RANKINGS 2015 (8-8, 3º AFC EAST)
Ataque | Media | NFL |
Puntos Anotados | 23,7 | 12º |
Yardas Totales | 360,9 | 13º |
Yardas de Carrera | 152,0 | 1º |
Yardas de Pase | 208,9 | 28º |
Defensa | Media | NFL |
Puntos encajados | 22,4 | 15º |
Yds tot. permitidas | 356,4 | 19º |
Yds car. permitidas | 248,3 | 19º |
Yds pas. permitidas | 108,1 | 16º |
TRANSACCIONES PRINCIPALES
Alex Carrington, DT (F.A.)
Stefan Charles, DT (Detroit)
Percy Harvin, WR (Retirado)
Bacarri Rambo, S (F.A.)
Mario Williams, DE (Miami)
Leodis McKelvin, CB (Philadelphia)
Ron Brooks, CB (Philadelphia)
Chris Hogan, WR (New England)
Nigel Bradham, LB (Philadelphia)
Robert Blanton, S (Minnesota)
Zach Brown, LB (Tennessee)
Jim Dray, TE (Cleveland)
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DRAFT CLASS 2016
1(19) Shaq Lawson DE Clemson
2(10) Reggie Ragland ILB Alabama
3(17) Adolphus Washington DT Ohio State
4(41) Cardale Jones QB Ohio State
5(17) Jonathan Williams RB Arkansas
6(17) Kolby Listenbee WR TCU
6(43) Kevon Seymour CB USC
Poco duró en Buffalo la ilusión que la contratación de Rex Ryan generó a principios de la pasada temporada. Rex llegaba a un equipo que en las dos temporadas precedentes había tenido una de las mejores defensas de la liga y siendo él un supuesto “master mind” de la defensa se hablaba de que los Bills podían tener una defensa a la altura de las más importantes de la historia. Fue el mismo Rex quien se encargó de despertar dichas expectativas que no tardaron en diluirse como un azucarillo. Sin lugar a dudas fue la defensa la unidad que peor comportamiento tuvo durante toda la temporada, a las pocas jornadas ya había voces discordantes en el vestuario, con Mario Williams a la cabeza, que dudaban de la efectividad de sistema. Los jugadores se quejaban de que era demasiado complicado y que obligaba a demasiadas lecturas antes del snap que resultaban en cambios de asignaciones y posiciones. Poco tardaron los equipos contrarios en aprovechar esos problemas, desde el principio quedó patente que si contra los Bills los ataques jugaban con lo más parecido a una “hurry up” la defensa de Buffalo correría por el campo como un pollo sin cabeza.
Pero la verdadera oportunidad perdida fue que los Bills la pasada temporada tenían un calendario francamente favorable para poder acabar con ese sambenito de ser el equipo NFL que más años lleva sin llegar a los playoffs. Oportunidad desaprovechada, otro año más y contando.
La temporada 2.016 se inicia con todas las reservas posibles, la afición del Western New York ya está curada de espantos y este año el calendario es, a priori, más desfavorable que el del año pasado. Desde hace muchas temporadas en la AFC East tres de sus equipos compiten por tratar de entrar en wild card porque la división está adjudicada por decreto a unos Patriots que se han demostrado inaccesibles para el resto de los equipos. Este año se inicia con la suspensión de Brady por 4 partidos pero todo el mundo piensa que 3/4 de temporada de Brady serán suficientes para ganar nuevamente la división. En este aspecto los Bills y Dolphins parten con ligera ventaja sobre los Jets porque ambos equipos se enfrentarán a los Pats sin Brady en las cuatro primeras jornadas.
Pero ahora vamos a centrarnos en lo que os interesa que es el futuro cercano de la franquicia de Buffalo.
El ataque fue la sorpresa positiva de la pasada temporada, como ya aventurábamos en nuestra previa Tyrod Taylor (QB) finalmente se hizo con el puesto de quarterback titular. Su temporada fue esperanzadora con unos números que en algún caso pueden ser difíciles de mantener, su ratio de TD e intercepciones fue excelente con 20 TD y solo 6 intercepciones en toda la temporada. A eso cabe añadir su movilidad de ahí su apodo de T-mobile que generó otras 568 yardas de carrera y otros 4 TD. Esta temporada la inicia como titular indiscutible y con la necesidad de disipar las dudas que su juego todavía genera. Principalmente son dos, la primera su capacidad de distribuir mejor el juego de pase con lanzamientos a la zona interior y corta del campo, la zona que por sus características físicas, poca altura para lo habitual en un QB, es la que más problemas le genera por no tener una visión directa y clara de esa zona. La segunda incógnita que debe despejar es su durabilidad, el año pasado se perdió por lesión dos partidos y el devenir de esos dos partidos resultó determinante para el fracaso en el intento de los Bills de alcanzar los playoffs.
