Con dos pases de touchdown de Ben Roethlisberger y otro del wide receiver Antonio Brown en una jugada sorpresa al final del primer cuarto, los Pittsburgh Steelers se impusieron por 30-23 sobre unos Houston Texans que cometieron demasiados errores para llevarse el Monday night.
Pittsburgh (4-3) pasó en poco más de un minuto (concretamente en 73 segundos) de perder por 10 puntos a ir por delante por 11 gracias a la autodestrucción de unos Texans que ya suman tres derrotas consecutivas.
Roethlisberger acabó con 265 yardas de pase. Le’Veon Bell acumuló 145 de total offense y el rookie wide receiver Martavis Bryant atrapó el pase de touchdown que cambió el signo del partido en la que fue su primera titularidad.
Arian Foster corrío para 102 yardas para Houston (3-4), pero sólo logró 29 en los últimos tres cuartos. Ryan Fitzpatrick terminó con 21/32 pases completados para 262 yardas con 2 TD y una interceptación pero los Texans no pudieron sobreponerse a los tres turnovers que cometieron.
Pittsburgh perdía 13-3 a 1:36 para el descanso cuando Big Ben conectó con el novato, después Foster perdía un fumble y llegaba la jugada de engaño de Browns y para terminar el desastre Fitzpatrick veía como un pase rebotado acababa en manos de la defensa local y como inmediatamente después llegaba otro TD de Pittsburgh.
Aún así al final dispusieron de un onside kick que estuvieron muy cerca de recuperar. Por desgracia para ellos la suerte tampoco les favoreció en esa jugada y los locales se aseguraron la victoria.