No sé cómo me meto en estos líos. O bueno, sí que lo sé. Todo arrancó una fría y aburrida mañana de lunes en la que empecé a twittear algunas de mis ideas sobre la estrategia a seguir para ejecutar un buen draft.
El caso es que enseguida vi que desarrollar todos mis pensamientos en cómodas entregas de 140 caracteres iba a ser un reto inasumible para mi desatada capacidad verborreica así que tiré de privilegios, me puse en contacto con mi compañero Josu Arrieta de NFLhispano.com y el resultado es este artículo en el que intentaré plasmar de manera más amplia los principios que un servidor aplicaría en caso de ser uno de los afortunados general managers que este mismo jueves se van a enfrentar a la dura tarea de seleccionar nuevos jugadores para sus franquicias.
Así que, perdonen el atrevimiento, abróchense los cinturones y prepárense para perder veinte minutos de sus vidas leyendo los desvaríos mentales de un simple aficionado de sofá como cualquiera de ustedes enmendando la plana a reputados profesionales que ¡¡¡NO TIENEN NI P… IDEA DE CÓMO HACER UN BUEN DRAFT!!! ¡¡¡APARTENSE QUE VOY!!!
1.- BEST PLAYER AVAILABLE!!!
Las cosas claras desde el principio. Acertar en el draft es un arte de lo más complicado y hay muchas probabilidades de que la cosa no vaya bien así que para reducir el margen de error nada mejor que apostar por el talento.
Esto es como cuando te mandan comprar algún utensilio o material sobre el que no tienes ni idea, lo más sencillo para acertar es ir a una tienda especializada y comprar lo más caro que tengan. Puede que al final acabes sobrepagando por algo que no encaje con tus necesidades o también puede que a pesar del enorme desembolso realizado la compra sea un fiasco, pero en esto del draft no hay límite de presupuesto así que mejor no preocuparse por esas nimiedades.
¿Y si resulta que el BPA ocupa una posición que tu equipo ya tiene perfectamente cubierta? Ahí empiezan los líos pero esto me sirve para dar pie al segundo punto de esta guía.
2.- LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES Y LOS PICKS
En el draft no hay garantías de éxito. Uno puede pensar que se lleva a un proyecto de lo más seguro y luego, por mil razones, la cosa no funcionar.
Teniendo esto en mente una de las mejores maneras de asegurar un cierto grado de éxito es contar con el mayor número de elecciones posible. Estás jugando una especie de lotería y la única manera de aumentar las probabilidades de llevarte el gordo es comprando boletos. Tan sencillo como eso.
Así que, nada de quedarse tranquilo en tu sitio con tus elecciones iniciales. Un buen general manager tiene que aprovechar cada oportunidad que disponga para aumentar el número de picks. Si no te convence lo que está a tu disposición a la hora de elegir, toca tirar de teléfono y agotar todas las posibilidades para cambiar hacia abajo y sacar elecciones extra en el proceso.
Y olvidémonos de las absurdas tablas de “valor” de los picks. Siempre es mucho mejor sacar elecciones extra en un cambio “desequilibrado” que quedarte con un jugador que no termina de convencer.
3.- LA AGRESIVIDAD BIEN ENTENDIDA
No es plan cambiar todas tus selecciones para subir a por un solo jugador, pero tampoco quedarte quieto en tu posición si tienes al alcance de la mano un jugador que puede marcar las diferencias.
Si realmente hay un jugador que merece la pena, cuyo rendimiento puede ser muy superior a todo lo que ofrece el resto de la promoción y te puedes permitir el lujo de prescindir de unos cuantos picks me parece estupendo ser agresivo y subir para asegurar la pieza.
4.- EVITA LOS RIESGOS INNECESARIOS
Esta es una opinión muy personal y probablemente minoritaria, pero hay que pasar de jugadores conflictivos.
Un proyecto draftístico es una ecuación muy complicada de resolver y que suele salir mal en la mayoría de los casos. No hace ninguna falta elevar el grado de dificultad añadiendo nuevas incógnitas en forma de problemas de carácter extradeportivo.
Si además el jugador demuestra una alarmante falta de madurez y es tan tonto como para crear problemas durante el proceso previo a la selección razón de más para evitar la tentación. No quiero a nadie en mi equipo que sea tan estúpido como para que le pillen con las manos en la masa cuando se está jugando su futuro.
5.- LAS RONDAS, LOS PICKS Y SU VALOR
Todo esto depende de la calidad general de la promoción y de la profundidad de la misma en las diferentes posiciones, pero en líneas generales hay que saber qué es lo que se debe obtener en función de la ronda y del pick. Pretender obtener un All-Pro con cada selección es algo tan ilógico como irreal.
La primera ronda es para sacar jugadores que o bien están preparados para ser titulares desde el primer momento o reúnen los requisitos para ser titulares de alta calidad después de un período de formación.
