Desde el momento en que termino la última Super Bowl sabía que tarde o temprano, el Debate, con mayúscula, iba a ser uno de los culebrones del verano salvo que Roger Goodell se sacara de la chistera un nuevo escándalo con el que entretenernos en la larga offseason de la NFL. Tras la agencia libre, plana y aburrida, y un proceso de draft, tan largo como innecesario, llegaba la verdadera sequía o travesía por el desierto. Sin nada de qué hablar pasó lo que tenía que pasar, llegó el gran Debate ¿Es Tom Brady el mas grande de todos los tiempos?
Antes de nada, lo de si es el más grande o no habría que acotarlo en su justa media, definir como mejor a un jugador que toca la pelota en 50-60 ocasiones es siempre relativo, también lo hace el Center y nadie lo mete en esa discusión. Luego está qué hace en esas 50-60 ocasiones, un “handoff” , un “pitch”, un pase corto donde el receptor luego hace 50 yardas, o pase lateral o por detrás de la línea de scrimmage, o por el contrario suelta un latigazo de 50 yardas con precisión milimétrica. Y todo ello sin entrar en detalles de que solo juega en una de las tres unidades que compone un equipo profesional.
Dejando de lado estas cuestiones vamos simplemente a dejar el Debate en QB, la posición más importante de un equipo, aunque personalmente como miembro de la “Cofradía contra la sobrevaloración del QB” es algo que no me gusta. Pero sí sé una cosa, cuando el diablo no tiene nada qué hacer mata moscas con el rabo. En esta ocasión no me apetecía hablar de los Philadelphia Eagles, o mejor dicho de Carson Wentz, ni tampoco quería recurrir a los manidos Dallas Cowboys. ¿Y qué mejor asunto a tratar que los QB? Hablar de QB, en cualquier sentido, es un clásico cuando no hay nada mejor de lo qué hablar.
A continuación, y como este es mi espacio y mi columna, pongo mis reglas y mis condiciones. Voy a empezar el Debate desde la década de los 70. ¿Y por qué los 70 y no los 80 o los 50 ó 60? Pues sencillo, yo empecé viendo la NFL en los 70 y no tengo argumentos para poder defender esta cuestión en los 50 ó 60. Sí, tengo una edad mas que respetable, y he visto mas NFL que las vacas de Lezama al Athletic de Bilbao entrenar, pero no tuve el placer de ver a Otto Graham y a Johnny Unitas me tocó en ocaso de su carrera.
DÉCADA DE LOS 70
Esta década es durísima para los QB, las defensas dominan totalmente el juego, equipos como los Miami Dolphins y Pittsburgh Steelers marcan la pauta. El punto culminante llega en 1977, las defensas se hacen tan dueñas de la liga que se cambian las reglas para favorecer el juego de ataque como nunca se había hecho antes, el cambio más importante desde la aparición del pase adelantado.
En esa década hay dos QB que definen la posición, Terry Bradshaw por los Pittsburgh Steelers, y Roger Staubach por los Dallas Cowboys. Un paso por detrás quedaría Frank Tarkenton, el QB de los Minnesota Vikings, equipo que llegó en cuatro ocasiones a la Super Bowl y la perdió en otras tantas. Dallas alcanza la final en cinco ocasiones y Pittsburgh en cuatro. En dos ocasiones, las Super Bowl X y XIII hubo enfrentamiento directo entre los Steelers y los Cowboys, con el mismo resultado, el equipo acerero se impuso al equipo vaquero.
Como resultado de todo ello Terry Bradshaw termina su carrera con cuatro anillos y Roger Staubach con dos ¿Pero quien fue mejor QB de ambos? Este debate dura lo que tardó en escribir esto, lo fue Roger Staubach. Y con esto no quiero decir que Terry Bradshaw fuera un mal QB, fue un gran QB y tiene su merecido sitio en el Hall of Fame pese a que sus números no sean nada boyantes, pero Terry Bradshaw era muy bueno cuando había que serlo. Roger Staubach también lo fue, no en vano fue apelado como Mr.Comeback, era eso que ahora llaman “clutch”, respondía en los momentos clave.
