w9: Los Redskins contra Obama

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Es curioso que un país tan dinámico y pragmático como los Estados Unidos tenga un procedimiento electoral presidencial tan rígido. Los norteamericanos eligen presidente el primer martes, después del primer lunes de noviemembre de todos los años bisiestos. Siempre. Bueno para ser precisos hay que decir que los años terminados en «00» no son bisiestos, salvo los que las otras dos cifras sean múltiples de 4. Puede que muchos no lo sepan porque el año 2000 nos tocó bisiesto. De todos modos no creo que muchos lleguemos al 2100, que no será bisiesto.

 

A lo que iba, si es curiosa la rígida fórmula de la Elección Presidencial, más curiosa es la llamada «Redskins Rule«. Desde que los Redskins se mudaron a la capital, el resultado del partido jugado en casa anterior a cada elección presidencial se corresponde con el resultado electoral.

 

Cuando los Redskins ganan, el partido del inquilino de la Casa Blanca gana las elecciones. Cuando los Redskins pierden, hay un cambio de partido en la Presidencia. Así ha ocurrido desde 1940, elección tras elección.

 

Como con todas las reglas siempre hay una excepción. En 2004, los Redskins perdieron con los Packers, con lo que George W. Bush debería haber perdido su reelección en favor de John Kerry. El inepto de Bush Jr. estuvo as punto de ser uno de los pocos presidentes que perdía una reelección, como su padre, pero ganó en el resultado más controvertido de la historia de los U.S.A., con el voto popular favorable a Kerry y con aquellos chanchullos en el estado de Florida. donde gobernaba su hermano, que necesitaron nuevos recunetos. Los menos jóvenes ya se acordarán.

 

El caso es que mientras escribo el artículo y los colegios electorales empiezan a cerrar, las encuestas dan favorito a Barack Obama, mientras que los Redskins han apostado por Mitt Romney con su derrota. Si la Redskins Rule se rompe, caerá en el olvido, pero si se cumple, se revitalizará con la sorpresa.

 

En cuanto al partido en sí, se presentaba como un duelo entre Cam Newton y Cam Newton versión 2.0, Robert Griffin III, útimos Heisman Trophies y ambos con espectaculares irrupciones como rookies en la NFL. Y el claro vencedor fue la versión 1.0. Los Carolina Panthers (2-6) estaban necesitados de victorias tras 5 derrotas consecutivas y Newton dio lo mejor de sí mismo, en un partido sin errores, completando 13/23 pases para 201 yardas, uno de ellos para TD a Steve Smith, y corriendo en 8 ocasiones para 37 yardas y otro TD. RGIII (23/39, 215 yardas, más otras 53 de carrera), como el resto de los Washington Redskins (3-6), estuvieron más apagados, con menos hambre que los Panthers. Mike Shanahan ha sido acusado de dar la temporada por perdida, tras su rosario de lesiones. Lo cierto es que la temporada se le escapa.

 

Pero si los Redskins fallaron. más lo hiceron los cebras, autores de un disparate que hubiera hecho sonrojar a los mismísimos suplentes. El juez de línea pitó prematuramente en la carrera para TD de DeAngelo Williams, creyendo que se iba a fuera, pero el corredor se mantuvo en el campo y anotó. Nadie de los Redskins tenía posibilidades de alcanzar al RB cuando sonó el silbato, pero aún y todo, la jugada no debería valer tras el pitido. La jugada se revisó y los cebras mantuvieron el TD, pero la NFL ha tenido que emitir una nota admitiendo el error.

 

FOOTBALL DE ACERO

Texans, Ravens, no miréis para atrás, pero vienen los Pittsburgh Steelers (5-3) dando miedo tras tres convincentes victorias consecutivas. Da igual que vayan de negro, de blanco o de abeja Maya, los Steelers se han reconciliado con su viejo football y en estos momentos no hay quien los pare, literalmente hablando.

