El topicazo mas fácil de hoy sería recurrir a esa frase dicha mil veces por diferentes deportistas, “los records se hicieron para ser superados”. Ya ni me acuerdo de qué deportistas han acudido a esta cita, del primero que tengo recuerdo que lo dijo fue Mark Spitz, el célebre nadador estadounidense que ha tenido que esperar 30 años para ver como Michael Phelps superaba todos sus records en la piscina.
Cada jornada de la NFL siempre nos deja marcas y records. La semana pasada Ryan Tannehill batía la mejor marca de un QB rookie de los Miami Dolphins cuando superaba la marca de Dan Marino, y se quedaba a apenas un par de yardas de superar la marca que el año pasado había establecido Cam Newton, QB que a su vez pulverizó todas las marcas anteriores de QB rookies en su sensacional primer año. Todas las semanas esa fuente inagotable de estadísticas que es la NFL nos saca un nuevo récord, algunas pueden ser marcas más o menos importantes, aunque otras lo cierto es que son auténticas “boutades” para justificar el salario de algún ratón de biblioteca que se dedica a jugar con cientos de hojas de cálculo y programas informáticos para acabar diciendo que tal WR es el primero en anotar 2 TD en todos los partidos que juega en horario de la costa oeste cuando su equipo es de la costa este.
Los records son así, algunos tienen sentido, otros carecen de todo sentido. Hace tiempo leí no sé dónde que Tom Brady había logrado anotar al menos un TD contra todos los equipos de la NFL, desconozco sí otros QB pueden decir lo mismo, no me he mirado la marca, lo que no nos dice el record es que con el actual formato de calendario que la NFL implantó hace 10 años con la llegada de los Houston Texans es que ahora todos los equipos se enfrentan entre sí al menos cada 4 años, con el anterior formato podía ocurrir que equipos no se encontraban jamás en la temporada regular, por ejemplo Green Bay Packers y Oakland Raiders nunca se habían enfrentado en un partido de temporada regular, o Miami jamás había jugado en Lambeau Field, Dan Marino en sus 17 años de profesional no llegó a jugar en allí.
Hay otro récord, yo siempre lo he considerado el récord de los records, el que es totalmente imposible que nadie lo bata jamás. Pertenece a Sammy Baugh, un QB que fue capaz en una temporada de liderar pases de TD, intercepciones y punts. Eran otros tiempos, los jugadores atacaban y defendían, pero aún así es una marca estratosférica, una marca como diría Karl Malone que se hizo para no ser batida.
En todo caso los records son solamente eso, marcas que algún día serán superados. Cuando Don Hutson se retiró del football nadie pensó que sus records serían superados, y hoy en día sus números están al alcance un buen WR que dure años en la liga. En la actualidad el WR en posesión de todas las marcas habidas y por haber es Jerry Rice, nadie cree que esas marcas se puedan superar, los que le siguen están retirados o en la cuesta debajo de su carrera, pero es sólo cuestión de tiempo que alguna de sus marcas empiecen a caer, en esta liga de pasadores solo es necesario que un WR dure lo suficiente para superarlas. Su caso podemos decir que es el mismo que en su día pasó con Johnny Unitas o Dan Marino, cuando se retiraron se dijo que los libros de los records se iban con ellos, Brett Favre ya las superó y pocos son los que se cuestionan que Peyton Manning será el siguiente y a no mucho tardar le pueden seguir Tom Brady y Drew Brees. Lo que ocurrirá ese día es que nadie dirá eso de con ellos se va el libro de los records.
Sin embargo el récord que Eric Dickerson dejó en 1984 de yardas está cada día mas lejos, el único RB que se ha acercado a ella en los últimos años fue Chris Johnson cuando le pagaban poco, desde que firmó el gran contrato el antes conocido como CJ2K bastante tiene con llegar a unas modestas 1.000 yardas. Antes que CJ2K los únicos que se acercaron al record fueron Jamal Lewis y Barry Sanders, pero con la evolución del juego el récord de Dickerson corre peligro de sucederle lo mismo que al record que hemos mencionado de Sammy Baugh, no es que el record no esté al alcance de algún jugador, es que será imposible que nadie pueda tener siquiera tener opciones a superarla.
