RANKINGS 2014
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TRANSACCIONES PRINCIPALES
Kiko Alonso, LB (Eagles)
Kyle Orton, QB (RET)
Brandon Spikes, LB (F.A)
C.J. Spiller, RB (Saints)
Da’Norris Searcy, S (Titans)
LeSean McCoy, RB (Eagles)
Matt Cassell, QB (Chiefs)
Richie Incognito, OL (Dolphins)
Percy Harvin, WR (Jets)
Charles Clay, TE (Dolphins)
DRAFT CLASS 2015
2(18) Ronald Darby CB Florida State
3(17) John Miller OG Louisville
5(19) Karlos Williams RB Florida State
6(12) Tony Steward OLB Clemson
6(18) Nick O’Leary TE Florida State
7(17) Dez Lewis WR Central Arkansas
¿Se puede ganar sin QB? Esa es la pregunta que todo el Western New York quiere contestar afirmativamente pero más con el corazón que con la cabeza.
Pero antes de entrar en harina quiero hacer un pequeño comentario sobre la franquicia. Como aventurábamos en nuestra previa de la pasada temporada, algo que ya hacía mucha gente por aquel entonces, los Buffalo Bills cayeron en las mejores manos posibles, en las del matrimonio formado por Terry y Kim Pegula. Ellos han venido a dar consistencia y solidez al equipo desde el punto de vista institucional y sus lazos con la ciudad hacen que los aficionados de los Bills vean como ajenas las preocupaciones de otras franquicias que suenan para ser trasladadas a Los Ángeles, gracias a Dios eso es agua pasada en el Western New York.
Después del cambio de propiedad de la franquicia ocurrió uno de las hechos más esperpénticos que se han vivido en Buffalo en mucho tiempo, y eso no es fácil de conseguir. El día de nochevieja el entrenador principal decidió hacer uso de una cláusula que tenía en su contrato que le permitía abandonar el equipo cobrando el sueldo íntegro de la siguiente temporada si la propiedad de la franquicia cambiaba de manos, como así había sido. Por lo tanto los Bills se quedaban en cuestión de días sin su QB titular Kyle Orton que había decidido retirarse y en nochevieja sin Doug Marrone que daba la espantada como entrenador. Lo de Marrone seguramente pasará a los anales de la estupidez deportiva. Un entrenador totalmente mediocre con un ego que no cabe en un estadio abandona su puesto, de los que solo hay 32 en el mundo, porque cree que es el momento de recoger dividendos por haber terminado con los Bills una temporada con balance positivo por primera vez en mucho tiempo. Su maniobra en teoría era perfecta, cobraba una indemnización de un año de salario y se podía ir a alguna de las franquicias con plaza vacante como Head Coach. Haciendo una historia larga corta diremos que la vida habitualmente pone a cada uno en su sitio y el único puesto que Marrone ha conseguido es el de entrenador de la línea de ataque de los Jacksonville Jaguars. La cosa se comenta por si sola.
Rex Ryan, todo un personaje, es ahora el Head Coach de los Bills y con él llega su equipo, Dennis Thurman como coordinador de la defensa con el que ya compartió trabajo en sus últimos años en los Jets y Greg Roman que llega procedente de los 49ers para desempeñar las funciones de coordinador del ataque. Ryan y Roman ya habían compartido vestuario hace años cuando los dos eran miembros del staff de los Ravens.
El epicentro de cualquier franquicia de football es su QB y los Bills tienen en esa posición su mayor carencia. Por el momento la lucha por hacerse con el puesto la están librando Matt Cassel, Tyrod Taylor y E.J. Manuel. Los dos primeros son incorporaciones hechas por el nuevo staff técnico y Manuel es la primera roda del draft de los Bills de hace 3 años. Los 3 tienen características muy diferentes, mientras que Cassel es un pocket passer tradicional, Taylor es un jugador cuya mejor virtud es la velocidad y por tanto su capacidad para jugar a la carrera, E.J. supuestamente es un híbrido entre ambos. A día de hoy podemos afirmar que las posibilidades son que Cassel comience jugando como titular pero a poco que flaquee será sustituido por Tyrod Taylor que, sin que nadie lo diga expresamente, es el favorito de los entrenadores para ganarse el puesto. No sería de extrañar que en Buffalo se viviera una situación parecida a la que se vivió en los 49ers con Alex Smith y Colin Kaepernick, las analogías son claras tanto por las características de los implicados como por el nexo de unión que en este caso sería Greg Roman como coordinador de ambos ataques. E.J. Manuel se ha convertido en la decepción que augurábamos en nuestra previa de la pasada temporada y no sería demasiado descabellado pensar que cuando el roster finalmente se reduzca a los 53 jugadores él pudiera ser uno de los damnificados, un traspaso sería el escenario más factible y una rescisión de contrato el más radical.