¿Cuál fue la diferencia entre ambos jugadores? Hay dos factores, uno personal y otro colectivo. Roger Staubach debido a sus obligaciones militares no empezó a jugar en la NFL hasta los 28 años, lo que le hizo perder años muy valiosos. Y segunda y más importante, siendo los Dallas Cowboys de Tom Landry un grandísimo equipo, los Pittsburgh Steelers de Chuck Noll fueron mejores, especialmente en las dos finales que jugaron entre sí.
DÉCADA DE LOS 80
Nuevas reglas, el juego se hace más abierto y claramente favorece al juego de pase en detrimento de las defensas. En los años 80 llega una era dorada para los QB, además de Dan Fouts, que empezó la década anterior y fue el pionero, aparecen QB como Joe Montana, Dan Marino y John Elway. Muy por detrás quedan los Phil Simms y compañía. Entre aquellos tres QB reúnen ocho presencias en la Super Bowl, cuatro para Joe Montana, tres para John Elway y una sola para Dan Marino. Sin embargo solo uno de los tres puede lucir los anillos, Joe Montana que tiene un récord perfecto de 4 de 4.
Los tres QB fueron especiales y a la vez muy diferentes. Mientras que John Elway sobresalía por su capacidad atlética y brazo, Dan Marino lo hacía por su brazo, su “release“ y precisión en los pases no tenían igual. Sin embargo Joe Montana lo ganó todo, el QB era conocido por su tremenda frialdad y por no fallar nunca en los momentos claves. Denver Broncos y Miami Dolphins cayeron en un mismo error, pensar que con la sola aportación de sus QB lo podrían ganar todo, y esa fue su tumba, sus equipos llegaban hasta donde les podían llevar sus QB, pero a su alrededor el resto era una banda. Ni John Elway ni Dan Marino contaron con una sola ayuda de sus defensas, y muy poca aportación del juego de carrera, todas sus grandes estadísticas se perdían por la ineficiencia del resto del equipo.
En San Francisco sin embargo apostaron por el equipo. Joe Montana, además de ser un excelente QB, fue rodeado magníficamente, tanto de un gran juego de carrera como de una gran defensa. Se suele hablar muy poco del excelente equipo de 1984 de los 49ers, aquella escuadra está a tan solo de una jugada tonta de haber terminado la temporada regular 16-0. En los playoffs se paseó y en la Super Bowl, el excelente esquema defensivo de George Seifert para frenar a Dan Marino se merendó a los Miami Dolphins en un partido donde no hubo ni color.
San Francisco 49ers, al igual que los Steelers en los 70, fue de largo el mejor equipo de la década. El gran legado de Bill Walsh fue la West Coast Offense, pero además también nos dejaron varias de las mejores defensas de la época. Para ser alguien en la NFC en aquellos tiempos había que no solo atacar, sino también saber defender, y muy bien además, que se lo digan los Chicago Bears de Mike Ditka, Washington Redskins de Joe Gibbs o New York Giants de Bill Parcells.
DÉCADA DE LOS 90
Los años 90 tienen la particularidad de que no solo continúan Joe Montana, Dan Marino y John Elway, sino que llegan más QB como Troy Aikman o Brett Favre, o le llega el turno a Steve Young tras años a la sombra de Joe Montana. Y sin olvidar a otros como Jim Kelly y Warren Moon, dos pioneros de lo que hoy se conoce como las “Up Tempo Offense”.
Los Dallas Cowboys y San Francisco 49ers dominan la primera parte de la década, dos escuadras potentísimas tanto en defensa como en ataque se llevan toda la gloria con una aparición fugaz de uno de los mejores equipos de la historia, los Washington Redskins de 1991. Dallas y San Francisco entran en una guerra fratricida para ser el mejor y fichar a cuanto jugador se mueva en el mercado, así vemos como Charles Haley pasa de los 49ers a los Cowboys o como el mejor ejemplo de agente libre, Deion Sanders, un año juega en San Francisco para el siguiente hacerlo en Dallas. La batalla de ambos equipos es también la batalla de sus dos propietarios, Eddie de Bartolo y Jerry Jones, por hacerse con la supremacía de la NFL. Es tal la batalla que se crea que el Salary Cap se crea para evitar los excesos de ambos propietarios.
