El 12 de mayo de 1987 los San Francisco 49ers celebraban su primer mini camp en Redwood City. Steve Young, QB que había llegado via trade desde Tampa Bay, se presentaba por primera vez en las instalaciones del equipo, lo hacía sin traerse su botas de juego, se habían quedado en Tampa y el equipo no se las había enviado. Steve Young habla con el utilero de los 49ers, Bronko Hinek, este le sugiere que utilice unas botas de Joe Montana, que casualmente usa su mismo número, la talla 11.
A regañadientes Steve Young acepta y sale a entrenar. Es su primer día y lo pasa con Bill Walsh, pero sobre todo con Mike Holmgren, su gran valedor, que lo conoce desde sus días en Brigham Young y quien mas peleó para que acabara en la Bahía. Una vez terminado el entrenamiento y ya en los vestuarios, Young y Montana se encuentran cara a cara por primera vez en su carrera. Tras los saludos de rigor con apretón de manos incluido, entablan una pequeña conversación. En un momento Montana se fija en el calzado de Young, son sus botas, inconfundibles porque llevan grabado el número 16 en los talones, el número con el que jugaba el QB. De repente Joe corta la conversación, le da un apretón de manos a Steve Young y cuando se marcha le espeta “Steve, cuando termines lo que tengas que hacer, deja mis botas en la taquilla”.
Aquello fue el primer episodio de la que es considerada la mayor “QB controversy” (controversia de QB) que jamás conoció la NFL, el primero de los incontables encontronazos entre dos QB que terminarían ambos en el Hall of Fame, pero que durante 6 temporadas coincidieron en el mismo vestuario y protagonizaron una pelea encarnizada y brutal por un mismo objetivo: ser el QB de la mayor dinastía de la NFL, los San Francisco 49ers.
Las “QB controversy” son tan viejas como la existencia del QB moderno, las hubo, las hay y las habrá. Antes de la redefinición del rol del QB no existían estas controversias, la labor del QB prácticamente se limitaba a recibir el snap y distribuir el juego entre los backs. En la antigua terminología de posiciones los equipos tenían Quarterback, Halfback y Fullback, que podemos traducir como cuarto, mitad y entero. Cuando la NFL pega un giro desde la formación “Single wing” hacia la “T formation”, es cuando los QB empiezan a tener el rol que actualmente ocupan.
LA PRIMERA QB CONTROVERSY DE LA NFL
¿Y donde aparece la primera QB controversy? En el primer equipo donde se produce un choque entre dos QB fue en Los Angeles Rams. Entonces se encuentran en un mismo equipo un QB procedente de la vieja escuela como era Bob Waterfield “Buckets” y el otro procedente de la nueva escuela como Norm Van Brocklin, “The Dutchman”. Desde 1949 a 1952 ambos jugadores protagonizaron una pelea por el puesto de QB, que los 3 Head Coach que entrenaron a los Rams en aquel periodo capearon de la mejor de las maneras, 3 presencias consecutivas en el NFL Championship Game, donde se proclamaron campeones en 1951 tras derrotar a los Cleveland Browns de Paul Brown y Otto Graham. Durante el tiempo que Waterfield y Van Brocklin compartieron el puesto de QB el equipo angelino fue el ataque mas explosivo de la liga, 753 yardas de ataque(sigue vigente) en un solo partido y 29 partidos consecutivos con mas de 300 yardas (récord que batieron los Minnesota Vikings en 2004).
Bob Watefield fue seleccionado por los Rams cuando aún estaban en Cleveland en 1944, aunque por sus obligaciones militares no pudo debutar hasta 1945. En su primera temporada consiguió algo que nadie ha igualado desde entonces, ser el único novato elegido como MVP, además de proclamarse campeón al imponerse a los Washington Redskins del legendario Sammy Baugh. En 1946 el equipo se trasladó a Los Angeles, cuenta la rumorología que Bob Waterfield presionó al propietario Dan Reeves a hacer el movimiento con el objetivo de unirse a la ciudad donde vivía su esposa, la super estrella de Hollywood, Jane Russell. Bob Waterfield vivió la evolución de su equipo desde la formación “Single Wing” hacia la “T Formation” de la mano de Clark Slaughnessy, un estilo de juego mucho mas explosivo y el germen del actual juego de pase. Bob Waterfield era un jugador de la vieja escuela, sabía correr, pasar, chutar y era un excelente Defensive Back, es decir, jugaba tanto en ataque como en defensa.
