El nuevo estadio de los Vikings ya está prácticamente terminado. Así lo anunció este viernes la franquicia. El U.S. Bank Stadium está completado seis semanas antes de la fecha prevista.
La instalación, que ha constado 1.100 millones de dólares, será sede de la Super Bowl LII en 2018. En un principio estaba previsto que su construcción terminará el 29 de julio pero finalmente se ha adelantado esa fecha. Sólo restan pequeños detalles por realizar y el próximo 3 de agosto, con un amistoso entre el Chelsea y el AC Milán, el estadio será oficialmente inaugurado.
El partido inaugural para los Vikings será el 18 de septiembre ante los Green Bay Packers.
En el día de hoy, el contratista Mortenson Construction, entregaba simbólicamente las llaves del estadio a la MSFA (Minnesota Sports Facilities Authority), el propietario del edificio, y a los Minnesota Vikings.
La instalación tendrá capacidad para 70.000 espectadores y contará con los estadios más próximos al campo de toda la NFL.
El propietario de los Vikings lo tenía claro: «el U.S. Bank Stadium fue diseñado para tener la experiencia del espectador como prioridad número uno y completarlo antes de la fecha prevista es prueba del talento y dedicación de muchos.»