El resto de puestos del ataque sí que están a la altura de las expectativas de una franquicia NFL con posibilidades. En el back field se cortaron lazos con C.J. Spiller al que no le han sabido sacar el jugo en Buffalo y que se ha ido hacia New Orleans con la idea de reavivar su carrera. Su sustituto no puede ser de mayores garantías, LeSean McCoy (RB) llega proveniente de los Eagles con un pedigrí y una productividad probada, si en Philadelphia ya era “un caballo de carga” con sus más de 626 intentos de carrera las 2 últimas temporadas este año no le va a ir a la zaga y se va a hartar de correr. Greg Roman, coordinador de ataque de los Bills, basa todo su juego en la carrera, algo que quizás esté demodé en la actual Happy Pass Era de la NFL pero que le vendrá como anillo al dedo a una franquicia cuya mayor debilidad precisamente es su QB. Por detrás de McCoy en la posición de running backs nos encontraremos con el veterano Fred Jackson y con Bryce Brown, Boobie Dixon, Karlos Williams y Bronson Hill, de los cuales 2 no es probable que superen el corte final, uno de ellos será Hill y el otro dependerá de la posible aportación a equipos especiales o de las típicas lesiones que siempre ocurren durante la pretemporada. No es previsible que más de 4 lo hagan sobre todo si tenemos en cuenta que los Bills serán un equipo que utilice una posición casi extinta en la actual NFL, el Full Back; Gerome Felton y John Conner son quienes se tienen que pelear por un lugar en el roster partiendo Felton con ventaja.
Los Bills van a tener un muy buen cuerpo de receptores esta temporada, liderados por un Sammy Watkins, primera elección del draf del año pasado, para subir a elegirlo los Bills tuvieron que renunciar a la primera ronda de este año. Sammy tiene capacidad sobrada para demostrar que semejante inversión ha merecido la pena, otra cosa será si va a ser capaz de demostrarlo habida cuenta de las carencias que tiene quien será el encargado de lazarle el balón; a él y a los Robert Woods, Percy Harvin, Maquise Goodwin, etc. Una de las características del ataque de Buffalo va a ser la explosividad, todos los jugadores tanto WRs como RBs tienen una velocidad endiablada y a poco que encuentren un hueco en la defensa tienen potencial para explotar hasta la End Zone.
Hablando de huecos en la defensa, los encargados de que eso ocurra serán los líneas de ataque. Ésta es una unidad que fue de las más deficientes del equipo la temporada pasada y que este año pretende redimirse, con nuevos integrantes y sobre todo con una nueva filosofía. Salvo lesiones la cosa está bastante clara: Cordy Glenn (LT), Richie Incognito (LG), Eric Wood (C), John Miller (RG) y Seantrel Henderson (RT) formarán el quinteto titular. Miller, 3ª ronda de este año, ha impresionado desde el principio y se ha asentado como titular indiscutible. Por su parte Incognito, quien ya había tenido un fugaz paso por los Bills, vuelve a la franquicia y a la NFL con la necesidad de limpiar su más que deteriorada imagen tras los incidentes ocurridos hace 2 temporadas en Miami, su actitud, predisposición y nivel físico están levantando alabanzas de todo el staff técnico. Cyrus Kouandjio (RT) es de todos los reservas el que más posibilidades tiene de dar guerra. La línea parece que va a estar a la altura de las expectativas y esas van a ser muy altas sobre todo desde el punto de vista del juego de carrera.
