Hubo que esperar hasta el domingo de la semana de playoffs divisionales pero al fin llegó la emoción a la postemporada de la NFL. Los Green Bay Packers tomaron Dallas con una gran partido de Aaron Rodgers, una recepción para la historia de Jared Cook y un field goal al límite del tiempo reglamentario de Mason Crosby. Al final 34-31 para los «queseros».
Green Bay empezó el partido como un vendaval llegando a ponerse 21-3 mediado el segundo cuarto sin embargo Dallas le dió la vuelta a la tortilla con dos touchdowns de recepción de Dez Bryant (9 recepciones, 132 yardas) y otro de Jason Witten (6 recepcioens, 59 yardas) que supusieron el empate a 28 a cuatro minutos del final del partido.
Por el medio carreras de un Ezekiel Elliott que, a pesar de sus grandes números (22 carreras, 125 yardas), dio la sensación en varias ocasiones de ser infrautilizado por Jason Garrett.
Pero cuatro minutos son mucho tiempo en el reloj, demasiado cuando el otro equipo está liderado por Rodgers. Los visitantes movieron las cadenas y llegaron al punto desde donde Crosby conectó un field goal de 56 yardas a 1:33 de la conclusión. Pero esto fue sólo el principio.
Prescott respondió de manera casi inmediata y los Cowboys tuvieron la ocasión de empatar al conectar Dan Bailey una patada desde 52 yardas pero 35 segundos, que es lo que quedaba en el reloj, también resultan ser mucho tiempo para AR12.
Cuando parecía que estábamos abocados a la prórroga y después de recibir un sack en el que milagrosamente no perdió la posesión del balón, Rodgers lanzó para Cook (6 recepciones, 104 yardas, TD) quien firmó una espectacular recepción sonbre la banda para permitir a Crosby tener ocasión de patear a palos desde 51 yardas. El kicker no perdonó y mando a los Packers a la final de la NFC donde ya les esperan los Atlanta Falcons.
Para Dallas esta es su quinta derrota consecutiva en la ronda de playoffs. Hace 21 años que los Cowboys no juegan una final de la NFC.