En segunda y tercera ronda hay que seguir buscando jugadores de características similares o buenos especialistas, sabiendo que a medida que profundizamos en el draft el período de retorno de la inversión debería ser mayor.
A partir de la cuarta ronda ya no hay reglas escritas. Toca experimentar, apostar, tener paciencia y buenos entrenadores para desarrollar el talento que se pueda encontrar con especial hincapié en buscar jugadores que puedan aportar desde el minuto uno en los equipos especiales.
En estos terrenos pantanosos del draft en los que todo resulta confuso y espeso no veo mal permitirse ciertas licencias y olvidarse de todas las precauciones con jugadores problemáticos y conflictivos. El riesgo puede merecer la pena.
6.- ¡NUNCA EN PRIMERA RONDA!
Kickers, punters, fullbacks, tight ends bloqueadores, runningbacks, linebackers “clásicos”, guards y centers quedan terminantemente prohibidos en la primera ronda del draft, aunque puedo admitir excepciones en las cuatro últimas posiciones en caso de tratarse de jugadores realmente excepcionales.
¿Por qué? Pues porque no son posiciones especialmente determinantes y se pueden encontrar jugadores perfectamente válidos en rondas inferiores a poco que se tenga buen ojo para el talento y un buen staff técnico para desarrollarlo.
7.- ¿QUÉ BUSCAMOS?
Esta pregunta es realmente compleja pero no está de más simplificar para tener las ideas claras. Esto es lo que he hecho en esta lista en la que he reflejado las tres características indispensables que busco en cada posición, todo lo demás sería un extra o bien se podría desarrollar con trabajo y un buen staff técnico:
- Quarterback: Presencia en el pocket, lectura del juego y madurez.
- Runningback: Cambio de ritmo, visión y contundencia.
- Wide Receiver: Arrancada, agilidad y manos.
- Tight end: Capacidad de “desmarque”, manos y sacrificio.
- Offensive tackle: Atleticismo, juego de pies y mala leche.
- Guard: Equilibrio, explosividad y mala leche.
- Center: Inteligencia, lectura del juego y equilibrio.
- Línea defensiva interior: Centro de gravedad, sacrificio y motor.
- Pass rushers: Explosividad, equilibrio y motor.
- Linebacker: Lectura del juego, instinto y placaje.
- Safety: Lectura del juego, rango de alcance y placaje.
- Cornerback: Agilidad, fundamentos técnicos y confianza.
8.- NADA DE COMPLEJOS
Un jugador puede no encajar en un equipo pero ser una bendición para otro en función de las características de su cuerpo técnico y de su estilo de juego. Hay que tenerlo muy claro y no dejarse influir por la opinión general. Si uno cree en su filosofía y en que un determinado jugador es el adecuado no hay que cortarse. ¡Y que le den a Mel Kiper, a Mike Mayock y a todos los sesudos análisis y draft boards!
9.- ¿QUIERES CASARTE CONMIGO?
No soy de los que creen que la NFL sea una liga de quarterbacks pero puestos a caer en esa simplificación, y por lo tanto convencido de que escoger un quarterback en primera ronda debería suponer un punto de inflexión en la franquicia, me meto de lleno en harina.
Escoger un quarterback en primera ronda es comparable a un matrimonio entre la franquicia que lo elige y el jugador. Es una decisión muy seria y por lo tanto debería ser objeto de un profundo análisis y un largo proceso de reflexión.
Si, por las razones que sean, tu equipo no está en condiciones de ofrecer las condiciones de contorno y el grado de compromiso necesario para que la relación salga adelante mejor olvídate del tema y escoge a partir de la segunda ronda otro quarterback con el que “vivir en pecado” durante los próximos tres o cuatro años. No formalices una relación de manera precipitada solamente por el miedo al qué dirán. Es una forma absurda de crear una presión innecesaria en un proceso en el que hay que tomarse las cosas con la debida calma.
Te ahorrarás el anillo de compromiso, el dinero de la boda, los abogados del divorcio y un sinfín de malos momentos que se podían haber evitado si no hubieras sido tan simple como para caer rendido ante las curvas voluptuosas de ese quarterback “milagro” que iba a darle la vuelta a tu penoso equipo como un calcetín.
10.- RECUERDA A GROUCHO MARX
Los seres humanos somos complejos y contradictorios, o al menos yo me reconozco como tal, así que cierro mi decálogo con la célebre frase de Groucho Marx: “Estos son mis principios, si no le gustan tengo otros”. Tampoco es plan de tallar estas directrices en mármol y atarse a ellas cuando el barco se hunde. Flexibilidad, amigos, flexibilidad.
Esto es todo lo que se me ocurre (por el momento). ¿No me digáis que no es sencillo, eh?
Ahora hacedme el favor de pasarle esta lista a los gerentes de los Cleveland Browns o de los Jacksonville Jaguars a ver si se enteran de lo que tienen que hacer o, mejor aún, a ver si me dan un puesto de trabajo bien remunerado en su staff…