Baltimore Ravens 2016

Un equipo que espera haber tocado fondo.

3456

RANKINGS 2015 (5-11, 3º AFC NORTH)

Ataque Media NFL
Puntos Anotados 20,5 25º
Yardas Totales 359,3 14º
Yardas de Carrera 92,4 26º
Yardas de Pase 266,9
Defensa Media NFL
Puntos encajados 25,1 24º
Yds tot. permitidas 337,4
Yds car. permitidas 103,8 12º
Yds pas. permitidas 233,6 10º

TRANSACCIONES PRINCIPALES

SALIDAS:

Kelechi Osemele, G (Oakland)
Daryl Smith, LB (Tampa Bay)
Chris Givens, WR (Philadelphia)
Brynden Trawick, S (Oakland)
Courtney Upshaw, LB (Atlanta)
Matt Schaub, QB (Atlanta)
Will Hill, S (F.A.)

LLEGADAS:

Eric Weddle, SS (San Diego)
Mike Wallace, WR (Minnesota)
Benjamin Watson, TE (New Orleans)



DRAFT CLASS 2016

1(6) Ronnie Stanley OT Notre Dame
2(11) Kamalei Correa OLB Boise State
3(7) Bronson Kaufusi DE BYU
4(6) Tavon Young CB Temple
4(9) Chris Moore WR Cincinnati
4(32) Alex Lewis OT Nebraska
4(34) Willie Henry DT Michigan
4(36) Kenneth Dixon RB Louisiana Tech
5(7) Matt Judon DE Grand Valley State
6(7) Keenan Reynolds WR Navy
6(34) Maurice Canady CB Virginia

Las expectativas de los Baltimore Ravens para la temporada 2015  eran muy altas, siendo para no pocos analistas favoritos para llegar muy arriba en playoffs e incluso llevarse de nuevo el trofeo Lombardi.

Aún siendo un equipo sin grandes estrellas ni fuegos artificiales presentaba un bloque sólido capaz de luchar en una división tan dura como la norte de la conferencia americana. Y la salida del coordinador ofensivo Gary Kubiak (que a la postre terminaría campeón con los Broncos) se había paliado de buenas maneras trayendo a un “gurú” ofensivo dominador del moderno football de pase, Marc Trestman, sin duda con la capacidad para extraer todo el potencial de Joe Flacco. Y aún más: por primera vez en mucho tiempo el equipo se decantaba en la primera elección del draft por un receptor explosivo y rápido para suplir e incluso intentar mejorar el rendimiento que Torrey Smith dejaba tras su marcha a San Francisco.

El que éste, Breshad Perriman, nunca llegara a jugar, lesionado a las primeras de cambio en pretemporada, fue premonitorio de lo que luego sería el año: un sucesivo rosario de jugadores clave lesionados en todas las posiciones: Terrell Suggs, Steve Smith, Justin Forsett… Hasta el propio Flacco, que hasta la fecha llevaba siete temporadas sin perderse un sólo snap por lesión. Así, hasta 22 jugadores del roster inicial acabaron la temporada en la lista de jugadores lesionados.  

Si bien muchas de las derrotas lo fueron por un estrecho margen de puntos lo cierto es que el juego de Baltimore nunca fue consistente, salvo curiosamente para derrotar por dos veces a los archirrivales Steelers. Las once derrotas finales constituyeron la primera temporada con récord negativo en la era John Harbaugh.

Los Ravens esperan haber ya tocado fondo gracias a la completa recuperación de prácticamente todos los jugadores importantes lesionados, a la suma de un buen puñado de jugadores en el draft y a las adquisiciones en la agencia libre con la intención de solucionar algunas lagunas observadas en la pasada campaña.

Joe Flacco parece absolutamente recuperado de la lesión de rodilla que le apartó buena parte de la temporada y se pondrá un año más al frente del equipo. Es el segundo año bajo la tutela de Trestman y por lógica su sistema se ejecutará mejor este año. Ryan Mallet y el veterano Josh Johnson se disputan el único puesto de quarterback suplente que llevará Baltimore en su roster.

