Edward DeBartolo Jr., Tony Dungy, Brett Favre, Kevin Greene, Marvin Harrison, Orlando Pace, Ken Stabler y Dick Stanfel ya tienen su lugar en el Olimpo del fútbol americano.
Tras la celebración de la ceremonia número 54 ya son 303 los miembros del Pro Football Hal of Fame
Favre sin duda fue el gran protagonista de la noche y protagonizó uno de los discursos más esperados. El ex-QB de Packers y Vikings fue uno de los mejores jugadores de la década de los 90 y 2000 y bajo su dirección los de Green Bay volvieron a lo más alto con el título de la Super Bowl en 1998. En total 20 temporadas y 302 partidos. Al tiempo de su retirada lideraba la NFL en pases completados, intentados, yardas de pase y TDs.
Favre recordó la figura de su padre, tras cuya muerte en 2003 realizó uno de los mejores partidos de su carrera, y rememoró también sus inicios en los Falcons y su paso por Jets y Vikings. Aunque añadió, «no os confundais, siempre seré recordado como Packer».
Greene habló con la misma intensidad con la que nos deleitó sobre el terreno de juego. Disputó 15 temporadas y 228 partidos repartidos entre Los Angeles Rams, Pittsburgh Steelers, Carolina Panthers y San Francisco 49ers durante las décadas de los 80 y 90. Durante 10 temporadas mantuvo dobles dígitos en sacks y se retiró como tercero de la historia en este departamento. Fue miembro del equipo ideal de la década de los 90. «Estaré al lado de Brett Favre para la eternidad, ahí es donde tiene que estar un LB», bromeó.
DeBartolo fue uno de los arquitectos de los grandes 49ers que dominaron la liga durante la década de los 80 con el mítico Bill Walsh como entrenador. En su «speech» se basó en los dos pilares que marcaron su vida: el football y su familia.
Dungy, el técnico que llevó a Peyton Manning a conseguir su primer título de campeón convirtiéndose en el primer técnico afroamericano en lograr el anillo y quien sentó las bases de los Tampa Bay Buccaneers coronados bajo Jon Gruden un año después de su marcha, habló con su habitual estilo reposado y quiso tener un recuerdo para la memoria del recientemente fallecido Dennis Green.
Harrison militó toda su carrera en los Indianapolis Colts (13 temporadas, 190 partidos). Durante ocho años consecutivos superó las 1.000 yardas de recepción y 10 o más touchdown. Campeón de la Super Bowl XLI y miembro del equipo ideal de los 2000. Segundo de la historia en recepciones, más partidos con una recepción y más partidos con 100 o más yardas. Si siempre fue conocido por ser parco en palabras y por estar alejado de los micrófonos, esta vez también hizo gala de su modestia, «he batido muchos récords pero los récords están para ser batidos.»
Pace jugó como ofensive tackle en la liga durante 13 temporadas y 169 partidos siendo titular en 165 de ellos y contribuyendo al éxito del «Greatest Show on Turf» de los Saint Louis Rams durante los primeros años de los 2000. Campeón de la Super Bowl. Siete veces seleccionado para la Pro Bowl y 5 veces en el once ideal de la Liga. En su discurso quiso tener un recuerdo para los fans de Saint Louis, que ahora se quedaron sin franquicia rumbo a L.A., «les llevamos un campeonato y eso nadie se lo podrá quitar».
Stabler fue una de las figuras más carismáticas de la historia de los Oakland Raiders. en sus 9 temporadas en los Raiders siempre tuvo récord ganador y acabó con una marca de victorias del 66,1%. Fue el primer QB tras la unión AFL-NFL que llevó a su equipo a cinco finales consecutivas de la AFC. Campeón de la Super Bowl XI. Incluido en el equipo ideal de los 70. El encargado de recordar su memoria fue el mítico John Madden, quien volvió a dejar claro su preferencia por «Snake» a la hora de elegir un QB para remontar un partido en los momentos finales.
Stanfel fue un destacado guard en la década de los 50 disputando 7 temporadas y 73 partidos entre Detroit Lions y Washington Redskins. Campeón con los Lions en 1952-53. Incluido en el equipo ideal de los 50. El ex-técnico Marv Levy le presentó como uno de los mejores guards de la historia.
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