No fue bonito pero fue muy importante. Los Miami Dolphins se impusieron por 22-9 a los Buffalo Bills en un choque dominado por las defensas durante la mayor parte de la noche.
Ryan Tannehill se sobrepuso a los cinco sacks que encajó lanzando dos postreros pases de touchdownthrow de 7 yardas para Brandon Gibson y de 8 yardas para Jarvis Landry. Tannehill acabó con 26 de 34 pases completados para 240 yardas, no fue interceptado y utilizó sus piernas con gran acierto en momentos importantes. En el juego terrestre Lamar Miller añadió otras 86 yardas.
Miami perdía 9-3 antes de recuperar terreno anotando un parcial de 19-0 en los últimos 18 minutos.
En muchos problemas por la presión de la línea defensiva visitante, los Dolphins no habían sido capaces de poner un TD en el marcador ya no sólo en los primeos cuartos de este partido sino en choques anteriores ante los Bills. Al final con sendos drives de 80 y 63 yardas lograron vencer la resistencia de Buffalo.
Con los Dolphins 12-9 arriba, Landry cometió un fumble en un retorno de kick off pero la defensa de Miami también hizo su parte y el kicker Dan Carpenter terminó fallando un field goal de 47 yardas que hubiera empatado el partido. Anteriormente había anotado desde 33, 21 y 46 yardas.
Por su parte Kyle Orton terminó con 22 de 39 pases completados para 193 yardas y los Bills sólo pudieron añadir 54 yardas por vía terrestre sin sus dos running backs en el campo por culpa de las lesiones. Orton además fue castigado con un dudoso «intentional grounding» en la endzone cuando ya se habían puesto por delante los Dolphins 10-9.