En 1949 los Rams eligen en el draft a Norm Van Brocklin, un QB puro, solo sabe pasar y chutar, pero no corre ni juega en defensa. Sus grandes dotes de pasador enseguida lo hacen ganarse el puesto, pero Clark Slaughnessy tampoco quiere renunciar a lo que le ofrece Bob Waterfield. Durante 4 temporadas ambos QB se fueron turnando en el campo, uno jugaba un cuarto y otro el siguiente, cuando uno estaba lesionado solo jugaba el otro. A pesar de que hay un viejo tópico de la NFL que dice que cuando tienes dos QB no tienes a ninguno, no fue aplicable al caso de los LA Rams y de sus 2 QB. Durante las cuatro temporadas que ambos jugadores compartieron posición sus estadísticas fueron:
- Bob Waterfield: 415-794 929 yardas y 44 TD
- Norm Van Brocklin: 372-690 123 yardas y 51 TD
En 1952 Bob Waterfield se retiró dejando el camino libre para Norm Van Brocklin. Las dos siguientes temporadas fueron las mejores de toda la carrera profesional de “The Dutchman”, pero lo fueron a título individual, los Rams llegaron a playoffs en ambas temporadas, pero no pudieron terminar campeones. En 1958 Norm Van Brocklin fue traspasado a los Philadelphia Eagles tras pedírselo expresamente a su Head Coach, Sid Gillman. Van Brocklin temía que podía perder su puesto en favor de otro QB, Billy Wade, y ante el temor de ser sentado, prefirió abandona California.
Visto con la perspectiva actual no hubo nunca una “QB Controversy” en Los Angeles. Tanto Bob Waterfield como Norm Van Brocklin supieron convivir pacíficamente en el mismo vestuario, y sus resultados fueron tan excepcionales que hasta 3 Head Coach diferentes apostaron por la misma fórmula que patentó Clark Slaughnessy. Además siendo dos caracteres totalmente diferentes, Waterfield apenas hablaba mientras que Van Brocklin nunca calllaba, ambos mantuvieron siempre una excelente relación tanto personal como deportiva, incluso salían habitualmente a cenar con sus parejas y se les podía ver juntos en muchos actos de la intensa vida social de Los Angeles.
OTRAS SUPUESTAS QB CONTROVERSY
Desde entonces en la NFL ha habido otras “QB Controversy” mas o menos célebres, o al menos nos las han querido vender como tales. Pero una breve exposición de muchas de las mas remarcables, comerciales diría yo, nos indican que en realidad, al igual que en el caso de Waterfield y Van Brocklin, nunca hubo tales controversias, o si las hubo solo fue en el imaginario popular. Vayamos con algunos ejemplos:
Aaron Rodgers – Brett Favre
En el año 2005 los Green Bay Packers se encuentran con un regalo inesperado en el draft, Aaron Rodgers, QB de los Golden Bears de la universidad de California va cayendo posiciones cuando muchos esperaban que podía haber salido en primer lugar. Con la elección número 24 los Queseros no se lo piensan dos veces y deciden jugar la baza del QB.
En aquel entonces Brett Favre era intocable y una especie ser divino en Green Bay. El QB había sacado de la ultratumba a una franquicia que llevaba navegando mas de 20 años a la deriva desde la marcha de Vince Lombardi. El QB además era el auténtico hombre de acero de la NFL, desde que había accedido a la titularidad nunca había faltado a su cita de los domingos, había un dicho que decía que el puesto mas seguro de la NFL era ser suplente de Brett Favre.