 

Ya que los críticos los habían tachado de «viejos», los de Mike Tomlin han retomado el clásico Steelers Football, con un imparable y demoledor power rushing que te va machacando todo el partido hasta que te mata en el 4º cuarto. Con Isaac Redman sumando 147 yardas y un TD en 26 acarreos, y la velocidad de Mike Wallace en su TD y la de sus retornadores Chris Rainey y Emmanuel Sanders, los Steelers se sobrepusieron a los turnovers de Ben Roethlisberger (pick y fumble), a las cuestionables (por no decir erróneas) decisiones arbitrales, al fallo en un FG fake y a la presencia de los vigentes campeones enfrente.

 

Los New York Giants (6-3) completaron un partido muy flojo en el que ni se acercaron a las 200 yardas ofensivas. Eli Manning (10/24, 125 yardas, pick) no pudo mover el balón en ningún momento y suerte tuvo aún de que sus compañeros recuperaran un fumble suyo que podría haber decantado el partido antes. Los Giants se quedaron sin nada que ofrecer a los damnificados por el huracán Sandy.

 

Los Houston Texans (7-1) tuvieron un partido tranquilo de regreso del bye. Tal vez un poco oxidados, les costó soltar de rueda a los Buffalo Bills (3-5), que también venían descansados, pero con paciencia cumplieron con su cometido. Su «triplet» no pudo ser frenado por la defensa de los Bills, que traía a Mario Williams a jugar a la que fue su casa. El DE estuvo trabajador pero poco efectivo, mientras que Matt Schaub completó 19/27 pases para 268 yardas y 2 TD, Arian Foster sumó 111 yardas y un TD en 24 acarreos y Andre Johnson atrapó 8 balones para 118 yardas.

 

Los Texans se encaminan hacia el título divisional, aunque los buenos resultados de los Colts van a retrasar el alirón. Los Bills van a volver a marcar otra muesca en la serie más larga de la NFL de temporadas sin playoffs.

 

Los Baltimore Ravens (6-2) son un equipo muy previsible. Sabes que en casa probablemente van a ganar, que fuera de casa probablemente van a perder, pero que contra los Cleveland Browns (2-7) van a ganar, en casa, fuera, o en territorio neutral. Son ya 10 las victorias consecutivas de los Ravens frente a los Browns… and counting.

 

El partido fue una especia de fábula de la Liebre y la Tortuga, pero con final distinto al de Esopo. Los Ravens parecía que se iban a dar un paseo militar tras anotar sendos TD en el 1º cuarto, pero el equipo no está especialmente fino en ninguno de los lados del balón en este momento de la temporada, y los Browns, pasito a pasito, dieron la vuleta al marcador con 5 FG de Phil Dawson mientras los Ravens sesteaban y encadenaban 7 drives rematados con punts.

 

Pero al final los veteranos Joe Flacco (15/24, 153 yardas, TD) y Ray Rice (25 acarreos, 98 yardas, TD) despertaron y se impusieron a los rookies Brandon Weeden (20/37, 176 yardas, 2 picks) y Trent Richardson (136 yardas desde el scrimmage), para mantener la tradición.

 

LAS DEFENSAS GANAN CAMPEONATOS

Si las defensas ganan campeonatos, la de los Chicago Bears (7-1) está en buen camino. De hecho, casi no necesita ni de su ataque. La unidad entrenada por Rod Marinelli ha anotado en lo que llevamos de liga casi más TD (8) de los que ha encajado (9). Con una defensa así, quién necesita un ataque.

 

El domingo se dieron otro festín a costa de unos Tennessee Titans (3-6) que avergonzaron a su dueño y a la afición. La defensa recuperó 4 fumbles e interceptó a Matt Hasselbeck en una ocasión, retornada para TD por Brian Urlacher. Además anotó en el retorno de un punt bloqueado. Charles Tillman forzó nada menos que 4 fumbles en el partido.

