Bud Grant, el que fuera legendario Head Coach de los Minnesota Vikings, dejó varias citas para la posterioridad. Mi favorita es esta, “Conozco entrenadores que pasan 17 horas al día planificando el partido perfecto solo para acabar perdiéndolo por que la forma de la pelota no es redonda y no pueden controlar su bote”. No le faltaba razón, como HC puedes tener un plan perfecto, ejecutarlo con precisión matemática, pero por algo que escapa a tu control, puedes perder un partido. Grant se refería al bote de una pelota de football, pero puede ser desde un mal arbitraje, una racha de viento que desvía el FG o que tu jugador estrella se parta la rodilla al quedársele clavada la pierna en el césped.
El verdadero problema no radica allí, sino cuando planificas algo y no actúas según esa planificación. O renuncias a lo qué te ha funcionado durante 18 partidos y en el mas importante de tu carrera, decides hacer experimentos. O lo peor, cuando te olvidas de los principios básicos no solo de tu estilo, sino de algo mucho mas grave, de lo que es el ABC del football, lo que se suele denominar Football 101.
En la última Super Bowl tuvimos una clara muestra de como un equipo renunció al ABC del football mientras que el segundo no lo hacia. Mas que no hacerlo, no se salió de un guión que les ha llevado a donde están ahora, en ese privilegiado club de franquicias que tienen cinco títulos del trofeo Vince Lombardi. Mientras que Bill Belichick fue fiel a su filosofía de “Do your job”, Dan Quinn se olvidó no solo de su filosofía, algo que puedo entenderlo, pero lo que no me entra en la cabeza es que dejará los principios generales olvidados en el vestuario, el Football 101, algo que le acabó costando la Super Bowl, y acabó dando a New England su victoria mas improbable de las cinco que adornan sus vitrinas.
En el año 2006 New England fue a jugar un partido de la ronda de Divisionales a Denver. Aquella escuadra de Belichick era perfecta en post temporada, 10 partidos y 10 victorias, se había metido en post temporada en tres de las cuatro temporadas anteriores, lo que se traducía en tres campeonatos. A finales del 3er cuarto y con el partido apretado Tom Brady fue interceptado por Champ Bailey que empezó a hacer el retorno para anotarse un Pick 6, pero cuando estaba a punto de entrar en la End Zone fue placado por el TE Benjamin Watson. El jugador de New England recorrió mas de 80 yardas en una carrera desesperante y pudo atrapar el velocísimo Bailey, considerado uno de los mejores CB de entonces. Denver pudo anotar en la siguiente jugada y acabaría afligiendo la primera derrota a los New England Patriots en post temporada.
Aquella jugada de Ben Watson es el perfecto símbolo de la filosofía que Bill Belichick ha impregnado a su equipo, no se rinden nunca por imposible que pueda parecer la gesta. Watson corrió mas de 80 yardas para intentar atrapar a un CB que era mas veloz que él y solo retrasó lo inevitable, que Denver anotara en la siguiente jugada, pero ese esfuerzo es digno de elogiar. Es tan digno de elogiar que Belichick utilizaba la jugada en sus sesiones de video: si quieres jugar para los Patriots, no te puedes rendir jamás. Y esto que parece baladí no lo es tanto. Belichick era conocido por no usar nunca videos de partidos donde su equipo sufre derrotas, con esa jugada de Watson hizo su primera excepción.
El pasado domingo no sé si Belichick puso en el descanso el video de aquella jugada, pero no deberíamos descartarlo. New England parecía muerta y acabada mediado el 3er cuarto cuando Atlanta puso con facilidad pasmosa el 28-3 en el marcador. La final parecía ya sentenciada y todo se reducía a si Atlanta llegaría a los 40 puntos y que jugador de su equipo se llevaría el MVP. Los Patriots sin embargo no bajaron los brazos, sino que continuaron con su juego, pero no era para nada un juego rápido y con pases profundos buscando la remontada, mas bien lo contrario. Tuvieron que comerse mas de 6 minutos de reloj para anotar su primer TD, y para mas INRI fallaban el Extra Point.
Atlanta mientras tanto parecía conformarse con eso, que el tiempo fuera pasando y el partido se terminara simplemente por agotarse el reloj sin dar tiempo siquiera a que New England pudiera intentar la remontada. En el siguiente drive los Patriots se conformaban con un FG que le dejaba a 16 puntos de distancia, todo un mundo si contabas que Atlanta se suponía, o por lo menos así lo suponíamos casi todos, iba a continuar anotando. Pero nada de eso ocurrió. El ataque de Atlanta no solo se espesó y se hizo tremendamente conservador, algo que puede ocurrirle a cualquiera, sino que cometió lo que acabaría siendo su tumba. Renunció a utilizar la carrera con su dupla letal de running backs y eso provocó que su defensa no pudiera tomar aire.