Este fin de semana Drew Brees batía un nuevo récord como QB. El año pasado superó la marca de Dan Marino de 5.084 yardas y la llevó mas allá de las 5.400 yardas. Pese el enorme mérito de la marca es un récord que más de uno podrá cuestionarse. Durante casi 30 años solo Brees se había acercado a ella cuando se quedó a apenas 16 yardas de superarla, y es el único junto al QB retirado que había superado la cifra de 5.000 yardas, el año pasado hasta 3 QB superaron la marca y tanto Tom Brady como el propio Brees superaron la marca de Marino. Aaron Rodgers, que no jugó en la última jornada se quedó a un partido normal suyo del año pasado de hacer superado las 5.000 yardas y Eli Manning se quedó a menos de 100 yardas, y otros muchos QB superaron las 4.500 yardas. La falta de pretemporada afectó a las defensas y especialmente a las secundarias, lo que provocó un año mas que anómalo en los números de los QB.
El otro récord que Drew Brees ya había superado antes era el porcentaje de conversión cuando superó la marca de Ken Anderson, QB de los Cincinnati Bengals, otra marca que duró casi cerca de 30 años también, marca que a su vez batió una de las marcas legendarias de Sammy Baugh. Nadie le puede restar méritos a esa marca, pero cuando Baugh logró la suya raro era el QB que superaba el 50% de porcentaje de conversión, y él la llevó a mas allá del 70%, impensable para la época. Hoy en día los QB se mueven en porcentajes superiores al 60%, cuando un QB baja de esa cifra se suele apuntar que tiene problemas de conversión.
Sin embargo el record de Johnny Unitas sí es un record al estilo del que hemos mencionado del propio Baugh, son marcas que se hicieron para que no se batieran jamás, 48 partidos seguidos lanzando para al menos un pase de TD es una cifra de otro planeta. Unitas ya dijo hace tiempo, que todos los records se acaban superando, su marca en principio parecía que estaba mas que a salvo, tan solo Dan Marino y Brett Favre en sus mejores años como profesionales osaron siquiera acercarse a ella, pero ninguno llegó siquiera a los 40 partidos. Por otra parte es un record muy diferente, así como los records de yardas, de TD o porcentajes de conversión son marcas que se pueden lograr en una sola temporada y no volver a siquiera acercarte a ella nunca mas, este record supone al menos 3 temporadas consecutivas rindiendo a un nivel muy alto, Unitas logró el suyo en 4 temporadas porque en su tiempo la Regular Season era de 12 partidos.
No deja de ser cierto que en los tiempos en que Unitas logró su record esa marca parecía de otro planeta, más cuando luego con el tiempo el record fue perdurando y nunca nadie se había acercado siquiera a ella cuando se suponía que pasar era mas fácil. Tampoco las defensas tenían nada que ver con las actuales, entonces un WR podía ser golpeado en cualquier parte del campo, hoy en día solo se les puede atizar en las cinco primeras yardas, pero a partir de allí son casi intocables. Tampoco podemos olvidar que Unitas nunca jugó un solo partido en toda su carrera en un dome, todas sus marcas las logró al aire libre.
De todos los records que acumula Drew Brees personalmente éste creo que es el que tiene mas mérito de todos ellos, Como he dicho no es una marca de “one year wonder” o de una temporada anómala como la pasada, sino que requiere varios años y temporadas, es una marca que requiere que además se den varias circunstancias, entre ellas el buen tiempo, si un día Brees juega en uno de esos días ventosos de Chicago o Buffalo, donde mover la pelota por el aire es imposible, o le toca jugar en medio de un diluvio universal , en medio de una tormenta de nieve o en un banco de niebla como el día de la Fog Bowl, ese día puede que la racha se corte, no por voluntad, sino por imposibilidad física. Es una marca de alguien que desde luego tiene abierto el Hall of Fame, como en su día dijo Marv Levy la entrada al Hall of Fame es un premio a la excelencia lograda durante muchos años y no cabe duda que esta marca es precisamente eso, un premio a muchos años de excelencia.