 

Así Jay Cutler jugó a placer, completando 19/26 pases para 229 yardas y 3 TD, todos ellos para Brandon Marshall. Matt Forte complementó el ataque superando el centenar de yardas de carrera y anotando otro TD. Los Titans son un desastre. Chris Johnson anotó en una escapada de 80 yardas, pero en los minutos de la basura.

 

Siguiendo con la Black&Blue, la división más interesante de la liga, los Green Bay Packers (6-3) se deshicieron sin demasiados problemas de unos Arizona Cardinals (4-5) cuesta abajo y sin frenos, que han enlazado 5 derrotas tras sus cuatro victorias iniciales.

 

Las ausencias de Greg Jennings y Jordy Nelson han alterado el juego de los Packers. Aaron Rodgers sólo completó 14 de los 30 pases que lanzó, menos de la mitad, pero 4 de ellos fueron para TD. Dos para el slot Randall Cobb, otro pra James Jones y otro de 72 yardas para el TE Tom Crabtree. Además, los queseros corrieron como hacía mucho que no hacían, 176 yardas, incluidas 33 del propio Rogers. Por los Cards, John Skelton (23/46, 304 yardas, TD, pick) encontró huecos en la secundaria de los Packers, pero no hizo daño, salvo en un pase para TD a un aburrido Larry Fitzgerald. A los Packers les va a venir bien la semana de bye, para recuperar a algunos de sus múltiples lesionados. Los Cards también tienen bye, pero van a necesitar, además de descanso, un milagro para dar la vuelta a la temporada.

 

A pesar de la derrota de los Vikings, con la victoria de los Detroit Lions (4-4), nadie tiene récord negativo en la división. Calvin Johnson estaba lesionado en una rodilla, pero atrapó 7 balones para 129 yardas. Sin embargo, los Lions se llevaron el partido anotando 4 TD de carrera, tres de ellos de Mikel Leshoure. Algo así sólo puede pasar en casa de los Jacksonville Jaguars (1-7), que sólo fueron capaces de mover el balón y de anotar en el 4º cuarto, cuando la buena defensa de los Lions levantó el pie. Blaine Gabbert lanzó dos pases de TD en los últimos minutos, pero antes ya había sido interceptado en dos ocasiones. Nada nuevo bajo el sol del norte de Florida.

 

EL R.O.Y. MÁS CARO

Este año va a estar muy caro el galardón de Rookie of the Year. Hasta 5 QB rookies están jugando as un gran nivel, y sólo faltaba que se sumara a la pelea Doug Martin. Si explosivo RB de Boise State sumó 214 yardas desde el scrimmage y un TD la semana pasada, este domingo pulverizó marcas corriendo para 251 yardas y 4 TD en 25 acarreos. Y sumó 21 yardas más en 4 recepciones.

 

Martin fue profeta en su tierra, porque es natural de Oakland, el lado oscuro de la Bahía. Es la 1ª vez desde 1940, por lo menos, en que un RB anota tres TD de más de 45 yardas en un partido. Sus 251 yardas son récord de la franquicia. Es el 2º en la NFL, junto con Mike Anderson, en sumar más de 250 yardas y 4 TD en un partido.

 

Así, en un partido sin defensas, los piratas rojos Tampa Bay Buccaneers (4-4) volvieron a derrotar a los piratas negros (así los llamaba mi hijo Ander cuado era pequeño) Oakland Raiders (3-5). Mientras Martin corría y abría brecha, Carson Palmer respondía con otro festival de lanzamientos (61 pases, 39 completados, para 414 yardas y 4 TD, pero también 3 intercepciones). Unos números de partida de Madden, que a fin de cuentas John Madden es un Raider. También la lesión de Darren McFadden en el 2º cuarto ayudó a este festival aéreo. Con todo, así es difícil ganar un partido, y más cuando lanzas un horrible pase, interceptado, en el momento en el que tienes una posibilidad de remontarlo.

