Arizona Cardinals y Chicago Bears son las dos franquicias mas antiguas de la NFL, las únicas que quedan como miembro fundadores de la liga en 1920, aunque entonces los Cardinals estaban en Chicago y los Bears ni estaban en Chicago, sino en Decatur , ni se llamaban así, sino Staleys. En 1921 los Staleys deciden moverse a Chicago, jugar sus partidos en el Cubs Field (actual Wrigley Field), y en 1922 en homenaje a los Cubs deciden llamarse Bears.
Los Cardinals, un equipo que nació como asociación de barrio, permanecieron en Chicago hasta 1959. El empuje económico y la mayor popularidad de los Bears, y sobre todo su hambre de títulos personificado en George Stanley Halas, acabaría por provocar la salida del equipo de la ciudad, aunque a ello también contribuyeron motivos personales de quien fuera la propietaria del equipo, la viuda de Charles Bildwill. Los mejores años de los Arizona Cardinals quedaron enterrados en Chicago, sus dos títulos de la NFL pertenecen a los tiempos en que el equipo andaba por The Windy City. En sus periplos por St. Louis y en el desierto de Arizona, bien como Phoenix, bien como Arizona, la mejor hazaña de los Cardinals fue llegar a una Super Bowl, donde derrotados por los Pittsburgh Steelers.
Historias aparte, si algo siempre ha diferenciado a los Bears y Cardinals es que los primeros siempre fueron el ejemplo de competitividad y excelencia, mientras que los segundos han sido ejemplo de incompetencia y mala gestión, de hecho son el equipo con mayor número de derrotas de toda la historia. Los Cardinals ya estaban en Chicago cuando llegaron los Bears de la mano de George Halas, tuvieron en sus filas a algunas de las primeras estrellas de la NFL como Paddy Driscoll, pero muy pronto empezaron a sentir el aliento de George Halas, fueron viendo como eran desplazados por un equipo que todos los años aspiraba a todo y que recibió el apelativo de “Monsters of the midway”, en muy poco tiempo los Cardinals pasaron a ser “el 2º equipo de la ciudad”.
El primer golpe de los Bears vino cuando se hicieron con los servicios de la primera estrella de la NFL, Red Grange, conocido como “The Galloping Ghost”. Hasta entonces los Bears sobrevivían a duras penas en Chicago, compitiendo de tú a tú con los Cardinals, el verdadero equipo de la ciudad. El primer partido de Red Grange además fue un duelo muy especial, partido jugado en el día de Acción de Gracias contra los Cardinals con un record de asistencia, 36.000 espectadores. Aquel partido terminó con una pitada monumental del público a los Cardinals, y en concreto a Paddy Driscoll, por su negativa a que Red Grange pudiera jugar y tocar la pelota. Aquel día empezó el despegue meteórico de los Bears a la vez que el desplazamiento de los Cardinals que acabarían siendo relegados a segundones, a eternos perdedores. Los Bears no tardaron demasiado tiempo en identificar a sus nuevos enemigos, los Green Bay Packers de Curly Lambeau, además de los potentes equipos de la Costa Este, NY Giants y Washington Redskins principalmente.
Los Bears se convirtieron en permanentes ganadores y en ejemplo de excelencia, la figura de George Stanley Halas no tardaría mucho tiempo en convertirse en uno de los íconos de la NFL, mientras tanto, los Cardinasl con los Bildwill al frente se hundían en la mas absoluta de las mediocridades, pasaron de ser el equipo de la ciudad a los apestados. En 1940 los Cardinals tuvieron que marcharse a Buffalo a jugar un partido por la imposibilidad de poder jugar en ninguna parte desplazados por el baseball. Aquel partido frente a los Detroit Lions terminó con un tanteador de 0-0 y está considerado el peor partido de toda la historia, 84 yardas totales y ambos equipos acabaron ejecutando punts en primer down.