Desde hace un tiempo muchos me han criticado porque he deslegitimado algunos records y he cuestionado la forma de lograrlos de algunos jugadores. Me da igual, siempre he creído que los records pueden llegar de dos formas, de aquellos que llegan por casualidad y sin que uno se de cuenta, y aquellos otros que se fuerzan y se buscan, ambos son formas totalmente legítimas de obtenerlos. Los records como apuntaba Mark Spitz están para ser superados, pero hay marcas que por diferentes motivos deben permanecer congeladas en el tiempo y no tengo ninguna duda que es solo cuestión de tiempo que un QB lance para mas de 6.000 yardas y alcance los 60 TD en una sola temporada, no sé si ocurrirá con el actual formato de la liga, o ocurrirá si algún día se expande a 18 jornadas, con lo que serán marcas mas asequibles. De lo que tengo serias dudas es que algún QB pueda superar la marca en que Drew Brees dejará la marca el día que deje de pasar para un TD en un partido, de momento el único que le sigue la estela es Tom Brady.
- La jornada arrancaba en jueves y caía uno de los 3 invictos que aún quedaban en al liga. Los Arizona Cardinals, que se habían impuesto en una prórroga agónica a los Miami Dolphins pagaron caro la falta de descanso, apenas contaron con 3 días de descanso y un viaje a la que fue la sede del equipo durante casi 3 décadas y donde en 1974 habían logrado estar mas tiempo imbatidos. No les trajo suerte el regreso a St. Louis, su ataque fue completamente vapuleado por la DL de St. Louis y Kevin Kolb sufrió la friolera de 9 sacks, que si les unes los 8 que sufrió el domingo son 17 en el plazo de 4 días, eso no hay muchos cuerpos que lo puedan aguantar, afortunadamente contará con 10 días de descanso. La victoria para St. Loius en todo caso resultó algo cara, Sam Bradford se quedará varias semanas sin su principal referencia ofensiva, el WR Danny Amendola, que se lesionó un hombro y será baja para las próximas 6 semanas como mínimo.
- Si hay un equipo al que parece darle igual como se ponga el marcador ese no es otro que los NY Giants, al menos es un equipo que no parece conocer lo que es ponerse en “modo pánico”. Los Cleveland Browns tras las actuaciones de sus rookies, Trent Richardson y Brandon Weeden se ponían por delante 14-0 en Meadowlands y empezaba a acariciarse la posibilidad de la sorpresa de la jornada. Pero nada mas lejos de la realidad, los NY Giants se despertaron de la siesta en la que parecían haber empezado el partido y tras un acertado Elisha Manning con muy buena conexión con Victor Cruz, y el regreso a los terrenos de Ahmad Bradshaw, que acumuló mas de 200 yardas la posible sorpresa se fue diluyendo hasta acabar en paliza de los Giants a los Browns. Por cierto, Weeden cometió un error garrafal, lanzar por segunda vez un pase, su primer pase fue deflectado y él mismo recibió, seguido lanzó un pase de TD, que evidentemente no subió al marcador, siempre nos quedará la duda que hubiera pasado con los árbitros de reemplazo.
- Aunque ambos equipos pertenezcan a conferencias diferentes y solo se vean las caras cada 4 años, salvo una Superbowl, se nota que tanto los Steelers como los Eagles son dos equipos que se tienen especiales ganas, seguramente a ello contribuya que los dos comparten estado, Pennsylvania. Dejaron bien claro que no se gustan, ello a pesar de que durante la II Guerra Mundial ambos equipos se fusionaron para ser los Steagles y que tras un intercambio de equipos entre propietarios los actuales Steelers nacieron como los Eagles y los actuales Eagles nacieron como los Steelers. El duelo entre las OL y DL de ambos equipos son de los que dejan marcas, como la ensalada de golpes y tortas que se llevaron todos los jugadores que saltaron al terreno, partido muy físico, dominado por defensas veteranas y conocedoras de su oficio que no regalaron absolutamente nada al rival. El partido estuvo marcado por los fumbles de Michael Vick, uno especialmente costoso en la endzone cuando entraba a anotar y recibió uno mas de los tropecientos golpes que su cuerpo lleva acumulados en esta temporada. Los Eagles luego decidieron cambiar el playbook y apostaron mas por LeSean McCoy y la apuesta casi les sale bien, solo un problema, Ben Roethlisberger puede no ser el QB más ortodoxo de la liga, pero de remontadas sabe un rato largo, en el último drive llevo a su equipo hasta FG range y el resto lo puso Shaun Suisham.