Taylor estaba en su último año de contrato y la cantidad que cobraría por jugar este año sería ridícula si no se hubiera llegado a un acuerdo de renovación. 3 millones de dólares de salario para un QB titular en esta liga roza el esperpento vistos los contratos que alguna medianía ha firmado recientemente. Todo esto es historia puesto que Tyrod ha firmado la renovación de su contrato que le une a la franquicia a largo plazo, si bien el contrato tiene cláusulas de rescisión que permiten a los Bills rescindir el contrato a finales de esta temporada pagando 10 millones de dólares y otra al final de la siguiente con lo que el contrato se convierte en un “pruébame que eres lo suficiente bueno para que te siga pagando”. El mismo General Manager de los Bills había calificado durante la pasada temporada la situación de los Bills como el purgatorio por la histórica falta de un QB válido desde los tiempos del añorado Jim Kelly.
El tiempo invertido en esta previa para comentar la situación de Taylor no hace más que destacar la importancia capital que tiene hoy en día la posición de QB dentro de la liga. Pero en Buffalo no sé si todos opinan de igual manera.
E.J. Manuel en su último año de contrato será el primer reserva de Taylor, Cardale Jones es la apuesta a largo plazo, el QB que guió a la Universidad de Ohio State al título nacional hace dos temporadas es un diamante en bruto que tiene que ser pulido con tiempo y mimo en todas sus facetas para poder convertirse en un legítimo QB NFL. Con la nueva situación contractual de Taylor tiempo va a tener, esta temporada la tiene que afrontar como si fuera un red shirt year, la próxima será, con la más que probable marcha de Manuel, cuando tenga que ir afrontando retos, empezando por convertirse en el primer reserva de Taylor.
Esta temporada, como la pasada, el juego de ataque de los Bills se basará fundamentalmente en el juego de carrera. La pasada temporada los Bills presentaron en mejor juego terrestre de la liga si nos atenemos al total de yardas de carrera, 2.432 en toda la temporada. No obstante el juego de los Bills no es el típico smashmouth ya que las características de sus runningbacks LeSean McCoy, Reggie Bush (nueva incorporación de esta temporada) y Mike Gilleslee son de jugadores muy rápidos y elusivos capaces de hacer un big play en cualquier momento. A esa terna se incorporará Karlos Williams después de cumplir los 4 partidos de suspensión con los que iniciará la temporada. Karlos sí que encaja más con el perfil de corredor que machaca consistentemente las defensas. Jonathan Williams procedente de la universidad de Arkansas que fue elegido en 5ª ronda del draft será posiblemente otro de los integrantes del back field acompañado por Jerome Felton que en desde su posición de FB tratará de contribuir en el juego de carrera abriendo huecos en las defensas contrarias.
Por delante de ellos está la prioridad número uno de los Bills esta offseason. Cuando terminó la temporada Doug Whaley, General Manager, dejó claro que su prioridad máxima era dar continuidad y consistencia a la línea de ataque que tan buen papel había hecho. Para ello era necesario atar el lado izquierdo de la misma donde Cordy Glenn (LT) y Richie Incognito (LG) habían dado una consistencia importante a esa unidad y así fue, ambos jugadores firmaron la extensión de sus contratos con lo que Richie parece que finalmente se ha rehabilitado totalmente a ojos de los Bills y de la liga en general. Una de las cosas que más se valora de las líneas de ataque es la continuidad puesto que ésta es una de las unidades que más la necesita para optimizar sus resultados. En el centro de la misma se situará nuevamente uno de los líderes espirituales del equipo Eric Wood (C) flanqueado a su derecha por John Miller (RG) y un Jordan Mills (RT) que tendrá que pelear su puesto con Seantrel Henderson que tratará de ponérselo difícil después de perderse la parte final de la pasada temporada por problemas de salud al serle diagnosticada la enfermedad de Crohn.
El cuerpo de receptores tiene un protagonista indiscutible, Sammy Watkins, que tras mostrar su disgusto a mediados de la pasada temporada porque no recibía suficientes balones, supo respaldar sus palabras con hechos cuando sí se le tuvo más en cuenta en los últimos partidos, donde se vio que se había desarrollado una química especial entre él y Taylor. El papel de segundo receptor del equipo recaerá en un Robert Woods que tiene que acabar explotando y demostrando todo el potencial que se le supone, si en su cuarto año en la liga no lo hace difícilmente lo hará ya. Tras ellos viene un Marquise Goodwin que tras ver frustrado su sueño olímpico se centrará definitivamente en su carrera como jugador profesional de football. Goodwin tenía el permiso de los Bills para intentar participar en el salto de longitud en los juegos de Río de Janeiro, pero un mal día en los trials americanos, en el que hizo una marca muy por debajo de su nivel, se lo impidió. Greg Salas y compañía tendrán que hacerse un hueco en la plantilla a base de contribuir también en equipos especiales.