Dicen los que le conocen que otra de las debilidades de Greg Roman (OC) son los Tight Ends y en ese sentido se enfocó una de las principales incorporaciones de los Bills esta temporada. Charles Clay llega como un all around TE que deberá dar brillo y esplendor a una posición que en los Bills históricamente ha carecido de ella. Para ayudarle y completarle estarán los MarQueis Gray, Chris Gragg y Nick O’Leary. De todos los integrantes durante los training camps estos son los que tiene mayores posibilidades de completar el equipo. Como curiosidad comentar que O’Leary es nieto de Jack Nicklaus leyenda viva del golf, además este jugador drafteado en 6ª ronda por los Bills proveniente de la universidad de Florida State tiene la peculiaridad de ser posiblemente el único jugador con funciones de receptor que juega sin guantes.
Y aquí nos encontramos con la joya de la corona. Más que posiblemente la defensa de los Bills ha sido lo que finalmente ha convencido a Rex Ryan para hacerse cargo del equipo. Un entrenador con un marcado perfil defensivo tiene que estar salivando solo con pensar que tiene a sus órdenes una de las mejores unidades de la liga.
El front four formado por Mario Williams (DE) Marcell Dareus (DT) Kyle Williams (DT) y Jerry Huges (DE) es todo un lujo. Mario ha conseguido estar a la altura del millonario contrato que firmó cuando dejó Houston para aterrizar en Buffalo como agente libre. Huges que fue traspasado a Buffalo desde Indianapolis hace dos temporadas ha desarrollado en el Western New York todo el potencial que no pudo o supo hacer con los de Indiana. Esta temporada ha firmado la millonaria renovación de su contrato que hace que la correlación de los números que pone sobre el terreno de juego con los dólares que cobra tenga mucho más sentido. Cuando se hizo el traspaso, jugador por jugador, con Kelvin Sheppard se comentaba que Huges había sido un error de Bill Polian, General Manager de los Colts, que había decidido elegirlo en primera ronda del draft. Tiempo después se demuestra que el viejo zorro tenía razón y que su elección había sido correcta, ironías del destino hicieron que para que eso se tuviera que probar como cierto Indianapolis y Buffalo se tuvieron que unir de nuevo, siendo como fueron las dos principales franquicias que hicieron que Polian fuera elegido este año para incorporarse al Hall of Fame. Por su parte Marcell Dareus, después de algún pequeño encontronazo con la justicia, el último de los cuales hará que se pierda el primer partido de la temporada contra los Colts, está desarrollando todo el potencial que en su día se le suponía cuando los Bills lo eligieron como 3ª elección del Draft. Ahora le toca el turno a él y a poco que sigan por buen camino las negociaciones para la renovación de su contrato que ya se están desarrollando su futuro y el de los Bills estará sellado a largo plazo, el motivo de ello será un contrato cuyos números a buen seguro superarán los 100 millones de dólares.
Por detrás de esa estupenda línea tendremos un cuerpo de linebackers que tiene mucha calidad pero poca profundidad, sobre todo tras la pérdida de Kiko Alonso, uno de los favoritos de la afición, que se fue camino de los Eagles con el traspaso de LeSean McCoy. Esta práctica de traspasos jugador por jugador está muy poco extendida en la actual NFL pero para los Bills, como ya vemos, sigue perfectamente vigente. Preston Brown que está en su segundo año en la liga será el MLB, el año pasado la lesión de Alonso le convirtió en titular desde el primer momento y de allí para acá todo ha ido sobre ruedas para este joven. A sus flancos se colocarán dos OLB sólidos y fiables Nigel Bradham y Manny Lawson. Como ya dijimos la posición tiene poca profundidad y si las lesiones no les respetan este puede ser el talón de Aquiles de la defensa salvo que los rookies A.J. Tarpley (MLB) y Tony Steward (OLB) prueben lo contrario.
