Mis previas llegan aquí a su fin. 250 partidos después la temporada de la NFL se define este próximo fin de semana con la disputa de la XLIX edición de la Super Bowl. New England Patriots y Seattle Seahawks disputan una final que este año si ha entrado dentro de los pronósticos aunque, tal y como ambos empezaron la temporada, no siempre han estado liderando los favoritismos en las casas de apuestas.
Desde luego estamos ante los dos mejores equipos de la liga en este momento. Así lo han demostrado y ahora toca definir quien es el mejor de los mejores. Sólo puede quedar uno.
Este es mi pronóstico:
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NEW ENGLAD PATRIOTS (12-4) VS. SEATTLE SEAHAWKS (12-4) Domingo, 1. 18:30 h. ET – University of Phoenix Stadium NBC / CANAL+ |
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Muchas cosas han pasado desde la ultima vez que Seahawks y Patriots se vieron las caras. Por aquel entonces, en el CenturyLink Field, Aaron Hernández recibía pases de Tom Brady y Brandon Browner castigaba sin piedad a Wes Welker. Desde luego ese episodio a día de hoy no creo que sirva para gran cosa pero sí si lo hace, podemos decir que fue un antecedente muy igualado y resuelto en los instantes finales. Pero volvamos al presente. CUANDO LOS PATRIOTS ATAQUEN: Desde mi punto de vista el enfoque que deben dar los Pats es muy similar al planteado por Green Bay en la final de la NFC. Ante una defensa como la de Seattle veo fundamental establecer el juego terrestre. No veo a los Patriots con opciones si su planteamiento pasa por una elevada dosis de pases, no ante los Seahawks. LeGarrette Blount es factor crucial aquí ya que Shane Vereen no es un jugador contundente entre los tackles. Brandon Bolden y quizás el infrautilizado últimamente Jonas Gray pueden también tener su dosis de protagonismo. Si New England consigue mover las cadenas por tierra será cuando llegue el turno de Tom Brady para hacer letal el juego de «play-action» algo en lo que siempre ha sido un maestro y una faceta del juego con la que ha producido muchísimas yardas para su equipo. Aquí es donde debe irrumpir Rob Gronkoski, donde Julian Edelman, con su capacidad para producir yardas tras la recepción, puede hacer daño a la defensa de Seattle, donde Brandon LaFell puede ser la amenaza de «home run» y donde Danny Amendola puede volver a ejercer como «factor X». Creo que los Patriots tiene mejores armas que Green Bay para este tipo de planteamiento pero al mismo tiempo también creo que Seattle llega «prevenido» de esta posibilidad tras las finales de conferencia. ¿Y que pasa con la defensa de Seattle? Obviamente los Seahawks deben frenar esta vez el juego de carrera. No pueden permitirse una situación similar a la que ocurrió con Green Bay porque esta vez puede que no salgan vivos. Todos los equipos que han ganado al equipo de Pete Carroll este año han superado las 100 yardas de carrera (dolorosa excepción para los Packers). Otro punto importante será saber si Dan Quinn va a poner presión a Brady. A nadie escapa que en ocasiones anteriores las cosas empezaron a ir mal para New England cuando su QB empezaba a sentirse incómodo en el «pocket» (podemos preguntar a los New York Giants). Aquí vuelve a resultar fundamental para Seattle haber aprendido del partido ante los Packers donde, en líneas generales, Aaron Rodgers vivió cómodo dentro del pocket. Cierto es que la defensa de Seattle es más de fundamentos que de efectismo por eso será interesante ver que hace Quinn en este aspecto. [youtube id=»0B8qugWFOXE» width=»620″ height=»360″] CUANDO SEATTLE ATAQUE: Si hablábamos de Blount como hombre clave del ataque de New England, a nadie se le escapa que Marshawn Lynch será el martillo pilón de los Seahawks. La defensa de los Patriots debe esperar una alta dosis de «beast mode» y obviamente será uno de los puntos fuertes en la preparación táctica del partido por parte del coordinador defensivo Matt Patricia. Contener a Lynch no es fácil pero puede bastar con minimizar su efecto aunque esto es algo más fácil de decir que de hacer. Placar bien será fundamental ante un hombre que se gana los dólares con las yardas tras el primer contacto. Si Lynch campa a sus anchas empezarían los problemas para New England. El otro hombre clave es por supuesto Russell Wilson. Su capacidad para moverse en el pocket, lanzar fuera de la bolsa de protección o ganar yardas por su cuenta es excepcional y no me extrañaría nada que uno de los ases en la manga de New England sea emplear al atlético linebacker Jamie Collins como «espía» del QB de los Seahawks, de forma similar a lo que hizo excelentemente Clay Matthews hace dos semanas. Mantener a Wilson vigilado es fundamental porque si empieza a jugar cómodo y a tener opciones de correr la pelota puede ser una pesadilla. Collins está más que capacitado para hacer este trabajo y puede ser una de las claves que determinen el desenlace de este choque. Por otro lado, en lo que respecta al juego aereo, espero que los Pats empleen mucha defensa hombre a hombre sobre los receptores de Seattle, para eso han llegado hombres como Darrelle Revis y Brandon Browner, y aquí es donde New England sube el nivel respecto a la secundaria de los Packers y donde se me antoja crucial esa labor de vigilancia absoluta sobre Wilson para ahogar a la ofensiva de Seattle. Realmente creo que New England tiene las armas para tumbar a estos Seahawks, reitero en las claves ofrecidas por Green Bay, y todo parte del control a Lynch, sin embargo creo que, en un partido que puede estar parejo, hay un factor que puede terminar por ser determinante: el psicológico. El «deflategate» ha provocado una semana lejos de ser normal en Boston mientras que los Seahawks se han podido centrar única y exclusivamente en el partido. Obviamente habrá un buen número de «Pat fans» en Arizona pero creo que, en líneas generales, el ambiente va a ser hostil para New England en general y para Tom Brady en particular, algo muy, muy poco habitual en cualquier Super Bowl. Diga lo que diga Richard Sherman, la polémica si va a afectar a esta final. Pronóstico: SEATTLE |
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– Última jornada: 2/2
– Acumulado: 155/250