Los Potros se alzaron con su segundo campeonato andaluz este fin de semana al vencer a Maracena Granada Lions por 52-23 en la final celebrada en el Municipal de Suel de Fuengirola. Los malagueños aprovecharon su mayor eficacia ofensiva para matar el partido en los momentos clave.
El partido empezó con una férrea defensa que no dejó avanzar a los granadinos y les obligó a ceder la pelota. En su primera jugada de ataque, los Potros abrieron la lata, por medio de un pase corto capturado y transformado por Juanki Cortés (6-0). Ningún rival ha conseguido ponerse por delante del marcador a lo largo del año, buen indicador del oficio del cuadro malagueño, que ha inaugurado todos sus partidos con anotaciones en su primera posesión.
En su segundo turno, los Lions perderían la pelota en un envío del quarterback japonés Yuta Takuse, que fue interceptado por su homólogo verdinegro, Carlos Chaves, en tareas defensivas. Los Potros rentabilizaron la oportunidad, y unas jugadas más tarde volverían a anotar por medio de José Luis López (12-0).
Los nazaríes son siempre un cuadro correoso que nunca pierde la cara a los partidos y lo demostraron en el instante preciso, reduciendo distancias de inmediato con una jugada culminada por Javier Navarrete (12-6).
El toma y daca se sucedía, y aún habría tiempo para otra anotación más antes del cambio de cuarto. López protagonizó una recepción y una cabalgada espectaculares por el corazón de la defensa naranja que levantaron a la poblada grada del Suel (18-6).
En el segundo cuarto el partido se volvió más intenso si cabe, y las defensas fueron ganando terreno a los ataques. Las cadenas se movían con dificultad y ni unos ni otros llegaban a las inmediaciones de la zona de anotación con la fluidez del comienzo. En el fragor de la batalla los leones dieron otro zarpazo, anotando en una jugada de reverse de José Carlos Carranza. Alberto Zambrano transformaba el primer punto extra de la tarde y ponía a los suyos a tiro de piedra (18-13).
Los malagueños atravesaban su momento más crítico de juego y no lograban encontrar sensaciones. Para romper la racha, abrieron la chistera y sorprendieron al filo del descanso usando al receptor David Chaves como conductor de juego y ganar fluidez en la ofensiva, pudiendo mover las cadenas nuevamente. Unas jugadas más tarde, en una jugada de engaño, en la que el propio Chaves salió en motion, López lanzó una bomba que el rápido jugador coineño atrapó a escasas pulgadas de la zona de anotación. En la siguiente acción el propio López marcó en una jugada de option por el exterior (24-13) al filo del descanso, asestando un golpe moral a los visitantes.
Los Potros aprovecharon el viaje a la caseta para replantear el partido y jugar con la inercia, ahora en su favor. Rompieron de manera definitiva el encuentro a la vuelta, transformando sus tres posesiones del tercer parcial en tres touchdowns rápidos que terminaron de desarbolar a los de la ciudad de la Alhambra. Chaves por partida doble (carrera y recepción) y Cortés (carrera) anotaron para los locales, que veían la victoria al alcance de la mano. Ambos fueron los encargados de transformar dos de las conversiones de dos puntos (46-13).
Ya en el último cuarto Lions no bajó los brazos y siguió atacando con decisión, acercándose a la zona de anotación verdinegra. No obstante, una gran acción del defensive end local Cristian Ramírez, forzó una pérdida de balón e impidió la anotación. Con una posición de campo comprometida para los Potros tras la recuperación, los Lions apretaron los dientes y forzaron un safety (46-15).
El reloj transcurría lento y el final del partido parecía no llegar, aunque no había lugar para la sorpresa. Los leones no cejaron en su empeño y consiguieron anotar en un pase largo que recepcionó Carranza con un minuto escaso por disputarse. El marcador quedaba en 46-23 tras la conversión de Navarrete.
Cuando todo estaba listo para bajar el telón, los Potros aún tuvieron la oportunidad de anotar una vez más. Una espectacular carrera del quarterback Carlos Chaves, en la que rompió hasta media docena de placajes, puso el broche de oro a la final al mismo tiempo que el reloj marcaba cero (52-23).
Con el pitido final se desató la locura en el Municipal de Suel y dieron comienzo las celebraciones del segundo entorchado andaluz de los Potros, de un significado especial por ser el primero conseguido en casa y por haber acabado el año invictos. Un colofón de lujo a una temporada perfecta.
_FP