Todo el lado izquierdo de la línea de ataque cambia este año. Este dato es de tremenda importancia tanto para el juego de carrera como el de pase y hasta que no transcurran unas cuantas semanas no podremos saber a qué aspirará este equipo.

Los Ravens, con graves problemas para cuadrar su salary cap incluso tras la reestructuración del megacontrato de Joe Flacco no fueron capaces de igualar las condiciones que Oakland ofreció a su guard izquierdo Kelechi Osemele. Este hecho junto a los cada vez más frecuentes problemas de salud del tackle izquierdo Eugene Monroe hicieron que la directiva se pusiera como objetivo el hacerse con alguno de los mejores tackles ofensivos de la promoción universitaria. Y el escogido fue Ronnie Stanley, el primero además en ser seleccionado para esa posición. No obstante a principios de pretemporada Monroe volvía a estar sano y a buen seguro la idea original era colocar a Stanley como guard izquierdo, reemplazando a Osemele en un año de transición antes de sustituir a Monroe como tackle izquierdo en un futuro. Sin embargo las buenas sensaciones que fue dando el nuevo jugador, unido a unas polémicas declaraciones del veterano hicieron que para sorpresa de muchos éste último fuera cortado para poco después retirarse del football. Desde ese momento el rookie ha sido nombrado tackle izquierdo titular, sin duda una decisión no exenta de riesgo. John Urschel, jugador de tercer año y recambio habitual de Osemele hasta ahora ha pasado a la titularidad en el puesto de guard izquierdo.

Por contra nada cambia en el centro y en la derecha: Jeremy Zuttah como central tras perderse, también, media temporada por lesión; el gran Marshall Yanda que continúa sin dar signos de agotamiento como guard; y Ricky Wagner que ocupará con solvencia como viene haciendo desde hace dos años el puesto de tackle.

Pues esta incertidumbre en el lado izquierdo de la que acabamos de hablar será importante que desaparezca pronto ya que tanto en el juego aéreo como en el terrestre se observan algunas sombras que necesitan ser iluminadas para lo que el buen hacer de la línea será determinante.

Y es que por  aire tenemos a un jugador en su ¡Decimosexta temporada! que aún está recuperándose de una grave lesión. Eso sí, todo pundonor y capacidad de liderazgo dentro y fuera del campo: Steve Smith; un jugador que tras la lesión de Smith dio un paso al frente sacando el trabajo adelante con dignidad pero que hasta la fecha tendría problemas para ser titular en la mayoría de equipos: Kamar Aiken; un jugador que iba para estrella en sus dos primeras temporadas en Pittsburgh pero que acabó estrellado y pasando con más pena que gloria por Miami y Minnesota y tiene la esperanza ahora de redimirse en Baltimore: Mike Wallace; un jugador primera ronda del penúltimo draft que aún no ha jugado siquiera un snap de partido amistoso: Breshad Perriman; un receptor para el slot con buenas manos pero asiduo de la enfermería: Michael Campanaro; y unos cuantos jugadores promesa pero que todavía no han demostrado nada en la vida real.

MVP ATAQUE. Joe Flacco. No sabemos si es «élite» o no pero está claro que es el líder de esta ofensiva.

Por ello los tight end cobrarán un protagonismo relevante en esta faceta del juego. ¡Y no faltan! El año pasado Crockett Gillmore fue hasta… ¡Sí!, ¡Caer lesionado!, un jugador sólido, con buenas habilidades para la recepción y el bloqueo; Maxx Williams sobre el papel fue un “robo” perpetrado a los Steelers en el draft, pero aduciendo una aún inmadurez física su participación fue escasa incluso tras la lesión de Gillmore. Y el tercero, Nick Boyle apuntó maneras pero tiene pendiente una sanción de nada más y nada menos que diez partidos por consumir sustancias que no debía. Con esas dudas y Gillmore sin terminar de recuperarse, el equipo se hizo con los servicios del veterano Ben Watson (13ª temporada), que de la mano de Drew Brees tuvo un año excepcional en los Saints. Y ahora Dennis Pitta, sin duda unos de los artífices en lograr la última Superbowl, aunque dado por muerto por muchos (fractura-luxación de cadera en dos años consecutivos), sorprendió con su intención de hacerse de nuevo con un lugar en el equipo. Así que Baltimore probablemente vaya con cuatro o cinco tight end en el roster e incluso acabe alineando a dos de ellos en muchas jugadas.