 

Greg Schiano sigue superándose a sí mismo y se le ocurrió pedir un tiempo muerto a falta de dos segundos para arrodillarse con 10 puntos arriba en el marcador.

 

Para contrarrestar a Martin, Andew Luck, cabeza de la promoción de 2012, quiso marcar su impronta batiendo el récord de yardas de pase para un rookie con sus 433 (30/48 pases, 2 TD), 11 más que las que sumó Cam Newton cuando batió el récord la pasada temporada. La actuación del #1 del draft fue determinante para que los Indianapolis Colts (5-3) derrotaran a los Miami Dolphins (4-4) ante la presencia de su convaleciente head coach Chuck Pagano.

 

Elegido 7 puestos más atrás, Ryan Tannehill también hizo un buen partido (22/38, 290 yardas, TD), como está siendo habitual esta temporada, pero Luck le superó, sobre todo en el clutch. Luck convirtió 13/19 situaciones de 3º down y fue más efectivo al final. El partido nos dejó también un TD de Reggie Bush que nos recordó a los anotados vestido de Trojan, en el que quebró la cintura de media defensa Colt.

 

Es la 3ª victoria consecutiva de unos Colts que miran hacia arriba, y los jugadores pudieron ser felicitados por el propio Pagano en el vestuario.

 

Esta semana a falta de una, tenemos dos cheerleaders, que hay que celebrar las buenas actuaciones de los Seattle Seahawks (5-4). No sé si es el jugador #12, el ruidoso público del Qwest Field o el nivel de sus cheerleaders, que como se ve hay nivel, pero el caso es que los Seahawks en casa ganan casi siempre. Por lo menos este año aún no han perdido.

 

Esta vez doblegaron a los Minnesota Vikings (5-4) con un sensacional partido del rookie Russell Wilson, que completó 16 de los 24 pases que lanzó, para 173 yardas y 3 TD, dos de ellos para Golden Tate y el otro para Sidney Rice. Marshawn Lynch también estuvo a lo suyo, sumando 124 yardas y un TD en 24 acarreos. Los Seahawks no presentaron fisuras.

 

Por el contrario, los Vikings sólo pueden ofrecer la aportación de Adrian Peterson (17 acarreos, 182 yardas, 2 TD), que no es poca, pero que es insuficiente ante la falta de eficacia de Christian Ponder (11/22, sólo 63 yardas, pick). Para colmo de males, Percy Harvin se retiró lesionado y es duda para la próxima semana.

 

El tiempo apremia. Ya me he enrollado bastante. Toca resumir el resto de la jornada en un «Two Minutes Drill».

 

Los San Diego Chargers (4-4) dieron un respiro a Norv Turner, aprovechando que los Kansas City Chiefs (1-7) se dejaron caer por el Qualcomm Stadium. Porque la verdad, no hace falta mucho para derrotar a los Chiefs. Phillip Rivers sólo lanzó un pase al suelo (también un innecesario pick en la endzone) y con sendos pases de TD a Antonio Gates y a Malcom Floyd hizo su parte. El resto lo puso la tendencia de los Chiefs a perder el balón (un pick six y 3 fumbles), y la capacidad de la defensa para rentabilizar los turnovers, llegando a anotar sendos TD en dos minutos de juego (fumble recuperado en la endzone por Shaun Phillips y pick six de Demorrio Williams).

 

Los Atlanta Falcons (8-0) siguen en todo lo alto después de vencer a los Dallas Cowboys (3-5) en un partido muy apretado, en el que curiosamente ambos productivos ataques fueron incapaces de pisar la endzone hasta el 4º cuarto. Tanto Matt Ryan (24/34, 342 yardas) como Tony Romo (25/35, 321 yardas, TD) movían el balón, pero se estrellaban en la redzone. Empatados a sendos pares de FG, los Falcons tomaron la delantera en el cuarto definitivo con un TD de Michael Turner (20 acarreos, 102 yardas) y todo se ponía a su favor.

