El gran despilfarro

2174

brewsters-millions-600x300

Cuando la NFL instauró la agencia libre verdadera, aquella en la que los jugadores pueden circular con total libertad de equipo en equipo y sin artificios que se fueron parcheando para impedirla de hecho, la condición que exigieron los dueños fue establecer un techo salarial, lo que se conoce como Salary Cap. Muchos propietarios creían que una agencia libre de verdad beneficiaría a los grandes equipos, los que no tenían problemas en gastar cantidades ilimitadas de dinero para reclutar a los mejores jugadores.

Para evitar que ocurriera un fenómeno como el que se da en el baseball, donde hay lo que se conoce como techo salarial blando, o el caso mas palpable del fútbol europeo, donde compiten equipos con presupuestos ilimitados con otros con graves problemas para cubrir sus gastos, se acordó con el sindicato de jugadores el establecimiento de una verdadera agencia libre, pero con un límite salarial. Ya se empezaba a detectar que había dos propietarios sin remilgos en gastar lo que fuera necesario, Jerry Jones y Eddie de Bartolo, que manejaba sus equipos como sus juguetes preferidos y sin importarle los costos. Esa política se podía extender hacía otros propietarios con bolsillos muy profundos y con enorme capacidad de generar ingresos por otras vías: palcos VIP, concesiones, etc…

Durante casi veinte años Agencia Libre y Salary Cap fueron conviviendo de manera mas o menos pacífica. Es cierto que hubo casos de auténtico despilfarro y abuso, los mismos Dallas Cowboys acabaron sucumbiendo a sus excesos. Pero no fueron los únicos equipos en pasar por el purgatorio por ello, otro caso llamativo fueron los Jacksonville Jaguars, que se vieron obligados a desmontar un equipo campeón. Sin embargo se detectó otro problema, mientras que había equipos que todos los años tenían problemas para cumplir con el Salary Cap, otros no tenían un solo problema, es mas, todos los años les quedaban espacios enormes sin utilizar, podemos incluir en este grupo a los Tampa Bay Buccaneers o Cincinnati Bengals.

En el año 2011 se firmó un nuevo convenio colectivo, CBA, tras el “Lockout” de la pretemporada 2011. Los propietarios decidieron dar por finalizado el antiguo CBA y ello obligó a negociar uno nuevo, y con actores muy diferentes a los que negociaron los primeros. Todas las partes tenían sus propias exigencias y podemos resumir que la mas importante por parte de los jugadores es que si bien el CBA se cumplía por la parte alta, no ocurría lo mismo por la parte baja, todos los años había cantidad de espacio salarial que no era utilizado, y por contra había equipos que no podían gastar mas aunque quisieran.

Para paliar esos fallos de los antiguos CBA se establecieron dos reglas nuevas, la primera y mas importante, la conocida como REGLA 89, que impone un suelo salarial. Los equipos deben destinar al pago de salarios al menos el 89% de su espacio salarial disponible. Este cálculo no se hace por cada ejercicio, sino que se establecieron dos cuatrienios, el primero por los ejercicios 2013-2014-2015 y 2016, el segundo por los años 2017-2018-2019 y 2020, año en que vence el actual convenio.

La forma de cálculo de la Regla 89 es bastante sencilla, se suman los espacios salariales de estos cuatro años, y del importe resultante los equipos deberán demostrar que han desembolsado de manera efectiva el 89%, es decir, que esas cantidades han salido en dinero contante y sonante de las arcas de la franquicia. La forma en que salga es indiferente: bonus, salarios, primas, etc… Y en caso de incumplimiento, el equipo deberá abonar la diferencia hasta llegar a ese 89% a la NFL, que luego la repartirá entre todos los jugadores que estuvieron en las plantillas de los equipos que no cumplieron con ese mínimo.

La otra medida fue establecer lo qué se conoce como el “ROLLOVER”. Esta permite a los equipos trasladar al ejercicio siguiente el espacio salarial no utilizado en el ejercicio anterior, se rompe una regla del antiguo CBA, la existencia de los compartimentos estanco. Esta medida permite que aquellos equipos dispuestos a agotar su espacio salarial no se dejen un solo dólar sin usar, o al menos sin la posibilidad de poder usarlo.

La primera de las medidas es de la que toca hablar en este artículo por los efectos devastadores que podría tener en la Agencia Libre 2016. Antes de nada vamos a explicar con un ejemplo muy sencillo que es exactamente esta regla.

