Tras cuatro cuartos y una prórroga prácticamente entera, los Kansas City Chiefs lograron imponerse a los Denver Broncos en un partido resuelto con una rocambolesca patada. Un field goal de 34 yardas de Cairo Santos que golpeo en la parte superior del palo y terminó entrando entre los postes, dio el triunfo a los Chiefs por 30-27.
Otro de los héroes del partido fue el rookie Tyreek Hill quien consiguió anotar touchdowns de recepción, carrera y retorno, algo que nadie había hecho en un partido desde Gale Sayers en 1965.
Alex Smith completó 26 de 44 pases para 220 yardas y 1 TD y tuvo en el tight end Travis Kelce a su mejor objetivo con 8 recepciones y 101 yardas. La defensa de los Broncos le presionó durante buena parte de la noche y Von Miller añadió 3 sacks a su cuenta personal de los 6 que sumó su equipo.
Por parte local Trevor Siemian también realizó un excelente partido. El QB de Denver se fue a las 368 yardas y 3 TD en una serie de 20 de 34 pases completados. Emmanuel Sanders fue el más beneficiado de su juego con 7 atrapadas para 161 yardas y un TD.
El field goal de la victoria llegó después de que el head coach de los Broncos Gary Kubiak optara por intentar una patada desde 62 yardas a 1:01 de la conclusión del tiempo extra. Brandon McManus, que en el training camp había conseguido anotar desde 70 yardas, se quedó corto y desviado en el que hubiera sido el gol de campo ganador más largo en la historia de la NFL.
Tras ese error, lugar de tener que iniciar el drive para recorrer 80 yardas o más, los Chiefs recuperaron la pelota en la yarda 48 de Denver con un time out y casi un minuto por jugarse. Smith movió la pelota hasta la 16 local y desde allí Santos logró la carambola de la victoria.
Con esta derrota los Broncos (7-4) quedan dos partidos por detrás de Oakland (9-2) y uno por detrás de los Chiefs (8-3) en la lucha por la AFC West.
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