En el año 2008 los Green Bay Packers alcanzan la final de conferencia y eran favoritos para imponerse a los sorprendentes New York Giants, que la semana anterior habían eliminado en la ronda de Divisionales a los Dallas Cowboys. El partido, jugado en condiciones extremas, se fue a la prórroga, donde Brett Favre fue preso de uno de sus mayores errores, forzar el pase y acabar siendo interceptado. Los NY Giants aprovecharon la ocasión y acabarían pasando a la Super Bowl, donde se impondrían a los super favoritos New England Patriots de la temporada imperfecta.
Poco después de aquel partido Brett Favre anunciaba la primera de sus retiradas. En Green Bay lo aceptaron de muy buen grado, tenían a Aaron Rodgers, que pese a no haber empezado nunca un partido, tenían absoluta confianza en él, algo que demostró en la segunda parte del duelo que enfrentó a Packers y Cowboys por el primer puesto de la conferencia cuando salió en sustitución de un lesionado Brett Favre. En plena pretemporada Brett Favre recapacita y decide regresar, exige que le devuelvan el puesto, pero en Green Bay la decisión estaba ya tomada, Aaron Rodgers sería su titular. Brett Favre entonces pide ser traspasado y acaba jugando para los New York Jets.
En Green Bay, al igual que en el caso de Waterfield-Van Brocklin nunca hubo controversia alguna. En todo caso lo que pasó es que Brett Favre quiso recuperar un trono del que previamente había abdicado. Tampoco hubo controversia alguna en los 3 años que Aaron Rodgers y Brett Favre convivieron juntos, pese a que Brett Favre una vez dijo que su trabajo no era “monitorizar a Aaron Rodgers”. Nunca nadie en Green Bay se cuestionó la titularidad de Brett Favre ni hubo una sola polémica con el puesto del QB. De existir algo podemos decir que hubo “post controversia” cuando Favre exigió que le devolvieran aquello a lo que había renunciado.
Andrew Luck – Peyton Manning
El primer requisito para que exista una controversia es que ambos QB coincidan en alguno momento en el equipo, en el caso de Luck y Manning esto nunca llegó a suceder.
Peyton Manning fue cortado antes siquiera de que Andrew Luck fuera formalmente parte de los Colts. Para cuando los Colts eligieron al QB Peyton Manning ya había sido presentado como nuevo QB de los Denver Broncos tras realizar un tour que lo llevó por toda USA.
Este caso es parecido al caso de Favre-Rodgers-Packers. Los Colts decidieron apostar por el futuro en lugar de apostar por una continuidad desconocida por el estado verdadero del cuello de Peyton Manning.
Drew Brees – Philip Rivers
Está considerado muchas veces como una “QB controversy”, sin embargo si miramos como fue evolucionando esta nunca llegó a ser. Drew Brees llegó el mismo año que LaDailian Tomlinson, temporada 2001, y puede considerarse como parte del paquete que envió la primera elección de los San Diego Chargers a Atlanta a cambio del derecho a poder elegir a Michael Vick.
Tras el fiasco deportivo y económico que supuso la elección de Ryan Leaf los Chargers no quisieron volver a elegir un QB tan arriba en el draft y apostaron por un QB considerado pequeño para los estándares NFL, Drew Brees de Purdue. Brees se sentó la primera temporada y en 2002 le quitó el puesto a Doug Flutie. Sus dos primeros años como titular fueron pedestres, como el record del equipo, sin embargo en 2004 dio un enorme salto, justo el año en que Philip Rivers fue elegido en la primera ronda tras el trade con los NY Giants por los derechos de Eli Manning.