El primer cuatrienio ha quedado ya establecido una vez que se conoce el importe del Salary Cap de la temporada 2016 y que asciende a $155,27 (en millones). El importe del cuatrienio 2013-2016 queda así:

TEMPORADA

SALARY CAP

2013

$123,90

2014

$133,00

2015

$143,28

2016

$155,27

TOTAL

$555,45

Si aplicamos el 89% al total el importe resultante asciende $494,35. Ese importe es el que los equipos deberán demostrar que ha salido de sus arcas y que ha acabado en el bolsillo de los jugadores. El cómo ha salido no importe, en forma de bonus, salario base, primas, etc…

Esta medida, que beneficia a los jugadores en cuanto que obliga a que el dinero llegue de manera efectiva a sus bolsillos, puede convertirse como vamos a ver en una auténtica bomba de relojería. ¿ Y por qué es peligrosa? El nuevo CBA estableció como una de sus medidas estrellas la limitación de salarios de los jugadores que venían del draft, esto da lugar a que los salarios de los jugadores en sus primeros años están preestablecidos. Un contrato de novato no es renovable hasta haber transcurrido al menos 3 años, los equipos saben perfectamente lo que van a gastar en salarios al menos durante los primeros 3-4 años, lo que les permite planificar las plantillas.

Esto a su vez ha provocado otro efecto colateral no menos importante, las elecciones de draft valen muchísimo, es la forma que tienen los jugadores no solo de reclutar talento en las primeras rondas, sino de tener controlados sus costes salariales. Cuanto mas jugadores tengas reclutados desde el draft, no solo aumentan tus posibilidades de acertar con las elecciones, sino que te conlleva a un notable ahorro salarial. Eso te permite a su vez negociar con tus verdaderas estrellas, aquellas que has reclutado vía draft, y pagarles buenos salariales.

SIN SORPRESAS

Si observamos la evolución de la agencia libre en los últimos años podemos constatar algo, los jugadores que llegan a la misma son normalmente aquellos que los equipos quieren que lleguen. Cuando un equipo quiere retener un jugador es muy difícil, por no decir imposible que se le escape. Los agentes libres mas relevantes en llegar al mercado en los últimos años han sido Peyton Manning, Ndamukong Suh y Darrelle Revis, y todos ellos por circunstancias muy especiales. En el caso del QB porque fue cortado por los Indianapolis Colts tras poder elegir a Andrew Luck en el draft, de lo contrario el ahora retirado QB hubiera continuado su legendaria carrera en Denver. En el caso del DT la mala gestión salarial de los Detroit Lions le permitió acceder al mercado libre, Suh es uno de los restos que quedaban de la antigua camada de novatos que pudieron firmar contratos estratosféricos sin haber probado su valor. En el caso del CB es con toda seguridad el jugador que mejor ha sabido usar la agencia libre en su beneficio para buscar siempre al mejor postor, tanto en New York, Boston y Tampa Bay ha sacado hasta el último dólar.

Otra situación donde se puede dar que un jugador acceda de forma inesperada al mercado libre es cuando un equipo se encuentra en la tesitura que dos o mas jugadores terminan contrato de forma simultánea. En esos casos el equipo debe negociar, y en su defecto podrá poner una de las 2 etiquetas disponibles, Franchise Tag y Transition Tag y perder al qué no pueda etiquetar.

Además debemos tener en cuenta otro hecho no menos importante. Cuando el Salary Cap vino por primera vez ya hemos comentado casos de abuso y mala praxis, pero desde tiempo los equipos manejan con soltura y flexibilidad el Cap. El último caso de equipo que ha pasado por el purgatorio fueron los Oakland Raiders del fallecido Al Davis, pero el resto de la liga tiene expertos en sus Front Office que se dedican al tema salarial. Todos los años vemos a equipos que nos cuentan que están X millones por encima, pero en cuestión de días, estos mismos equipos, están en esos X millones por debajo. Un par de reestructuraciones y otro par de cortes de veteranos o jugadores que no rinden de acuerdo a su figura salarial, suele permitir a los equipos estar por debajo del techo.

Toda esta combinación de factores que acabamos de exponer tienen consecuencias, y las podemos ver este año, en el año 6º del nuevo CBA, la calidad de los jugadores que llegan a la agencia libre es con toda seguridad la peor desde que se instauró la agencia. En el rankig de agentes libres que todos los años hacemos en NFL Hispano los datos no pueden ser mas claros:

Temporada

Media del Top 5

2014

86,9

2015

88,9

2016

81,1

 

Temporada

Media del Top 10

2014

84,1

2015

85,2

2016

77,8

Temporada

Media del Top 20

2014

80,8

2015

81,8

2016

75,3

Ya no hablamos de un DE estrella o un WR diva, sino que hablamos de jugadores que en muchos casos están por encima de la media de su posición, y en varias me atrevería a decir que lo que hay son jugadores de saldo.

