Los Denver Broncos se proclamaron campeones de la edición número 50 de la Super Bowl gracias a una fenomenal exhibición defensiva que maniató completamente a los Carolina Panthers y a su quarterback estrella Cam Newton. Al final 24-10 para los de Colorado.
Peyton Manning copará las portadas de los periódicos pero en esta ocasión el 5 veces MVP, en su más que probable último rodeo, fue un mero «game manager» que se limitó a no cometer errores y a dejar que Carolina se fuera haciendo en su propia salsa al calor que ponía la sensacional defensa coordinada por Wade Phillips. El veterano coach, que la noche antes se había llevado el premio al mejor asistente del curso, firmó un excelso ejercició de efectividad defensiva y se consagró como uno de los grandes en el puesto. En semanas consecutivas su unidad ha sido capaz de minimizar a ofensivas tan diferentes como las dirigidas por Tom Brady y por Cam Newton. Casi nada.
La defensa de los campeones sumó 7 sacks, 3 fumbles recuperados y 1 intercepción.
Von Miller, uno de los discípulos predilectos del esquema de Phillips, se alzó con el premio al mejor jugador del partido. El outside linebacker fue, como ya hiciera hace 15 días, una pesadilla para la OL rival y por extensión para un desconcertado Newton (18/41, 265 yardas, 1 intercepción) que nunca encontró soluciones al desafío que tenía por delante. El hombre de la eterna sonrisa fue una sombra de si mismo prácticamente desde el minuto uno y quedo enredado en la maraña tendida por la retaguardia de los Broncos.
En el otro lado de la balanza estaba el «sheriff». Manning (13/23, 141 yardas) apenas corrió riesgos y no fue factor decisivo pero tampoco tuvo necesidad de ello. Sin duda parte de su grandeza esta temporada es asumir sus limitaciones y en este partido sabía que él no tenía que ganar el partido. Bastaba con no perderlo.
La defensa de Carolina le puso en apuros por momentos, en alguna ocasión llegó a oler la intercepción, sufrió hasta cinco sacks, pero el «casi» no sirve en un deporte como el fútbol americano y menos aún en una Super Bowl y el gran Peyton pudo conseguir su segundo anillo. Una retirada (que debería producirse) en la cumbre, como único quarterback titular en ganar el campeonato de la NFL con dos equipos diferentes (Colts y Broncos).
Las excelentes posiciones de campo que consiguió la defensa de Denver valieron para conseguir dos de los touchdown de los Broncos. Uno, tras un fumble recuperado en la endzone, y otro tras una corta carrera de C.J. Anderson (23 intentos, 91 yardas) que sentenció definitivamente el partido.
Los de Gary Kubiak sólo sumaron 194 yardas ofensivas totales, la peor prestación en ese apartado de un equipo ganador en la historia de la Super Bowl, pero fueron más que suficientes. El Vince Lombardi Trophy cruzará las rocosas rumbo a Colorado. El mejor resumen lo hacía el propio Manning: «tengo suerte de estar en el mismo equipo que está defensa y no tener que jugar contra ellos.» Cam Newton no puede decir lo mismo…