Si algo caracteriza tanto a los 49ers como los Dallas Cowboys es que son máquinas de picar carne humana, su dominio de la liga en esos años es absoluto y total. No solo tienen una colección de estrellas en ataque dirigidos por Steve Young o Troy Aikman, sino que sus WR, RB, OL, DL, LB y DB son lo mejor de lo mejor. Lo que mejor definió estos años fue que las Halas Bowl, el partido que define al campeón de la NFC, era la verdadera Super Bowl, partido que luego resultaba solo un trámite para levantar el trofeo.
El relevo de estos dos equipos lo toman los renacidos Green Bay Packers y los Denver Broncos. Los primeros dirigidos por un magistral Brett Favre en su mágico trienio donde acumula 3 MVP consecutivos, y los segundos con un John Elway más que acompañado. Pero por grande que fuera Brett Favre, la pieza clave para aquellos Green Bay Packers fue el fichaje del DE Reggie White, el que seguramente sea el mejor jugador defensivo detrás de Lawrence Taylor. En el caso de John Elway además de una buena defensa, algo que antes tuvo, la ayuda de una gran OL y un RB de esos que solo nace cada década, Terrell Davis, al que solo las lesiones le apartaron de ser uno de los mejores.
El SIGLO XXI
Los cambios que se fueron introduciendo al final de los años 70 supusieron un importante cambio en la forma de jugar, en los años 80 y 90 el juego de carrera seguía siendo un pilar de los equipos, al igual que las defensas, pero nuevos cambios continúan favoreciendo el juego de pase en detrimento de las defensas. A esos cambios del reglamento se suman la mejor capacidad atlética de los actuales QB, lo que favorece su durabilidad, vemos hoy día carreras de más de 10 años y sin apenas lesiones.
En resumen, la liga se “quarterbackiza” hasta el extremo de que son seres casi intocables para las defensas. El año 2004 supuso una nueva vuelta de tuerca, desde aquel año se han disparado las estadísticas de pase y hoy día un QB mediocre pasa con absoluta facilidad de las 4.000 yardas, marca casi prohibida antaño. Y no entramos en otras cuestiones como los nuevos vientos que llegan desde la NCAA: spread, all raid, etc….
La gran diferencia de esta era es que los dos QB más dominantes: Tom Brady y Peyton Manning, han coincidido en la misma conferencia, la AFC, y hasta la realineamiento de las divisiones incluso en la misma división. Esto ha garantizado que ambos QB se vieran las caras no solo durante la temporada regular, sino durante los playoffs, en el caso de Peyton Manning tanto en sus años en los Indianápolis Colts como en los Denver Broncos. Ambos QB, con alguna aparición puntual de los Pittsburgh Steelers y los Baltimore Ravens, han sido amos, dueños y señores del Siglo XXI. Protagonizan 11 apariciones en la Super Bowl, y siempre representando únicamente a la AFC, no contamos finales de conferencia porque se pierde la cuenta.
Si miramos la carrera de ambos los comienzos son muy diferentes, pero los finales se le parecen mas. Mientras que Peyton Manning fue una estrella desde que aterrizó en la liga y alrededor de quién se construyó el equipo, Tom Brady fue en sus primeros años un Game Manager cualificado. Hasta el año 2004 a Peyton Manning se le colocaba en la misma categoría que los Marino o Montana, mientras que a Tom Brady se le asimilaba a Troy Aikman, ya que al igual que aquel había ganado tres Súper Bowls en 4 años en un equipo donde no era ni mucho menos la estrella rutilante que es hoy día.
Todo esto cambia desde 2005 en adelante., llegan las nuevas reglas y ambos QB ven disparados sus números, no en vano ambos superan el legendario récord de 48 pases de TD de Dan Marino en años consecutivos, un récord que había durado sin que nadie se aproximase a él más de 20 años. A ellos se unen otros QB como Drew Brees, un abonado a las 5.000 yardas por temporada y un obseso de los récords (basta con recordar su último partido del año 2008 cuando lanzaba hasta las zapatillas para dar caza al récord de yardas de Dan Marino). Pero estos QB no están solos en su orgía de números, se les unen otros como Phillip Rivers, Mattew Stafford, Ben Roethlisberger o Tony Romo, por no hablar de otros como Daunte Culpepper u otros amasadores de yardas.