Por ejemplo, con Robert Griffin III, el mejor QB es Ryan Fitzpatrick, un jugador que ha estado ya en 6 equipos, y que nadie se extrañe si encuentra el 7º. En la posición de WR hay dos jugadores que no pasan de WR2 e incluso WR3 en según que equipo, Marvin Jones y Jermaine Kearse. De la posición de TE es mejor pasar de largo, veteranos de vuelta de todo o jugadores que no sirven para sus equipos. La posición de RB es una de las devaluadas desde hace tiempo, en los últimos años el único RB que ha conseguido sacar un buen contrato es DeMarco Murray, y tras su desastrosa campaña en Philadelphia es difícil que alguien pueda repetirlo. Este año están el veterano Matt Forte y quizás los 23 RB mas interesantes del resto del lote: Chris Ivory, Lamar Miller y Doug Martin.

Una posición donde si puede haber jugadores interesantes es en las OL, la presencia de Alex Mack, el mejor Center de los últimos años, y el OG Kelechi Osemele, animarán a equipos con deficiencias en las trincheras a gastarse el dinero.

En defensa las cosas no vienen mucho mejor, aunque con toda seguridad varios de los mejores agentes libres los podamos encontrar en esta parcela. Por encima de todos destacaría Malik Jackson, uno de los hombres claves de la DL de los Denver Broncos. El DT ha llegado al mercado libre en el momento perfecto para sus intereses personales, un mercado casi desierto de otros jugadores de su nivel y muchísimo dinero para gastar. Un jugador muy interesante, y en el esquema ideal podría ser el NT Damon Harrison, perfecto para una defensa 3-4, pero que quizás no encaje en otros esquemas. El DE Greg Hardy, si no arrastrara tanta polémica y fuera el mismo que aterrorizaba las OL cuando estaba en Carolina sería otro jugador interesante.

Pero lo realmente preocupante no es la calidad de los jugadores, que muchos servirán para arreglar descosidos en muchos equipos, sino el coctel letal que se va a producir por lo que hemos expuesto antes de la Regla 89, hay muchos equipos que no solo disponen de muchísimo espacio salarial, sino que se van a ver obligados a gastar mucho dinero para llegar a ese mínimo.

Hay una película de los años 80 protagonizada por el fallecido Richard Pyror, que en España se tituló “ El Gran Despilfarro” (Brewster´s Millions). Un jugador mediocre de baseball recibe una herencia de un familiar desconocido. El importe del caudal hereditario asciende a 300 millones de dólares, pero su familiar le impone una condición, debe gastar 30 millones en el plazo de un mes sin poseer nada de aquello en lo que gaste el dinero, además de impedirle que lo done, lo gaste en el juego o comprando cosas para luego destruirlas. Si no cumple con esa condición el resto del dinero irá destinado a obras de caridad. Como en toda película que se precie, y tras pasar muchos apuros y boicoteos varios de los asesores de su familiar, consigue cumplir el objetivo.

La película es una ficción, pero está basado en hechos reales. Y la realidad es que muchos equipos en la NFL van a afrontar una situación muy parecida, van a despilfarrar el dinero en jugadores que seguramente no se lo merezcan con tal de poder cumplir la Regla 89. Si no cumplen con ello, van a tener que pagar a la propia NFL el importe que les reste, para que la liga a su vez la reparta entre aquellos jugadores que estuvieron en sus plantillas en el cuatrienio y no recibieron lo que les correspondía.

Los dos casos mas llamativos son Jacksonville Jaguar y Oakland Raiders, equipos con muchísimo espacio salarial, pero además obligados a gastar para poder cumplir el objetivo del 89%. No sería nada raro ver a estos dos equipos enzarzarse en una guerra por hacerse con los servicios de varios jugadores, lo mejor que deja el resto de la NFL.

¿Es esto positivo? Pues seguramente los jugadores beneficiados estarán encantados, pero en mi opinión esto perjudica a medio plazo a toda la NFL. Vamos a ver a mucho jugador mediano sacar contratos inimaginables en otras circunstancias, lo que dará a la palabra mas temida por los General Managers, jugadores sobrevalorados salarialmente. Pero no solo eso, también afectará a futuro el importe que fija las etiquetas, se elevarán al pagar de forma artificial a determinadas posiciones, lo que a la larga perjudicará a toda la liga. En resumen, se avecina El Gran Despilfarro.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.