En un fin de semana con nada menos que tres finales en competiciones continentales, los Braunschweig Lions alemanes consiguieron el tricampeonato en la Eurobowl, los Thonon Black Panthers se llevaron para Francia la EFL y los Swarco Raiders conquistaron para Austria la CEFL.
Se esperaba mucho del duelo en la cumbre entre Lions y Universe, dos equipos que están realizando una gran temporada en la GFL, la mejor liga de Europa, sin embargo los defensores del título dejaron claro y meridiano que ahora mismo nadie puede hacerles sombra en el viejo continente y con un resultado de 55-14 levantaron su tercera Eurobowl consecutiva.
Los de Braunschweig, de la mano del quarterback norteamericano Casey Thierrault, a la postre MVP del partido, reventaron en el choque ya en el primer cuarto donde con un parcial de 21-0 dejaron bien a las claras que no estaban dispuestos a permitir sorpresas. En el segundo periodo la apisonadora fue a un mayor y, aunque los Universe lograron al menos un touchdown, el 48-7 con el que ambos equipos se fueron a los vestuarios ya dejaba claro que nos habíamos quedado sin partido.
Con este triunfo los alemanes igualan a los Viena Vikings en el palmarés de esta competición con 5 títulos.
SWARCO RAIDERS TAMPOCO PERDONA
En la final de la CEFL tampoco hubo mucho color. Los Swarco Raiders eran los grandes favoritos ante los serbios de Kragujevac y cumplieron con esa condición imponiéndose por 55-20.
A pesar del resultado final al menos aquí se pudo disfrutar de un primer cuarto con cierta incertidumbre (7-7) siendo en el segundo cuando se rompió el partido con 20 puntos por partes de los locales con touchdowns de Fabian Abfalter, Tobias Bonatti y Alexander Nitzlnader. Tras el descanso los de Innsbruck salieron igual de entonados y ahí terminó todo aplicándose la «mercy rule» una vez que los locales consiguieron 35 puntos de ventaja.
LOS PANTHERS TUMBAN A LOS RHINOS EN LA EFL
Sin duda el partido más emocionante del fin de semana fue el que se vivió en Thonon-Les-Bains donde los Black Panthers y los Milán Rhinos protagonizaron un partido vibrante. Al final la victoria cayó del lado de los galos por 29-20 tras un cuarto final no apto para cardíacos.
En un choque igualado la jugada clave se produjo en el último cuarto cuando, a 2:39 para la conclusión los italianos afrontaron un 3&10 y, tras una carrera de su QB T.J. Pryor se quedaron a menos de una yarda del primer down. El coach Chris Ault mandó una carrera del italo-norteamericano Nick Ricciarduili que fue inmediatamente detenido por la defensa francesa. El referee consideró que el balón no había llegado hasta el primer down y el cuero volvió a manos de los galos quienes, con una carrera de Andreas Belza, sentenciaron definitivamente el partido y dejaron la Copa en casa.