La retaguardia de Atlanta llegó al último cuarto completamente extenuada, sin un ápice de frescura. Esa presión que tanto molestaba a Brady desapareció de golpe y porrazo, ahora el QB sí tenía tiempo para buscar a sus receptores. Aquellos placajes que había ejecutado durante tres cuartos de partido también desaparecieron. Una defensa sin oxígeno no podía con un ataque de New England que llegó a ejecutar mas de 90 snaps en el partido. La prórroga no fue mas que una lenta agonía. En cuando los Patriots ganaron el sorteo de la moneda el partido se había acabado. La defensa de Quinn no podía ni con las botas a esas alturas.
Ese fue el primer atentado de Atlanta contra el Football 101, pero no fue el mas grave. Aún veríamos algo que no se borrará de la memoria colectiva de la ciudad sureña jamás.
Tras quedarse New England a una sola anotación, un TD y el Extra Point, Atlanta decidió arriesgar y buscar anotar para dejar el partido a dos anotaciones. Un gran pase de Matt Ryan lo consiguió de alguna manera bajar Julio Jones y dejar a su equipo en una cómoda distancia de field goal. Anotar un FG suponía ponerse a 11 puntos, dos anotaciones, pero mas importante, si cantaban tres jugadas de carrera en ataque podían haber quemado mucho tiempo de partido y no dar tiempo a los Patriots. Pero Atlanta decidió que había que atentar de nuevo contra el Football 101 y no solo no corrió, sino que se puso a ejecutar pases. Ryan fue objeto de un sack y finalmente, cuando de nuevo llegaron a distancia de FG, cometieron una falta lo que les alejó de la anotación y dio la vida a los de Belichick. Lo que pasó a partir de entonces daba igual. New England iba a anotar contra una defensa extenuada, y no solo iba a anotar el TD, sino que además le iba a anotar la conversión para empatar el partido. Si tenemos en cuenta que New England necesitaba dos TD y dos conversiones, en la práctica es el equivalente a recibir 4 TD en apenas 8 minutos, y eso es lo que pasó.
De todas las Super Bowls que he visto esta derrota es la mas cruel que he conocido. Sé que para muchos fue la derrota de los Buffalo Bills con aquella patada que se fue fuera del siempre injustamente vilipendiado Scott Norwood. Aquel día le pidieron al kicker un casi imposible, transformar una patada desde una distancia que llevaba mucho tiempo sin acertar. La derrota de Atlanta y la forma en qué se produjo me parece incluso poco cruel, si los Dioses del football hubieran sido mas justos, tenían que haber buscado una forma de derrota aún mas dolorosa y macabra, una de esas que arrastras por la eternidad y se estigmatiza por vida. Atentaron contra los principios generales del football y estos decidieron devolverle la venganza, que si se sirve en plato frío, sabe aun mejor.
Y ahora diré algo sobre New England, su gran mérito fue no rendirse y no irse del partido. Sé que muchos dirán que la actuación de Brady es la mas antológica de su carrera, pero mirad, yo no lo veo así. He visto partidos bastante mejores de Brady, incluso en las Super Bowls que ganó ante Seattle o Carolina jugó bastante mejor de lo qué lo hizo el pasado domingo. Otro de los principios generales del Football 101 dice que cuando estás 28-3 abajo en el marcador solo hay una forma de regresar al partido, o al menos de intentarlo: pasando. Si alguien se toma la molestia de repasar las mayores remontadas de la historia de la NFL hay un denominador común, el equipo que pierde va muy abajo en el marcador y empieza a intentar regresar de la única manera posible, pasando. Es mas, hay infinidad de partidos donde el QB que sale derrotado ese día ha lanzado para 400 yardas y varios TD, y unas veces ha acabado en remontada, y otras tantas en derrota, o como se suele decir, nadar para morir ahogado en la orilla. El gran Bobby Layne una vez dijo que él nunca había perdido un encuentro, sino que se había quedado sin tiempo para rematar la remontada. Eso mismo paso ayer con Brady, solo que en esta ocasión, y por cortesía de los Atlanta Falcons, le dejaron tiempo para remontar, y eso es algo que no puedes hacer.
Y termino, por muchas X y O que existan, por mucha planificación que hagas, como dijo Bud Grant puedes perder por el bote de la pelota. Eso le puede pasar a cualquiera, pero no fue el caso de Atlanta, no perdieron por una broma macabra o un mal bote, perdieron porque osaron atentar contra el Football 101, y los dioses del football decidieron castigarlos. Por el contrario New England hizo lo que siempre viene haciendo, su trabajo, si hubieran perdido lo hubiesen hecho haciendo su trabajo, y si hubiesen ganado, como es el caso, también. Y tampoco atentaron contra el Football 101.