La percepción hoy en día sigue siendo muy parecida a la de hace 50 ó 60 años, los Chicago Bears, que solo han ganado una Super Bowl desde que se instaurara el Vince Lombardi Trophy, son una de las grandes franquicias por peso y derecho en la NFL, siguen con ese aura de grandeza y de perfecto ejemplo de integración de un equipo en un ciudad. Por su parte, los Cardinals siguen en lo mismo, son una de las cenicientas de la NFL, uno de esos equipos que puede tener un año bueno, incluso dos, pero luego siempre vienen media docena de temporadas de absoluta irrelevancia. Es algo que está en los genes de la NFL, los Bears, como los Giants, Redskins o Cowboys, siempre pertenecerán a la creme de la creme de la NFL, mientras que equipos como los Cardinals siempre pertenecerán a ese ilustre elenco de eternos perdedores, donde les acompañan entre otros los Detroit Lions o Cleveland Browns, por glorioso que pueda ser su palmarés.
Sin embargo todo esto que acabo de contar no está pasando esta temporada, los Cardinals están ocupando el sitio que siempre le ha correspondido a los Bears, y estos últimos están en el lugar que durante décadas han ocupado los Cardinals. Ambas franquicias van por caminos opuestos, pero no solo deportivamente, los de Arizona lideran en solitario la NFC con una marca de 6-1 mientras que los Bears se van hundiendo, un record de 3-4 y en caída libre, sino que en los Cardinals se respira aquello que siempre hizo a la escuadra de Halas grande.
En la NFL parto de una teoría mas o menos sencilla, salvo contadas excepciones, todos los equipos tienen jugadores con talento y de calidad. La herramienta del draft permite que todos los equipos puedan disponer en sus plantillas de buenos jugadores, y sí, puedes equivocarte con dos y tres elecciones cada temporada, pero lo que es imposible es equivocarse permanentemente todos los años y durante mucho tiempo. Hay excepciones como los Oakland Raiders, pero como una dijo Dick Vermeil tras ser derrotado por los Cincinnati Bengals cuando sus Kansas City Chiefs marchaban invictos, algún día tantas elecciones muy altas en el draft tienen que sacar a relucir su talento y calidad.
Partiendo de esa máxima, talento lo hay en muchas partes, pese a que los jugadores llegan cada vez peor formados de la NCAA, el siguiente paso es poner a funcionar ese talento en beneficio de una causa común. Por decirlo de una manera, en todas partes hay APTITUD, pero es necesario que haya ACTITUD. Tenemos un claro ejemplo de esto que acabamos de exponer en los Dallas Cowboys, todos los años mirabas su roster y decías, aquí hay aptitud a raudales, sin embargo por lo que fuera, lo que no había es actitud.
Eso que he llamado ACTITUD es algo que los Chicago Bears siempre han tenido, ellos son eso, los Chicago Bears, padres fundadores de la NFL, el equipo de George Stanley Halas, un equipo que tiene nueve títulos en su palmarés, en resumen, un equipo que es NFL por los cuatro costados, vestir el uniforme azul marino es un privilegio. Los Bears siempre son uno de los equipos relevantes de la liga, por ciudad, estadio y otros muchos factores, pero nada de esto que cuento está pasando en la actualidad. Los Bears de hoy son todo lo contrario, un equipo plagado de jugadores de talento, es imposible negar las cualidades de Brandon Marshall, Alshon Jeffery, Martellus Bennett y Matt Forte, todos juntos constituirían un ataque impresionante, son jugadores que nadie les puede negar estar entre los 10 mejores de sus posición. Y queda siempre la controvertida figura de Jay Cutler, un QB de esos que enamora a los scouts por sus herramientas físicas, pero que es la tumba de un Head Coach por sus “herramientas mentales”.