A la hora de correr la vuelta de Justin Forsett tras su rotura de brazo es lo más destacable. Casi con toda seguridad será él quien lleve el mayor peso del ataque terrestre, pero durante su ausencia y en lo que va de pretemporada, dos jugadores, Javorius Allen y Terrance West han mejorado lo suficiente como para pensar que habrá una mayor rotación en el puesto al menos en las primeras semanas. Incluso muchos creen que directamente habrá una participación de comité desde el inicio..

Baltimore volverá a usar un sistema base 3-4. La figura clave del primer puntal defensivo es Brandon Williams. Juega como nose tackle y aunque pasa desapercibido porque no suele visitar el backfield rival , resulta una muralla difícilmente franqueable que consiguió que la marcha de Haloti Ngata pasara desapercibida. Salvo lesión su buen hacer será un quebradero de cabeza para el front office cuando acabe la temporada, ya que su contrato acaba y tendrá ofertas que de nuevo serán difíciles de igualar para poder mantenerlo en el equipo.

La recuperación de Terrell Suggs es la principal novedad en el cuerpo de linebackers. No terminó el primer partido de la pasada campaña y al contrario que en el caso Steve Smith -ambos sufrieron la misma lesión- a él sí le ha dado tiempo a recuperarse completamente. Junto a Elvis Dumervil serán los principales encargados de poner en apuros a los quarterbacks rivales.

En el interior, C.J. Mosley, probowler en su año de rookie, sigue siendo fijo aunque necesitará mejorar su desempeño en cobertura, asignatura que hasta ahora tiene pendiente. A su lado la mayor parte del tiempo estarán  Zach Orr o Kamalei Correa, segunda elección en el draft de este año  que aunque en college jugaba por el exterior Baltimore lo está usando en pretemporada como linebacker interior junto a Mosley.

El pobre desempeño de la secundaria lleva siendo el quebradero de cabeza defensivo desde que se ganó la Superbowl. Por los laterales el lado que defiende Jimmy Smith solía estar bien cubierto pero en el opuesto siempre había problemas. Y éstos eran más graves por el centro. Desde la retirada de Ed Reed y la salida de Bernard Pollard ningún safety ha inquietado realmente a receptores rivales. Por estos puestos han pasado rondas altas del draft y jugadores procedentes de la agencia libre, casi todos ellos con más pena que gloria.

MVP DEFENSA. Terrell Suggs. Hemos estado tentados por elegir a Weddle o C.J. Mosley pero la veteranía es un grado y T-Sizzle es el santo y seña de esta franquicia.

Intentando resolver de una vez esta situación se han tomado dos medidas:

  1. En uno de esos movimientos que tanto le gustan a Ozzie Newsome, nuestro general manager, nos hicimos con los servicios de Eric Weddle aprovechando los problemas que éste estaba teniendo con la directiva de San Diego. Tiene 31 años y es más que probable que sus mejores años hayan quedado atrás pero al contrario que en otra posición cuyo nombre no quiero mentar aquí sí hay consenso generalizado en que es uno de los safety élite de la liga y sin duda supone un salto cualitativo en el puesto.
  2. Trasladar a Lardarius Webb desde la posición de cornerback al centro. Webb fue una vez un jugador muy rápido e inteligente, con buenas manos que incluso participaba de forma habitual en los retornos. Pero fue firmar “el gran contrato” y comenzar las lesiones. Aunque recuperado de la última ya no está para correr tras receptores mucho más jóvenes así que se ha decidido intentar amortizarlo como free safety para sacar partido de su buena visión de juego.

