Ohio State se convirtió en el primer campeón de la era playoffs en el football universitario tras superar con autoridad a Oregon por 42-20 en el AT&T Stadium. El RB Ezekiel Elliot, extraordinario en este final de temporada, volvió a ser la gran estrella de los Buckeyes con cuatro touchdowns en su haber.
Ni la baja en agosto de su en principio QB titular Braxton Miller, ni la derrota en septiembre ante Virginia Tech, ni la lesión en noviembre de T.J. Barrett han apartado a los Buckeyes de la gloria final en el que ha sido un excepcional trabajo del coach Urban Meyer ya consagrado en el olimpo de los entrenadores colegiales con tres campeonatos en sus vitrinas.
Cardale Jones lanzó para 242 yardas (16/23) y un touchdown añadiendo otro de carrera en su tercer partido como titular. Por su parte Marcus Mariota (24.37) acabó con 333 yardas y dos touchdowns (fue interceptado también en una ocasión), pero la ofensiva de los Ducks estuvo muy poco acertada en la red zone y no pudo establecer su juego terrestre ante el linebacker Darron Lee y el poderoso frente defensivo de Ohio State formado sin duda por un buen numero de futuros jugadores NFL.
Ni con cuatro turnovers de Ohio State se libraron los Ducks de anotar la menor cantidad de puntos en un partido esta temporada. Los de Oregon terminaron con 2 de 12 en terceros downs incluyendo un par de pases que dejaron caer los receptores en la primera mitad.
Al descanso Ohio State dominaba por 21-10 pero un pase de 70 yardas de Mariota para Byron Marshall y un field goal de Aidan Schneider en el tercer periodo hicieron soñar a los Ducks con la remontada poniéndose a un sólo punto de su rival. En ese momento irrumpió Elliot quien anotó los tres últimos touchdown del partido para dejar con un palmo de narices a los de Oregon llevando el trofeo rumbo a Columbus.
Elliot se une al gran Eddie George como los únicos Buckeyes en correr para más de 200 yardas en al menos tres ocasiones en una temporada.