- Andrew Luck ya puede presumir de su primera remontada como profesional, perdiendo de 18 puntos ante los Green Bay Packers al inicio del tercer cuarto, él y Reggie Wayne se echaron el equipo a la espalda y protagonizaron una de las tardes más emocionantes y emocionales que hacía tiempo no se vivía en el Lucas Oil Stadium. Emocionante por el marcador, y emocional porque los Colts querían dedicar la victoria al Head Coach Chuck Pagano, que la semana pasada le fue detectado una leucemia que le mantendrá una larga temporada fuera de los terrenos de juego. Mientras Luck daba un recital de pases, mas de 300 yardas por tercera vez esta temporada, Wayne, toda una carrera jugando con Peyton Manning como QB, batía su mejor marca personal con 212 yardas de recepciones y anotando el TD que acabaría dando una victoria muy emocional y necesaria a los Colts. En Green Bay sin embargo el problema ya no son los árbitros, este equipo tiene serios problemas en todas partes, empezando por su entrenador y su pésima gestión de los partidos, su ataque, que sigue sin encontrar un corredor solvente, no es el mismo que en los dos últimos años arrasaba, su defensa tras el espejismo del partido ante Chicago ha vuelto por donde empezó la temporada y lo dejó la temporada pasada, mal y sin perspectivas de mejoría. Además de todos los males ayer hasta falló uno de sus jugadores mas fiables, su kicker Mason Crosby, que tuvo la oportunidad de mandar el partido a la prórroga y mandó su patada muy lejos de los palos.
- De lamentable se ha de calificar la actitud de determinados sectores del público que se desplazó hasta Arrowhead para ver el simulacro de partido que protagonizaron los Kansas City Chiefs y Baltimore Ravens, y decimos simulacro porque una cosa es que un partido lo dominen las defensas, y otra muy diferente que ambos equipos compitan en colección de despropósitos. El QB Matt Cassel seguramente estaba firmando su peor partido como profesional, quizás muchos empiecen por fin a comprender por qué nunca fue titular en su etapa universitaria. El público pedía a gritos la salida de Brady Quinn, otro experimento fallido de QB que aún vive de su status de haber salido elegido en primera ronda hace ya casi un lustro. Fue entonces cuando Cassel recibe un golpe y tiene que salir del partido bajo los efectos de lo que parecía una conmoción cerebral, algo que el público empezó a festejar, actitud que fue condenada por el OL Eric Winston. Tampoco con Brady Quinn fueron capaces de reaccionar los Chiefs, lo único que merece la pena de este equipo es Jamal Charles, y el equipo que parecía haber dado señales de vida ante los Saints se va hundiendo poco a poco hasta el punto que unos aficionados copiaron algo que la afición de Miami ya patentó el año pasado, contratar una avioneta para que sobrevolara el estadio con un enorme cartel pidiendo la dimisión de Scott Pioli y Romeo Crennel. Entre tanto los Ravens se llevaron otra victoria marca de la casa y ya están 4-1.