La utilización que la pasada temporada se hizo de Charles Clay (TE) no estuvo, ni a la altura de su potencial, ni a la altura de la importante inversión que se había hecho para traerle desde los Miami Dolphins. El staff de los Bills, con Rex a la cabeza, han hecho propósito de enmienda pero habrá que ver si eso se traduce en realidades, si el juego de carrera sigue teniendo el protagonismo que ha tenido, quedan las jugadas que quedan para repartir al juego de pase. Salvo lesiones el papel del resto de TE del equipo será residual puesto que Clay vale para un roto y para un descosido y es sumamente efectivo tanto en el juego de pase como a la hora de bloquear para la carrera.
Esa gran decepción de la pasada temporada. Muy posiblemente el futuro de Rex Ryan como entrenador de la franquicia pase por el papel que su defensa sepa desarrollar esta temporada.
Con el fin de ajustar la plantilla a la transición que de una 4-3 hibrida el pasado año una 3-4 clásica este año los Bills invirtieron sus tres primeras rondas del draf en su defensa. La suerte no está acompañando a estas elecciones puesto que Reggie Ragland (ILB) que fue elegido en segunda ronda se perderá toda la temporada por una rotura de ligamentos en su rodilla. Shaq Lawson (DE) primera ronda de los Bills tuvo que ser operado en un hombro tras su primer entrenamiento con el resto de los rookies poco después del draft y no podrá participar en toda la pretemporada. Lawson no estará disponible para jugar hasta la sexta u octava jornada de la liga. Pese a su altísimo potencial y talento pedir a un rookie que tenga un impacto significativo en el equipo cuando se tiene que incorporar sin haber participada en ninguna actividad futbolística del equipo hasta la mitad de la liga quizás sea pedirle demasiado.
La defensa pierde este año a Mario Williams (DE) Nigel Bradham (LB) y Leodis McKelvin (CB) piezas importantes en el pasado inmediato de la franquicia por lo que no es aventurado afirmar que a priori la unidad se ha visto debilitada, sobre todo si tenemos en cuenta los problemas físicos que han tenido los rookies que están llamados a sustituirles.
La línea defensiva cuenta con dos valores seguros, el veterano Kyle Williams (DT) y Marcell Dareus (NT) que con la partida de Mario se erige en la estrella indiscutible de la defensa. Otra cosa es que su mala cabeza le haya llevado a perder el primer cuarto de la temporada por violación del código de abuso de sustancias de la liga, una pérdida que bajará el nivel defensivo de los Bills durante ese periodo. A su lado y a su vuelta se situará Adolphus Washington (DE) elegido en tercera ronda del pasado draft proveniente de la Universidad de Ohio State, este rookie está levantando alabanzas del staff técnico durante toda la pretemporada y todo hace pensar que va a ser capaz de mantener con dignidad su roll como titular en el equipo a la espera de la recuperación de Shaq Lawson (DE). Corbin Bryan (NT) Jerel Worthy (DT) Leger Douzable (DE) son los llamados a dar profundidad a la unidad, los dos últimos son jugadores con experiencia en la liga pero cuyo papel está totalmente limitado a ser un apoyo a los titulares.
El cuerpo de linebackers inició la pasada temporada como una incógnita a despejar y pronto lo hizo pero de la manera menos favorable, fue el mayor lastre de la defensa. Este año la reconversión de Jerry Hughes (OLB) a esta posición deberá fortalecer la misma, la lesión para toda la temporada del rookie Reggie Ragland (ILB) atempera las expectativas que se tenían después del draft. Preston Brown (ILB)que en su primer año en la liga suscitó halagos por sus actuaciones, el año pasado no las supo mantener y experimentó una regresión en su juego, esta temporada toca reconducir la situación y volver a ser el jugador que todos creemos que lleva dentro. La ausencia de Ragland devuelve a Manny Lawson (OLB) un protagonismo que el fiable veterano ya no esperaba tener. Otro veterano que se incorpora a los Bills, tras haber pasado las cuatro últimas temporadas en New England, es Brandon Spikes (ILB) que junto a los Zach Brown y compañía vienen a dar profundidad y consistencia a esa unidad.