En 2005 Drew Brees empieza como titular su último año de contrato y las dudas estaban en el aire, ¿debían los San Diego Chargers retener al QB que había mejorado muchísimo en sus dos últimas temporadas? Para seguir con sus servcios debían ponerle la etiqueta de Franchise Tag o negociar un gran contrato, y todo ello con Rivers esperando su oportunidad. El último partido de la Regular Season sin embargo selló el destino de Brees. Se lesionó de gravedad en el hombro, hasta el extremo que se cuestionó si podría volver a jugar al football. Aquella lesión fue determinante para que los Miami Dolphins no apostaran por el QB cuando eran el matrimonio perfecto. New Orleans aprovechó la ocasión y el resto es historia.
Este es otro caso donde nunca llegó a haber una “QB Controversy”. Los Chargers no se la quisieron jugar, no le pusieron el Franchise Tag a Brees porque, al igual que los Dolphins, no creyeron que aquel hombro le permitiría volver a jugar. Está claro que se equivocaron con Brees, aunque para su fortuna la apuesta por Rivers le salió muy bien. Los grandes perdedores fueron los Miami Dolphins. Nick Saban apostó por Daunte Culpepper, que venía de destrozarse la rodilla y que nunca pudo regresar a ser el QB que una vez fue, y los Dolphins desde entonces viven sumergidos en el bucle de la mediocridad.
Bill Belichick y sus QB controversy
Bill Belichick tiene en su curriculum haber vivido dos controversias con QB, aunque mas que controversias lo que Belichick quiso es librarse de dos QB que eran muy queridos por los fans y poner a jugar a su protegido o elegido. En un caso el experimento no le funcionó muy bien, en el otro el Head Coach forjó su leyenda.
Cuando Belichick llega a Cleveland no tarda demasiado tiempo en enfrentarse al ídolo local, Bernie Kosar. El QB y su agente habían manipulado el Draft Suplementario para jugar en el destino de sus sueños, Cleveland. Kosar durante años fue el santo y seña de la franquicia, además de ser el último QB en llevarlos a la final de la AFC. Kosar y Belichick no tardaron en chocar. Belichick cortó por lo sano, despidió al QB y puso a jugar a Vinny Testaverde, que llegaba de no haber no triunfado en Tampa.
En New England Belichick se encuentra con un QB que había seleccionado su mentor, Bill Parcells, una primera elección absoluta del draft. Drew Bledsoe en pretemporada había firmado el primer contrato de la historia que superaba los 100 millones, una decisión en la que tuvo que intervenir el Head Coach. En el segundo partido de temporada Bledsoe recibe un golpe fortísimo y es reemplazado por Tom Brady.
La posible controversia que pudo haber quedo solventada muy pronto. Con Bledsoe de QB, el equipo había empezado 0-2. Con Tom Brady terminaron 11-3 y ganando su primera Super Bowl.
Belichick apostó por Brady porque este le permitía desarrollar el tipo de juego que quería implantar, juego de carrera y una gran defensa, la señas de identidad de aquel equipo. Bledsoe por el contrario respondía al tópico de pistolero capaz de lanzar 40 y 50 pases por partido y hacer la guerra por su cuenta.
LA REINA MADRE DE TODAS LAS QB CONTROVERSY: MONTANA – YOUNG
Podríamos estar mencionando otras tantas batallas por la posición del QB, pero por mucho que se hagan comparaciones nunca ninguna alcanzó los niveles de la guerra campal que protagonizaron Joe Montana y Steve Young, dos jugadores que durante 6 temporadas compartieron vestuario y donde los cuchillos se podían ver volar cada día.
Pero al igual que en el caso de Bob Waterfield y Norm Van Brocklin los 49ers supieron sacar el máximo rendimiento a la batalla campal que había en el vestuario, tres Super Bowls, la perpetuación de la mayor dinastía que ha conocido la NFL y contendientes eternos a la Super Bowl. De no haberse cruzado por el camino los Dallas Cowboys de Jimmy Johnson muy probablemente hablaríamos del equipo de la historia.
Cuando Steve Young llegó a los 49ers Joe Montana ya tenía dos Super Bowls en su curriculum, temporadas 1981 y 1984, sin embargo su equipo había caído en la primera ronda de playoffs tanto en 1985 como en 1986, en ambos casos derrotados por los New York Giants de Bill Parcells, partidos en los que solo pudieron anotar 2 FG.
