivo, y que en el primer partido de este año se ha vuelto a repetir. Es cierto que Ray Rice estaba suspendido, pero eso no es ni mucho menos disculpa para hacer tu juego unidimensional. Joe Flacco es un QB efectivo cuando se queda en la banda de los 25-30 pases, pero aunque fuera una reencarnación de Drew Brees, no hay justificación para lanzar semejante cantidad de veces, o sí, si vas 30 puntos abajo en el marcador, que no fue el caso.
• Otro de los francotiradores de la liga empezó con mejor pie, Matthew Stafford. En los seis años que lleva en Detroit es ya el líder en yardas, superando a mitos como Bobby Layne, aunque ese número de yardas no tiene reflejo en su récord personal, ha perdido más partidos que los que ha ganado. Que Matthew Stafford es un franco tirador caben muy pocas dudas, y de las más 17.000 yardas acumuladas que lleva una gran parte se las debe a la figura de Calvin Johnson, un WR que juega en su propia liga como se pudo ver ante los NY Giants, aunque mucho colaboró una secundaria que mostró serios desajustes, la actuación de la secundaria en el primer TD de Megatron es digno de una comedia bufa. Quien sin embargo puede tener de nuevo un mal año es Eli Manning, de hecho en la Gran Manzana ya ha empezado a sonar el nombre de Ryan Nassib. Sigo pensando que se equivocan en New York, Eli Manning es un QB para un estilo de juego basado en la carrera y que le permite hacer el play action, en los que el QB es uno de los mejores, sin embargo desde no se sabe donde ahora lo quieren hacer otro tipo de QB, lo que terminará seguramente por mandarle al banquillo.
• Hasta ahora el equipo que estaba acostumbrado a lidiar con los problemas de QB eran los NY Jets, tras varios años con el fallido experimentó de Mark Sánchez, mezclado con el dantesco capítulo de Tim Tebow, le llega el turno a Geno Smith, un QB que la temporada pasada mezcló buenas actuaciones con otras lamentables, cuando se proponía a hacerlo mal, no tenía rivales. A Geno le costó entrar en el partido, pero tras dos turnovers, y alguna jugada diseñada para Michael Vick, se pudo asentar y pudimos ver al buen Geno. Ahora lo que hace falta es que no regrese el mal Geno, viendo el melón que se ha abierto en la AFC East, cualquier equipo podría tener opciones a ganar la división.
• El escándalo a Ray Rice daría para escribir mucho, es un asunto tremendamente desagradable y escabroso donde se mezclan lo legal, penal, económico, ético, moral, social y cuantas cosas queramos. Los Baltimore Ravens y la NFL han actuado como cabía esperar, pero con una matización ¿Sabían de la existencia de este segundo video? ¿Y si sabiendo de su existencia lo habían visto? Ambas partes han negado conocer el video, postura lógica, si lo conocían Roger Goodell debería abandonar su puesto y los Ravens deberían estar en una subasta para encontrar nuevo propietario y Front Office. De momento cuentan con el beneficio de la duda. Sobre Ray Rice es fácil cebarse, lo que ha hecho es incalificable, pero necesita ayuda y terapia, crucificarlo solo podría traer consecuencias aún peores. La sociedad norteamericana acepta el perdón y concede segundas oportunidades, una vez que Ray Rice purgue sus pecados no debería haber inconveniente en que pudiera regresar a la NFL.