Como se esperaba el regreso de la NFL a México fue todo un éxito de público. En un Estadio Azteca hasta la bandera Oakland demostró todo su potencial, Derek Carr despertó tras un mal inicio lanzando dos pases de touchdown en el último cuarto y los Raiders se llevaron la victoria por 27-20 en el «Monday Night».
Oakland se quedó durante los tres primeros cuartos en sólo 120 yardas ofensivas. La carrera no funcionaba y Carr tenía muchos problemas en encontrar receptores abiertos. Pero todo cambió en el último cuarto y los Raiders (8-2) consiguieron su cuarta victoria consecutiva por primera vez desde 2002.
Con el receptor Amari Cooper alineado en el backfield, Carr encontró desmarcado al fullback Jamize Olawale en un pase de 75 yardas que permitió empatar el marcador a 20.
Otra jugada clave fue dos cuestionables posicionamientos del balón por parte de los árbitros en un tercer y cuarto down que devolvieron la pelota a Oakland. Poco después avanzaban 85 yardas en 5 jugadas para ponerse por delante con un envío de 35 yardas para Cooper.
Sin duda el punto álgido de celebración para los 76.743 espectadores que se dieron cita en el templo del fútbol mexicano, en su mayoría seguidores de los «malosos».
Carr terminó el partido con 21 de 31 pases completados para 295 yardas y 3 touchdowns siendo interceptado en una ocasión.
Por su parte Brock Osweiler sumó 26 de 39 para 243 yardas con 1 TD y una intercepción. Otro de los destacados por parte de Houston fue el corredor Lamar Miller (24 carreras, 104 yardas, 1 TD).
«Como gran aficionado al fútbol que soy tuve oportunidad de jugar en Wembley en mi año rookie y ahora tener la oportunidad de jugar aquí… es increíble,» declaraba Carr. «Lo he disfrutado muchísimo. Ha sido un gran honor jugar en un sitió histórico. Los fans han estado sensacionales.»
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