Jay Cutler lo tiene absolutamente todo para ser uno de los mejores QB de la NFL, pero hay algo en él, dentro de su cabeza que siempre lo alejará de los mejores, por no hablar de su nula querencia a pulir defectos, es exactamente el mismo Jay Cutler que los Denver Broncos decidieron prescindir de él, y a mi siempre me queda una duda ¿Qué hay realmente detrás de un talento tan especial como Jay Cutler para que una franquicia como Denver decida prescindir de él y optar por un jornalero como Kyle Orton? Y no me vale la disculpa de que Josh McDaniels estaba como una regadera, John Fox cogió aquel mismo roster y lo llevó a playoffs con Tim Tebow como QB.
El “espíritu Jay Cutler” se está metastizando en toda la franquicia, un equipo que se ha caracterizado históricamente por tener muchas de las mejores defensas de la historia de la NFL es en la actualidad una banda de patio de colegio, o mas que eso, al campo salen a jugar once espantapájaros a vestir uno de los uniformes mas gloriosos de la liga. En este equipo han jugado en defensa Dick Butkus, Mike Singletary, Richard Dent entre otros, y no hace tanto Brian Urlacher y Julius Peppers, pero todos los que están ahora, jugadores algunos con talento, son una banda mal orquestada que no solo desafina, sino que además da el cante de forma mas que clamorosa.
Y vamos a poner un ejemplo que lo ilustra absolutamente todo, Lamarr Houston. El fichaje estrella del equipo, junto a Jared Allen, se lesionó celebrando un sack, algo que ya por si solo debería ser esperpéntico. Pero lo que debería ser objeto de cárcel es que un defensa celebre la consecución de un sack en los minutos de la basura al QB suplente del rival de turno, que para mas señas es novato y que estaba jugando un partido sentenciado. Los Bears recibieron 51 puntos, algo que por si solo ya merecería ser objeto de un serio análisis.
Los ejemplos de Jay Cutler y Lamarr Houston no son mas que eso, reflejo de dos jugadores con todas las aptitudes, pero a los que les falta actitud. Lo de Jay Cutler no es nada nuevo, ya me he cansado de creer en un jugador que tiene unas herramientas físicas que ya quisieran tener el 95% de los QB de esta liga, pero que se empeña en tirarlas por el sumidero semana sí y semana también. Y lo de Lamarr Houston, el equipo ha lamentado su lesión, pero lo que debería hacer es cortar al jugador e intentar ganar en los tribunales de justicia que devuelva parte de un salario, algo que debería estar avergonzado de cobrar, hay que tener mas cara que un hipopótamo con paperas para recoger un cheque tras una acción tan vergonzosa y vergonzante.
Exactamente lo contrario a los Chicago Bears son los Arizona Cardinals, miras su roster, y sí, hay gente con talento, pero en conjunto es un equipo que me parece inferior a los Chicago Bears, aunque su defensa sobre el papel sí debería ser superior. Y decimos sobre el papel, este equipo perdió en pretemporada por sanción a Daryl Washington, mas tarde a Kevin Minter y Darnell Dockett por lesiones y en la agencia libre se marchó uno de sus líderes como era Karlos Dansby. Durante la temporada Calais Campbell sufrió una lesión que le hará perderse algunos partidos y una de sus estrellas defensivas, Patrick Peterson no pasa por uno de sus mejores momentos profesionales. ¿Y qué podemos decir del ataque? Carson Palmer estaba marchitándose y vegetando en Oakland, a donde llegó por via de un trade que hubiese sido digno de llevar la firma del mismísimo Al Davis. Larry Fitzgerald, pese a su incuestionable calidad, lleva un tiempo fuera del grupo de mejores WR de la NFL, hasta el punto que todos los años sonaba como traspasable ante el empuje de Michael Floyd, pero imposible por las figuras salariales de su contrato. Los Cardinals es un equipo que ya le gustaría tener un TE como Mertellus Bennett en su roster, y no digamos ya de un RB como Matt Forte, su mejor hombre es Andre Ellington, elegido en la 6ª ronda del draft de 2013 y cuyo mejor registro esta temporada es de 91 yardas, cifra que Matt Forte podría conseguir en cualquier partido.