Todo ello ha dejado libre el puesto de segundo cornerback, que a estas alturas se lo disputan nada más y nada menos que hasta cinco jugadores, entre los que se encuentran Shareece Wrigth, Jerroud Powers y los rookies Tavon Young y Maurice Canady. Desde luego es un cabo aún por atar….

Justin Tucker es un hombre feliz y encantado de haberse conocido. Su reciente contrato le sitúa como el segundo kicker mejor pagado de la liga, viene lanzando en entrenamientos field goals de más de 60 yardas con asiduidad y asegura a los cuatro vientos poder hacerlo desde las 70 y en condiciones óptimas incluso desde más allá de 80 yardas. No necesita abuela pero lo cierto es que nadie en Baltimore ha puesto en cuestión lo que se le ha dado ya que desde que se unió al equipo como undrafted free agent hace 4 años no ha dado más que alegrías. Todos confían en que ahora, tras llevarse “the big money”, siga sin temblarle la pierna. De forma mucho más discreta Sam Koch consiguió un año más, y van 10, situarse entre los punters más efectivos de la NFL.

Pero no todo es tranquilidad para el coordinador de equipos especiales. Recientemente se ha visto obligado a admitir que el equipo no tiene retornador definido y que como es lógico no le gustaría que tuvieran que ser Steve Smith o Lardarius Webb los que se dedicasen a tan peligrosa tarea. Y las pruebas están siendo insatisfactorias. Michael Campanaro es probablemente quien más talento posee en esta faceta del juego, pero de nuevo, es un jugador con dificultades para mantenerse sano en las dos temporadas que lleva en el equipo. Keenan Reynolds es la alternativa. Se trata de la penúltima elección del draft de este año, un quarterback de la Navy en proceso de reconvertirse a receptor y retornador pero hasta el momento sus actuaciones están siendo muy irregulares.

– Si bien está por ver si las recuperaciones han sido satisfactorias, la vuelta al trabajo de Flacco, Suggs, Smith, Gillmore y Forsett son espléndidas noticias.
Por fin se ha intentado corregir con contundencia las graves carencias de talento en la secundaria mediante la contratación de Eric Weddle y la recolocación de Lardarius Webb en un puesto más adecuado a sus actuales virtudes.
– Tanto el ataque aéreo como el terrestre se apoyarán por necesidad en la actuación de una línea totalmente novedosa y novata en su lado izquierdo, que todavía no ha sido probada en condiciones reales.
A estas alturas y pese a haber probado a varios jugadores no se sabe ni quién será el segundo cornerback ni el retornador lo que delata una preocupante falta de talento en ambas posiciones.

Comenta la actualidad de los BALTIMORE RAVENS en su Post Oficial de nuestro foro.

VALORACIÓN FINAL
QUARTERBACKS
RUNNINGBACKS
WIDE RECEIVERS
TIGHT ENDS
OFFENSIVE LINE
DEFENSIVE LINE
LINEBACKERS
DEFENSIVE BACKS
SPECIAL TEAMS
Artículo anteriorSe acabó la pretemporada. Que empiece la temporada
Artículo siguienteLos Aztecas entran en acción en la segunda semana
Raúl Nieto
Raúl Nieto Gómez, 40 años y 5 hijos. Descubrió el football durante su estancia en Estados Unidos a finales de los 80. Recuperó la afición gracias a NFLhispano en el año 2003. Ha seguido especialmente a los San Diego Chargers y a los Baltimore Ravens, dedicándose a estos últimos en exclusividad desde hace seis años.
baltimore-ravens-2016Los Ravens esperan haber ya tocado fondo gracias a la completa recuperación de prácticamente todos los jugadores importantes lesionados, a la suma de un buen puñado de jugadores en el draft y a las adquisiciones en la agencia libre con la intención de solucionar algunas lagunas observadas en la pasada campaña.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.