- Se veía venir que tarde o temprano Robert Griffin III saldría lesionado de un terreno de juego. Su electrizante estilo de juego gusta y enamora, grandes movimientos, brazo potente y preciso y todo con un atletismo prodigioso, pero toma demasiados riesgos para un cuerpo tan menudo como el suyo, en eso recuerda demasiado a Michael Vick. No se sabe en que estaría pensando cuando ejecutaba un scramble hacia la banda, ya había conseguido lo que tenía que conseguir, y en lugar de salir por la banda decidió sumar alguna yarda mas y entonces fue cuando le llegó un golpe muy duro pero legal 100%, de esos que sacan a uno del partido, como bien le puede enseñar Jake Locker. RGIII quedó mareado y se marchó a los vestuarios donde recibió algunos puntos de sutura en su barbilla, pero ese no era su mayor problema, estaba bajo los claros efectos de una conmoción cerebral y con la nueva política que tiene la NFL en materia de conmociones no serán los médicos de los Redskins quienes le autoricen volver a jugar, sino unos médicos externos. Mike Shanahan tuvo que tirar de otro rookie, Kirk Cousins, y aunque éste mostró tener el brazo fue interceptado dos veces y Atlanta, que por momentos parecía que iba a perder este partido se acabó llevando la victoria, una vez mas, y van unas cuantas, Tony Gonzalez salió al rescate de Matt Ryan. Un dato a tener en cuenta sobre Atlanta, de sus 5 victorias 3 lo son fuera de su dome y jugando al aire libre.
- Los Dolphins no contaban para nadie cuando la temporada echó a andar. La cuestionable gestión de Jeff Ireland, vender el escaso talento que había a cambio de elecciones en el draft y no renovar a veteranos de relumbrón, había dejado al equipo en ascuas, sin embargo Joe Philbin no parece haberle importado y con lo que le han dejado ha ido construyendo uno de esos equipos al que nadie ahora mismo se quiere enfrentar. Su primer partido fue un desastre, los Dolphins estaban fuera del mismo, pero en los siguientes cuatros de no ser por los clamorosos fallos de su kicker Dan Carpenter y secundaria lastimosa el equipo podría estar tranquilamente con un récord de 4-1 y liderando con comodidad la AFC East. La mejor noticia en todo caso para los Dolphins es el rendimiento de su joven QB Ryan Tannehill, una decisión que fue cuestionada por casi todos y donde pesaron mas las urgencias históricas e histéricas de una afición deseosa de tener por fin un QB de primera ronda. La elección del QB fue muy criticada, se dijo que era malgastar una elección tan alta en un producto aún por pulir, pero solo el tiempo y el rendimiento dirán si la primera gran decisión que ha tomado Ireland sin la alargada sombra de su mentor Bill Parcells era la correcta. De momento el experimento está funcionando y la afición empieza a soñar con que por fin se ha dado con un QB, algo que en Miami no se sabe lo que es desde 1999, año en que se retiró Dan Marino.
- Juzgar a los QB es siempre muy difícil, no es nada extraño que uno pueda triunfar en su primer año para sufrir mucho en su segundo, es lo que se conoce como el “sophomore jinx”. Algo de esto debe estar sufriendo Cam Newton, una sombra del jugador que demostró ser el año pasado. El problema de los QB del estilo de Newton es que suelen sorprender en su primer año, nadie les conoce, pero en el segundo los coordinadores defensivos suelen trazar planes específicos para ellos. El año pasado cada vez que los Panthers se acercaban a la endzone era muy difícil defenderlos, el factor Newton pilló a todas las defensas sin armas para pararlos, pero este año los coordinadores saben como pararlo, o al menos minimizarlo y Newton ha pasado prácticamente de ser un homerun en cada jugada a ser un non factor, las defensas le esperan y limitan los daños que les pueda producir. Si a eso unimos que no parece que el chico madure adecuadamente ni que entrene lo suficiente, hasta su padre lo ha comentado, las críticas están servidas. Por todo eso lo mejor es esperar a que la temporada evolucione y ver donde acaba Cam Newton, donde en todo caso tendrá que dar la verdadera talla es el año que viene, la afición y entrenadores suelen comprender lo del 2º año, allí están los casos de Sam Bradford y otros QB que mejoran notablemente tras un mal 2º año, y lo mejor que le pueda pasar a Carolina es que eso sea cierto.