Pero este equipo, entrenado por Bruce Arians, que se está ganando a pulso ser el entrenador del año, tiene algo que los Bears ni sueñan en la actualidad, ACTITUD. Los Cardinals salen todos los partidos a jugar con el cuchillo entre los dientes, no solo en ataque, donde han sufrido la baja de Carson Palmer tres partidos y tuvieron que recurrir a un jornalero como Drew Stanton, sino que la defensa que coordina Todd Bowles es una de las mas agresivas y espectaculares de ver jugar. Una defensa que pese a las bajas por lesiones, o pobre rendimiento de alguna de sus estrellas, sale en cada partido con una ACTITUD encomiable. Su única derrota llegó ante los Broncos y en Denver, y el marcador 41-20, es totalmente injusto con lo que sucedió aquel día, estuvieron mucho mas cerca de lo que parece y acabaron jugando con su 3er QB, el novato Logan Thomas. Y sí, han ganado a Oakland, que no debería contar casi como victoria, pero el resto de sus victorias son ante San Diego, San Francisco, New York Giants, Philadelphia y Washington, un equipo que se pudo ver en Dallas no es tan malo como muchos pretenden vender.
Yo no sé si este equipo los Cardinals podrán hacer algo sonado este año, mi sensación es que les puede suceder en post temporada algo parecido a lo que les pasó ante Denver, qué al final tienen que claudicar ante un rival que es superior, pero de una cosa estoy también seguro, el día que pase eso no ofrecerán la lamentable cara y actitud que ofrecieron los Chicago Bears ante los New England Patriots. Los Arizona Cardinals son un ejemplo de como con menos talento, aptitud, se puede competir si tienes actitud, por el contrario, los de Chicago son ejemplo como sin actitud por mucha aptitud que uno tenga, y van muy sobrados, no tienes nada que hacer en la NFL.
AUDIBLES
- La NFL ha tenido a bien jugar su segundo partido de las International Series, queda un tercero para el mes de noviembre. Como ya viendo siendo habitual no hay manera de que lleguen dos equipos con un record ganador, y para el tercero tampoco va a pasar. El estadio Wembley se llenó, o mas que llenarse, se vendieron todas las entradas y el aspecto era espectacular, pero los que hemos vivido la experiencia sabemos lo que hay, es una fiesta de la NFL para el Reino Unido, y de paso para toda Europa. La NFL se empeña en querer poner un equipo residente, y doctores tiene la Santa Iglesia, pero sería un error mayúsculo, no es lo mismo tener una serie de tres partidos con diferentes equipos, con todo el estadio vendido meses antes, que tener una franquicia residente.
- Eso sí, el partido estuvo al menos entretenido y los espectadores pudieron ver como se decidía en los segundos finales, algo que no pasó en el anterior encuentro donde para el último cuarto mucha gente ya había abandonada el estadio. Los Detroits Lions parecía que se irían de vacío, pero creyeron que podían ganar, este equipo sí tiene actitud esta temporada, y terminaron por llevarse un encuentro que en realidad lo perdieron los Atlanta Falcons en una colección de errores impropios de un equipo profesional. O sí, por algo este equipo tienen un record de 2-5 y no de 5-2, comente errores garrafales y eso ha puesto a Mike Smith en la cuerda floja.
- Los Washington Redskins han estrenado su 3er QB de la temporada, el lugareño de Texas Colt McCoy debutaba contra el equipo de su infancia, los hasta ahora intratables Dallas Cowboys con su record de 6-1. Tras el partido uno tiene que hacerse dos preguntas ¿Son realmente los Dallas Cowboys un equipo de 6-2? ¿O son los Washington Redskins un equipo de 3-5? Viendo jugar a los capitalinos en el Monday Night le encuentro pocas explicaciones a ese record, la defensa, especialmente cuando uso el “blitz” puso en serios problemas a los Cowboys. Los dos jóvenes CB de los Redskins, Bashaud Breeland y David Amerson, merecen un seguimiento muy especial. Cuando Jay Gruden se dio cuenta que tiene a un tal Alfred Morris en su roster empezaron los problemas para los tejanos. ¿Colt McCoy? Habrá que ver que pasa la semana siguiente, los QB que empiezan un partido siempre se benefician del factor sorpresa, pero en cuando los coordinadores defensivos los estudian, suelen detectar sus lagunas, en todo caso el regreso de Robert Griffin III parece casi ya un hecho.