Además de las eliminaciones sobre Montana pesaba como una losa sus lesiones. En 1986 solo pudo jugar 8 partidos de temporada regular y muchos se cuestionaban si su espalda había dicho basta. Ya la temporada anterior Bill Walsh estuvo tentado de hacer uno mega traspaso, armado con dos primeras rondas y dos segundas rondas en el draft a punto estuvo de mandarlas todas a Tampa Bay para poder elegir en primer lugar y seleccionar a Vinny Testaverde, el QB de los Miami Hurricanes y Heisman Trophy.
La delicada salud de Joe Montana en 1986 llevó a Bill Walsh a buscar un reemplazo de garantía. Su elegido fue Steve Young, un QB que podía haber salido elegido en primera ronda del draft de la NFL, pero se dejó seducir por el millonario contrato que Los Angeles Express, un equipo de la USFL le puso encima de la mesa (40 millones garantizados de los cuales solo acabaría viendo 4,9). Bill Walsh ya había mostrado interés en 1986 por Young, incluso se tanteó la posibilidad de hacer un trade con Tampa, pero la inoportuna lesión de Steve Deberg hizo saltar a la titularidad a Young, esfumándose cualquier traspaso.
Joe Montana estaba de vacaciones en Italia cuando se enteró del fichaje de Steve Young. Cuando la prensa contactó con él y le comunicaron que Steve Young era nuevo miembro del equipo declaró que no tenía ninguna intención de retirarse y que de haberlo tenido nunca se hubiera sometida a una nueva operación en la espalda. También dijo que le daba contra quien competir por el puesto de QB. Steve Young por su parte sabía que las puertas en Tampa estaban cerradas con Vinny Testaverde. Los 49ers no solo eran un destino atractivo, sino las lesiones de Joe Montana le allanaban el camino.
Y pasó todo lo contrario, Joe Montana se presentó al Training Camp en mejor forma que nunca y sin señales de lesión alguna. Los 49ers con Joe Montana al mando terminaron la temporada regular con un récord de 13-2, el mejor de la NFC, pero unos sorprendentes Minnesota Vikings los eliminaron en la ronda de Divisionales. En 1998 el equipo llegó a estar 6-5 y a punto de perder el carro de los playoffs, aunque acabarían remontando para acabar 10-6 y terminar ganando su tercera Super Bowl, de nuevo ante los Cincinnati Bengals y con otra actuación primorosa de Joe Montana, que al igual que en 1981 acabó remontando el partido en el drive final. Bill Walsh declararía años mas tarde que aquella temporada 1998 fue su mejor trabajo.
En 1989 el delfín de Bil Walsh, George Seifert, fue nombrado Head Coach. El equipo tuvo el mejor record de la liga y se paseó por los playoffs aplastando a todos sus rivales, labor que certificó con una contundente victoria en la Super Bowl donde arrollaron a los Denver Broncos por 55-10. Joe Montana tuvo aquel año su mejor temporada, con un rating de 112.4, completando el 70.2% de sus pases para 26 TD y solo 8 INT. En la post temporada estuvo aún mas brillante, rating de 148.4, 11 TD y un porcentaje de conversión de 78.3%
Lo que muy pocos sabían era la guerra campal que había entre Steve Young y Joe Montana, pero si en el caso de Bob Waterfield y Norm Van Brocklin sus Head Coach supieron sacar un gran rendimiento a sus 2 QB, en este caso la guerra empujó a Joe Montana a niveles de excelencia cercanos a la perfección. Ambos QB llevaron su guerra a límites extremos, se acusaron mutualmente de destruir las películas donde se podían ver los fallos de cada uno de ellos. Ninguno renunciaba a un solo snap en los entrenamientos, hasta el extremo de que en mas de un entrenamientos le quitaban las repeticiones al 3er QB que nada podía hacer ante la batalla que había entre ambos QB. En una rueda de prensa Steve Young preguntado por su suplencia dijo que él no era el QB2, sino el QB1B mientras que Montana era el QB1A.