- Los San Francisco 49ers se pasearon ante unos inoperantes Buffalo Bills batiendo su propio record de yardas ofensivas, marca que los 49ers curiosamente ostentaba ante los propios Buffalo Bills, pero aquellos Bills poco o nada tienen que ver con los actuales, sino que pertenecen a los de la época dorada del equipo, la de los tiempos de Jim Kelly, Thurman Thomas y cía. Aquel partido fue un partido de fuegos artificiales, ni 49ers ni Bills ejecutaron un solo punt aquel día en San Francisco, los Bills practicaban la mejor ofensiva no huddle que se recuerda y los 49ers, entrenados por George Seifert, el delfín de Bill Walsh eran una potentísima maquinaria ofensiva. El QB aquel día fue Steve Young. En esta ocasión solo los 49ers jugaron, los Bills y su carísima defensa no hicieron siquiera acto de presencia y los 49ers lograron algo que nadie había conseguido hasta la fecha, correr para mas de 300 yardas y lanzar para más de 300 yardas, eso es un ataque equilibrado, y lo mismo podemos decir de la defensa de los Bills, buena o mala, es una defensa equilibrada.
- La edición número XIII del enfrentamiento Tom Brady y Peyton Manning quedó en un segundo plano, o al menos los QB no fueron los claros protagonistas como ha ocurrido en ocasiones anteriores. Desde que New England ha descubierto que los partidos se pueden dominar corriendo mas que lanzando y que eso además permite que tu defensa esté mas descansada, Brady no necesita lanzar 40 veces en cada partido, sino que con hacerlo poco más de 20 veces y con porcentajes de conversión muy altos, se domina el partido. Por su parte Manning pese a sus esfuerzos no cuenta en Denver con el mismo personal que con el que contaba en Indianapolis, sus WR se dejaron caer pases muy claros, o lo que es lo mismo, se dejaron puntos en el camino y aunque al final, como ya es habitual esta temporada los Broncos estuvieron cerca en el marcador, se quedaron sin tiempo para intentar la remontada.
- Los Chicago Bears y Minnesota Vikings, que en principio partían como candidatos a no estar en los primeros puestos de la NFC North de momento colideran la división con el idéntico record de 4-1. Los Bears aplastaron a unos inoperantes Jacksonville Jaguar con una defensa que asfixió a Blaine Gabbert. La defensa de los Bears igual que el pasado lunes en Dallas anotaron 2 TD desde la defensa con un Lance Briggs anotando mas TD que algunos jugadores de ataque de renombre. En ataque Jay Cutler cuenta con un Brandon Marshall muy motivado y contento de estar de nuevo con su QB favorito, si la cosa sigue igual el fichaje del WR al final va a ser el robo de la temporada por sus de momento excelentes resultados. Minnesota por su parte dominaba con facilidad a unos Tennessee Titans con Matt Hasselbeck de QB, pero donde Chris Johnson sigue sin hacer acto de presencia, o más que sin presentarse, que sí lo hace, haciendo el más estrepitoso de los ridículos. Si no fuera por el contrato que tiene los Titans deberían seriamente pensar en hacer un trade por él o por ponerlo en la lista de waivers por si alguien lo reclama, equipos necesitados de un RB los hay, otra cosa es que el antes conocido como CJ2K esté para esas cosas.
- Los Texans continúan con su marcha implacable y tal y como está la AFC South es posible que para antes de Acción de Gracias sean campeones de división, lo del mejor record de conferencia es otro historia. El partido contra los NY Jets era un partido muy engañoso, pese a la supuesta tremenda superioridad de los Texans esos partidos suelen ser trampas, los Jets venían de una humillación en toda regla tras encajar 34 puntos ante los 49ers y un equipo con orgullo suele reaccionar ante tal adversidad para demostrar que no son tan malos como parecen. Y los NY Jets le dieron mucha mas guerra de la esperada a los Texans que tuvieron que recurrir al poderoso juego terrestre de Arian Foster ante un Matt Schaub no muy entonado salvo en el primer drive, es lo que suelen tener los equipos completos, cuando una cosa no funciona siempre se puede usar otra. En todo caso la victoria se saldó con un precio muy alto, Brian Cushing, la segunda pieza fundamental de la defensa junto a JJ Watt se lesionó de gravedad y será baja lo que resta de temporada. Los Jets por su parte demostraron bastante mas que partidos anteriores e incluso Mark Sanchez estuvo correcto, las intercepciones no fueron fallos suyos y pese a su porcentaje de conversión bajo no estuvo tan gris y fallón como en ocasiones anteriores.