Tom Brady ha ganado su batalla legal con la NFL en el caso conocido como «Deflategate» después de que el juez de distrito Richard Berman anulara este jueves la sanción de cuatro partidos impuesta sobre el jugador por parte de la NFL.
Berman anunció su decisión final después de que ambas partes fueran incapaces de llegar a un acuerdo tras semanas de negociaciones.
El castigo a Brady fue originalmente mantenida por el comisionado de la NFL Roger Goodell el pasado mes de julio tras una apelación presentada por el jugador. La liga consideró que Brady estaba al corriente de que los empleados de los Patriots desinflaron balones antes de la final de la AFC de la temporada pasada en la que New England se impuso a Indianapolis por 45-7.
La reacción de la Asociación de Jugadores no se hizo esperar: «los derechos de los jugadores ganan de nuevo», comentaba George Atalla uno de sus ejecutivos, a través de su cuenta en Twitter. Poco después su director ejecutivo DeMaurice Smith emitía un comunicado publicado en la web de la NFLPA.
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Por su parte el comisionado ya ha anunciado que la liga apelará la sanción por lo que el culebrón continuará al menos durante unos meses más.