Cualquier equipo liderado por Rex Ryan siempre exige mucho de sus CB, su filosofía es ser sumamente agresivo delante con presión y blitzes continuos, eso hace que sus CB en muchas situaciones tengan que trabajar con una defensa al hombre y sin demasiada ayuda. Esta situación tiene sus partes buenas y sus partes malas, las malas las vimos el año pasado en Nueva York donde los CB de los Jets no estaban a la altura de las exigencias y por ahí se fue cayendo todo el castillo de naipes, la parte positiva es que si consigues estar a la altura de la exigencias de la defensa de Ryan tienes muchas papeletas para convertirte en una estrella en la liga ¿A alguien le suena “Revis Island”? Esta vez la isla de náufrago tendrá que ser ocupada por Stephon Gilmore. Gilmore tiene el pedigrí de un primera ronda y en su cuarta temporada en la liga, primera bajo la batuta de Ryan, se ha de convertir en un jugador verdaderamente relevante a nivel nacional. El otro lado del campo debiera de haber sido ocupado por Leodis McKelvin (CB) que la temporada pasada despachó unas excelentes actuaciones, la pena es que McKelvin como ha venido demostrando durante toda su carrera profesional es un injury prone y esta pretemporada se ha perdido casi todo el training camp, eso ha obligado al rookie Ronal Darby (CB), elegido en 2ª ronda por los Bills procedente de los Seminoles de Florida State, a tener que cubrir la vacante dejada por McKelvin como cornerback titular. Hasta la fecha todas las esperanzas depositadas en este joven jugador se han visto respaldadas y la baja de su compañero ha dejado de preocupar en Buffalo. Por detrás de los anteriormente citados nos encontramos con Nikell Robey que tratará de consolidar la buena temporada del año pasado cubriendo en el interior al slot receiver contrario. Ron Brooks, Ross Cockrell y compañía darán profundidad a la unidad y ayudarán a los equipos especiales.
La posiciones de Safety de los Bills estarán cubiertas por dos jugadores reconvertidos desde la posición de CB, el primero de ellos y que se estrena en la misma es Corey Graham (SS) y hasta el momento durante toda la pretemporada parece que se está haciendo con la posición sin mayores problemas. El que ya no es tan nuevo en la reconversión y es un jugador contrastado es Aaron Williams (FS) que completará el backfield de los neoyorquinos. Dando profundidad a las posiciones de Safety estarán Bacarri Rambo (FS) y Duke Williams (SS) que ya lo hicieron a satisfacción la pasada temporada. Esos antecedentes como cornerbacks de los safeties titulares dará mucha versatilidad a la defensa de Ryan que en cualquier momento los podrá situar en cobertura a un WR para proteger un posible blitz de cualquiera de los cornerbacks.
En este apartado los Bills están sobradamente cubiertos, Dan Carpenter (K) fue el año pasado uno de los kickers más fiables de la liga y nada hace pensar que esa situación no vaya a continuar este año, por su parte el joven Colton Schmidt (P) entra su segunda temporada en la liga siendo un punter efectivo y fiable.
Por lo que respecta al equipo de retornos saber que los Bills cuentan con jugadores como Percy Harvin, Robert Woods, Leodis McKelvin, Marquise Goodwin, Sammy Watkins, etc. etc. hace que esa faceta del juego pueda ser cualquier cosa menos preocupante.
– Rex Ryan tiene a gala ser una eminencia defensiva y con los mimbres que tiene en Buffalo cualquier cosa que no sea convertir a esta defensa en la mejor de la liga será estar por debajo de las expectativas. – Teniendo en cuenta que existen defensas como la de los actuales finalistas de la Super Bowl ese objetivo se presenta como ambicioso en el mejor de los casos. |
– En Buffalo no se conoce algo parecido a un QB decente desde los tiempos de Drew Bledsoe y la espera continúa y por tanto la situación es más que complicada. Si los mejores sueños del staff de los Bills y de los aficionados al equipo se convirtieran en realidad Tyrod Taylor (QB) sería el nuevo Russel Wilson de la AFC. – Con el resto de jugadores que tienen los Bills podrían llegar como él hizo a la Super Bowl solo que en esta ocasión los Bills deberían de optar por jugar a la carrera con LeSean McCoy en lugar de pasar el balón. Pero conociendo la historia pasada de esta franquicia… |