En 1990 los San Francisco 49ers estaban convencidos de que podían lograr lo que nadie había podido antes, enlazar tres Super Bowls consecutivas. Durante la temporada regular el equipo se paseó y a falta de tres jornadas ya se habían asegurado el factor campo en los playoffs. Con tres partidos pendientes de jugarse lo normal era dar tiempo a los suplentes, pero Joe Montana sabía que Steve Young esperaba su oportunidad para quitarle el puesto y se negó a dejarlo jugar, jugaría todos los partidos por intranscendentes que estos fueran, algo que evidentemente no sentó nada bien a Steve Young.
Los 49ers avanzaron hasta la final de conferencia y a falta de menos de 3 minutos tenían posesión e iban por delante en el marcador, les bastaba con agotar el reloj. Entonces sucedió lo impensable, el defensa Leonard Marshall de los New York Giants arrolló a Joe Montana que quedó tendido en el suelo, no podía moverse y estaba claro que no podía regresar.
Steve Young estaba ante su gran oportunidad, solo tenía que manejar ese drive y los 49ers irían a la Super Bowl donde él sería el titular. Roger Craig, el veterano RB cometió un fumble que recuperaron los NY Giants y en el drive siguiente anotaron en los segundos finales el FG que los mandaba a la Super Bowl. El sueño de Steve Young había recibido un golpe tremendo, además el de toda una nación que deseaba ver una Super Bowl entre los explosivos Buffalo Bills contra los aún mas explosivos 49ers. Ese día fue el final de Joe Montana en San Francisco, ya nunca mas recuperaría el puesto.
En 1991 Steve Young sin la competencia de Montana, lesionado en un codo, fue el titular indiscutible, aunque por primera vez desde 1982 no se clasificaron para playoffs. En 1992, con Montana ya recuperado, el equipo ya era de Steve Young (fue nombrado MVP) sin ninguna discusión, que al igual que Montana lo llevó de nuevo a tener el mejor record de la NFC y eran los grandes favoritos para representarlos en la Super Bowl, solo que los jóvenes Dallas Cowboys de Jimmy Johnson tenían otros planes y les acabaron venciendo en la final de conferencia.
Nadie discutía la calidad de Steve Young, sus temporadas eran magnificas, pero como el propio Young dijo “Si, saben que soy muy bueno y me quieren, pero en San Francisco el éxito de los QB se mide por las Super Bowls, y yo no tengo una”. Con una afición dividida entre Joe Montana, que en dos temporadas solo había jugado un partido intranscendente, y Steve Young, al que le quedaban aún muchos años por delante, los 49ers decidieron que ya era suficiente y mandaron en un trade a Joe Montana a Kansas City. Steve Young no habría ganado la Super Bowl, pero había demostrado mas que suficiente para ser el QB del equipo ante un Montana del que no sabía su verdadero estado físico.
En 1994 los San Francisco 49ers nuevamente regresaron a la final NFC, y nuevamente fueron batido por los Dallas Cowboys de Troy Aikman, Michael Irvin y Emmitt Smith. En 1995 los 49ers echaron el resto y se hicieron con los servicios del mejor CB de la liga, Deion Sanders. Con sus grandísimas actuaciones y un Steve Young en autentico estado de gracia (de nuevo MVP), mas con las aportaciones de Jerry Rice y Ricky Watters, fueron ellos los que esta vez derrotarían a los Cowboys avanzando hasta la Super Bowl, evitando el Three Peat de los tejanos. En la final Steve Young por fin pudo alcanzar su sueño, ganar la Super Bowl. Una de las escenas mas conocidas de aquella final es un QB pletórico pidiendo a sus compañeros que le quiten el mono que llevaba en la espalda. Entre tanto, Joe Montana vivía sus últimas días como profesional en Kansas.
