Con una extraordinaria labor de la defensiva, encabezada por los frontales Christian Hernández y Pedro Guerrero, los Auténticos Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León logran su cuarto campeonato nacional en los últimos 8 años, y además se llevan la primera edición del Tazón “Roberto ‘Tapatío’ Méndez”, tras derrotar en un memorable duelo de defensivas a los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México campus Ciudad Universitaria (UNAM-CU) con marcador final de 16-7, ante más de 30.000 espectadores que desafiaron una llovizna que terminó convertida en un torrencial aguacero sobre el Estadio Universitario de San Nicolás de los Garza.
A pesar de que el ataque local cometió múltiples errores, la defensiva nunca perdió la moral y logró dejar en cero puntos a la segunda ofensiva más poderosa de la ONEFA, la de los Pumas, que únicamente por medio de sus equipos especiales lograron alcanzar las diagonales neoleonesas.
El conjunto local tiene la opción de recibir el ovoide, pero no sólo no logra cruzar el medio campo, sino que un mal centro vuela al despejador Ricardo Aguilar, quien trata de sacar la patada pero ésta resulta bloqueada, y David Flores recupera el balón lo suficiente para que se decrete el touchdown, y el punto extra de Alan Paoli pone la pizarra 7-0 a favor de la Horda Dorada.
Las dos siguientes series ofensivas de los regiomontanos fueron totalmente desmoralizantes, primero fallado un gol de campo de 45 yardas, bloqueado por los capitalinos, y su siguiente serie culmina con un pase muy corto de Rodrigo Maldonado a Mario Alberto, que resulta interceptado por Julio César Sánchez sobre la yarda 19 de los Pumas.
Con todo, la ofensiva unamita no fue capaz de generar un solo primero y diez en ese lapso. Y lo que parecía un error de los Auténticos, cuando Alcídes Benítez fildea un despeje en su propia yarda 5, los locales desarrollan una sensacional serie ofensiva de 95 yardas, básicamente terrestre, que arranca con un primero y diez de 12 yardas de Maldonado, y termina cuando él mismo se lanza un clavado de 5 yardas, superando el intento de tackleo de Vladislav Saranedialkov, para el touchdown que nivela las acciones 7-7
A 1:16 del descanso, con el ovoide en la yarda 41 de los Tigres, un fumble en el intercambio del centro al QB es recuperado por Pedro Guerrero sobre la yarda 39, y un bombazo de 43 yardas completado por Daniel Lozano permite que, a 21 segundos del descanso, Jonathan Llanes conecte un gol de campo de 36 yardas que manda a los locales al descanso con su primera ventaja del partido, 10-7.
Regresando del intermedio, y tras un pobre despeje de los Pumas, los Tigres tienen una gran opción de ampliar la ventaja, pero la defensiva visitante se crece sobre la cabalística yarda 13, y Llanes falla un gol de campo de escasas 30 yardas para mantener la presión sobre su defensiva.
Los Pumas logran encajonar a los locales en su propia yarda uno, y tras recibir el ovoide de vuelta logran ubicarse en la 40 de los Tigres, pero un pase de Rafael Arenas a Josué Esquivel se queda muy corto y resulta interceptado por Edgar Álvarez sobre la yarda 10.
Ese sería el último pase de Arenas en el partido, los Pumas entregan las riendas a José Miguel Chávez para tratar de sacar las castañas del fuego, y la estrategia parecía funcionar cuando el Jugador Más Valioso de la gran final del 2014 los lleva hasta la yarda 10, pero una actitud antideportiva los hace retroceder a la yarda 25, lo que fue un auténtico tanque de oxígeno para la UANL, que logra frenar sobre la yarda 17, y cuando Alan Paoli buscó el gol de campo del empate, Erick Cázares entra como una saeta para bloquear la patada y mantener la ventaja de los regios.
Desde la yarda 25, nuevamente Rodrigo Maldonado efectúa dos acarreos claves, que ponen la escena para que el veterano Napoleón Juárez culmine su gran trayectoria colegial con una carrera de una yarda, para elevar la ventaja a 16-7 con 2:50 restante en el reloj de juego. El intento de punto extra de Llanes es rosado lo suficiente para no llegar a las haches, pero de cualquier modo obligaba a los Pumas a anotar en dos ocasiones para lograr el tricampeonato.
La siguiente jugada es dramática, pues Chávez manda un pase muy corto a Óscar De la Concha, el cual es interceptado por Francisco Javier García, quien en vez de dejarse caer al campo decide correr el balón y el ibérico Kevin Gramage le roba el ovoide para que caiga en manos de Allan Rosado, quien lleva el ovoide a medio campo.
Pero esa pequeña llama de esperanza muere cinco jugadas después, con un pase incompleto en cuarto down que buscaba las manos de Esquivel, y que permite a los Tigres comerse los últimos 50 segundos del reloj.
Con este resultado, los Auténticos Tigres UANL logran el sexto campeonato nacional de su historia, sumando este cetro a los conseguidos en 1974 (compartido con ITESM-Monterrey), 1977, 2009, 2011 y 2012.
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