Pese a la pérdida de McKelvin el back field de la defensa de los Bills es de total garantía. La estrella de esta unidad es Stephon Gilmore (CB) sobre el que los Bills ejercieron su opción de extender su contrato de rookie en esta su quinta temporada. Que los Bills hayan atado a su QB deja libre la etiqueta de jugador franquicia para que le pueda ser aplicada la próxima temporada si no se llega primero a un acuerdo de renovación. Por el momento Gilmore ha expresado su intención de agotar su contrato antes de entrar en negociaciones y las posiciones parecen bastante alejadas. La fortaleza de Gilmore es el marcaje al hombre que Ryan adora y que es casi imprescindible para su esquema defensivo, los detractores de Gilmore le achacan la falta de intercepciones para alguien de quien se supone es un CB de élite y que está siendo pagado como tal. Tras la extensión de su contrato Gilmore está entre los 10 CB mejor pagados de la liga. Por el contrario sus valedores argumentan que no hay tales intercepciones debido a que los equipos contrarios no lanzan hacia sus coberturas o lo hacen en pocas ocasiones y con rutas muy seguras. Su complemento en la banda contraria es Ronald Darby (CB) que la pasada temporada certificó y amplió todas las expectativas que había sobre él y que se ha consolidado como indiscutible en su papel de CB titular. Kevon Seymour (CB) ha sido elegido en el draft de este año y cuenta con bastantes papeletas para liderar al resto de jugadores que darán profundidad al roster desde esa posición.
La mayor incógnita del backfied de los Bills es si Aaron Willims (S) está totalmente recuperado de la lesión de cuello que le mantuvo apartado de los terrenos de juego la pasada temporada desde el primer partido contra los Patriots, solo el contacto en fuego real despejará las dudas. Si la salud le acompaña es un seguro de vida por su versatilidad tanto como placador como en cobertura por su pasado como CB. Corey Graham será el otro safety titular mientras que Duke Williams tratará de ponérselo difícil, su actuación en pretemporada está siendo especialmente halagada por Ryan y eso siempre es una buena carta de presentación hacia la titularidad.
Todos los safeties contarán con la inestimable ayuda de tener una figura de la altura de Ed Reed, que como jugador fue toda una leyenda en Baltimore y que este año se ha incorporado al staff de los Bills como asistente de entrenador para los defensive backs. Otra sonada incorporación ha sido la de Rob Ryan al que su hermano Rex ha contratado como asistente para la defensa. Como se puede ver el matrimonio formado por Terry y Kim Pegula, propietarios de la franquicia, no han escatimado medios para que Rex tenga a su disposición todo lo necesario para hacer de su defensa lo que se supone que tiene que ser por su trayectoria como entrenador. Lo de la pasada temporada debería quedar como un borrón que cualquier buen escribano puede hacer.
Rex la pasada temporada tuvo una relación de amor odio con Dan Carpenter (K) con predominancia de lo último. El que había sido uno de los kickers más fiables de la liga en temporadas anteriores tuvo sus titubeos en la pasada y curiosamente sus fallos fueron más significativos en la conversión de los extra points que en los field goals en si. Pese a todo no es tan fácil como pudiera parecer el encontrar un kicker de garantías por lo que Rex tuvo y tendrá que “tragar” con Carpenter. Otra de las razones por las que se critica Carpenter es porque los Bills son el único equipo de la liga que gasta una plaza en el roster con un segundo kicker cuya única función es la de realizar los kickoffs, ese es el papel de Jordan Gay (K) queda por saber si esta temporada nuevamente los Bills se van a decantar por mantener a los dos kicker activos en la plantilla.
Con el que no hay dudas es con el joven Colton Smith (P) que iniciará su tercera temporada en la liga con la confianza total tanto del staff técnico del equipo como de los aficionados, sus actuaciones hasta la fecha lo avalan.
La NFL se está encargando de vaciar de contenido el juego de retorno para que tenga el menor impacto posible en el juego, tomando la palabra impacto en todas las acepciones que se le podrían aplicar en esa frase. Por lo tanto tratar de analizar y evaluar esa faceta del juego sería una pérdida de tiempo en la que no vamos a incurrir.
-Tyrod Taylor tendrá la responsabilidad de consolidar su juego y ser capaz de ser el líder y motor del mismo. La pasada temporada fue aceptable pero en los momentos de la verdad no pudo o supo liderar a su equipo a la victoria, en finales ajustados no presentó sus mejores credenciales. – La defensa, después del fiasco de la pasada temporada cualquier cosa que no sea mejorar su papel pondrá las cosas difíciles a Rex Ryan. |
– Marcell Dareus, al que los Bills premiaron con un contrato estratosférico la pasada temporada, ha vuelto a las andadas y su mala cabeza le ha llevado a ser castigado con 4 partidos de suspensión. Ni su entrenador, ni sus compañeros de la defensa, ni el equipo en general se pueden permitir prescindir de él. |