En un choque de poder a poder en el que los New England Patriots sólo intentaron 9 veces la carrera en todo el partido, Tom Brady tomó el control de la situación llevó a los suyos a la victoria por 30-27 ante los New York Jets.
Con la baja de Dion Lewis, sólo dos running backs en la plantilla, y el buen hacer de la defensa verde, los Pats orientaron íntegramente su ofensiva en el juego aéreo y Brady reservó lo mejor para el cuarto final en el que lanzó dos pases de touchdown para mantener invictos a los de Boston una semana más.
Brady completó 13 de 16 pases para 135 yardas en el periodo decisivo terminando con 34 de 54 para 355 yardas, unos números que podrían haber sido mejores de no ser por los 11 «drops» cometidos por sus receptores, seis de ellos por Brandon LaFell quien volvía al campo tras una larga ausencia por lesión.
Los Jets con un postrero field goal y tras recuperar un onside kick a 15 segundos del final, tuvieron una última oportunidad pero una salida falsa de Brandon Marshall acabó el partido cuando los neoyorquinos habían alcanzado la 37 local.
Quitando un fumble en su primer drive, Ryan Fitzpatrick (22/39, 295 yardas, 2 TD y 29 yardas de carrera) jugó en general un buen partido convirtiendo importantes terceros downs que permitieron a su equipo realizar largos drives que mantenían mucho tiempo sobre el campo a la defensa local.
En el tramo final Marshall pudo haber anotado un importante TD pero esta vez fue el receptor de los Jets el que no pudo atrapar el balón y cuando llegó el turno de Brady este no perdonó.
Rob Gronkowski (11 recepciones, 108 yardas, 1 TD) y Danny Amendola (8 recepciones, 86 yardas, 1 TD), con un par de atrapadas decisivas, fueron esta vez los mejores objetivos del QB de New England.