Los torneos veraniegos de fútbol, generalmente protagonizados por los grandes clubes europeos, hace años que recalan en los Estados Unidos donde el interés creciente por este deporte es notable.
Este fin de semana «The Big House», el Michigan Stadium, la casa de los Wolverines, se vistió con sus mejores galas para acoger el duelo entre el Real Madrid y el Chelsea en la bautizada como International Champions Cup.
Nada más y nada menos que 105.826 espectadores se congregaron en el «templo» de Ann Arbor para ver el partido. Un récord para un partido del Chelsea y la segunda mayor asistencia para un encuentro de «soccer» en EE.UU. Sólo el Real Madrid-Manchester United de 2014, celebrado en este mismo escenario, congregó más gente (109.318).
Lo de menos de este tipo de partidos es el resultado (victoria por 3-2 del equipo dirigido por Zinedin Zidane), y en este caso menos aún ya que, lo verdaderamente importante, es la promoción que eventos como este suponen para los Estados Unidos en su pelea por albergar el Mundial de 2026.
El propio head coach del equipo Jim Harbaugh no quiso perderse la visita y mantuvo un encuentro con el técnico blanco en el que intercambiaron camisetas de sus respectivos equipos.
.@CoachJim4UM welcomes @realmadrid manager Zidane to our house #GoBlue 〽️ pic.twitter.com/flPsdyhfFH
— Michigan Football (@UMichFootball) 29 de julio de 2016