El equipo nacional masculino de flag football se ha proclamado brillante campeón del torneo internacional «Pink Bowl», que se ha celebrado este fin de semana en la ciudad de La Haya (Holanda). El torneo, de carácter benéfico, en favor de la lucha contra el cáncer de mama, contó con la participació de 24 equipos de 10 países. Con las miradas puestas en el campeonato de Europa de la República Checa en 2017, para el equipo español la competición supuso el pistoletazo de salida de la preparación para su puesta a punto ante la gran cita.
El sorteo enclavó a los españoles en el grupo más duro, junto con las selecciones eslovena y mexicana, pero durante toda la competición España se mostró como el equipo más fuerte. En el primer partido, ante Eslovenia, se notó que la máquina estaba recién encendida. Eslovenia fue un rival duro, pero la defensa estuvo a un gran nivel manteniendo al equipo por delante en todo momento. Resultado, 13-6 favorable a los españoles. Tras el inicio venía el enfrentamiento frente al club local, Pink Bulls. Aquí el equipo ajustó mejor en los dos lados del balón y ganó por un claro 32-7.
El partido más difícil del primer día fue contra el Team México, y los jugadores españoles salieron a por todas. Interceptaron al QB mexicano en el primer drive y a partir de ahí la comunión ataque-defensa fue perfecta. El Team Spain arrolló por 36-0 a un combinado mexicano que reconoció estar un peldaño por debajo respecto al nivel presentado en otros campeonatos.
Quedaban para acabar la primera jornada dos partidos que fueron un mero trámite, frente a un joven equipo belga, Andenne Bears, y ante otro equipo local, Scouts. Ambos marcadores fueron muy favorables al conjunto nacional. 38-0 ante Andenne Bears y 33-0 frente a Scouts.
Esta gran primera jornada hizo que Team Spain fuera el mejor equipo en el global con una diferencia de +168 puntos a favor, situándose como primer cabeza de serie. En los cuartos de final esperaba el equipo inglés de Stormers. Desde el primer snap quedó claro que la diferencia entre los dos equipos era notable y España venció por 26-0, avanzando hasta semifinales.
La organización del torneo decidió que los 4 equipos semifinalistas se emparejarían por sorteo, y esta vez la suerte sonrió a los españoles porque el cruce fue con el equipo francés de Iron Nuts, a priori el más asequible. Aún así, España no se relajó, y apenas dio opciones a los parisinos, ganando por un contundente 34-6 y metiéndose en la final, donde esperaba el combinado holandés Dutch Lions, campeón de las dos ediciones anteriores del torneo.
Unos minutos antes de empezar la final comenzó a llover, lo que perjudicó mucho al Team Spain, menos habituado a estas condiciones meteorológicas. Esto hizo que el primer drive español no fuera fructífero puesto que la pelota era difícil de atrapar. El equipo holandés, utilizando la superioridad en altura frente a los defensive backs españoles, logró anotar y poner el 6-0. Esta era la primera vez en todo el campeonato que España iba detrás en el marcador, pero esta circunstancia no afectó al conjunto español, que anotó antes del descanso y se puso por delante (6-7).
A partir de entonces la defensa hizo un gran trabajo recuperando la pelota y el ataque rubricó ese buen hacer anotando otro TD, dejando el marcado en 6-13 con 3 minutos por jugar. Los holandeses, a pesar de avanzar con dificultad, consiguieron anotar en una jugada no exenta de polémica ya con el tiempo agotado. El marcador era de 12-13 para España a la espera del intento de conversión, y si los holandeses sumaban ese punto el partido se iba a la prórroga. La defensa del Team Spain, sin embargo, demostró porque es una de las mejores de Europa y logró detener la jugada, asegurando el título de campeón.
Todos los coaches coincidieron en destacar la solidez del Team Spain. El equipo demostró ser un bloque en todo momento, con una gran comunión tanto dentro como fuera del campo, y esta victoria hace que el equipo sea muy tenido en cuenta ante los próximos eventos.
*Crónica de Manu Miguel