Se acabó. El ex-tight end de los New England Patriots Aaron Hernandez cambió una prometedora carrera en la NFL por una condena a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Hernández fue encontrado culpable de los cargos que afrontaba por el asesinato en primer grado de Odin Lloyd el 17 de junior de 2013.
Lloyd, que era el novio de la hermana de la prometida de Hernández, fue encontrado muerto con seis disparos en un poligono industrial a poco más de un kilómetro de la casa del ex-jugador.
En aquel momento Hernández había firmado un contrato por 40 millones con los Patriots y formaba una letal pareja de tight ends con Rob Gronkowki siendo una importantísima pieza en la ofensiva de New England.
El fiscal declaró que Hernández planeó el asesinato y luego ayudo a ocultarlo.
Hernández aun tiene ahora pendiente otro juicio por el doble asesinato de Daniel de Abreu y Safiro Furtado ocurridos en julio de 2012 y descubiertos en la investigación del caso Lloyd.