- El AT&T Stadium es una joya arquitectónica, pero hasta ahora el público local o era muy frio, o se dejaba intimidar por la afición del equipo visitante, hasta el extremo que los Boys no podían presumir de tener un fortín. La buena racha de los Cowboys ha despertado a sus seguidores y el aspecto de la grada el pasado lunes era de lujo, desde los tiempos del antiguo Texas Stadium no se veía tan buen ambiente con el público de pie y animando como hacía tiempo. Sin embargo todo el estadio enmudeció cuando Tony Romo tuvo que abandonar el campo por lesión, y encima en su espalda recién operada. Brandon Weeden tuvo su oportunidad, y no lo hizo mal el chico aprovechando lo que hemos dicho, el factor sorpresa, él no tuvo la culpa de un drop clamoroso de Dez Bryant que hubiese supuesto un TD para Dallas en lugar de un FG. Tony Romo pudo regresar, habrá que saber como, pero no era el mismo Tony Romo de la racha de 6 partidos ganados, ni tan siquiera el de la primera parte cuando los Boys quizás perdonaron mas de la cuenta, infumable el fumble de DeMarco Murray que privó de otra anotación segura a los de Jason Garrett. El Head Coach recordó en el drive final y en la prórroga al de sus peores tardes, un placycalling absurdo e incomprensible.
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- Los Denver Broncos se impusieron con relativa facilidad a los San Diego Chargers
- Si hay un equipo que no baja el pistón son los Denver Broncos, su partido contra San Diego adelantado a jueves era vital, no solo por las implicaciones divisionales, sino por las psicológicas, San Diego puso la temporada pasada en serios aprietos a Denver en los playoffs, al menos muchos mas que en la final de la AFC ante los New England Patriots. Esta vez nada de eso pasó, Denver como ese funcionario eficiente e implacable despachó a los Chargers, que bajas aparte, nunca pusieron en un solo aprieto a Peyton Manning, cuyos números no son tan espectaculares como los del año pasado, pero cuya eficiencia ha aumentado. Estos Broncos no son el Ferrari del año pasado, sino que mas bien se han convertido en un Hummer con un motor diésel, no correrán, pero no te deja tirado nunca.
- Tenemos la liga mas alocada en años, no hay patrón, un día eres un dios, al siguiente un apestado, cada uno habla de la feria como le va en ella. El mas claro ejemplo son los Pittsburgh Steelers, un equipo que nunca sabes con qué cara te vas a encontrar, esa que enamora a toda la liga por su contundencia, o esa otra que te hace dudar y que provoque algo casi imposible en la ciudad del acero, qué se empiece a cuestionar la valía de Mike Tomlin. El pasado domingo los Steelers aplastaron en ataque a los Indianapolis Colts, y sí, aplastaron en ataque, porque su defensa dejó muchísimo que desear, recibió 34 puntos de los Indianapolis Colts que se presentaron sin juego terrestre y todo lo confiaron al brazo de Andrew Luck. Ben Roethlisberger batió todos los records de la franquicia y personales, se quedó con sus 522 yardas a tan solo 30 yardas del record absoluto de yardas en un solo partido, aunque en esta liga ya a nadie nos debe extrañar estos números, por primera vez 4 QB pasaron de las 400 yardas en una sola jornada, y algo que empieza a ser anormal solo es cuestión de que se vuelva normal, no hacía tanto eso mismo pasaba con la marca de las 300 yardas.