Joe Montana como Steve Young dejaron sus diferencias en el terreno de juego y vestuario. Fuera de allí nunca fueron amigos ni alternaban juntos, Joe Montana era el protegido y ojo derecho del propietario Eddie de Bartolo, compañero de fiestas y juergas en Las Vegas. Montana procedía de una familia de profundas raíces católicas y le gustaba ostentar de riqueza, poderío y de mujer, con la que solía aparecer en anuncios publicitarios mientras ellas lucía unos espectaculares bañadores. También Montana era conocido por dejarse ver paseando en su fastuosa gama de vehículos de lujo.
Steve Young por su parte procedía de una familia profundas raíces mormonas, descendiente directo de la familia de Brigham Young, segundo profeta de la orden religiosa y fundador de la universidad del mismo nombre. Steve Young además era un hombre muy austero, utilizaba el mismo coche que en sus tiempos de la universidad y vivió varios años con su compañero Harris Barton, que le alquilaba una habitación de su casa. Un día Barton fue a tomarle prestado unos calcetines al QB y se encontró con 13 cheques de 90.000 $ cada uno, los correspondientes al salario del QB y que no había cobrado. Steve Young declaró que no los cobraba porque no se los había ganado
¿TENDREMOS QB CONTROVERSY CON BRADY-GAROPOLLO?
Y ahora viene la gran pregunta ¿Visto todos los antecedentes que hemos expuesto podemos considerar que en New England existe una QB Controversy? La respuesta es no, pero un NO en mayúsculas, contundente. El caso de Jimmy Garoppolo y Tom Brady “controversia non nata”, no ha llegado siquiera a nacer. Quizás por algún momento hubo alguna posibilidad de que pudiera haber nacido algo, pero por mucho que se trate de Bill Belichick, que ya había protagonizado antes los casos de Bernie Kosar y Drew Bledsoe, era muy poco probable que pudiera ocurrir de nuevo. En pretemporada cuando un periodista preguntó a Belichick si cabía la posibilidad de que pudiera ocurrir el Head Coach miró para otro lado.
Eso sí, si Bill Belichick quiere pasar a la historia como el mejor Head Coach de la NFL antes deberá hacer lo qué sí hizo Bill Walsh, buscar un heredero a Tom Brady digno del mismo Tom Brady. Bill Walsh no solo inventó la West Coast Offense, algo en lo que tiene mucho que ver la lesión del QB Greg Cook y su capacidad para buscar soluciones, sino que fue capaz de que el QB mas laureado de la historia de la NFL, Joe Montana, tuviera como sucesor a otro de los QB mas laureados como es Steve Young, con el añadido y dificultad de que era zurdo.
Bill Walsh consiguió su reto de una forma llamémosla poca ortodoxa, generando la mayor y mas genuina “QB Controversy” que nunca conoció la NFL ¿Podria hacer lo mismo Bill Belichick? Como he dicho antes, no lo veo. En New England todo apunta que el equipo intentará traspasar al QB la temporada que viene y conseguir valiosas elecciones de draft en el camino. En esto Bill Belichick es un firme practicante de la teoría que popularizó Walsh, prescindir de un jugador un año antes obteniendo algo a cambio que hacer un año después sin obtener nada a cambio. También cabe la posibilidad de que le convenzan a Jimmy Garopollo de que se quede en el equipo garantizándole de alguna forma la sucesión ¿Pero como consigues eso si Tom Brady está firmado hasta 2018 y ha manifestado que seguirá jugando?
Y para acabar, una parte de mía deseaba que hubiera nacido la controversia, los seis años de controversia en San Francisco fueron un espectáculo del que los mayores beneficiados fueron los propios Niners. Pero si se hubiese repetido algo parecido, no sé si mi corazón Dolphanatic hubiera podido aguantar otros 15 años de tiranía de los Patriots. Casi mejor que eso, que no haya QB Controversy, tampoco nunca la hubo.