 

Sin embargo, Romo sacó su carácter entonces y con 6 pases consecutivos en no-huddle acortó distancias y metió el miedo en el cuerpo de los locales. El partido estaba en la mano de los vaqueros, pero un par de nefastas jugadas de Orlando Scandrick (un placaje fallado y un holding, ambos en 3º down) malograron las esperanzas de los vaqueros y pusieron a Jason Garrett a los pies de los caballos.

 

Peyton Manning acostumbra a ganar a los Cincinnati Bengals (3-5). Lo hizo en la siete ocasones en las que se enfrentó con los Colts y lo ha hecho cuando se ha enfrentado con los Denver Broncos (5-3). El #18 fue el protagonsita en todos los sentidos. Con su dink and dunk completó 27 de los 35 pases que lanzó, para 291 yardas y 3 TD. Yo creo que lanzó dos intercepciones en pases consecutivos para dar un poco de cancha a los Bengals y motivarse. Bueno, tampoco le vamos a restar méritros a Terence Newman que no hay muchos CB que hayan interceptado a Manning dos pases consecutivos.

 

Los Bengals sumaron 10 puntos con los dos picks, pero Manning siguió a lo suyo y dominó el partido sin problemas. Es de destacar también el TD de retorno de kickoff de 105 yardas de Trindon Holliday para los Broncos. Por los Bengals, no se me ocurre destacar nada.

 

Por último, el lunes por la noche se enfrentaban dos equipos al borde del K.O., en una especie de ganar o morir. Y el que ganó fue el más necesitado, los New Orleans Saints (3-5). El partido podría haber tomado otro derrotero si los Philadelphia Eagles (3-5) fueran más efectivos en la redzone, porque la defensa de los Saints volvió a permitir yardas (447, incluyendo 221 de carrera), pero no les permitió anotar TD en la redzone. Sólo permitieron un TD en un agujero en su secundaria que aprovechó DeSean Jackson para anotar un TD de 77 yardas.

 

Nada más evidente que la jugada en la que Michael Vick fue interceptado en la yarda 1 y Patrick Robinson retronó el pick 99 yardas para TD para abrir el marcador. Así se puso el partido cuesta abajo para Drew Brees (21/27, 239 yardas, 2 TD) y los suyos, que ya no miraron atrás. Vick fue otra vez maltratado por la defensa (7 sacks) y se mostró totalmente impotente. Si no lo puedes hacer contra la defensa de los Saints no lo vas a poder hacer contra (casi) nadie. Es la 4ª derrota consecutiva de los del futuro ex-entrenador de los Eagles, Andy Reid.

 

Para terminar la semana los Eagles firmaron la jugada tonta de la misma. En un retrono de kickoff, Riley Cooper se «escondió» tumbándose en el suelo para así recibir el balón del retornador en una nueva edición del Music City Miracle. La jugada salió perfecta salvo por un pequeño detalle…¡cómo puede lanzar Brandon Boykyn un pase tan adelantado!

 

BYES DE LA SEMANA: Esta jornada les tocaba descansar a los que regresan de Londres, New England Patriots (5-3) y St. Louis Rams (3-5), a los siguientes rivales de éstos, San Francisco 49ers (6-2), y a los New York Jets (3-5), un equipo muy necesitado de una catarsis.

 

8-0. Tal vez no sea el equipo más sólido de cara a los playoffs, pero siguen ganando.
Siguen liderando la conferencia, pero algunos empiezan a espabilar por detrás…
Con idéntico récord que los Texans, merecen el 3º lugar en el escalafón. Curiosamente, ambos se enfrentan el domingo que viene.

 

Sigue sin haber ido por delante en el marcador en ninguno de los 8 partidos que ha jugado.
Arrastrándose por la liga.
Pésima imagen de un equipo profesional el domingo.

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