En un intenso fin de semana que ya quedará para la historia de la Liga Nacional Junior, los Valencia Firebats y Las Rozas Black Demons consiguieron el pase a la gran final tras derrotar a los Terrassa Reds y los Mallorca Voltors respectivamente. Los defensores del título tuvieron que sufrir de lo lindo y lograron la clasificación en un polémico final mientras que los madrileños libraron otra épica batalla con el equipo balear que de nuevo se queda a las puertas de la final.
VALENCIA FIREBATS 28 – TERRASSA REDS 23
Valencianos y catalanes libraron un espectacular partido que, por desgracia, quedó manchado por una polémica decisión arbitral. Los locales, que perdían 20-23, tomaron ventaja en el marcador en el último cuarto gracias a un touchdown de Borja Sánchez con una carrera exterior. Tras transformar la conversión de dos puntos Firebats abría una ventaja de 4 puntos a poco más de dos minutos para el final.
Una penalización en el siguiente retorno de kickoff colocaba a los de Terrassa prácticamente en el medio campo y, gracias al gran trabajo de un sensacional Francesc García a los mandos de la ofensiva, movía las cadenas en conexión con Biel Folch y se plantaba a las puertas de la redzone local. Aquí llegaba la jugada polémica. En cuarto down, García lanzaba un pase largo para Jonathan Ríos quien transformaba el touchdown que parecía dar la vuelta al marcador sin embargo, uno de los árbitros consideraba que el receptor había pisado fuera del campo, anulando la anotación. Firebats consumía el tiempo restante y así se metía en su tercera final consecutiva.
MALLORCA VOLTORS 7 – LAS ROZAS BLACK DEMONS 13
Los mallorquines se quedaron un año más a las puertas de la gran final tras un dramático partido resuelto en los instantes finales y que por el contrario permitió al fin a los roceños romper la barrera de las semifinales. Tras un primer cuarto en el que no se movió el marcador, el equipo local lograba adelantarse en al inicio del segundo cuarto con una acción de carrera de Bartolomé Flaquer. El extrapoint era bueno y el 7-0 subía al marcador. No duró mucho la alegría de los Voltors ya que los madrileños, con una intercepción, se plantaban en la «redzone» local y desde allí, después de salvar un cuarto down y haciendo gala de la potencia de su juego terrestre, empataban el partido. Con tablas en el electrónico de Son Moix ambos equipos se retiraron a los vestuarios.
La segunda parte estuvo cargada de tensión y marcada por el dominio de las defensas que impedían a las ofensivas mover las cadenas con regularidad y así se entraba en el cuarto definitivo. Una jugada de doble pase de Black Demons en tercera y 15 sorprendía a la defensa local y llevaba el cuero a la yarda 9 de Voltors. De nuevo por la vía terrestre Antonio Hidalgo lograba el TD que daba a los madrileños por primera vez ventaja en el marcador aunque el extra no era bueno ya que la pataba resultaba bloqueada. Voltors ya no fue capaz de romper el cerrojo visitante y en sus dos últimos drives, primero se encontraron con una intercepción de la defensa visitante y después, tras cruzar el medio campo, ya con escasos segundos en el marcador no pudieron lograr el milagro y con el conocido 7-13, se llegó al final del partido.