En lo que llevamos de siglo Tom Brady tiene cinco anillos, mientras que Peyton Manning tiene dos. Este es el principal argumento que los defensores de Tom Brady utilizan para decir que es el mejor de todos los tiempos, sobre todo frente a los grandes números, records y los cinco MVP de Peyton Manning. En todo caso no deja de ser un debate ciertamente interesado, nadie que haya visto jugar a Reggie White o Lawrence Taylor tiene una soladuda que ambos son los dos mejores defensas que ha tenido la NFL en su historia, entre ambos reúnen tres anillos frente a los cinco que tiene el DE Charles Haley, que siendo un gran defensa y miembro del Hall of Fame, nadie le pondría entre los mejores defensores de todos los tiempos.
CONCLUSIONES
Personalmente el Debate me parece absurdo y sin solución alguna, eso sí, un entretenimiento. A la enorme dificultad de comparar diferentes eras, reglas y jugadores, se une el mas importante, si algo caracteriza al football es que es un deporte de equipo donde además del QB hay otros 10 compañeros que lo acompañan en ataque, sin olvidar los 11 que juegan en defensa mas los diferentes especialistas como punters y kickers.
Pero ya que me he metido en harina voy a decir una cosa, para mi, y en ciertos niveles, no hay ni el mejor ni el peor, sino solamente piezas intercambiables, “primus inter pares”. Un equipo de football es la fusión de varias piezas, de cuanto mayor calidad sean esas piezas, mejor será el resultado final, pero si cambio una buena pieza por otra también buena, el resultado tiende a ser el mismo.
Y vayamos con ello:
1. ¿Qué pasa si el QB de Pittsburgh Steelers en los 70 en lugar de ser Terry Bradshaw es Roger Staubach?
De una cosa estoy seguro, que los Pittsburgh Steelers tendrían al menos las mismas Super Bowls que ganaron entonces. Circunstancia que además haría mas feliz a Chuck Noll, que siempre tuvo sus mas y sus menos con Bradshaw, un espíritu libre y al que llegó a cuestionar en mas de una ocasión.
2. ¿Qué sucede si Dan Marino es el QB de los San Francisco 49ers?
Estoy igual de seguro que los 49ers tendrían las mismas Super Bowls, sino mas. Bill Walsh no inventó la West Coast Offense porque sí o por Montana, sino que tuvo que improvisarla cuando el que era su QB en Cincinnati, Greg Cook, se rompió el hombro. Walsh, que bebía de las mismas fuentes que Dan Coryell o Al Davis renunció al juego vertical y profundo para apostar por uno mas corto y cerebral y que se adaptaba a las características de su QB Virgil Carter.
Bill Walsh además solía comentar “¿Por qué no tengo yo un QB como Dan Marino?” Sus auxiliares le contestaban “¡Pero si tienes a Joe Montana!”. Y él rebatía “Sí, pero ese brazo y esa precisión no se habían visto jamas”.
3. ¿Qué sucede si nuevamente ponemos a Dan Marino o Brett Favre en los Dallas Cowboys o San Francisco 49ers de los años 90?
La única duda que tengo es como se repartirían las Super Bowls en esos años, todo dependería de en que equipo estuviera, si en Dallas o en San Francisco. Y lo mismo se podría trasladar a Green Bay. ¿La mejor prueba? El caso John Elway, en el ocaso de su carrera tuvo aquello que le faltó durante mas de una década, juego de carrera y defensa.
4. ¿Y qué sucede si ponemos a Peyton Manning de QB en los New England Patriots?
Pues estoy igual de seguro que los New England Patriots tendrían al menos las mismas Super Bowls. Pero esto no lo reduzco solamente a Peyton Manning, si en lugar de él fuera Aaron Rodgers el resultado sería el mismo, incluso me atrevería a meter en ese grupo a Drew Brees o Phillip Rivers, que es él único que no tiene ningún anillo que lucir.
En resumen, «primus inter pares», piezas perfectamente intercambiables de un gran engranaje. Si eso es para algunos suficiente para decir que es el mejor, pues mira, mejor para ellos. Pero eso de El Mejor es para deportes individuales como el tenis o ciclismo, en la NFL solo hay un Mejor, el equipo que gana cada año la Super Bowl