- Mucha culpa de esos números, que empiezan a dejar de ser estratosféricos, es culpa directa de la reinterpretación que se está haciendo de las reglas de contacto de la NFL, ya no se sabe lo que es pass interference, contacto ilegal o roughing the passer. Los QB son seres intocables, si un brazo que vuela por las trincheras roza accidentalmente el casco del QB ya sabemos lo que hay, 15 yardas de penalización, si le das un golpecito al QB aunque sea fuera del pocket, corres serio riesgo que te piten falta. Yo me suelo reir y digo “touching the passer” (tocar al pasador), pero a este ritmo la interpretación puede acabar en ser mirar mal al QB. Las reglas del Pass Interference son directamente incomprensibles, pero tanto en ataque como en defensa, hay árbitros donde rozas al WR y lanzan pañuelos, y en otras ocasiones no aprecian nada de nada. Estamos llegando al absurdo de que hay auténticos especialistas en eso que en el fútbol se llama “piscinazos”. Yo no me puedo creer que sea el mismo juego lo que pasaba en Foxboro y en Cincinnati, Brandon Browner y Darrelle Revis secaron a los WR de Chicago, no solo por sus coberturas, sino porque les dejaron dar leña hasta decir basta, por otro lado a Steve Smith le pitaron una interferencia por…. lo dejo allí, yo no lo sé.
- Cuando Tom Brady dijo aquello de que se retiraría de la NFL cuando apestara seguramente estaba pensando en los QB de la AFC East, estoy convencido que el mejor QB después del propio Brady en la división es Jimmy Garoppolo, su suplente. En New York parece que se han rendido con Geno Smith, trajeron a Percy Harvin para que demostrara su valía y ha bastado un partido para que Rex Ryan nombre a Mike Vick titular para el próximo domingo. En Buffalo ya echaron la toalla con EJ Manuel, con Kyle Orton, un jornalero, los Bills van 5-3 y son la mayor amenaza, por llamarlo de alguna manera, de los Patriots. En Miami Ryan Tannehill es la mejor apuesta, pero por una sencilla razón, no será uno de los mejores QB de la liga, pero es que miras fuera del equipo y el panorama es desolador, al menos sabes una cosa, es mejor que muchos que andan por allí. Tom Brady podría llegar jugando hasta los 50 años, salvo que suene la flauta en el draft de sus rivales divisionales y aparezca alguien que lo haga apestar.
- Esta temporada además de año loco tenemos a una serie de equipos que yo soy de la opinión de que juntas los rosters de todos ellos y no sacas un equipo capaz de ganar media docena de partidos. Sobre Oakland está todo dicho y escrito, si de este roster salen tres jugadores decentes a lo mejor me estoy columpiando. Pero Oakland no está sola, en Tampa alguien ha dejado caer el rumor que salvo Gerald McCoy, Lavonte David y Mike Evans, todo el roster está en venta a cambio de elecciones de draft, entre ellos Vincent Jackson y quien sabe si el propio Doug Martin (finalmente se fue Mark Barron). En Tennessee ya han recurrido a su 3er QB, Zack Mettenberger, un jugador mas preocupado de su imagen que de su juego, suponemos que el recado que le mando JJ Watt en uno de sus sacks el QB se habrá dado por aludido. A este ilustre trío podríamos añadir los NY Jets y los decepcionantes Jacksonville Jaguars, y lo dicho, entre todos no sale un roster competitivo.
- El año pasado la NFC South metió a dos equipos en la ronda de divisionales, Carolina y New Orleans, este año porque el campeón de división tiene que pasar a los playoffs sí o sí, pero hoy por hoy es la peor división del football, todos los equipos con record negativo. Aun nos queda temporada y hay margen para la mejora, pero tanto Carolina como New Orleans tiene serias deficiencias, los primeros no defienden y los segundos son un equipo muy diferente cuando juegan en su Superdome, tres victorias, o cuando les toca viajar, 4 derrotas. De momento el partido adelantado es clave, el que gane tendrá el liderato de la división, o lo que es lo mismo, estará en el asiento del conductor.